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miércoles, 30 de julio de 2008

Historia de un faro (*)

El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico. Pero al llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el Cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste.

Pero el cambio de rumbo no se hizo. Tal vez se navegaba con las velas demasiado desplegadas. Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha. A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé. Lo cierto fue que se continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo.

El error se fue haciendo duda a medida que subía a la conciencia. Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia.

El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo. De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte. Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido. Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una danza que contagia a los marineros.

Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y las tormentas.

Se quiso preguntar a las estrellas. Pero las estrellas revoloteaban en círculo alrededor de un polo cósmico invisible lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero. En el polo, las estrellas no nacen ni mueren, simplemente giran equidistantes al horizonte. Allí, cerca del polo, poner proa una estrella hubiera sido simplemente girar sobre sí mismo.

Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía. Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos. Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento.

Y fue entonces cuando se recibió el mensaje.

Tres cortas… una larga… silencio. Tres cortas… una larga… silencio. Tres…

El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales. No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea horizontal que ellos. Participaba del movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas. Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro.

Y el faro continuaba fiel al ritmo de sus intermitencias: tres cortas… una larga… silencio. Tres…

Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos. Pero el faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio.

¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes. La palabra esperada estaba oculta en el silencio del velero mismo. Porque el velero contaba entre sus bienes con un libro de faros. Y fue allí donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro. Y fuer gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio de ese libro, ubicaron la identidad del faro y con ello un punto de referencia para su propia posición. Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas.

Se supo que se estaba proa al polo. Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado. O mejor, que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.

Porque esa conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación. Seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos. Su conversión no les había cambiado de geografía; simplemente los había colocado proa hacia una nueva dirección. Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada. Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres. Era regresar hacia su pueblo, dejando atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio externo. Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aún mayor que el anterior. porque había que hacer frente a todo eso que los había conducido hasta allí. Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre los navegantes, lo que desanima no el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.

Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar. Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela. Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muerte el sol.

Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante.

Lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.

(*) por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.

martes, 29 de julio de 2008

Maduración humana del animador

Elementos de reflexión: La persona no nace..., se hace

Lo primero que nos llama la atención, cuando contemplamos a un recién nacido, es su debilidad y la falta de recursos para vivir. Si no fuera por la presencia amorosa de los padres que lo cuidan y alimentan, no podría vivir.

A partir de ese momento se abre delante de él un camino de desarrollo en todas las dimensiones de su vida: físico-corporal, intelectual, afectiva, relacional, experimental. Todos son necesarios para llegar a una madurez personal.

Se puede afirmar, por tanto, que todos estamos en proceso de desarrollo. Nos vamos haciendo, poco a poco, en busca de una mayor maduración humana aventura que todos, en principio, deseamos que acabe bien.

El desarrollo global de la vida supone un cierto éxito en los tres caminos que se abren delante de toda persona, apenas se da cuenta de la realidad:

• La relación positiva consigo mismo: hasta formar una identidad propia capaz de amar, optar libremente y autoevaluarse.
• La relación positiva con los otros y con lo que sucede a su alrededor: construir una sociedad y cultura más humanas.
• Y finalmente la relación positiva con el mundo natural: Para hacer de él una digna morada de la humanidad.

El animador y su madurez humana

Toda persona ha de trabajar por lograr una madurez humana; pero esta madurez se hace más imprescindible en el caso del animador de un grupo de fe. De ella depende la marcha del grupo, pues contribuye a hacer más creíble y significativo lo que el animador dice y hace.

Indicamos, a continuación, algunos criterios que ayudan a evaluar el grado madurez de una persona; sobre todo resaltamos dos horizontes necesarios en tarea de la animación: la apertura y relación positiva consigo mismo y con los demás.

a) Relación positiva consigo mismo: No hay madurez humana si no se logra una relación positiva consigo mismo. Esta relación implica conocerse a si mismo, aceptarse, tener una visión positiva de si mismo, evitar actitudes inmaduras--infantilismo y narcisismo--y comunicar el propio mundo interior.
Indicamos, a continuación, una breve reflexión sobre cada una de estas actitudes.

• Conocimiento de sí mismo: El primer paso para desarrollarse y madurar como persona es el conocimiento de uno mismo. Ello supone entrar dentro de si mismo y situarse ante todos los elementos que integran el propio yo, las ideas y opiniones que predominan, los sentimientos y emociones que más afloran, la escala de valores y el sentido que tiene la propia vida.
Vale la pena aclarar cada uno de los citados elementos.

- Las ideas y opiniones: Es importante que la persona conozca su propio esqueleto y cuerpo ideológico. La falta de este cuerpo ideológico convierte a la persona en superficial, con falta de conciencia y compromiso social; suele suceder que en estos tiempos, todo lo concerniente a lo político, social y económico es despreciado por los jóvenes o, tal vez, se tiene una visión distorsionada. Es muy común que hayan jóvenes que digan no tener una ideología en particular, lo cual, en el caso del animador, es perjudicial para la tarea de animación del grupo.

Pero ese cuerpo de ideas, opiniones y convicciones no ha de ser rígido o cerrado; ha de estar siempre abierto y dispuesto a variar con nuevas aportaciones que vienen de fuera, sobre todo aquéllas que cimentan mejor la propia vida y le dan mayor calidad humana. Esas aportaciones pueden llegar a la persona no sólo de los saberes de los libros, sino también de las convicciones y maneras de pensar de otros, incluso de los miembros del propio grupo. La rigidez ideológica es uno de los grandes enemigos de la animación, pues no favorece el diálogo sincero, y además crea barreras y recelos en los otros. ¿Cómo está tu ideología?
- Los sentimientos que afloran: Toda persona, llegada a cierta edad, se da cuenta de los sentimientos que tiene; es decir, de lo que se siente en el interior ante situaciones externas concretas y de la respuesta que da a las mismas.
En el siguiente esquema se pueden ver los sentimientos más frecuentes o situación que los produce y la respuesta que se da a cada uno de ellos.
Al principio, propiamente hasta la adolescencia, estos sentimientos son muy dispares y confusos. Una misma situación suscita sentimientos diversos; todo depende del momento en que se está. Pero más tarde se hacen más estables: una misma situación o estímulo produce los mismos sentimientos. Por eso, es fácil conocerlos.
El animador ha de ir conociendo los propios sentimientos, desde las situaciones que los producen, y también la respuesta que da a cada uno, procurando que ésta sea adulta. Así estará más capacitado para captar los sentimientos que aparecen en el grupo y encauzar las respuestas para que no sean meramente instintivas.

- La escala de valores: Todo ser humano vive desde una determinada escala de valores, clasificados según la importancia que tienen en su vida.
Hay personas que confunden los valores con los intereses. Estos tienen que ver con una serie de realidades, casi siempre tangibles y útiles, que atraen la atención de una persona de manera más o menos envolvente. Por eso suelen durar el tiempo que se tarda en conseguir aquello que los produce; en la mayoría de los casos se trata de necesidades materiales, psicofisiológicas o sociales.
Los valores afectan a la persona de manera más profunda y permanente. Un valor es la cualidad que tienen los objetos, las personas o los acontecimientos, que los hacen importantes, valiosos para uno mismo o para la humanidad en general.
Los valores se manifiestan al exterior, a veces, sin quererlo: una reacción, un gesto, una opinión, una valoración, que se hace, expresan ya el tipo de valores que presiden la propia vida.
Los valores se transmiten en el ser y el modo de actuar de cada persona humana. En consecuencia los valores de un grupo humano son el resultado de la cooperación de cada uno de sus componentes. Saber apreciar los valores personales y los de los demás es el primer paso para reflexionar y esforzarse en lo que se puede aportar y recibir.

• El sentido de la vida: El sentido de la vida es aquello por lo que se vive, se trabaja, etc.; aquello que aglutina las opciones, actitudes y actos de una persona. Según se tenga un sentido u otro se opta por unas cosas u otras, se tiene una actitud u otra y se actúa de una manera u otra, en una situación determinada.
Hay sentidos a corto o medio plazo (aprobar la carrera, conseguir un empleo, contraer matrimonio, formar una familia) y sentido último (aquél que es capaz de responder a las grandes preguntas y cuestiones de la vida: por qué vivo, adónde voy, qué sentido tiene el dolor). La madurez humana depende, en gran parte, de tener un sentido último en la vida, para poder aglutinar en torno a él todo lo que nos sucede personalmente o valorar lo que sucede a nuestro alrededor. ¿Ya encontraste el sentido de tu vida?
Todas estas dimensiones son como distintas capas de la personalidad. Existe el peligro de preocuparse solamente de las capas más externas (sentidos, ideas) y actuar y relacionarse desde ellas. Pero la madurez humana supone conocer y relacionarse desde las capas más internas (sentimientos, escala de valores, sentido de la vida).

• Aceptación de sí mismo: No basta conocerse a sí mismo, es necesario también aceptarse a sí mismo. Muchos de los traumas o problemas de las personas vienen por no aceptarse tal como uno es. ¿Pero aceptar el qué?

- Aceptar el propio cuerpo: El cuerpo forma parte de la propia identidad. Somos cuerpo. Aceptar el cuerpo que tenemos y tal como es, no como nos gustaría que fuera. De lo contrario, el propio cuerpo se convierte en una especie de losa que nos aplasta e impide una relación normal con los otros. Por ejemplo, si uno tiene un defecto corporal o, incluso, algo más común y ordinario (ser bajo o alto, gordo o flaco), y no lo acepta, siempre pensará, al relacionarse con los otros, que éstos se fijan solamente en ese defecto o detalle y no en toda su persona; y ello le impedirá tener una relación normal, pues no se sentirá libre y espontáneo.

- Aceptar el propio carácter: El carácter depende de la herencia recibida de los padres y del ambiente en que uno ha vivido. Todos desearían tener un buen carácter, pero no es así. Cada uno tiene el suyo y hay que aceptarlo: claro que aceptar el propio carácter no necesariamente es algo sencillo para uno mismo, pero tenemos que caminar para lograrlo. Entonces pensará alguno, ¿hay que renunciar a mejorar un carácter difícil que incluso ocasiona problemas a los demás?
No se trata de eso. Lo primero que se pide a toda persona es que se acepte tal como es y, desde ahí, desde su imagen real, comience a cambiar. De lo contrario, es como si se quisiera avanzar inútilmente a través de un camino de arenas movedizas.
Es muy fácil creerse y verse distinto de lo que uno es. Más aún, suele ser frecuente en nuestra sociedad ir por la vida con una imagen irreal de si mismo y con ella relacionarse con los demás e, incluso, establecer relaciones de amistad y de pareja. Las consecuencias negativas no tardan mucho en aparecer. Casi todos tenemos alguna experiencia en este sentido.
• Visión positiva de sí mismo: Otro elemento importante para la maduración humana es tener un concepto real, pero positivo, de sí mismo. Hoy en día se habla mucho de la necesidad de amarse a sí mismo (no en el sentido egoísta), para poder tener una relación positiva con los otros.
La visión positiva de la propia vida se forma a partir del conocimiento del otro. Para un niño pequeño, por ejemplo, el yo se va formando a medida que conoce a los otros. Si nota que el otro le aprecia, la imagen del propio revés, si el otro le rechaza, va adquiriendo una imagen negativa de sí mismo.
En la vida adulta sucede lo mismo. Cuando alguien resalta lo que hacemos bien, crece en nosotros la visión positiva de nosotros mismos y nos da ánimos para seguir adelante. Y viceversa, cuando alguien resalta sólo lo negativo, aumenta la visión negativa de nosotros mismos y no tarda en aparecer el pesimismo y fatalismo ante la vida.
El animador, en este sentido, es pieza clave en el auto concepto que tienen miembros del grupo. Pero este talante de resaltar lo positivo de los otros no es cuestión de táctica o estrategia, ni tampoco se improvisa en un momento. Hay que vivirlo a nivel personal, para que se convierta en actitud normal de la tarea de la animación.

El animador ha de evitar dos peligros posibles en relación con el grupo: el infantilismo y el narcisismo.

- La actitud infantil: Se caracteriza por actuar siempre buscando una compensación. El niño reacciona siempre según el estimulo externo que se presenta. Cuando el estímulo es negativo o va en contra de sus deseos, reacciona con la rabieta o el pataleo; si el estimulo es positivo, ordinariamente cuando se hace lo que él quiere, la respuesta es positiva, expresando alegría y buena cara. El animador ha de superar esa actitud, pues es inmadura. No siempre el grupo responde como se espera; por otra parte, los miembros del grupo necesitan ver en el animador la unidad y coherencia personal que ellos, por la edad, no tienen. ¿Existe unidad y coherencia personal en los miembros de tu comunidad de animadores?

- La actitud narcisista: Es propia de aquél que busca a toda costa ser el centro de todo y de todos. Si se preocupa de los otros y se comunica con ellos es porque ello redunda en beneficio propio. Incluso busca que las conversaciones giren siempre en torno a su persona.
Esa actitud no ayuda a crecer al grupo, pues es manipuladora y utiliza a los miembros del grupo para quedar bien.

• Comunicar el mundo interior: La comunicación es una necesidad en la vida de las personas. Las experiencias que uno tiene, tarde o temprano, se comunican a otros.
Hay distintos niveles de comunicación: hay personas que se comunican muy externamente, se contentan con ver, oír y tocar; otras comunican sólo ideas, lo que saben sobre una cuestión, lo que han leído en un libro, etc. Cuesta más comunicar los sentimientos, la propia escala de valores y el sentido de la propia vida.
La dificultad para comunicar este mundo más íntimo proviene ciertamente de la falta de un ambiente adecuado (ciertas cosas no se comunican a cualquiera ni en cualquier sitio), pero también de la falta de lenguaje. Así sucede, por ejemplo, en los adolescentes: tienen un mundo interior lleno de emociones, sentimientos, etc., pero les faltan las palabras para expresarlo.
El animador tiene aquí una tarea importante: Ha de saber expresar en palabras sus grandes convicciones, sentimientos, lo que constituye el sentido de su vida, etc. De esta forma, hace a los demás partícipes de su vida interior y les ayuda con el ejemplo a comunicarse más en profundidad. ¿Haces eso con los miembros del consejo? Si o no, ¿porqué?

b) Relación positiva con los otros: La relación con los otros y con los acontecimientos de la historia es otro camino que se abre a cada persona. Un profesor de filosofía decía: "¿No hay dos?, pues tampoco hay uno". Con ello quería indicar que la persona necesita relacionarse con los otros; sólo así madura como persona.
Para un animador es imprescindible que la relación con el grupo sea lo más positiva posible. Indicamos algunas actitudes que ayudan a ello.

• Saber encontrarse con los otros: Encontrarse con alguien es mucho más que reunirse con él o compartir unos momentos de charla o tertulia. El encuentro auténticamente humano supone hacer fundamentalmente tres experiencias:

• Aceptar al otro como alguien distinto: La persona del otro tiene una originalidad e intimidad propias con las cuales yo me encuentro. Con frecuencia no se deja al otro que sea distinto; incluso se intenta hacer de él un retrato a la propia imagen y semejanza. La aceptación del otro supone aceptar sus ideas y sentimientos, lo cual no quiere decir que se esté de acuerdo con ellos. Cuando el otro se ve aceptado, crece la confianza mutua y se hace posible una relación más estrecha entre ambos. Y viceversa, cuando no se deja al otro ser él mismo, enseguida aparecen barreras y desconfianzas, que hacen difícil el encuentro.

• Evitar todo intento de manipulación, posesión o dominio: Las cosas son para usarlas; las personas no. Los miembros del grupo reaccionan mal cuando atisban que son manipulados por el animador.

• Tener capacidad de sorpresa y admiración: Finalmente, en un encuentro verdadero, el otro es siempre motivo de sorpresa y admiración. Lo cual impide que las relaciones sean rutinarias y aburridas, pues siempre descubrimos algo nuevo en él, en el fondo siempre espera que se le deje ser él mismo y pueda manifestarse tal como es; algo que ordinariamente no se da en el ámbito familiar, escolar, etc. Por eso es importante que el animador sepa encontrarse con los miembros del grupo. ¿Has sabido encontrarte con tu comunidad de animadores?

• Descubrir la persona por encima de las apariencias: Vivimos en una sociedad en donde las relaciones interpersonales son bastante superficiales. La comunicación tiene lugar a flor de piel; por eso, el propio yo apenas entra en comunión con los otros.

Este ambiente facilita personalidades que actúan de cara al escenario, tratando por todos los medios de impresionar a través del aspecto externo. Incluso se cambia de aspecto externo según los momentos y las personas que tenemos delante. ¿Has tomado esa personalidad alguna vez?

Esa actitud puede darse también entre nosotros; sobre todo, cuando se comunican hechos que han sucedido. Debajo de las palabras siempre se intenta comunicar unos sentimientos. Pero hay sentimientos considerados poco importantes; otros se destacan para que nos fijemos en ellos; otros se encumbren o apenas se dejan aflorar. ¿Que tan atento estas para detectar lo que realmente quieren comunicarte los demás o solamente te quedas con lo que oyes o lees entre líneas?
• Valorar lo positivo de los otros: Sabemos por experiencia que cuando los demás, un profesor, por ejemplo, destacan los aspectos positivos del alumno, éste se siente valorado y responde mejor al aprendizaje. Y al revés, cuando se tiende a resaltar sólo lo negativo, el alumno queda bloqueado, y el miedo a fracasar y quedar en evidencia se convierte en una barrera para aprender.

El animador ha de ser consciente de ello y tenerlo en cuenta a la hora de relacionarse con los miembros de los grupos, tanto en la reunión como en la conversación personal con cada uno. ¿Con cuanta frecuencia animas, ilusionas, das motivos a tus muchachos para que hagan las cosas?, ¿Cuántas veces haces lo mismo con los del consejo?

Tener una actitud comprensiva: Es normal que surjan problemas, sea a nivel colectivo o a nivel personal. El animador, en esas situaciones, tiene que poner toda su buena voluntad para buscar una solución, pero no todas sus actitudes ayudan a solucionar el problema.

• Convocar al trabajo en grupo y suscitar respuestas personales: La tarea de animación de un grupo no consiste en darle todo hecho, pues se crean actitudes inmaduras y así no se educa en la responsabilidad. El mismo término animación indica dar a las personas ánimo, ilusión, motivos para hacer las cosas.
Esa actitud puede parecer al principio menos eficaz, pues no se ven enseguida los frutos, y se llega a creer que es mejor ahorrarles el esfuerzo; pero a la larga es menos educativa.

¿Te interesa realmente de que el muchacho sea protagonista? ¿Qué haces por fomentar ese protagonismo? ¿Qué tan consciente estas de que tu no eres indispensable en la Comunidad de Animadores de tu Movimiento Juvenil?

domingo, 27 de julio de 2008

"Siento que Don Bosco me ha llamado a amar a esos niños"

Carla Valeria Zapata es la que dijo esta hermosa frase, una vez instalada en Brasil como Voluntaria Misionera Salesiana. Carla es Lic. en Psicología y mallinista, partió desde la Ciudad de San Juan enviada en abril de este año por la Comunidad Salesiana de esta Provincia Argentina para trabajar apostólicamente en la Ciudad de Don Bosco, en Corumbá (Brasil).

Ciudad Don Bosco, está formada por el "Projecto Criança e Adolescente Feliz", en el cual atienden a niños y adolescentes; los niños están en dicho Proyecto por la mañana hasta el almuerzo, después de almuerzo cada niño va a su Escuela; los adolescentes van cada uno a su escuela, y vienen al "Projecto" para almorzar y se quedan hasta la tarde, después vuelven a sus casas.

Bajo este Proyecto, ellos tienen aulas de refuerzo de los contenidos escolares, tienen clases de danza, música, tejido, artesanía con arcilla, computación, natación. El objetivo es que los niños no pasen mucho tiempo en la calle, expuestos a muchos peligros. Sobre sus inicios en aquella comunidad, Carla nos dice "Una cosa que me gustó es que es que, en el Proyecto donde trabajo, los niños tienen como uniforme una remera que tiene la mirada de Don Bosco. La primera vez que me encontré con esos niños, me emocioné de verlos, sentí que Don Bosco me invitaba a amar a esos niños que él había elegido."

La Ciudad Don Bosco también tiene una Asistencia Social ofrece asistencia inmediata para los afiliados niños que tienen madrinas o padrinos en Italia o Eslovenia, entregando ropa, calzado, remedios, etc. También está la Escuela Don Bosco, que en sí es una Escuela Pública, pero tiene la colaboración de la Ciudad Don Bosco, y está todo en la misma manzana. Existe además el Centro Profesional, que da cursos sobre cocina, tiene un Programa que se llama "Adolescente Aprendiz", en donde los adolescentes trabajan y aprenden al mismo tiempo, cobrando un salario mínimo.

Carla tiene como tarea el abordaje de algunas problemáticas en forma grupal con los niños y adolescentes. Como psicóloga, está trabajando con un grupo de adolescentes del Centro Profesional y colaborando un poco en La Asistencia Social. También asesora un poco a los profesores en su tarea y colabora en todo lo que se pueda ya que, tal como nos contó, allá siempre hay mucho para hacer. Al respecto, Carla nos comentó que "Para mí está siendo una experiencia profunda de encuentro con Dios en una cultura diferente, en personas diferentes y es hermoso ver cómo Dios está presente en ellas".

Nos contó que ha sido muy bien recibida y que comparte el hogar con una de las comunidades salesianas de Corumbá: dos sacerdotes, tres hermanos coadjuntores, un voluntario de Eslovenia y un voluntario que está haciendo su proceso de discernimiento.

Acerca de la idioscincracia de la gente del lugar, Carla nos dijo estar impactada por la alegría del pueblo brasilero y cómo a pesar de las dificultades, de las situaciones de pobreza que muchas familias viven, conservan la alegría en su vestir en su música. Nos citó como ejemplo, que durante junio tienen las fiestas en honor a San Juan Bautista en todas las comunidades, parroquias, escuelas, etc tienen su fiesta; va mucha gente y dedican mucho tiempo a la preparación de ellas; son una mezcla de religiosidad y festejos populares.

Nos cuenta Carla: "Corumbá es un pueblo piadoso, respetuoso de los ritos litúrgicos, pero con alegría. Para la fiesta de María Auxiliadora, tienen una costumbre muy bonita, que es la de coronar a la Virgen durante los días de la Novena. Entonces, pasan dos niños llevando la corona de la Virgen y del Niño Jesús y con una música específica para eso colocan la corona a la Virgen, es muy bonito, yo me emocioné mucho la primera vez que lo viví! Todo culminó con un festival, música, comidas típicas."

Es muy bueno que alguien como Carla Zapata se haya animado a dejar por un tiempo su familia, amigos y una profesión para dedicarse a dar su vida viviendo con hermanos más necesitados. Carla es todo un ejemplo para todos nosotros: antes de tomar la decisión de irse al Brasil, ella estuvo haciendo discernimiento durante un año junto a un sacerdote salesiano para ponerse en manos de Dios y, a su vez, empezó a estudiar portugués.

Recemos para que el Señor la siga guiando y la proteja. El mundo de hoy necesita de estas personas corajudas y comprometidas que nos transmitan al Dios Vivo... al estilo de nuestro Padre y Maestro, San Juan Bosco.

Quiero ser tu testigo, Señor

Jesús,
quiero ser tu testigo
y anunciar tu Palabra.
Quiero vivir como vos me enseñas
y transmitir a los que me rodean
tus enseñanzas y tu mensaje.
Quiero ser honesto, justo, solidario,
decir siempre la verdad y vivir ayudando a los demás.
Dame mucha alegría
para repartir entre todos los que rodean.
Ayudame a llevarte
a las personas que todavía no te conocen.
Quiero vivir como vos nos enseñas,
en mi casa, en mi escuela, con mis amigos,
Dame fuerzas para lograrlo.

¡Que así sea, Señor!

¿A qué se parece el Reino de los Cielos?

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (Mt 13, 44-52)

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?” Ellos le contestaron: "Sí"'. Entonces El les dijo: "Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas".

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

Cuántas veces en el Evangelio Jesús nos habla del “Reino de Dios”, del “Reino de los Cielos”! ¡Y cuántas veces hemos repetido el “venga a nosotros tu Reino” al rezar el Padre Nuestro! Vale la pena preguntarnos, entonces ¿qué es el “Reino de los Cielos”? ¿Por qué es importante entender su significado y sus implicaciones?

Jesucristo nos lo explicó con muchísimas comparaciones y parábolas, de manera que pudiéramos captar la importancia de su Reino y la pre-eminencia y superioridad que debe tener frente a todo lo demás.

Tal es el caso de la Parábola del Tesoro escondido y la de la Perla fina. (Mt. 13, 44- 46). Ambas plantean cuán valioso es el Reino de los Cielos si se compara con otras riquezas. En el primer caso, se trata de un tesoro que alguien encuentra y,“lleno de alegría, vende todo lo que tiene”, para poder comprar ese terreno.

“El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.(Mt. 13, 44- 46).

La segunda parábola cuenta que un comerciante de perlas finas encuentra “una perla muy valiosa” y, entonces, va y vende todo lo que tiene para comprarla.

Como vemos, ambas comparaciones dadas por el Señor nos indican la superioridad que tiene el Reino de los Cielos frente a cualquier otra cosa, y nos hace ver la actitud que tiene quien lo llega a descubrir: se propone adquirirlo a cualquier costo, vende todo lo que tiene, para poder lograr tener lo que verdaderamente vale.

El Reino de los Cielos es, ciertamente, la presencia de Cristo en medio de nosotros y el anuncio de su mensaje de salvación. Pero la salvación que El nos vino a traer se completa en la eternidad cuando lleguemos a participar de la plenitud de la presencia de Dios en el Cielo. Y para llegar allí, para vivir el Reino de los Cielos y para vivir en el Reino de los Cielos, debemos “vender” todo lo demás y “comprar” ese terreno y esa perla que es nuestra salvación, que es el Cielo.

“Allí donde está tu riqueza, allí estará también tu corazón”, nos advirtió el Señor en otra oportunidad (Mt. 6, 21). ¿Y cuál es nuestra riqueza? ¿Qué es lo que consideramos más importante en nuestra vida? Será ... ¿el dinero? ¿la familia? ¿el trabajo? ¿el poder? ¿la recreación? ¿el cuerpo? ¿la salud? ¿la longevidad? ¿el conocimiento? ¿la actividad? ... ¿Cuál es nuestra riqueza? Si es alguna de estas cosas o algo parecido, y no es el Reino de los Cielos, estamos mal, pues tenemos puesto el corazón en lo que no es la riqueza más valiosa, la verdadera riqueza, la única riqueza.

Recordemos que en otro momento nos dijo el Señor, también refiriéndose a su Reino y comparándolo con otras riquezas: “Busquen primero el Reino de Dios y lo demás les vendrá por añadidura” (Mt. 6, 33). Es decir, adicionalmente se nos darán otras cosas. Pero primero tenemos que buscar lo que es realmente importante: el Reino de Dios, la salvación.

“Busquen primero el Reino de Dios y lo demás les vendrá por añadidura” (Mt. 6, 33).

Un ejemplo elocuente de esta forma de como Dios quiere que seamos lo tenemos en el Rey Salomón, quien pidió a Dios sabiduría para cumplir bien la misión que Dios le había encomendado. Y Dios le dio la Sabiduría y también cosas que no le había pedido. Así contestó Dios la oración de Salomón: “Te voy a conceder, un corazón sabio y prudente como no lo ha habido antes, ni lo habrá después de ti. Y te voy a conceder lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza que no habrá rey que se pueda comparar contigo” (1 Reyes 3, 5-12).

Todas las demás cosas que no son el Reino de los Cielos es la “añadidura”, lo adicional. Eso es lo que hay que vender para comprar lo verdaderamente valioso. Pero si buscamos sólo la “añadidura”, lo secundario, corremos el riesgo de quedarnos sólo con eso y de perder lo que es importante. En cambio, si buscamos lo que verdaderamente vale, el Reino de los Cielos, tendremos eso ... y también lo demás. Buen negocio ¿no?

(fuente: www.homilia.org)

sábado, 26 de julio de 2008

Hermano César, Hermano Metal

El heavy metal es un género del rock siempre asociado al satanismo por el mero hecho de que muchas de sus bandas más convocantes adoptaron símbolos y lenguajes diabólicos para llamar la atención dando la imagen de "chicos malos".

Una persona parece que quiere romper las reglas del heavy metal y, en vez de cantarle al diablo, optó por hablar de algo distinto.

Un fraile capuchino de 62 años, nacido en Italia, ha saltado a la fama como cantante de una banda de heavy metal. Sí, así de insólito como suena, es real.

Cesare Bonizzi, nació en 1946 en Offanengo (Italia) y entró a un convento en 1975 cuando tenía 31 años y fue enviado como misionero a Costa de Marfil. De regreso a Italia, fue ordenado sacerdote en 1983.

Desde 1990, empezó a mostrar interés en la música como un medio útil para la oración y la contemplación; es por eso que Bonizzi empezó a componer música en distintos géneros. Después de haber concurrido junto a un grupo de jóvenes a un recital de Metallica, una de las principales bandas de heavy metal de todos los tiempos, este fraile capuchino quedó impresionado por el sonido de esta banda estadounidense. Después de haber presenciado en vivo a la banda liderada por Lars Ulrich y James Hetfield, el Hermano Cesare declaró "El Metal es el lenguaje musical más enérgico, vital, profundo y honesto que conozco" (¡!).

Sin dejar de pertener a un Convento ubicado en un suburbio de Milan, Fray Cesare fundó la banda "Frate Metallo" ("Hermano Metal") y se rodeó de buenos músicos para difundir el mensaje de Cristo entre rabiosos riffs de guitarras distorsionadas. Los Frate Metallo fueron invitados a participar en varios festivales de heavy metal, en donde este sacerdote fue escuchado respetuosamente y despertó la curiosidad de varios medios periodísticos de Europa. En un concierto que dio en el Ferstival Gods of Metal (dioses del metal), en donde participó tambiéb Iron Maiden, Bonizzi dijo a la multitud: "Soy un fraile verdadero, un cura verdadero y un metalero verdadero". En las letras de sus canciones, hay mensajes directos acerca de los estragos que pueden hacer los vicios en las vidas de los jóvenes, como así también comunicar los valores valores cristianos para la vida.

Más allá de las reacciones que despierte en el seno de Nuestra Madre Iglesia, considero positiva la idea de que un hombre de Iglesia salga al encuentro de los jóvenes que gustan del heavy metal: ellos también son hijos de Dios y necesitan que alguien les hable de Cristo... a su modo.



viernes, 25 de julio de 2008

Sor María Romero Meneses, desde Nicaragua hacia los altares

Nació en Granada (Nicaragua) el 13 de Enero de 1902 y murió en Las Peñitas, León (Nicaragua) el 7 de Julio de 1977. Sus padres eran de origen español y muy ricos, por lo que se le ofrecía una vida llena de comodidades.

En 1910, las misioneras de Don Bosco, hijas de María Auxiliadora (FMA), habían llegado a Nicaragua. Eran muy pobres, muy buenas y siempre sonrientes, punto de partida desde el cual el Espíritu Santo le infundió su vocación que la llevó a dejar atrás todo por El Señor.

Orientada en familia hacia los estudios artísticos, pronto revela su talento para la música y la pintura. A los doce años, en el colegio de las Hijas de María Auxiliadora, recién llegadas a su ciudad, empieza a conocer a don Bosco: congenia inmediatamente con la figura del gran apóstol de la juventud, en quien encuentra como la encarnación de los ideales que vibran en su espíritu, primero de manera genérica y vaga y luego cada vez más claramente y con mayor capacidad de entusiasmarla.

A los 28 años realizó sus votos en la Congregación Salesiana de las FMA. Hace su opción: Hija de María Auxiliadora (1923), y en el nombre de esta su Madre y «su Reina» – como ama invocarla – realiza una incansable actividad apostólica, dando vida a grandiosas obras sociales, especialmente en Costa Rica, a donde es enviada en 1931.

En 1931, fue enviada al vecino país centroamericano de Costa Rica donde durante 46 años se dedicó a servir a los necesitados. Entre sus obras más importantes está la creación de la Casa María Auxiliadora, un hogar que alberga a personas que necesitan consuelo y que incluye una clínica para personas pobres sin seguro social, una escuela para niños de la calle. Otra obra es la Casa Maín, dedicada a acoger a mujeres jóvenes que viven en la calle.

Con viva sensibilidad evangélica y eclesial, conquista para su misión apostólica a las jóvenes alumnas que se vuelven «misioneras» (misioneritas, las llama Sr. María) en los pueblitos de los alrededores de la Capital, entre niños semi abandonados y familias desheredadas. Luego, también adultos, empresarios adinerados y renombrados profesionales quedan conquistados por su devoción mariana, que obtiene gracias estrepitosas, y se sienten por lo tanto comprometidos a colaborar efectivamente a las iniciativas asistenciales que Sr. María, bajo la acción del Espíritu, va proyectando continuamente con la audacia de la más auténtica fe en la Providencia.

Sr. María sueña para sus pobres siempre nuevas soluciones a las urgencias apremiantes: obtiene primero visitas médicas gratuitas, gracias a la acción voluntaria de médicos especialistas, y con la colaboración de industriales del lugar organiza cursos de formación profesional para jóvenes y mujeres que en la pobreza hubieran encontrado una pésima consejera. En esta forma logra dar vida en poco tiempo a un ambulatorio múltiple, con varias especialidades, para asegurar la asistencia médico-farmacéutica a muchas personas y familias privadas de toda garantía social. Al mismo tiempo crea cerca instalaciones adecuadas para Ia acogida de los pacientes – a veces familias enteras – como también salas para la catequesis y la alfabetización en los momentos de espera, además la capilla y un gracioso jardín, y hasta el balcón con los canarios.

Para las familias sin techo, reducidas con frecuencia a una vida precaria bajo los puentes de la periferia, hace construir – siempre con la ayuda de una sorprendente Providencia – «verdaderas» casitas, en las cuales limpidez y propiedad, junto con los colores de un pequeñísimo jardín, tienen la función pedagógica de recuperar personas amargadas, restituir dignidad a vidas envilecidas por el abandono, abriendo los corazones a horizontes de verdad, de esperanza y de nueva capacidad de inserción social. Surgen así las ciudadelas de María Auxiliadora: una obra que continúa todavía, debido al interés de sus colaboradores a través de la Asociación de laicos Asayne (Asociación de Ayuda a los Necesitados).

En medio del sucederse de obras para organizar, y de una peculiar actividad suya como consejera espiritual (cada día horas y horas de intensos coloquios privados, las llamadas consultas) encuentra espacio y momentos de ardientes elevaciones del espíritu y de una profunda vida mística, que es en realidad la fuente de la fuerza interior de donde su apostolado brota y recibe extraordinaria eficacia.

Su ideal: amar profundamente a Jesús, «su Rey», y difundir su devoción junto a la de su divina Madre. Su íntima alegría es la posibilidad de acercar a la verdad evangélica a los niños, a los pobres, a los que sufren, a los marginados. La más ambicionada recompensa a sus sacrificios es la de ver reflorecer la paz y la fe en una vida «perdida».

Haciéndose como el Apóstol, «toda para todos» y olvidándose de sí para conquistar cada vez nuevos amigos a su Jesús, se entrega hasta el último de sus días: el primero en el que decidió darse un poco de descanso. La esperaba allí el descanso eterno, con «su Rey» y «su Reina». Era el 7 de julio de 1977.

La fama de su santidad se expresa en el lamento general de sus asistidos y de sus colaboradores; y por obra de éstos, en el continuo reflorecimiento de las obras fundadas por ella.

La biografía oficial de Sor María Romero fue escrita por Sor Domenica Grassiano, FMA, y su título es "Con María Toda Para Todos Como Don Bosco".

Sin pretender ser escritora, Sor María acostumbraba a apuntar en un bloc de notas que llevaba consigo desde 1924, ciertos sentimientos que cobijaba en su alma, frases y pensamientos de muchos autores religiosos como San Juan de la Cruz , Santa Catalina de Siena, San Agustín, Santa Teresa de Jesús, etc. El libro "Escritos Espirituales" recoge las anotaciones de dicho bloc de notas.

Fue declarada Venerable por el Papa Juan Pablo II el 18 de Diciembre del año 2.000. Su esperada beatificación se produjo en la Pascua de 2.002.

La apertura del proceso Diocesano de Sor María Romero se dio el 18 de noviembre de 1988. Durante los años 1988 y 1992, se llevan a cabo las sesiones declaratorias de los testigos citados por el Tribunal de la causa de Canonización, teniendo como sede del Tribunal la Casa Provincial de las FMA en San José. Los testigos llamados a dar testimonio de la fama de santidad de Sor María Romero fueron 50, y seis testigos de oficio.

El tribunal realizó 90 sesiones. Se efectuaron, además, 40 sesiones de estudio de documentos relativos a la sierva de Dios, presentados por el Vice Postulador para ser incluidos en el proceso. Los restos de Sor María Romero fueron trasladados, de León, a San José, Costa Rica y sepultados en el Cementerio General de San José, donde permanecieron hasta el 9 de noviembre de 1991. En esa fecha fueron trasladados a un Mausoleo construido en la Casa de María Auxiliadora por ella fundada.

El 27 de Agosto de 1.968, la UMA (Unión de Mujeres Americanas) la nombró "mujer del año". En 1.976 le llegó otro reconocimiento, esta vez el Rotary Club de Costa Rica le otorgó una medalla de Oro.

Para muchos, fue todo un "Don Bosco" pero en femenino. En boca de su pueblo, fue una auténtica Santa y toda Latinoamérica, en especial Nicaragua y Costa Rica, celebró con un gran júbilo el día de su beatificación, que tuvo lugar el 14 de Abril de 2002 por parte del Papa Juan Pablo II.

San Franciso Solano, Apóstol de Perú

Francisco Solano, llamado "el Taumaturgo del nuevo mundo", por la cantidad de prodigios y milagros que obtuvo en Sudamérica, nació en 1549, en Montilla, Andalucía, España.

Francisco fue el tercer hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez. Sus dos hermanos se llamaban Diego e Inés. Creció Francisco en un hogar noble y cristiano donde se apreciaba más la hidalguía del espíritu que la de la sangre.

Montilla era un lugar eminentemente religioso. Seguramente, Solano conoció a San Juan de Ávila, que murió cuando Francisco tenía veinte años. En aquella época, había en Montilla docena y media de iglesias, así como cinco conventos y numerosas cofradías.

INGRESO A LA ORDEN FRANCISCANA

Francisco estudió con los Jesuitas, pero entró a la comunidad Franciscana porque le atraían mucho la pobreza y la vida tan sacrificada de los religiosos de esa Orden; por ello, decidió ingresar como novicio en el convento franciscano de San Lorenzo, situado en la Huerta del Adalid. Era un lugar de enorme belleza natural, con abundantes árboles, plantas y flores, jazmines, un estanque con peces, caza menor y pájaros. En medio de este paraíso natural, había varias ermitas esparcidas que invitaban a la oración y la contemplación.

En el convento la disciplina era muy estricta, conforme a la regla primitiva. Los novicios franciscanos pasaban la mayor parte del tiempo dedicados al silencio y la meditación. Hablaban muy poco, siempre de dos en dos, en voz baja y no por mucho tiempo. En cuanto a la meditación, había tres turnos diarios de media hora de duración cada uno.

Francisco era muy virtuoso, paciente y humilde. Dormía siempre en el suelo, sobre una cobija o un cañizo de palos. Usaba un cilicio durante todo el año. Andaba descalzo a no ser que estuviera enfermo y sólo comía legumbres y fruta. Se excedía a menudo en la práctica de mortificaciones y penitencias, con el resultado durante toda su vida de una salud débil y quebrantada.

El día 25 de Abril de 1570 hizo profesión religiosa para ser fraile de coro. Tenía entonces veintiún años.

ESTANCIA EN LORETO (1572-1579). ORDENACIÓN SACERDOTAL

Poco tiempo después fue destinado al convento sevillano de Nuestra Señora de Loreto, donde cursó estudios de Filosofía y Teología. En Loreto, la observancia regular era también muy estricta. Los maestros que más influyeron en el joven Francisco fueron dos: el teólogo y humanista fray Luis de Carvajal y el músico y científico padre Juan Bermudo. Durante su largo período de formación, Solano no sólo se instruyó en la teología de San Buenaventura, sino que tuvo ocasión de desarrollar sus dotes innatas para la música y el canto.

En 1576 fue ordenado sacerdote. Asistió su padre, pero no así su madre, que se encontraba enferma y casi ciega. Lo nombraron vicario de coro, es decir, encargado de dirigir el rezo y los cantos del oficio divino. Amante de la austeridad y la pobreza, Solano se hizo una pequeña celda en las inmediaciones del coro, en un diminuto rincón en el que apenas cabía. La celda estaba hecha de cañas y barro cocido, con un pequeño agujero que servía de ventana para poder rezar y estudiar.

Una vez terminados los estudios de teología, fue nombrado predicador, labor que desarrolló en pueblos cercanos, y que resultaría determinante en su futuro como misionero. La tarea de predicar no era fácil, y requería estudio continuo y dedicación permanente. Posteriormente, fue nombrado también confesor.

Hay que decir que la primera intención del santo era la de ser mártir. Solicitó sin éxito ser destinado a Berbería para morir en el intento de evangelizar a los africanos. En vista de la negativa de sus superiores, Solano se fijó otra meta: América, pero tuvo que esperar algún tiempo antes de poder ver realizado su deseo de convertirse en misionero.

REGRESO A MONTILLA

La muerte de su padre le hizo volver temporalmente a Montilla para visitar a su madre. Sin embargo, su estancia se prolongó más de lo previsto debido a una epidemia mortal que afectó incluso a varios frailes del convento franciscano.

En Montilla realizó varias curaciones inexplicables que dieron comienzo a su fama como milagrero. Un día iba pidiendo limosna por las calles cuando una mujer le pidió que leyera el evangelio a un niño de seis meses que llevaba en brazos. Solano vio que el niño tenía numerosas llagas e hinchado el rostro. Cuentan que lamió el rostro y las llagas con su boca y lengua, y que a la mañana siguiente el niño amaneció mejor y se curó.

También curó a un pobre hombre que tenía llagas en las piernas y apenas podía andar ayudado por unas muletas. Dicen que le besó las llagas y curó de inmediato.

En 1581, Francisco Solano fue destinado como vicario y maestro de novicios al convento cordobés de la Arruzafa, donde solía visitar a los enfermos incluso desatendiendo algunas horas de oración, y recomendaba a los más jóvenes que tuvieran paciencia en los trabajos y adversidades.

En 1583, fue trasladado a San Francisco del Monte, en Sierra Morena, a 30 kilómetros al noreste de Córdoba. Era un paraje de gran hermosura. Allí comía sopas de pan con agua, vinagre y un casco de cebolla.

Una de las cosas que Solano intentó imitar de San Francisco de Asís era su relación especial con los animales. Pues bien, cuentan que había una serpiente de gran tamaño que atacaba a ganados y pastores y hacía estragos en toda la región, y a la cual Solano reprendió y ordenó ir al convento, donde fue convenientemente alimentada. Dicen que después de comer la serpiente se marchó y no volvió a causar daño en la comarca.

Hubo entonces una terrible epidemia de peste en Andalucía que afectó con especial virulencia a la ciudad de Montoro. Durante un mes, y en compañía de fray Buenaventura Núñez, Francisco fue a cuidar a los enfermos, que eran llevados fuera del pueblo a la Ermita de San Sebastián.

Ambos frailes prestaban servicio a los afectados y les hacían las camas, los sacramentaban y ayudaban a morir, y después los enterraban. Los dos se contagiaron de la enfermedad pero Solano logró curarse. En Montoro, el nombre de una calle recuerda la labor humanitaria llevada a cabo por el santo.

De su estancia en Granada cabe señalar que iba a predicar a las cárceles y que visitaba a los enfermos del Hospital de San Juan de Dios. Poco después, el rey Felipe II pidió a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica. Finalmente y para alegría suya, Francisco fue el elegido para la misión de extender la religión en estas tierras.

Fray Francisco Solano recorrió el continente americano durante 20 años predicando, especialmente a los indios. Pero su viaje más largo fue el que tuvo que hacer a pie, con incontables peligros y sufrimientos, desde Lima hasta Tucumán (Argentina) y hasta las pampas y el Chaco Paraguayo. Más de 3,000 kilómetros y sin ninguna comodidad. Sólo confiando en Dios y movido por el deseo de salvar almas.

Fray Francisco llegaba a las tribus más guerreras e indómitas y aunque al principio lo recibían al son de batalla, después de predicarles por unos minutos con un crucifijo en la mano, conseguía que todos empezaran a escucharle con un corazón dócil y que se hicieran bautizar por centenares y miles.

Estando el santo predicando en La Rioja (Argentina) llegó la voz de que se acercaban millares de indios salvajes a atacar la población. El peligro era sumamente grande, todos se dispusieron a la defensa, pero Fray Francisco salió con su crucifijo en la mano y se colocó frente a los guerreros atacantes y de tal manera les habló (logrando que lo entendieran muy bien en su propio idioma) que los indígenas desistieron del ataque y poco después aceptaron ser evangelizados y bautizados en la religión católica.

El Padre Solano tenía una hermosa voz y sabía tocar muy bien el violín y la guitarra. Y en los sitios que visitaba divertía muy alegremente a sus oyentes con sus alegres canciones. Un día llegó a un convento donde los religiosos eran demasiado serios, por lo que recordando el espíritu de San Francisco de Asís –quien decía que era necesario vivir siempre interior y exteriormente alegres- se puso a cantarles y hasta a danzar tan jocosamente que aquellos frailes terminaron todos cantando y bailando en honor de Dios.

San Francisco Solano misionó por más de 14 años por el Chaco Paraguayo, por Uruguay, el Río de la Plata, Santa Fe y Córdoba de Argentina, siempre a pie, convirtiendo innumerables indígenas y también muchísimos colonos españoles. Su paso por cada ciudad o campo, era un renacer del fervor religioso.

Un día en el pueblo llamado San Miguel, estaban en un toreo, y el toro feroz se salió del corral y empezó a cornear sin compasión por las calles. Llamaron al santo y éste se le enfrentó calmadamente al terrible animal. Y la gente vio con admiración que el bravísimo toro se le acercaba a Fray Francisco y le lamía las manos y se dejaba llevar por él otra vez al corral.

LLEGADA A LIMA

Llegado a Lima, Francisco fue nombrado Guardián del Convento de la Recolección. Como siempre, se resistió todo lo que pudo antes de aceptar cualquier cargo de responsabilidad, exagerando de manera deliberada su propia incapacidad para gobernar, pero finalmente tuvo que acatar la autoridad de sus superiores.

Su obsesión por la pobreza era tal que no quería que se blanqueara o enladrillara la casa, ni que se pulieran las puertas y ventanas. En su celda, tan sólo tenía un camastro, una colcha, una cruz, una silla y mesa, un candil y la Biblia junto con algunos otros libros. Era el primero en todo, y jamás ordenó una cosa que no hiciera él antes.

Sus consejos eran prudentes, y cuando tenía que reprender a alguno de los demás frailes, lo hacía con gran celo y caridad. Sus excesivas penitencias y su espíritu de oración no le impedían ser alegre con los demás. Solano era también el santo de la alegría.

SECRETARIO PROVINCIAL. GUARDIÁN EN TRUJILLO (1602-1604)

En 1601, fue elegido Secretario y acompañante del superior provincial, cargo en el que duró menos de un año. En uno de los viajes casi se muere por el camino, y en vista de su delicado estado de salud, se le asignó un nuevo destino: la ciudad de Trujillo, fundada por Francisco Pizarro apenas medio siglo antes de la llegada de Solano al Perú.

En Trujillo buscaba Solano un poco de paz y tranquilidad, y sobre todo apartarse de la gran fama que tenía en Lima. Se dedicaba a visitar a los enfermos, en especial a una anciana leprosa a la que a menudo llevaba regalos. En casa de otra enferma, había un árbol junto a la ventana en el que un pajarillo cantaba deliciosamente solamente cuando iba Solano.

Predicaba en el hospital de la ciudad y también visitaba a los presos, para hablar con ellos, confesarlos y ayudarlos a bien morir. Para rezar, se refugiaba en la huerta del convento, en la que había numerosos pajarillos. Eran tantos que cuentan que Solano les daba de comer por turnos, y que los que comían se apartaban para que pudieran comer los otros.

Su amor por la pobreza era tan grande que no consentía en cambiar de zapatos, sino sólo en remendarlos, de manera que el zapatero tuvo que engañarlo y se quedó con los antiguos zapatos como reliquia.

OTRA VEZ GUARDIÁN EN LIMA (1604). EL SERMÓN QUE CONVIRTIÓ A LIMA

En 1604, Solano volvió a Lima, ciudad donde pasaría los últimos años de su vida. A pesar de su precario estado de salud, continuaba haciendo grandes penitencias y pasaba noches enteras en oración. Sus visitas a la enfermería se hicieron cada vez más frecuentes.

Sin embargo, iba a menudo a visitar a los enfermos o salía a las calles a predicar con su pequeño rabel y una cruz en las manos. Así conseguía juntar a un gran número de personas y las congregaba en la plaza mayor, donde se dirigía a la muchedumbre en alta voz. Su predicación se fundamentaba en citas bíblicas y en la doctrina de los Padres de la Iglesia.

Predicaba en todas partes: en los talleres artesanales, en los garitos, en las calles, en los monasterios e incluso en los corrales de teatro. Especial significado tuvo su oposición a ciertos espectáculos teatrales en los que a su juicio se ofendía a Dios. En España se había producido una corriente de opinión en contra de este género, y muchos artistas se tuvieron que desplazar hacia el Nuevo Mundo, donde gozaban de mayor aceptación popular.

En Lima había tres compañías de comedias. Solano entraba en los corrales con un Cristo en la mano y mucha gente le seguía abandonando el lugar. Más de una vez consiguió que hubiera que anular la representación, porque con él se iba todo el mundo.

ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA

En octubre de 1605, Solano pasó a la enfermería del convento. Postrado y gravemente enfermo del estómago, apenas si podía salir a predicar y a visitar a los enfermos. Procuraba asistir a la comida en el refectorio junto con los demás frailes, pero comía muy poco, tan sólo unas hierbas cocidas. Además, seguía excediéndose en sus penitencias y no miraba por su delicada salud.

Cuando se levantaba, le gustaba dar paseos por el claustro del convento y rezar ante los cuadros de la vida de San Francisco de Asís. En el aula de teología, pasaba muchas horas ante un cuadro que había de San Buenaventura, a quien tenía gran devoción.

En octubre de 1609, hubo un terremoto en la ciudad de Lima. La primera sacudida fue de noche, pero después se produjeron hasta 14 nuevos temblores de tierra. Cuentan que el agua se derramaba de las fuentes y que las campanas tocaban solas. Las iglesias se llenaron de gente. Solano salió a predicar, aunque apenas si podía tenerse en pie.

Durante su última enfermedad, le trataron cuatro médicos. Solano era poco más que un esqueleto viviente. Tenía mucha fiebre y fortísimos dolores de estómago. Finalmente murió el 14 de junio de 1610, día de San Buenaventura. Dicen que ese día los pájaros se despidieron de él cantando junto a la ventana de su celda desde por la mañana temprano. Murió a las once y tres cuartos de la mañana. Ese mismo día y a la misma hora se produjo un extraño toque de campanas en el convento de Loreto.

POST-MORTEM

Su cuerpo fue trasladado al oratorio de la enfermería, donde acudió gran cantidad de gente a venerarlo. Allí mismo fue retratado por dos pintores. A su entierro asistieron unas 5.000 personas.

Tan sólo 15 días después de su muerte, se abrió su proceso de canonización. Las gestiones comenzaron en Lima, donde hubo 500 testigos, y después continuaron en otras ciudades del Perú, en el Tucumán y en España. San Francisco Solano fue canonizado el 27 de diciembre de 1726.

Respuestas a los mitos sobre María Magdalena

Los mitos son los planteados en la novela "El Código Da Vinci", de Dan Brown y reconocidos por quienes son afines a sabidurías "ocultas" (...).



Mito #1: Jesús se casó con María Magdalena
Dice para colmo la novela que esto está "documentado históricamente".

Al respecto comentan Mark Shea y Edward Sri Cita en "El engaño Da Vinci" (Ed. Palabra, 2006):

Entre las miles de páginas escritas por los primeros cristianos no aparece un solo texto que hable de que Jesús estuviera casado con María Magdalena. Ni en los Evangelios del Nuevo Testamento, ni en las cartas de san Pablo, ni en los Padres de la Iglesia. ¡Ni tampoco en los evangelios gnósticos!

Todas las pruebas apuntan en otra dirección: que Jesús no se casó nunca. Por ejemplo, si Jesús hubiera tenido una esposa, ciertamente, los evangelios tuvieron muchas oportunidades para hablarnos de ello. Aunque mencionan frecuentemente a sus parientes (su padre, su madre, sus primos), nunca nos hablan de una esposa. Esto resulta muy raro si realmente Jesús hubiera estado casado.

Además, el Nuevo Testamento nunca menciona a María Magdalena como "esposa de Jesús". Las mujeres en los evangelios se asocian a menudo con hombres importantes que están junto a ellas si, de hecho, existen esos hombres en sus vidas. Lo llamativo es que el nombre de María Magdalena se suele unir a los de otras mujeres cuyas vidas están relacionadas con hombres conocidos, como "María (la Madre) de Jesús" y "María, mujer de Cleofás" (Juan 19, 25) y "Juana, la mujer de Cusa" (Lucas 8,3). Pero lo que destaca en María Magdalena es que, cada vez que se menciona su nombre, se suele identificar con su lugar de nacimiento, Magdala, pero nunca con un hombre. (...) Este pequeño detalle lo dice todo. Indica que María Magdalena no estuvo casada, y mucho menos casada con Jesucristo.

Mito #2: La Iglesia ha demonizado a María Magdalena, identificándola como una prostituta para evitar que se acepte su liderazgo en el cristianismo primitivo.

En realidad la Iglesia enseña la verdad del Evangelio que nos viene de los Apóstoles. Los mismos Evangelios presentan la verdad también sobre Pedro, quien negó a Jesús tres veces y sin embargo Jesús lo escogió como cabeza visible de la Iglesia y lo ratificó como tal después de su traición. Los demás Apóstoles abandonaron a Jesús. El Evangelio también nos enseña que Pablo fue homicida. La enseñanza es clara: Todos somos pecadores. Jesús vino a salvar a los pecadores que se arrepienten y les da el poder para nacer de nuevo, de manera que son llamados a participar en su Reino.

La Iglesia ha venerado a María Magdalena como una gran santa. La que era pecadora tiene un admirable arrepentimiento, muestra su gran amor a Jesús y se convierte en una gran discípula. Ella es además el primer testigo de la resurrección. Es por lo tanto un ejemplo del poder liberador de Cristo para transformar desde el corazón a quienes se abren a su redención. A María Magdalena la conocemos precisamente gracias a que la Iglesia escribió sobre ella en los Evangelios. Las fuentes de Dan Brown aparecieron siglos después y no son históricas.

Mito #3: El partido de María Magdalena

Según la novela, existió una pugna entre el "partido de la Magdalena" y el partido vencedor que sigue a Pedro, el cual sería el cristianismo actual, creyente en la divinidad de Cristo.
Del supuesto partido de Magdalena no existe ninguna evidencia. Brown lo deduce interpolando textos escritos mas de un siglo después de los Evangelios. Además, la novela se contradice ya que si el partido vencedor es de Pedro, entonces la fe en la divinidad de Jesús no fue inventada por Constantino (siglo IV) como alega.

El problema fundamental de los que quieren ver una relación sexual entre Jesús y María M. es que no pueden entender que exista un amor mas allá de los confines del sexo. Al no aceptar el amor divino tampoco pueden aceptar la vocación humana a ese amor. -P. Jordi Rivero

(fuente: www.corazones.org)

martes, 22 de julio de 2008

¿Quién fue María Magdalena?

El 22 de julio la Iglesia Católica Apostólica Romana celebra a María de Magdala, más conocida como María Magdalena y fuera una de las amigas de Jesús en su paso por la Tierra.

Ahora bien, mucho se ha dicho acerca de esta gran mujer. Por un lado, desde hacen muchos años se confundió a muchos cristianos diciendo que, antes de conocer al Mesías, María Magdalena habría sido una prostituta. Inclusive, no son pocos los herejes que afirmaron que ella habría sido esposa de Jesús o que, al menos, hayan tenido algún "amorío".

El cine se encargó de abonar estas teorías erradas acerca de esta santa mujer y su relación con el Hijo de Dios. Más cerca a nuestros días, la película "El Código Da Vinci", todo un engendro de errores históricos y teológicos, se aventuró en mostrar a María de Magdala como la viuda y "legítima" ¿?heredera del legado de Jesús. En la década de los 80, se filmó "La última tentación de Cristo", aclamada por muchos, en donde se ve claramente a Magdalena ejerciendo la prostitución.

Ahora bien, ¿qué hay de cierto de estas afirmaciones?

Si uno repasa los Santos Evangelios, en ningún párrafo se da a entender de que María Magdalena haya sido una prostituta. Tomando nota de las Sagradas Escrituras, vemos que ella aparece en los siguientes episodios:

ocupando el primer lugar entre las mujeres que acompañan a Jesús (Mt 27, 56; Mc 15, 47; Lc 8, 2);
→ está presente durante la Pasión (Mc 15, 40) y
→ al pie de la cruz con la Madre de Jesús (Jn 19, 25);
→ observa cómo sepultan al Señor (Mc 15, 47);
→ llega antes que Pedro y que Juan al sepulcro,
→ en la mañana de la Pascua (Jn 20, 1-2);
→ es la primera a quien se aparece Jesús resucitado (Mt 28, 1-10; Mc 16, 9; Jn 20, 14),
→ aunque no lo reconoce y lo confunde con el hortelano (Jn 20, 15);
→ es enviada a ser apóstol de los apóstoles (Jn 20, 18).
→ Tanto Marcos como Lucas nos informan que Jesús había expulsado de ella «siete demonios». (Lc 8, 2; Mc 16, 9)

Precisamente en esta última cita es en donde se presenta el origen de la confusión. Si nos vamos al Evangelio escrito por San Lucas, María Magdalena aparece en la vida de Jesús después de que el Señor perdonara a una mujer pecadora (Lc 7, 36-50), de la cual no se precisa nombre ni tampoco qué tipo de pecado había cometido. Sucede que hubo gente que, con mala intención o tal vez por ignorancia, interpretó que la esos dos pasajes del Evangelio de San Lucas hacen alusión a una sola mujer y arriesgan a decir que eso de ser "pecadora pública" significa que fue "prostituta". Lo cierto es que nuestra Madre Iglesia, haciendo uso de su Santo Magisterio, nos enseña que esos dos pasajes se refieren a dos mujeres distintas.

Otro dato a tener en cuenta es que, ya en los tiempos de Jesús, el nombre "María" era muy común entre las mujeres. En los Evangelios, además de su Madre, se llaman María a la hermana de Lázaro y Marta, María Magdalena y María de Cleofás.

Cuando se relata el momento en que Jesús va a visitar a los hermanos Lázaro, María y Marta, los Evangelistas nos hablan de María que escucha como arrobada lo que Jesús tenía para decirles y es identificada como "la mujer que ungió sus pies con perfumes y los secó con sus cabellos" (Lc. 10, 38-42). Suele pasar que hay gente que entiende que esa María, hermana de Lázaro, es María Magdalena. Es un error porque la hermana de Lázaro era reconocida como María de Betania.

Lo más importante que hay para destacar de Santa María Magdalena es que jugó un rol muy importante en la vida de Jesús, al ser una de las mujeres que lo acompañó hasta el momento mismo de la crucifixión (la otra fue su Madre y Madre Nuestra), como así también una de las primeras en que se encontró con Jesús Resucitado. Fue una mujer valiente y decidida a seguir a Jesús y no tuvo miedo de dar testimonio de Él.

(fuente: www.corazones.org)

lunes, 21 de julio de 2008

Introducción al Antiguo Testamento (VIII parte)


VUELTA DEL DESTIERRO: PERÍODO PERSA

PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

Datos históricos

El año 539, Ciro, rey de los medos y los persas, se apodera de Babilonia tal como lohabía previsto el II Isaías. Los persas son mucho más tolerantes que los babilonios con las poblaciones sometidas. El año 538, un edicto autoriza a los judíos a volver a su país y ordena la reconstrucción del templo. Este acto tan generoso es también político: Judea es el último bastión del imperio persa frente a Egipto, que pronto será sometido, pero que siempre estará dispuesto a la rebelión.

En el 538, un primer grupo de deportados emprende el camino de regreso a Palestina; en él van muchos sacerdotes y servidores del templo. Los menos fervorosos de la comunidad o los que se habían instalado bien en Babilonia prefieren quedarse allí (CF DIASPORA). Sus descendientes irán prosperando a lo largo de más de doce siglos.

La vuelta es difícil. Los desterrados tropezaron con la oposición de las “gentes del país”, los samaritanos. Los judíos rechazan su colaboración para la construcción del templo. Los samaritanos intentan impedir que se levanten las murallas de Jerusalén.

El 520 regresa una nueva ola de repatriados. Con el grupo vuelve entre otros un descendiente de David, Zorobabel, así como el sumo sacerdote Josué.

En el 515 queda reconstruído el templo. Es el segundo templo, mucho menos lujoso e impresionante que el de Salomón (Herodes el Grande comenzará el 19 a.C. obras de ampliación y embellecimiento de este templo).

Pero la dinastía de David no volverá a ocupar el trono. Dos personalidades dominarán el tiempo de la restauración: Nehemías y Esdras.

NEHEMIAS es un alto dignatario del imperio en misión oficial. Reconstruirá las murallas de Jerusalén y establecerá la independencia de Judea respecto a Samaría.

ESDRAS es el sacerdote encargado por el rey de reorganizar la región. Promulgará como Ley de Estado, por el año 398, la “Torah del Dios del cielo”, probablemente nuestro Pentateuco.

En adelante, en el culto público, la lectura de la Ley y su comentario, así como la oración se va imponiendo por encima de los sacrificios (Neh 8-10). El judaísmo se ha convertido en una religión que se define por la fidelidad a la Torá. Esos cinco libros relatan los acontecimientos fundadores del pueblo judío (éxodo), y contienen el conjunto de la legislación que regula la vida de los israelitas. Se les puso bajo el patrocinio de Moisés, el mediador de la Alianza... Nacen así las sinagogas para reunión de los creyentes en torno a las Escrituras.

VOCABULARIO

* Diáspora (dispersos): Es el nombre que reciben los numerosos judíos dispersos, diseminados por otros países, que no volvieron a Palestina después del 538. Hay dos comunidades muy fuertes: la de Babilonia y la de Egipto. Hay otras muchas comunidades judías por toda la cuenca del Mediterráneo. El judaísmo se convierte en una manera de vivir caracterizada por la fe en el Dios único y la observancia de algunos mandatos de la Torah.

* Samaritanos: Cuando los asirios destruyeron Samaría en el 721 deportaron su población y ordenaron venir a pueblos de otras regiones para sustituirla. El libro de Esdras habla de las “gentes del país” para designar a aquella población heterogénea. Al parecer, quisieron ayudar a los judíos a reconstruir el templo, pero estos no los dejaron y por eso dificultaron la construcción del templo y posteriormente la reconstrucción de las murallas.
Durante algún tiempo los samaritanos adoptaron el Pentateuco de Esdras. Algo más tarde, los samaritanos obtuvieron autorización para levanter un templo en el monte Garizín, que hiciera la competencia al de Jerusalén. Esto provocó una separación mayor.
En el tiempo de Jesús, las relaciones entre judíos y samaritanos seguían tensas. Jesús no repara en presentar a un samaritano como modelo (Lc 10,29-37); 17,11-
18). Según el evangelio de Juan es una mujer de Samaría la primera a la que se reveló Jesús como Mesías (Jn 4).

* Templo: Los antiguos hebreos no tenían templo; de ahí las reticencias ante el proyecto de David: ninguna morada terrena puede encerrar al Dios del universo que camina con su pueblo (2 Sam 7).
El templo de Jerusalén, construído por Salomón, se convierte en el centro del culto que se rinde al Dios único. Por desgracia los profetas tienen que denunciar la hipocresía de un culto exterior que no va acompañado de una conversión del corazón (Am 5,21-25). Posteriormente, el templo es destruído por Nabucodonosor, pero Dios es fiel y su presencia acompaña a los desterrados. Gracias a los esfuerzos de Nehemías, la reconstrucción del templo se hará en el mismo sitio, pero no será la obra de un rey sino de una comunidad creyente. Este mismo templo fue embellecido y ensanchado por Herodes en el 19 a.C., y fue destruído por los romanos en el 70 d.C.
Jesús acude a orar a este templo. Repite la crítica de los profetas y anuncia su destrucción (Jn 2,13-17). El nuevo lugar de la presencia de Dios es el Cuerpo de Cristo resuci¬tado (Jn 2,18-22); es también “su cuerpo, que es la Iglesia”, templo del Espíritu que vive dentro de cada creyente (1 Cor 3,16-17; Jn 14,23).

* Torah (ley): Para los judíos la Palabra de Dios es esencialmente la Ley que Dios da a su pueblo en el Sinaí. Se encuentra depositada, bajo su forma escrita, en el Pentateuco. Forma para Israel el corazón de las Escrituras.
Los Profetas son también palabra de Dios, pero no por el mismo título. En la liturgia su función es iluminar la Ley.
En cuanto a los Escritos, se considerarán importantes, pero no tanto como la Ley y los Profetas.

PARA LEER EN LA FE

9b.- Esd 4,1-16: El templo y las murallas de Jerusalén.

- Los rivales de Judá son los samaritanos (Cf Vocabulario)
- Observa que se habla de dos obras distintas: la reconstrucción del templo (que se acaba en el 515) y la reconstrucción de las murallas de Jerusalén (que terminará en el 433). Se han mezclado los dos acontecimientos, pero se pueden distin¬guir por los reyes persas mencionados.
9d.- Neh 8,1-12: Lectura de la Ley.

- Observa bien toda la ceremonia litúrgica, porque este esquema de celebración de repetirá después en las sinagogas judías y en las comunidades cristianas.
- La lectura de la Ley debe provocar alegría porque es un día de gozo y fiesta.
- Mira cómo los sacrificios quedan en un segundo plano, mientras que la lectura de la Ley (Pentateuco) comienza a ser el único centro de la fe israelita.
- Pero, paradójicamente, los levitas tenían que traducir el libro, porque la Ley estaba escrita en el idioma antiguo de Israel, el hebreo, mientras que los israelitas hablaban el arameo.
- Los levitas leían el Libro de la Ley de Dios traduciéndolo y explicándolo para que se entendiera la lectura. Esto es el comienzo de la “Liturgia de la Palabra” que tanta importancia tendrá en la liturgia sinagogal y que posteriormente se insertará en la Eucaristía.

LA ÉPOCA HELENISTA

PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

Datos históricos

Durante los dos siglos bajo la dominación persa, los judíos pudieron recobrar aliento. Tenían un estatuto favorable dentro del imperio y Palestina gozosa de una situación muy cercana a la autonomía: se reconocía a la Torah como ley de estado. A partir del 334 a.C. Alejandro Magno conquista el imperio persa y ensancha más aún sus fronteras.

Alejandro muere en el 323 y sus generales se reparten sus conquistas. Después de un tiempo de rivalidades sangrientas se logra cierto equilibrio entre las familias competitivas.

El arameo es la lengua que servía para comunicarse entre sí en todo el imperio persa. Se seguía hablando en Babilonia y en Palestina. Pero el griego va tomando cada vez más importancia. Como en el pasado, Palestina sigue siendo un territorio disputado.

En esta época nacen los diferentes grupos religiosos judíos, o sectas, que Jesús se encontró: los fariseos, los esenios, los saduceos y los zelotes.

Datos geográficos

Palestina, nombre con que se conoce al país de Jesús, desde el siglo V a.C., es un cuadrilátero de unos 25o kilómetros de largo, con un ancho que varía entre los 40 kilómetros al norte y los 140 al sur. La extensión total es de unos 25.000 kilómetroscuadrados.

Galilea, en el norte del país: en ella se encuentra el lago de Genesaret (también llamado Tiberíades, o mar de Galilea) y el monte Tabor (el de la transfiguración).

Samaría, en el centro del país: en ella se encuentra el monte Garizín. La mujer samaritana preguntó a Jesús si era en ese monte o en Jerusalén donde se debía dar culto a Dios (Jn 4,20).

Judea, en el sur del país. Más escasa de lluvias que Galilea, cruzada por desiertos (Negueb y Judá), posee también laderas en forma de terrazas, aptas para el cultivo de la vid y del olivo. En ella se encuentra la zapital, Jerusalén y el mar Muerto.


VOCABULARIO

* Saduceos: En tiempos de Jesús son cuatro los grupos más representativos:
El partido saduceo albergaba en su seno a los representantes de la clase sacerdotal. Eran partidarios del orden establecido aunque éste viniera de los romanos porque aseguraba su posición económico-social privilegiada. Carecían de verdadera influencia en el pueblo, pero dominaban el sanedrín.

* Fariseos: El partido fariseo (separados) gozaba, por el contrario, de la simpatía del pueblo que veía en ellos a verdaderos patriotas, fieles a la ley y al Señor. Numerosos escribas pertenecían a este partido.

* Esenios: Los esenios, en su mayoría monjes, eran estrictos observantes de la ley y se caracterizaban por su oposición a los sacerdotes del templo.

* Zelotes: El grupo de los zelotes contaba entre sus filas a numerosos pobres y pequeños campesinos. Eran partidarios de la lucha armada contra los romanos porque consideraban que el reino de Dios en Israel era incompatible con cualquier tipo de dominación.

* LXX (Los Setenta): Es la traducción al griego de la biblia judía escrita en hebreo. Los judíos que vivían en Alejandría (Egipto) utilizan el griego y se interesan legítimamente por la cultura y la filosofía del ambiente en que viven. Muchos paganos se sienten interesados por la fe en el Dios único, señor del mundo. Se llama “prosélitos” (recién llegados) a los que se convierten; pero ellos es para quienes se empiezan a traducir las Escrituras.
Esta traducción suele llamarse “Los Setenta” o LXX, en alusión a una leyenda según la cual el rey Tolomeo de Egipto habría hecho venir a setenta sabios de Jerusalén para que tradujeran los libros sagrados. Según esta leyenda, todos habían llegado a la misma traducción sin haberse puesto de acuerdo previamente.
Los LXX fue la biblia de los primeros cristianos que procedían en su mayoría de las sinagogas de la diáspora y también de los paganos simpatizantes con el judaismo.

* Apocalipsis: Revelaciones. La apocalíptica es una corriente teológica que intenta pensar el futuro a la luz del pasado, a la luz de los acontecimientos salvadores de Dios en el pasado: puesto que Dios es fiel, nos salvará en el futuro igual que hizo en el pasado. Esta corriente aparece en épocas de prueba o persecución para los creyentes. La idea clave es que hay que tener fe y esperanza en Dios, que no se olvida de su pueblo. A pesar de las apariencias (persecución y dificultades) Dios no se olvida de sus fieles; intervendrá y los justos alcanzarán su recompensa.

He aquí algunas claves del lenguaje apocalíptico:
Blanco= el divino.
Rojo= la violencia.
Siete= la plenitud.
Tres y medio= el tiempo de la prueba (tres años y medio, 42 meses, 1.260 días).

PARA LEER EN LA FE

Con este tema damos por terminado el recorrido por el Antiguo Testamento que hasta ahora hemos venido haciendo. En síntesis esto es lo que hemos visto:

1.- Qué es la Biblia, de qué partes se compone; qué son los géneros literarios y cuáles son los más importantes; por qué los cristianos leemos e interpretamos el AT desde Jesucristo...

2.- Quién es Abrahán; por qué le llamamos padre de los creyentes; qué es vocación, alianza, sacrificios...; cómo era el Dios de Abrahán; cuál es su descendencia...

3 y 4.- Quiénes son los descendientes de Jacob; quién es Moisés y qué misión le confió Dios; qué es el éxodo; qué pruebas sufrió Israel por el desierto; cuáles son los nombres de Dios; cómo fue la alianza en el Sinaí...

5.- Quién era David, cómo fue su elección; quién era Salomón; qué son las doce tribus; quién era Saúl...

6.- Qué son el reino del norte y el reino del sur; quié¬nes son los asirios; quiénes son Amós, Oseas, Isaías; cuál era el mensaje de Oseas, cómo explica el amor de Dios a los hombres.

7.- Qué es el destierro o exilio; quiénes eran los babilonios; qué profetizan Jeremías y Ezequiel...

8.- Qué es el mesianismo, quién es el Mesías; quién es el siervo de Yahvé; qué sentido tiene el sufrimiento, cómo es el Mesías anunciado por el AT...

9.- Cómo fue la vuelta del destierro; el templo de Jerusalén; quiénes son los samaritanos y los persas; qué es la Torah...
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