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viernes, 18 de julio de 2008

Introducción al Antiguo Testamento (VI parte)


PROFETISMO I: PROFETAS DEL S.VIII A.C.

INTRODUCCIÓN

“El término profeta significa "el que habla en nombre de". Los profetas fueron hombres que Dios llamaba para denunciar las infidelidades de Israel a la Alianza, para exhortar al arrepentimiento y a la conversión y para transmitir la voluntad de Dios.

Impulsados por el Espíritu de Dios, eran ante todo hombres de la Palabra. La Palabra de Dios se encarnaba en la palabra del profeta hasta tal punto que, después de su muerte, su mensaje seguirá teniendo actualidad, porque era Dios quien había hablado por medio de ellos (Heb 1,1).

Jesucristo es el Gran Profeta de Dios, la Palabra misma de Dios hecha carne, que habita con nosotros hasta el fin de los tiempos.

El profetismo data en Israel de los tiempos de la monarquía (s. X-V a.C.). De los oráculos de algunos profetas no queda constancia escrita, aunque realizaron una gran labor en Israel (así, Natán, en tiempos del rey David; Ajías de Silo, en tiempos de Jeroboán; Elías y Eliseo...). Los primeros profetas que dejaron constancia escrita, en forma de libro, fueron Amós y Oseas (s. VIII). Estos profetas influyeron en la obra de los profetas posteriores, entre los que destacan Isaías, Jeremías y Ezequiel.


PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

Datos históricos.

Por el año 1.000 a.C., David toma Jerusalén y la convierte en capital de un reino que agrupó a las tribus del sur y a las tribus del norte. Hay, pues, una tierra, un rey, un templo, en donde Dios se hace presente a su pueblo.
Cuando muere Salomón, en el año 933 el reino se divide en dos: el reino del norte (Israel) y el reino del sur (Judá):

a.-Reino del Norte

1. Llamado Israel; otras veces Efraín.
2. Es grande y tiene regiones fértiles.
3. Estuvo mucho tiempo en guerra contra los del norte.
4. Hay diferentes dinastías, Los reinados son cortos.
5. La capital es Samaría.
6. Hay muchas influencias religiosas de otros pueblos: idolatría...
7. Profetizan Amós y Oseas.
8. Israel es destruido por Asiria en el 721. Es sustituido por poblaciones extranjeras (samaritanos).

b.-Reino del Sur

1. Llamado Judá; a veces Benjamín.
2. Es más pequeño (2 tribus) y la tierra es poco fértil.
3. Tuvo una existencia más pacífica.
4. Los reyes son descendientes de David. Hay reinados largos.
5. La capital es Jerusalén, donde está el templo.
6. Apenas hay influencias extranjeras: Fe pura en Yahvé.
7. Profetiza Isaías (y más tarde, Jeremías y Ezequiel)
8. Judá acoge a los refugiados de Israel, que llegan con sus tradiciones religiosas.
9. Cae, el año 587, en poder de los babilonios que destruyen el templo y se llevan la mayor parte de la población a Babilonia.


VOCABULARIO BIBLIO-TEOLÓGICO

* Castigo de Dios: “¿Qué pecado habré cometido contra Dios, para que me pase esto?”. Es una reflexión ingenua, pero no es tan fácil librarse de la imagen de Dios que esto supone. Si Dios es todopoderoso, nada ocurre sin que él lo quiera; y si es justo, la desgracia tendrá que interpretarse como un castigo. ¿Qué hemos de decir de todo esto?.

La convicción fundamental que impregna toda la Escritura es que Dios ama a los hombres y que les ofrece su alianza. A partir de esta certeza, los profetas utilizarán la imagen del marido celoso y engañado que se venga de su esposa infiel, pero acaba perdonándola; o compararán las desgracias del pueblo con los castigos que un padre, buen educador, sabe imponer a sus hijos para corregirlos.

Para los que creemos en Jesús, el Mesías de Dios, el rostro del Crucificado es la imagen más perfecta de la omnipotencia de Dios. Jesús muere perdonando; su resurrección es el signo de que Dios está con él y le concede la victoria. El amor puede triunfar sobre el odio, y la muerte no triunfará para siempre (2 Cor 12,10).

De momento el mal y el sufrimiento siguen siendo un enigma. Siguiendo a Jesús, no cabe más que una actitud: trabajar para que todos los hombres sean reconocidos en su dignidad y amados como hermanos. En cuanto a la reparación de todas las injusticias, será obra de una intervención divina más allá de la historia (Ap 21).

* Santidad de Dios: Es la experiencia que tiene Isaías en el momento de su vocación. Si los reyes de la tierra se sientan en tronos, Dios se sienta por encima de todo: ¡Santo, santo, santo es el Señor Dios del universo; llenos están el cielo y la tierra de tu gloria! El está por encima de todo, no comparte su realeza con nadie, pero su gloria llena la tierra, es decir, está cerca del hombre.

Esta experiencia de la grandeza infinita de Dios asusta a Isaías. El se sabe pecador. Pero el perdón de Dios interviene: «Ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado». Una experiencia parecida tendrá Simón Pedro ante Jesús (Lc 5,1-11).

PARA LEER EN LA FE

Profetas del Reino del Norte: Amós y Oseas.

* AMOS: Era ganadero en Tecua, al sur de Jerusalén. También entendía de árboles frutales e injertaba sicomoros (higueras). Aunque era del reino de Judá, el Señor lo envió a profetizar a Israel (7,15). Su actividad se sitúa en Betel (7,10.13), quizás también en Samaría, durante el largo y próspero reinado de Jeroboán II (ca. 750). Casas lujosas, villas de recreo, banquetes, fiestas, ceremonias espléndidas..., esta prosperidad estaba levantada sobre la explotación de los pobres. Los trabajadores del campo reciben medio salario; el fraude y el engaño reinan por todas partes; los tribunales no hacen justicia a los desgraciados...

Amós profetiza con dureza. En nombre de la alianza con Dios, invita a la conversión y, percibiendo el poderío creciente de Asiria, ve en la destrucción próxima del Reino del Norte el cumplimiento de los castigos de Dios (Am 7,11.16-17). Al final, por su crítica profética, lo expulsan del reino y de refugia en el del sur (7,12).

* OSEAS: Era natural del norte y predica en la misma época que Amós. Descubre el cariño de Dios a través de un suceso personal. Oseas ama a su esposa que se porta mal; con su amor logra devolverle su corazón de virgen. Así es como Dios nos ama: no porque seamos buenos sino para que seamos buenos. Dios nos ama como un esposo a su esposa. La Ley del Sinaí se presenta como un contrato amoroso, como una alianza entre esposos, y el pecado como un adulterio, una prostitución, un delito contra el amor.

Profetas del Reino del Sur: Isaías.

* ISAIAS: Predica en Jerusalén entre el 740 y el 700. Ejerció una gran influencia en su época. La situación política era muy compleja. Los reinos del Norte y del Sur gozan de prosperidad (¡al menos para los ricos que explotan a los pobres!), pero Asiria empieza a amenazar. Por el 734, los reyes de Damasco y de Samaría quieren obligar a Jerusalén a entrar en una coalición contra Asiria. Judá se niega a dicha coalición y es atacada por aquéllos. Judá llama en su ayuda a Asiria, que interviene arrasando por completo al reino del Norte en el 721.

La vocación de Isaías explica su mensaje. Al llegar al templo, tiene la experiencia de la presencia de dios. Toma conciencia de que no es más que un hombre y de que es pecador; se siente perdido. Pero Dios lo sostiene y purifica. Isaías se da cuenta de que el mayor pecado es el orgullo (poder sostenerse uno a sí mismo, confiar en sus propias fuerzas, hacerse Dios) y de que la salvación es la fe (entregarse por completo y humildemente a Dios con toda confianza). Isaías intentará contagiar a sus contemporá¬neos esta confianza en el Señor de la Alianza.

Los dos rasgos fundamentales del mensaje de Isaías son:

1.- La experiencia de la santidad de Dios y
2.- La confianza en la promesa hecha por Dios a la dinastía de David (Mesianismo)..


PROFETISMO II: PROFETAS DEL S. VII-VI A C.

INTRODUCCIÓN

José Luis Sicre, especialista católico en los Profetas, presenta el siguiente resumen y clasificación de los profetas. También nos ofrece algunos textos escogidos para alcanzar una idea general de lo que significó la actividad profética en Israel.

1. Los comienzos del profetismo (s. XII-XI a.C.)
- Débora (Jue 4)
- Samuel (1 Sam 1-15)
- Grupos proféticos (1 Sam 10,5-13; 19,18-24)

2. Desde la monarquía hasta Amós (s.X-IX)
- Cercanía a la corte: Gad y Natán (2 Sam 7; 12)
- Lejanía de la corte: Ajías y Miqueas ben Yimlá
- Acercamiento al pueblo: Elías (1Re 17- 2Re 2) y Eliseo (2Re 2-13)

3. La Edad de Oro del profetismo (s.VIII a.C.)
- Amós (Am 3,9-11; 4,4-5; 5,21-24)
- Oseas (Os 2,4-25; 11,1-9)
- Isaías (Is 1,10-17; 5,1-7)
- Miqueas (Miq 3,9-11; 6,1-8)

4. Persecución y silencio (700-640 a.C.)
-¿Nahún?

5. Resurgir del profetismo antes de la catástrofe (640-586 a.C.)
- Sofonías
- Jeremías (Jer 2,1-19; 7,1-15; 31; 36-45)
- Habacuc
- Ezequiel (Ez 16; 20)

6. El anuncio del perdón (585-540 a. C.)
- Ezequiel (Ez 18; 34; 37)
- Deuteroisaías (Is 40-55)

7. Los profetas de la Restauración (538-518 a. C.)
- Tritoisaías (Is 56-66)
- Ageo
- Zacarías

8. La marcha hacia el silencio (s.V-III a. C.)
- Jonás
- Joel (Jl 3)
- Malaquías (Mal 3,1-3.23-24)
- Zacarías (Zac 9,9-10)

9. Profecías y apocalíptica
- Daniel

PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

Datos históricos: En esta época la gran potencia, que empieza a dominar, es Babilonia. El año 626, reina en Babilonia el padre de Nabucodono¬sor. Es el año en que Jeremías oye la llamada de Dios para ser «profeta de las naciones» (Jer 1,5). En esta misma época sube al trono de Judá el rey Josías. Este rey intentó aplicar las prescripciones de la ley tanto en Judá como en los territorios del antiguo reino del Norte, sobre los que extendió su poder aprovechándose del ocaso de Asiria.

El año 612, Nínive, capital de Asiria, cae bajo los ataques de Babilonia. El 609 el faraón Necao quiere acudir en ayuda de los asirios. Josías le impide el paso y muere en la batalla de Meguidó. Los egipcios ponen en su lugar a Joaquín (609-598). Jeremías deplora el escaso éxito de la reforma emprendida por Josías y anuncia que, si el pueblo no se convierte, Jerusalén y el templo serán destruidos. Esto provoca la cólera del pueblo y Jeremías logra escapar de la muerte por los pelos.

El año 598 es tomada Jerusalén. El rey, los nobles y los herreros (capaces de fabricar armas) son llevados a Babilonia. Sedecías es entronizado como rey en Jerusalén por Nabucodonosor. En esta primera deportación es llevado también Ezequiel, el profeta del destierro.

Jeremías escribe a los desterrados para darles ánimos. En Jerusalén predica la paciencia y la sumisión oponiéndose a los que fomentan una rebelión apoyada por Egipto. Para Jeremías el problema es, sobre todo, la conversión de los corazones y de las costumbres; se enfrenta con los profetas de la corte, partidarios de la rebelión. Sedecías no escucha los consejos de Jeremías y lo manda arrojar a una cisterna.

Los babilonios ponen sitio de nuevo a la ciudad. El 587 es tomada Jerusalén; el pueblo es deportado. Jeremías se queda en la ciudad al lado del gobernador Godolías, amigo suyo. Al cabo de unos meses, Godolías es asesinado y Jeremías es llevado a Egipto por un grupo de judíos.

VOCABULARIO BÍBLICO-TEOLÓGICO

* Destierro o exilio: La destrucción de Jerusalén en el año 587 y la deportación a Babilonia es la mayor crisis de fe que el pueblo de Israel ha soportado en su historia de pueblo de Dios. Los desterra¬dos llevan en su corazón una profunda herida; los recuerdos de los sufrimientos y de las matanzas no se borran fácilmen¬te (Lam 4), ni se olvida a Jerusalén (Sal 137).

Una inmensa decepción se apoderó del pueblo. Desde hacía siglos se creía que el reino de David era la realización de las promesas hechas a los antepasados. ¿No estaban en la tierra prometi¬da, fruto de la promesa a Abrahán y signo de la bendición de Dios? ¿No había renovado Dios su promesa a David y a su descendencia? ¿No era el templo, lugar de la presencia de Dios, una garantía contra los enemigos? ¿Dónde está ahora el Dios de los padres, el Dios del éxodo, el Dios de la Alianza? ¿Habrá sido vencido por Marduk, dios de los babilonios?

Israel tiene el peligro de perder su identidad como nación y como pueblo de Dios. Pero esta crisis, la más dura que Israel haya pasado y espejo de la que todo creyente ha de pasar, purificará la fe del pueblo como ningún otro suceso. A la vuelta del destierro Israel seguirá creyendo en el Dios de Abrahán, de Isaac, de Jacob, de Moisés, de David..., pero ahora lo percibe con un rostro totalmente nuevo.

PARA LEER EN LA FE

JEREMIAS: Es uno de los personajes del AT que mejor conocemos y que más cercano nos resulta. Una gran parte del libro de Jeremías está formada por relatos biográficos que recogen momentos decisivos de la actividad del profeta. A esto se añaden las confesiones de Jeremías (11,18-23; 15,10-21; 17,14-18; 18,18-20; 20,7-18) en las que él se desahoga revelándonos la psicología de un profeta en crisis y en consolación.

a.- Vocación (Jer 1,4-10.17-19):

Observa cómo en este relato aparecen los rasgos característicos de una vocación (Vocabulario del tema II):

- Encuentro con el Señor: «El Señor me dirigió la palabra» (1,4).
- Llamada directa y personal de Dios: «Antes de formarte en el seno materno, te escogí» (1,5).
- Misión: «A donde yo te envíe irás; lo que yo te mande, lo dirás» «Mira, yo pongo mis palabrasen tu boca; hoy te establezco... para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar» (1,10).
- Poder/signos del enviado: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para liberarte» (1,8). «Yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país... lucharán contra ti, pero no te podrán porque yo estoy contigo para liberarte» (1,18-19)

b.- Anuncio de la nueva alianza (Jer 31,31-34):

Recuerda que Jeremías hace esta promesa de parte de Dios cuando el pueblo está en el destierro.

- Comentar esta frase: “Meteré mi ley en el pecho, la escribiré en sus corazones, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo... todos me conocerán pues yo perdono sus pecados y olvido sus culpas”.

- Observa cómo este texto aparece en Heb 8,7-13, y se aplica en Heb 9,11-15ss a Cristo, el Mediador de la Nueva Alianza.

EZEQUIEL

Es contemporáneo de Jeremías y probablemente conoció su predicación. Los dos tuvieron una influencia duradera en la tradición del pueblo de Dios:

- Jeremías asistió a la marcha de los desterrados; Ezequiel marchó al destierro con ellos.
- Jeremías escribe desde Jerusalén a los deportados; Ezequiel profetiza en medio de ellos.
- Jeremías anima desde Jerusalén a los deportados; Ezequiel los reúne en nombre de su fe.
- Ambos sentirán la doble pasión que anima a los profetas: Dios y los hombres.

Deportado el año 597 con el primer grupo, Ezequiel profetizará entre el 593 y 571 a.C. Como Jeremías, Ezequiel denuncia la infidelidad de Israel (Ez 16) como origen de la catástrofe. Pero está seguro de que la fidelidad de Dios no depende de la del pueblo: el pueblo puede ser idólatra y adúltero, pero Dios es fiel hasta la eternidad, y su misericordia y su perdón son infinitos: así demuestra su amor a los hombres. Dios es capaz de una nueva creación (Ez 36,24-38) y es capaz de devolver la vida con su aliento [espíritu] a los huesos secos [el pueblo de Israel que está hundido] (Ez 37).

a.- Vocación:

- Observa la insistencia del Señor en que lo envía a un «pueblo rebelde», y también la insistencia en que no tenga miedo.

- Se puede leer algo de Ez 16, donde se narran las sucesivas infidelidades de Israel a Dios.

b.- Infusión del espíritu en los huesos calcinados:

- Observa cómo la misión del profeta es animar, con la palabra de Dios, al pueblo hebreo que está desanimado: «Nuestra esperanza se ha desvanecido, estamos perdidos».

- Observa también cómo el espíritu de Dios revive al hombre. Lo mismo pasó con los apóstoles, que después de la muerte y resurrección de Jesús seguían escondidos por miedo a los judíos: Dios les envió su Espíritu el día de Pentecostés (Hech 2,1-4,14-25), se les quitó el miedo y comenzaron a predicar a Jesucristo. Este es el mismo Espíritu que se recibe a través de los sacramentos.

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