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miércoles, 31 de julio de 2013

Fundación Ford y su estrategia de salud reproductiva

Este plan tiene la finalidad de no solo combatir el crecimiento poblacional a través de métodos técnicos como la anticoncepción, el DIU, o la esterilización voluntaria o involuntaria, sino difundir el aborto.

El nacimiento de un bebé es causa de gran alegría, pero en nuestra época se ha convertido en causa de gran preocupación. En nuestros días, sucede como en Egipto cuando el Faraón estaba preocupado porque los israelitas crecían en gran número; el faraón tomo la decisión de asesinar a todos los bebés recién nacidos, y así se dirigió a las parteras de las hebreas y les dijo "Cuando asistan a las hebreas, y ellas se pongan de cuclillas sobre las dos piedras, fíjense bien: si es niño, háganlo morir; y si es niña, déjenla con vida. Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los niños. Entonces el rey llamó a las parteras y les dijo: "¿Por qué han actuado así, dejando con vida a los niños?" Las parteras respondieron: "Es que las mujeres hebreas no son como las egipcias. Son más robustas y dan a luz antes de que llegue la partera." Dios estaba con las parteras, así que el pueblo creció y llegó a ser muy fuerte; y las parteras, por haber temido a Dios, les concedió numerosa descendencia. Entonces Faraón dio esta orden a todo el pueblo:"Echen al río a todo niño nacido de los hebreos, pero a las niñas déjenlas con vida".

Ahora el mundo camina hacia su propia destrucción, solamente en el D.F. desde que el aborto fue aprobado en el mes de abril del 2007, un promedio de 40 niños mexicanos, son diariamente asesinados en el seno de sus madres. Pero… ¿qué plan tan maquiavélico pudo haberse realizado que logró entrar a la mente y los corazones de las madres mexicanas, logrando que ellas mismas desearan no tener a los hijos, o lo que es peor, asesinarlos?

La lucha en contra de la Vida, abiertamente, se inicia en 1953, cuando el multimillonario John D. Rockefeller, decide que los países pobres se están acabando los recursos naturales que ellos necesitan para vivir y para que su industria siga creciendo. Así reúne a un grupo de 26 especialistas con conocimientos de Población -Demógrafos-, entre ellos la Fundación Ford.

En 1974, el Secretario de Estado de los E.U., Henry Kissinger, presentó un plan al presidente Richard Nixon, proponiendo un "extenso control de la población". Política, que aún sigue siendo aplicada por la”ayuda” internacional de Estados Unidos y articulada principalmente por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, quienes condicionan sus apoyos económicos a cambio de programas antinatalistas; es por esto que los gobiernos nacionales reciben mucho dinero a cambio de imponer programas de control de la vida que aplican en su pueblo.

Fundación Ford, publicó un escrito Estrategia de salud reproductiva para los 90`s. Este plan tiene la finalidad de no solo combatir el crecimiento poblacional a través de métodos técnicos como la anticoncepción, el DIU, o la esterilización voluntaria o involuntaria, que fueron implantados en los países pobres; sino que se llegó al pensamiento de los pueblos, logrando legitimar el gran delito del asesinato de los niños inocentes en el seno de sus madres. Resumiendo, el plan fue el siguiente:

- Ahora los conceptos de salud y enfermedad, no pertenecerán a la biología, sino a las Ciencias Sociales.

- Se cambiará el pensamiento de las personas, a través de términos nuevos como Salud Reproductiva, Derechos Sexuales y Reproductivos, conceptos con un fin claro: controlar el crecimiento poblacional.

- Se gastará el 60% del dinero de la Fundación Ford, en crear grupos de feministas.

- Estas mujeres crearán confusión en las poblaciones a través de discusiones, para que apoyen estos planes y que les hagan olvidar todo aquello en lo que creen.

Recordemos: "La vida es el primero de los bienes recibidos de Dios y es el fundamento de todos los demás; garantizar el derecho a la vida a todos y de manera igual para todos es un deber de cuyo cumplimiento depende el futuro de la humanidad" .

Muchos de nosotros hemos aceptado como bueno este pensamiento que ha cambiado nuestra vida y la de nuestras familias, pidamos perdón a Dios de todo corazón a través del Sacramento de la Reconciliación. Dios es misericordioso y siempre nos perdona. Reconozcamos nuestra fe delante de los demás y escuchemos la voz de Dios y de la Iglesia que nos acompaña en este camino a la Vida.

Si las familias hubieran orado, como la Virgen nos lo ha pedido, no nos habríamos alejado de Dios y de su Ley de amor. Ahora el delito del aborto se ha legalizado ya en todas partes del mundo. Fundación Ford ha difundido un plan para controlar el crecimiento de los pueblos, llegando al pensamiento de las mujeres, haciendo que deseen no tener hijos y lo que es peor que busquen el aborto como un derecho de la mujer.

escrito por María Elena Bribiesca 
(fuente: es.catholic.net)

martes, 30 de julio de 2013

Papa Francisco: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?"

Las respuestas del sumo pontífice sobre el Vatileaks, la corrupción en la Iglesia, el aborto, el matrimonio igualitario, su recuerdo de Buenos Aires y su relación con Benedicto XVI.

Tras agradecer el trabajo de los periodistas y reconocer que no podía creerlo cuando, desde el altar, veía a 3 millones de jóvenes de 178 países que participaron de la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), vino el momento de las preguntas. Para ello, los periodistas nos habíamos organizado por grupos lingüísticos y por países. Los dos argentinos presentes en el vuelo tuvimos la ventaja de tener al Papa compatriota: los dos pudimos hacer preguntas.

Transcribir la hora y veinte de preguntas y respuestas-arduo trabajo que nos dejó a muchos sin dormir-, significaría un libro. Aquí, algunas de las más trascendentes.

La mía fue en nombre de los 50.000 argentinos que me encontré en Río de Janeiro y me decían 'vas a viajar con el Papa, pregúntale cuándo va a venir a la Argentina'. Y como ya dijo que no va a viajar por el momento, entonces le voy a hacer una pregunta más difícil:

-¿Se asustó cuando vio el informe Vatileaks? -No. Les voy a contar una anécdota sobre el informe Vatileaks. Cuando fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla nos reunimos en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me dijo: 'en esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre'. Y aquí se dice ta, ta, ta. ¡Lo tenía todo en la cabeza! Pero no, no me asusté. Es un problema grande, pero no me he asustado.

- Una pregunta un poco delicada. La historia de monseñor Ricca ha dado la vuelta al mundo, ¿cómo va a afrontar este asunto y todo lo relacionado con el supuesto lobby gay en el Vaticano?

-Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el derecho canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada. Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida. Lo importante es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San Pedro: hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. ¡Y con ese pecado lo hicieron Papa!

-¿Y el lobby gay?

-Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby.

-Ha dado la vuelta al mundo la fotografía de usted que sube la escalerilla del avión llevando un portafolio negro. ¿Qué había adentro?

-No estaba la llave de la bomba atómica (risas). Lo llevaba porque siempre lo hice cuando viajo. Adentro está la afeitadora, el breviario, la agenda, un libro para leer, que es uno sobre Santa Teresina, de la que soy devoto. Siempre llevo el portafolio cuando viajo, es normal. Debemos habituarnos a ser normales. La normalidad de la vida.

-La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?

-La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.

-¿Pero cuál es su postura en esos temas?

-La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.

-¿Cómo se siente siendo Papa? ¿Es feliz?

-Hacer el trabajo de obispo es una cosa linda. El problema es cuando uno busca ese trabajo, eso no es tan lindo, eso no es del Señor. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a los otros, no como los demás, un poco príncipe. Son peligros y pecados. Pero el trabajo de obispo es lindo, es ayudar a los hermanos a avanzar. El obispo delante de los fieles para señalar el camino, el obispo en medio de los fieles para ayudar a la comunión, el obispo detrás de los fieles porque los fieles con frecuencia tienen el olfato de la calle. Me preguntaba si me gusta. Sí, me gusta ser obispo. En Buenos Aires fui muy feliz. El Señor me asistió en eso. Como obispo fui feliz, como sacerdote fui feliz. En ese sentido me gusta.

-¿Y ser Papa le gusta?

-Sí, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.

-¿Está cansado?

-No estoy casado, yo soy single (risas)

-Cuando se reunió con argentinos, un poco en broma y un poco en serio dijo que a veces se siente enjaulado.

-¿Usted sabe la de veces que tuve ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a mi me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber garantizar la seguridad. Enjaulado en ese sentido, de que a mí me gusta andar por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero.

-¿Por qué usted pide tan insistentemente que se rece por usted?

-Yo siempre pedí esto. Empecé a pedirlo con cierta frecuencia en el trabajo de obispo. Siento que si el Señor no ayuda en este trabajo, para que el pueblo de Dios vaya hacia adelante, uno no puede. Yo me siento de verdad con tantos límites, con tantos problemas, también pecador. Debo pedir esto, me sale de adentro. También a la Virgen le pido que rece por mí al Señor. Es una costumbre que me viene de fuera, también de la necesidad que tengo por mi trabajo. Siento que debo pedirlo. Es así.

-¿Qué piensa de ordenación de las mujeres?

-En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor a través de una profundización de la Teología de la mujer.

- ¿Siendo Papa, todavía se siente jesuita?

-Es una pregunta teológica porque los jesuitas hacen votos de obediencia al Papa. Pero si el Papa es jesuita, quizás tiene que hacer voto de obediencia al Padre General de los Jesuitas, no sé cómo se soluciona esto. Yo me siento jesuita en mi espiritualidad. No cambié espiritualidad, sigo pensando como jesuita, no hipócritamente, pero pienso como jesuita.

-A cuatro meses de su pontificado, ¿nos puede hacer un pequeño resumen? ¿Qué ha sido lo mejor, lo peor y qué le ha sorprendido más en este periodo?

-De verdad, no sé cómo responder a esta pregunta. Cosas malas no ha habido. Cosas buenas, sí. Por ejemplo, el encuentro con los obispos italianos. Fue muy lindo. Una cosa dolorosa, que me ha golpeado el corazón, fue la visita a la isla de Lampedusa. Cuando llegan estas barcas, los dejan a algunas millas de distancia de la costa y ellos tienen que llegar solos. Ha sido doloroso porque pienso que estas personas son víctimas del sistema socioeconómico mundial. Pero la cosa peor [tono de broma] fue una ciática, de verdad, la tuve en el primer mes. Fue dolorosísimo. No se la deseo a nadie.

-A usted le gustaba mucho la Argentina y llevaba muy en el corazón a Buenos Aires. Los argentinos se preguntan si usted no extraña ir en colectivo, andar por la calle.

-Sí, Buenos Aires me falta. Pero es una falta serena.

Estábamos a 20 minutos del aterrizar, con las manos hundidas en la computadora y volvió a aparecer él, Francisco. Volvió a saludar y agradecer a todos con una sonrisa. Le dije: "Padre Jorge, se pasó de rosca, nos hizo trabajar demasiado". "Ustedes se lo buscaron, lo quisieron", me contestó.

(fuente: www.lanacion.com.ar)

Francisco pide a obispos de América Latina evitar ideologización del Evangelio

RIO DE JANEIRO, 28 Jul. 13 / 02:41 pm (ACI).- Estas fueron las palabras del Papa Francisco en el encuentro con el Comité de Coordinación del Celam en el Centro de Estudios de Sumaré, Río de Janeiro, Brasil, en el último día de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013.


1. Introducción

Agradezco al Señor esta oportunidad de poder hablar con ustedes, hermanos Obispos, responsables del CELAM en el cuatrienio 2011-2015. Hace 57 años que el CELAM sirve a las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe, colaborando solidaria y subsidiariamente para promover, impulsar y dinamizar la colegialidad episcopal y la comunión entre las Iglesias de esta Región y sus Pastores.

Como Ustedes, también yo soy testigo del fuerte impulso del Espíritu en la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y El Caribe en Aparecida, en mayo de 2007, que sigue animando los trabajos del CELAM para la anhelada renovación de las iglesias particulares. Esta renovación, en buena parte de ellas, se encuentra ya en marcha. Quisiera centrar esta conversación en el patrimonio heredado de aquel encuentro fraterno y que todos hemos bautizado como Misión Continental.


2. Características peculiares de Aparecida

Existen cuatro características que son propias de la V Conferencia. Son como cuatro columnas del desarrollo de Aparecida y que le dan su originalidad.

1) Inicio sin documento

Medellín, Puebla y Santo Domingo comenzaron sus trabajos con un camino recorrido de preparación que culminó en una especie de Instrumentum laboris, con el cual se desarrolló la discusión, reflexión y aprobación del documento final. En cambio, Aparecida promovió la participación de las Iglesias particulares como camino de preparación que culminó en un documento de síntesis. Este documento, si bien fue referencia durante la Quinta Conferencia General, no se asumió como documento de partida. El trabajo inicial consistió en poner en común las preocupaciones de los Pastores ante el cambio de época y la necesidad de recuperar la vida discipular y misionera con la que Cristo fundó la Iglesia.

2) Ambiente de oración con el Pueblo de Dios

Es importante recordar el ambiente de oración generado por el diario compartir la Eucaristía y otros momentos litúrgicos, donde siempre fuimos acompañados por el Pueblo de Dios. Por otro lado, puesto que los trabajos tenían lugar en el subsuelo del Santuario, la "música funcional" que los acompañaba fueron los cánticos y oraciones de los fieles.

3) Documento que se prolonga en compromiso, con la Misión Continental

En este contexto de oración y vivencia de fe surgió el deseo de un nuevo Pentecostés para la Iglesia y el compromiso de la Misión Continental. Aparecida no termina con un Documento sino que se prolonga en la Misión Continental.

4) La presencia de Nuestra Señora, Madre de América

Es la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y El Caribe que se realiza en un Santuario mariano.


3. Dimensiones de la Misión Continental

La Misión Continental se proyecta en dos dimensiones: programática y paradigmática. La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole misionera. La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. Evidentemente aquí se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El "cambio de estructuras" (de caducas a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad. De aquí la importancia de la misión paradigmática.

La Misión Continental, sea programática, sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad. El discípulo de Cristo no es una persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad, para darse a los demás. Misión Continental, por tanto, implica pertenencia eclesial.

Un planteo como éste, que comienza por el discipulado misionero e implica comprender la identidad del cristiano como pertenencia eclesial, pide que nos explicitemos cuáles son los desafíos vigentes de la misionariedad discipular. Señalaré solamente dos: la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.


Renovación interna de la Iglesia

Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión implica creer en la Buena Nueva, creer en Jesucristo portador del Reino de Dios, en su irrupción en el mundo, en su presencia victoriosa sobre el mal; creer en la asistencia y conducción del Espíritu Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de la Encarnación.

En este sentido, es necesario que, como Pastores, nos planteemos interrogantes que hacen a la marcha de las Iglesias que presidimos. Estas preguntas sirven de guía para examinar el estado de las diócesis en la asunción del espíritu de Aparecida y son preguntas que conviene nos hagamos frecuentemente como examen de conciencia.

1. ¿Procuramos que nuestro trabajo y el de nuestros Presbíteros sea más pastoral que administrativo? ¿Quién es el principal beneficiario de la labor eclesial, la Iglesia como organización o el Pueblo de Dios en su totalidad?

2. ¿Superamos la tentación de atender de manera reactiva los complejos problemas que surgen? ¿Creamos un hábito pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar la misericordia de Dios? ¿Somos conscientes de la responsabilidad de replantear las actitudes pastorales y el funcionamiento de las estructuras eclesiales, buscando el bien de los fieles y de la sociedad?

3. En la práctica, ¿hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? ¿Ofrecemos la Palabra de Dios y los Sacramentos con la clara conciencia y convicción de que el Espíritu se manifiesta en ellos?

4. ¿Es un criterio habitual el discernimiento pastoral, sirviéndonos de los Consejos Diocesanos? Estos Consejos y los Parroquiales de Pastoral y de Asuntos Económicos ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación pastoral? El buen funcionamiento de los Consejos es determinante. Creo que estamos muy atrasados en esto.

5. Los Pastores, Obispos y Presbíteros, ¿tenemos conciencia y convicción de la misión de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del bien de la Iglesia y su Misión en el mundo?

6. Los agentes de pastoral y los fieles en general ¿se sienten parte de la Iglesia, se identifican con ella y la acercan a los bautizados distantes y alejados?

Como se puede apreciar aquí están en juego actitudes. La Conversión Pastoral atañe principalmente a las actitudes y a una reforma de vida. Un cambio de actitudes necesariamente es dinámico: "entra en proceso" y sólo se lo puede contener acompañándolo y discerniendo. Es importante tener siempre presente que la brújula, para no perderse en este camino, es la de la identidad católica concebida como pertenencia eclesial.


Diálogo con el mundo actual

Hace bien recordar las palabras del Concilio Vaticano II: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo (cf. GS, 1). Aquí reside el fundamento del diálogo con el mundo actual.

La respuesta a las preguntas existenciales del hombre de hoy, especialmente de las nuevas generaciones, atendiendo a su lenguaje, entraña un cambio fecundo que hay que recorrer con la ayuda del Evangelio, del Magisterio, y de la Doctrina Social de la Iglesia. Los escenarios y areópagos son de lo más variado. Por ejemplo, en una misma ciudad, existen varios imaginarios colectivos que conforman "diversas ciudades". Si nos mantenemos solamente en los parámetros de "la cultura de siempre", en el fondo una cultura de base rural, el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo. Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso.


4. Algunas tentaciones contra el discipulado misionero

La opción por la misionariedad del discípulo será tentada. Es importante saber por dónde va el mal espíritu para ayudarnos en el discernimiento. No se trata de salir a cazar demonios, sino simplemente de lucidez y astucia evangélica. Menciono sólo algunas actitudes que configuran una Iglesia "tentada". Se trata de conocer ciertas propuestas actuales que pueden mimetizarse en la dinámica del discipulado misionero y detener, hasta hacer fracasar, el proceso de Conversión Pastoral.

1. La ideologización del mensaje evangélico. Es una tentación que se dio en la Iglesia desde el principio: buscar una hermenéutica de interpretación evangélica fuera del mismo mensaje del Evangelio y fuera de la Iglesia. Un ejemplo: Aparecida, en un momento, sufrió esta tentación bajo la forma de asepsia. Se utilizó, y está bien, el método de "ver, juzgar, actuar" (cf. n. 19). La tentación estaría en optar por un "ver" totalmente aséptico, un "ver" neutro, lo cual es inviable. Siempre el ver está afectado por la mirada. No existe una hermenéutica aséptica. La pregunta era, entonces: ¿con qué mirada vamos a ver la realidad? Aparecida respondió: Con mirada de discípulo. Así se entienden los números 20 al 32. Hay otras maneras de ideologización del mensaje y, actualmente, aparecen en Latinoamérica y El Caribe propuestas de esta índole. Menciono sólo algunas:

a) El reduccionismo socializante. Es la ideologización más fácil de descubrir. En algunos momentos fue muy fuerte. Se trata de una pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias sociales. Abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta la categorización marxista.

b) La ideologización psicológica. Se trata de una hermenéutica elitista que, en definitiva, reduce el "encuentro con Jesucristo" y su ulterior desarrollo a una dinámica de autoconocimiento. Suele darse principalmente en cursos de espiritualidad, retiros espirituales, etc. Termina por resultar una postura inmanente autorreferencial. No sabe de trascendencia y, por tanto, de misionariedad.

c) La propuesta gnóstica. Bastante ligada a la tentación anterior. Suele darse en grupos de élites con una propuesta de espiritualidad superior, bastante desencarnada, que termina por desembarcar en posturas pastorales de "quaestiones disputatae". Fue la primera desviación de la comunidad primitiva y reaparece, a lo largo de la historia de la Iglesia, en ediciones corregidas y renovadas. Vulgarmente se los denomina "católicos ilustrados" (por ser actualmente herederos de la Ilustración).

d) La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. En América Latina suele darse en pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias a la "seguridad" doctrinal o disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca "recuperar" el pasado perdido.

2. El funcionalismo. Su acción en la Iglesia es paralizante. Más que con la ruta se entusiasma con la "hoja de ruta". La concepción funcionalista no tolera el misterio, va a la eficacia. Reduce la realidad de la Iglesia a la estructura de una ONG. Lo que vale es el resultado constatable y las estadísticas. De aquí se va a todas las modalidades empresariales de Iglesia. Constituye una suerte de "teología de la prosperidad" en lo organizativo de la pastoral.

3. El clericalismo es también una tentación muy actual en Latinoamérica. Curiosamente, en la mayoría de los casos, se trata de una complicidad pecadora: el cura clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo le resulta más cómodo. El fenómeno del clericalismo explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado latinoamericano. O no crece (la mayoría), o se acurruca en cobertizos de ideologizaciones como las ya vistas, o en pertenencias parciales y limitadas. Existe en nuestras tierras una forma de libertad laical a través de experiencias de pueblo: el católico como pueblo. Aquí se ve una mayor autonomía, sana en general, y que se expresa fundamentalmente en la piedad popular. El capítulo de Aparecida sobre piedad popular describe con profundidad esta dimensión. La propuesta de los grupos bíblicos, de las comunidades eclesiales de base y de los Consejos pastorales va en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de la responsabilidad laical.

Podríamos seguir describiendo algunas otras tentaciones contra el discipulado misionero, pero creo que éstas son las más importantes y de más fuerza en este momento de América Latina y El Caribe.


5. Algunas pautas eclesiológicas

1. El discipulado-misionero que Aparecida propuso a las Iglesias de América Latina y El Caribe es el camino que Dios quiere para este "hoy". Toda proyección utópica (hacia el futuro) o restauracionista (hacia el pasado) no es del buen espíritu. Dios es real y se manifiesta en el "hoy". Hacia el pasado su presencia se nos da como "memoria" de la gesta de salvación sea en su pueblo sea en cada uno de nosotros; hacia el futuro se nos da como "promesa" y esperanza. En el pasado Dios estuvo y dejó su huella: la memoria nos ayuda a encontrarlo; en el futuro sólo es promesa… y no está en los mil y un "futuribles". El "hoy" es lo más parecido a la eternidad; más aún: el "hoy" es chispa de eternidad. En el "hoy" se juega la vida eterna.

El discipulado misionero es vocación: llamado e invitación. Se da en un "hoy" pero "en tensión". No existe el discipulado misionero estático. El discípulo misionero no puede poseerse a sí mismo, su inmanencia está en tensión hacia la trascendencia del discipulado y hacia la trascendencia de la misión. No admite la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o se refiere al pueblo a quien se debe anunciar. Sujeto que se trasciende. Sujeto proyectado hacia el encuentro: el encuentro con el Maestro (que nos unge discípulos) y el encuentro con los hombres que esperan el anuncio.

Por eso, me gusta decir que la posición del discípulo misionero no es una posición de centro sino de periferias: vive tensionado hacia las periferias… incluso las de la eternidad en el encuentro con Jesucristo. En el anuncio evangélico, hablar de "periferias existenciales" des-centra, y habitualmente tenemos miedo a salir del centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales.

2. La Iglesia es institución pero cuando se erige en "centro" se funcionaliza y poco a poco se transforma en una ONG. Entonces, la Iglesia pretende tener luz propia y deja de ser ese "misterium lunae" del que nos hablaban los Santos Padres. Se vuelve cada vez más autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera. De "Institución" se transforma en "Obra". Deja de ser Esposa para terminar siendo Administradora; de Servidora se transforma en "Controladora". Aparecida quiere una Iglesia Esposa, Madre, Servidora, facilitadora de la fe y no controladora de la fe.

3. En Aparecida se dan de manera relevante dos categorías pastorales que surgen de la misma originalidad del Evangelio y también pueden servirnos de pauta para evaluar el modo como vivimos eclesialmente el discipulado misionero: la cercanía y el encuentro. Ninguna de las dos es nueva, sino que conforman la manera cómo se reveló Dios en la historia. Es el "Dios cercano" a su pueblo, cercanía que llega al máximo al encarnarse. Es el Dios que sale al encuentro de su pueblo. Existen en América Latina y El Caribe pastorales "lejanas", pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia. Se ignora la "revolución de la ternura" que provocó la encarnación del Verbo. Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos. Este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro. Una piedra de toque para calibrar la cercanía y la capacidad de encuentro de una pastoral es la homilía. ¿Qué tal son nuestras homilías? ¿Nos acercan al ejemplo de nuestro Señor, que "hablaba como quien tiene autoridad" o son meramente preceptivas, lejanas, abstractas?

4. Quien conduce la pastoral, la Misión Continental (sea programática como paradigmática), es el Obispo. El Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear. Además de señalar las grandes figuras del episcopado latinoamericano que todos conocemos quisiera añadir aquí algunas líneas sobre el perfil del Obispo que ya dije a los Nuncios en la reunión que tuvimos en Roma. Los Obispos han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan "psicología de príncipes". Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo. Y el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo también tiene su olfato para encontrar nuevos caminos.

No quisiera abundar en más detalles sobre la persona del Obispo, sino simplemente añadir, incluyéndome en esta afirmación, que estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en este "hoy" de América Latina y El Caribe. Y sería bueno comenzar por aquí.

Les agradezco la paciencia de escucharme. Perdonen el desorden de la charla y, por favor, les pido que tomemos en serio nuestra vocación de servidores del santo pueblo fiel de Dios, porque en esto se ejercita y se muestra la autoridad: en la capacidad de servicio. Muchas gracias.

El Papa y el abrazo a un niño que conmovió a todos

Un niño subió al Papamóvil e intercambió palabras y gestos de cariño con Francisco



(fuente: wwww.lanacion.com.ar)

lunes, 29 de julio de 2013

Francisco pide que suden la camiseta por Jesús y jueguen "siempre al ataque"

Sabado 27 Jul 2013 Río de Janeiro (Brasil) (AICA): Una “intensa experiencia de fe”, describió el papa Francisco la tarea de los voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en el discurso que les dio en el encuentro que mantuvo con los miles de voluntarios de la JMJ que se realizó en el Pabellón 5 de Río Centro, en Río de Janeiro. El Papa los animó a tener el valor de ir contracorriente de la cultura de lo relativo; les preguntó irónicamente si el matrimonio estaba pasado de moda a lo que los jóvenes respondieron que no. También les dijo que aunque muchos todavía no tengan en claro que hacer con sus vidas, pídanle a Jesús que les indique el camino y les señaló “no tengan miedo de decir sí a Dios, en Él está la alegría”.

El papa Francisco llegó alrededor de las 19 a la playa de Copacabana, en el sur de Río de Janeiro, para presidir la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud con los casi 3 millones de jóvenes que se congregaron, muchos de ellos con la intención de permanecer allí para no perder ni un detalle de la misa de envío, prevista para el domingo a las 10.

Los peregrinos, avisados del traslado de la vigilia y misa de envío, se congregaron desde las 7 en la estación Central Do Brasil, una suerte de distribuidor del transporte público. Desde allí caminaron 9 kilómetros para llegar a Copacabana, parando en las inmediaciones del club Flamengo para retirar el sustento de la tarde y del sábado y la mañana y mediodía del domingo.

Desde las 16, decenas de artistas comenzaron a preparar la velada con canciones a dueto. La argentina Athenas Vénica fue parte de estas parejas musicales, al igual que el cantautor y catequista Daniel Poli.

Como de costumbre en esta JMJ, Francisco llegó en helicóptero hasta el Fuerte de Copacabana, y se dirigió en papamóvil hasta el escenario central, ubicado a 40 cuadras de su lugar de llegada. En el camino, besó niños, se puso un sombrero mexicano y tocó unos tambores. Luego, vinieron los testimonios de actores, personas recuperadas de las drogas, sacerdotes y jóvenes. Al término de cada intervención, una iglesia se iba armando con diversas piezas encastrables.

Tony Ramos, un reconocido actor de telenovelas, habló al papa Francisco sobre su conversión al catolicismo y la humildad de san Francisco de Asís. "El amor es el único sentimiento capaz de combatir todos los males del mundo", dijo en su discurso de apertura. Ramos habló de las vidas entregadas a causa de la fe, especialmente la de los jóvenes, y concluyó: "Esta es una revolución de amor".

Luego hablaron los jóvenes: el primero fue Carlos Lins, de 30 años, de la parroquia Nuestra Señora de la Paz de Ipanema, en esta ciudad, quien dio su testimonio de recuperación de la droga: "El vicio ya me llevaba a las favelas y al tráfico de drogas. Conviví con traficantes y asesinos. Fui preso, pero como era menor de edad, no me pasó nada. La peor humillación para mi fue enfrentar a mi familia", dijo Lins.

El segundo testimonio joven fue del presbítero Flávio Matías, misionero en el municipio de Novo São Joaquim, en la prelatura de Paranatinga, del estado de Mato Grosso. Habló de la difícil tarea de llevar el Evangelio entre los indígenas, pero cómo la vida de Jesús en la Eucaristía lo mantenía fiel en su misión.

También emocionó Felipe Passos, un joven metido en la delincuencia, que hasta se llevó un tiro en una trifulca. Contó que Dios le dio dos bomberos en apenas minutos para evitar su paro cardíaco. Luego, con la voz sentida, pidió que todos agarrasen sus cruces colgadas al cuello y se arrodillaran en el piso. "Nuestro Papa, estas son nuestras cruces", dijo el joven, y pidió que todos repitieran al unísono. Hasta el Santo Padre tomó su pectoral entre las manos. También habló otra joven, que agradeció el testimonio de su madre para convertirse.


Francisco, en diálogo e introspección con los jóvenes

Una vez al micrófono, comentó el cambio de escenario de Guaratiba a Copacabana, debido a las condicioens climáticas que agitaron el descampado del oeste de Río esta semana. Y ofreció una reflexión al respecto: "¿No habrá querido el Señor que el Campus Fidei sea en nosotros mismos?".

Luego, pidió que lo acompañen en la reflexión de tres imágenes que ayudarían a comprender qué significa ser un discípulo misionero: la primera, el campo como lugar donde se siembra; la segunda, el campo como lugar de entrenamiento; y la tercera, el campo como terreno de obras. A cada momento, pedía silencio, hacía preguntas al público y llamaba a un momento de contrición y reflexión personal, en una lógica discursiva bien difundida en América Latina y cercana para quienes lo gustaron como orador en la Argentina.

"Jesús nos dice que las semillas, que caían a la vera del camino, en medio de las piedras o en medio de las espinas no dieron fruto", expresó sobre la primera imagen, y preguntó desde el palco: "¿Cuál terreno queremos ser? Cada uno sabe... a veces somos como el camino, porque escuchamos al Señor, pero en la vida no cambiamos nada y nos dejamos aturdir por tantos llamados superficiales que escuchamos; el otro terreno es el pedregoso, y allí acojemos a Jesús con entusiasmo, pero somos inconstantes y ante las dificultades no tenemos coraje para ir contracorriente; o somos como el terreno esínoso: las cosas, las pasiones negativas sofocan las palabras del Señor". Y entonces agregó: "Permitan que la palabra de Dios entre en sus corazones".

"Pero hoy -continuó- tengo la certeza de que la semilla está cayendo en una tierra buena; sé que ustedes quieren ser un terreno bueno, ¡y no quieren ser cristianos por la mitad, almidonados, o cristianos de fachada, sino más bien auténticos! Tengo la certeza de que ustedes no quieren vivir en la ilusión de una libertad que se deja arrastrar por las modas y las conveniencias del momento. ¡Sé que ustedes apuestan a algo grande, por opciones definitivas que den pleno sentido a la vida! Jesús es capaz de ofrecerles esto. Él es el Camino, la Verdad y la Vida".

En territorio latinoamericano, notó que muchos de los presentes viven la pasión por el fútbol, y los convocó a ver la vocación cristiana "como cuando un jugador es convocado para un equipo". ¿Por qué? "Debe entrenar, y mucho! También así sucede en nuestra vida de discípulos del Señor", recordó citando a san Pablo, que habla de los atletas que se privan de todo para conseguir una corona corruptible. "En cambio -agregó-, ¡nosotros buscamos una corona incorruptible!". Y lanzó una frase que resonó en toda la playa: ¡Jesús nos pide que juguemos en su equipo!". Se refería a la vida de oración, por lo que pidió que no tengan miedo de "conversar con Jesús". También los animó a vivir los sacramentos y el servicio a los demás.

Luego, destacó que cuando "se suda la camiseta, como cristiano, se vive algo grandioso"; por eso, los arengó a ser protagonistas de sus historias. Los animó diciendo: "¡Jueguen siempre en el ataque, vayan a la línea de frente!".

También dejó un mensaje a los jóvenes "que salieron a las calles" para manifestarse en los últimos meses. Se refería, a nivel latinoamericano, a las protestas ocurridas en junio en el Brasil y a las movilizaciones que se produjeron en Venezuela antes y después de la muerte del presidente Hugo Chávez y en el período de transición democrática. Los invitó a ser los protagonistas del cambio; y no dejarse ganar por la desesperanza ni la cobardía.

"En la Iglesia de Jesús, nosotros somos piedras vivas, y que Jesús nos pide que la construyamos; no como una capillita, donde entra un grupo de personas. ¡Nos pide que sea una Iglesia viva que sea tan grande como para recibir a la humanidad entera!", dijo el pontífice. "Sean constructores del futuro. No sean cobardes en la vida. ¡Salgan a las calles!, agregó.

Tras las palabras, llegó el momento de la adoración eucarística. Una custodia sencilla, que formaba los tradicionales "rayos" de luz alrededor de la sagrada forma y conectadas entre sí con una especie de rejilla, fue depositada en el alyar mayor. Francisco se sentó en una pequeña silla y permaneció cabizbajo, en profundo estado de oración. En seguida, la playa cayó de rodillas. Algunos cantantes interpretaron piezas pop y sacras. Luego, Francisco dio la bendición con el Cuerpo de Jesús.

La noche llegó con pocos jóvenes volviendo a sus hospedajes y muchos permaneciendo en vela hasta altas horas o bien sacando sus bolsas de dormir sobre la blanca y fina arena. Allí esperan el regreso del Papa, a las 10 del domingo, para presidir la misa de envío misionero y clausurar la JMJ Río 2013. ¿Cuál será el próximo destino? Algunos estiman que Seúl, en Corea; otros, Cracovia, ciudad de origen del papa Juan Pablo II, en Polonia; otros, alguna ciudad de Sudáfrica.+

Papa Francisco: "nos vemos en el 2016 en Cracovia"

En la misa de clausura el papa anuncia que la tierra del beato Juan Pablo II acogerá la próxima JMJ

Roma, 28 de julio de 2013 (Zenit.org) Esta mañana la playa de Copacabana se ha convertido en "papacabana" como ya muchos la están llamando. El santo padre ha presidido la misa de clausura de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, en la que han concelebrado con el papa 60 cardenales, 1.500 obispos y 11.000 sacerdotes. Se calcula que unos 3 millones de personas han asistido a la misa de clausura. También han estado presentes la presidente de Brasil, Dilma Russeff, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina y Evo Morales, presidente de Bolivia y otros mandatarios.

En su última homilía en Río de Janeiro, a los casi tres millones de personas presentes, el santo padre ha dado tres claves sobre lo que hoy "nos dice el Señor": vayan, sin miedo, para servir.

Sobre la experiencia vivida estos días el papa Francisco les ha aconsejado que "no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia". Ha explicado además que compartir esta experiencia de fe es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, "es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor". Y en este envío, ha añadido el papa, "nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor". Así mismo ha recordado que este mandado es para todos, "no es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores" y hay que llevar a Cristo a "cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales". Y hablando en particular a la Iglesia de América Latina les ha exhortado: "ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza".

Ha pasado así al segundo punto de su homilía "sin miedo". Como el joven Jeremías, ha recordado el papa, "Dios dice: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» Él está con nosotros". Por eso, ha insistido, en el la misión del anuncio "Jesús no nos deja solos, nunca les deja solos. Les acompaña siempre". Otra de las claves sobre el envío que ha dado el papa: "Jesús no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos", y ha invitado a los jóvenes a "sentir la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos". Por su parte a los sacerdotes les ha exhortado a seguir acompañando a los jóvenes "con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos".

En el último punto de la reflexión en la homilía del santo padre ha señalado que "la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio". Y añade: "evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.

Para finalizar, Francisco ha animado a los jóvenes a que "cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio". Recordando que no están solos en esta misión les ha dicho que "Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes".

Durante el ofertorio el papa ha acogido a una niña muy pequeña que nació sin cerebro y que aún vive, cuando normalmente estos niños fallecen inmediatamente. El portavoz del Vaticano informó que los padres de la niña asistieron a la misa que el sábado el papa celebró en la catedral de Río y se la presentaron al papa y éste pidió que la llevaran al ofertorio, en señal de ofrenda a Dios por su vida.

Después de la comunión el papa ha entregado a cinco parejas de jóvenes, una de cada continente, una cruz misionera con la forma del Cristo del Corcovado con el símbolo de la JMJ.

A continuación unas últimas palabras del papa para introducir la oración mariana del Ángelus y para anunciar el destino de la próxima JMJ: "nos vemos en el 2016, en Cracovia, Polonia".

Tras la bendición final las canciones, los bailes, los coros de "esta es la juventud del papa" han seguido sonando y las banderas han seguido ondeando en la playa de Copacabana. La gran multitud de jóvenes ha seguido celebrando en el último acto de la JMJ Río 2013. Y un grupo de peregrinos polacos han subido al escenario para celebrar que la Cruz de los jóvenes se dirige ahora a la tierra natal del beato papa Juan Pablo II.

(28 de julio de 2013) © Innovative Media Inc.

El papa en el Ángelus: "Lleven la alegría de Cristo a sus familiares, compañeros y amigos"

Lima, 28 de julio de 2013 (Zenit.org) Terminada la misa que dio fin a la Jornada Mundial de la Juventud de Río 2013 en las playas de Copacabana, y ante una multitud que algunos estiman en cuatro millones de jóvenes y peregrinos, el papa Francisco rezó con los fieles el Ángelus, antes del cual reconoció el trabajo del arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Tempesta y del cardenal Stanisław Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos que lo precedieron en la palabra.

Dirigiéndose a los jóvenes, les aseguró: "llevo a cada uno en mi corazón", a la vez que les agradecía por "todas las alegrías que me han dado en estos días".

Los invitó a dirigir la mirada a María, como Madre del Cielo. Y destacó que en estos días se ha sentido fuerte "la llamada de Cristo a ser sus discípulos misioneros", lo que ha causado en muchísimos sentimientos de alegría, ternura y preguntas sinceras para comprender "que el evangelio es la respuesta al deseo de una vida todavía más plena".


María medianera

Les recordó también que la Virgen Inmaculada "intercede por nosotros en el Cielo como una buena madre que cuida de sus hijos (y) nos enseña con su vida qué significa ser discípulo misionero".

Recomendó que al rezar el Ángelus se recuerde "el evento que ha cambiado para siempre la historia de los hombres", pero que, al igual que María, no hay que "quedarse" con aquel regalo como fue el anuncio salvífico. Sino que se debe ser como Ella, quien "se sintió responsable y marchó, salió de su casa y se fue rápidamente a ayudar a su pariente Isabel, que tenía necesidad de ayuda (..) fue un gesto de amor, de caridad y de servicio concreto, llevando a Jesús en su seno".

Quiso Francisco presentar a María como modelo de los jóvenes, quien "se pone en camino para servir y llevar a Jesús". Y de este modo comprometió a una juventud que lo escuchaba emocionada, a "llevar la alegría de Cristo a nuestros familiares, compañeros, amigos, a todos".

Y los alentó a no tener miedo de ser generosos con Cristo: "Salgan y vayan con valentía y generosidad, para que todos los hombres y mujeres encuentren al Señor. ¡Vale la pena!", les dijo, también él emocionado.

Estas son las palabras que el papa Francisco ha dirigido a los presentes antes de rezar el Ángelus.

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Queridos hermanos y hermanas,

Al final de esta celebración eucarística, con la que hemos elevado a Dios nuestro canto de alabanza y gratitud por cada gracia recibida durante esta Jornada Mundial de la Juventud, quisiera agradecer de nuevo a monseñor Orani Tempesta y al cardenal Rylko las palabras que me han dirigido. Les agradezco también a ustedes, queridos jóvenes, todas las alegrías que me han dado en estos días. ¡Gracias! Llevo a cada uno de ustedes en mi corazón. Ahora dirigimos nuestra mirada a la Madre del cielo, la Virgen María. En estos días, Jesús les ha repetido con insistencia la invitación a ser sus discípulos misioneros; han escuchado la voz del Buen Pastor que les ha llamado por su nombre y han reconocido la voz que les llamaba (cf. Jn 10,4). ¿No es verdad que, en esta voz que ha resonado en sus corazones, han sentido la ternura del amor de Dios? ¿Han percibido la belleza de seguir a Cristo, juntos, en la Iglesia? ¿Han comprendido mejor que el evangelio es la respuesta al deseo de una vida todavía más plena? (cf. Jn 10,10).

La Virgen Inmaculada intercede por nosotros en el Cielo como una buena madre que cuida de sus hijos. Que María nos enseñe con su vida qué significa ser discípulo misionero. Cada vez que rezamos el Ángelus, recordamos el evento que ha cambiado para siempre la historia de los hombres. Cuando el ángel Gabriel anunció a María que iba a ser la Madre de Jesús, del Salvador, ella, aun sin comprender del todo el significado de aquella llamada, se fió de Dios y respondió: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Pero, ¿qué hizo inmediatamente después? Después de recibir la gracia de ser la Madre del Verbo encarnado, no se quedó con aquel regalo; se sintió responsable y marchó, salió de su casa y se fue rápidamente a ayudar a su pariente Isabel, que tenía necesidad de ayuda (cf. Lc 1,38-39); realizó un gesto de amor, de caridad y de servicio concreto, llevando a Jesús en su seno. Y este gesto lo hizo diligentemente.

Queridos amigos, éste es nuestro modelo. La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús. Pidamos a la Virgen que nos ayude también a nosotros a llevar la alegría de Cristo a nuestros familiares, compañeros, amigos, a todos. No tengan nunca miedo de ser generosos con Cristo. ¡Vale la pena! Salgan y vayan con valentía y generosidad, para que todos los hombres y mujeres encuentren al Señor.

Queridos jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en 2016, en Cracovia, Polonia. Pidamos, por la intercesión materna de María, la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta nueva etapa de gozosa celebración de la fe y del amor de Cristo.

Ahora recemos juntos…

(28 de julio de 2013) © Innovative Media Inc.

Oración para pedir que se haga la voluntad de Dios

Cuando digo una oración de memoria, me sucede a veces que ya no pongo atención en lo que digo. Una forma que a mí me ayuda de superar la rutina es decirle lo mismo a Dios pero con palabras espontáneas. Por eso a veces rezo las oraciones más comunes con mis propias palabras y me ayuda mucho a renovar el sentido de cada frase, para luego pronunciar las mismas palabras con mayor sinceridad y hondura.


Hágase tu voluntad

Padre Bueno, Tú siempre buscas mi bien y sólo mi bien.
Tú quieres mi salvación eterna.
Me hiciste para vivir en intimidad contigo en el tiempo y en la eternidad.
¡Qué más puedo desear! ¡Gracias, Padre!

No me impones un destino, me hiciste libre y quieres que yo elija.
Pero a veces preferiría no tener que elegir; temo equivocarme.
Tú conoces mi debilidad, tú sabes cómo a veces me confundo, se me nubla la mente y no sé qué camino tomar.
No siempre es fácil saber qué es lo que tú quieres, qué es lo que más me conviene.
No quiero contristarte, no quiero hacer daño a las personas.
Sólo quiero agradarte, hacer el bien y alcanzar la vida eterna.
Quiero obedecerte porque quiero agradarte.
Quiero lo que Tú quieras porque te quiero.
Y si hago lo que tú quieres me irá siempre bien.
Quien hace tu Voluntad se salva.
Padre Nuestro, hágase tu voluntad.

Tú amas a los que cumplen tus mandamientos:
"Quien hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana." (Mt 12, 49-50)
Tu Voluntad es que cumpla tus mandamientos.
Se dice fácil, pero en las circunstancias concretas de la vida,
no es tan sencillo y no siempre sé cuál es tu voluntad.
Cuando tengo delante el bien y el mal, es fácil distinguir, pero a veces tengo que elegir entre dos bienes.
Por eso ahora, como Jesús en Getsemaní, me abandono en tus brazos con absoluta confianza
y te digo: "No se haga mi voluntad sino la tuya" (Lc 22,42)
Que se haga tu voluntad en mí.
Me guste o no me guste, sé que obedecerte será lo mejor para mí.
Padre Santo, hágase tu voluntad.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
"Que en la tierra reine la paz como en el cielo." (San Ambrosio)

¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles,
los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes
apenas oyen la voz de su palabra!
¡Bendigan al Señor, todos sus ejércitos,
sus servidores, los que cumplen su voluntad! (Sal 102,20-21)

Así como los ángeles te obedecen, que así también yo.
Que así como ellos ven con claridad el modo de agradarte,
como ellos hacen el bien sin que ninguna miseria les desvíe,
que así también yo te obedezca y te bendiga.

Padre Nuestro, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

domingo, 28 de julio de 2013

Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre!

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
(Lc 11, 1-13)
Gloria a ti, Señor.

Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: 'Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación'". También les dijo: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirles: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, Yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantara y le dará cuanto necesite. Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre, ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre Celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?".

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

INVOCA

Vete preparando tu ánimo para dedicar este tiempo a la oración, diálogo con el Señor. Es lo más importante que vas a realizar en este día: el encuentro con el Amado. Él te espera, te llama, desea decirte su Palabra y su mensaje. Anhela estar contigo porque te ama. Y espera que tú también quieras estar con Él. Invoca al Espíritu, que desea inspirarte el sentido profundo de la Palabra. Y está contigo para fortalecer tu voluntad para llevar a la práctica la Palabra. Canta suavemente: Veni, Sancte Spiritus.

Ven, Espíritu Santo, te abro la puerta, entra en la celda pequeña de mi propio corazón, llena de luz y de fuego mis entrañas, como un rayo láser opérame de cataratas, quema la escoria de mis ojos que no me deja ver tu luz.

Ven. Jesús prometió que no nos dejaría huérfanos. No me dejes solo en esta aventura, por este sendero. Quiero que tú seas mi guía y mi aliento, mi fuego y mi viento, mi fuerza y mi luz. Te necesito en mi noche como una gran tea luminosa y ardiente que me ayude a escudriñar las Escrituras.

Tú que eres viento, sopla el rescoldo y enciende el fuego. Que arda la lumbre sin llamas ni calor. Tengo la vida acostumbrada y aburrida. Tengo las respuestas rutinarias, mecánicas, aprendidas. Tú que eres viento, enciende la llama que engendra la luz. Tú que eres viento, empuja mi barquilla en esta aventura apasionante de leer tu Palabra, de encontrar a Dios en la Palabra, de encontrarme a mí mismo en la lectura.

Oxigena mi sangre al ritmo de la Palabra para que no me muera de aburrimiento. Sopla fuerte, limpia el polvo, llévate lejos todas las hojas secas y todas las flores marchitas de mi propio corazón.

Ven, Espíritu Santo, acompáñame en esta aventura y que se renueve la cara de mi vida ante el espejo de tu Palabra. Agua, fuego, viento, luz. Ven, Espíritu Santo. Amén. (A. Somoza)


1. Señor, enséñanos a orar (V. 1)

Los discípulos ruegan a Jesús que les enseñe a orar. Han sido motivados por el ejemplo que Jesús les ha dado en tantas ocasiones. Así lo describe el evangelista Lucas: Un día estaba Jesús orando en cierto lugar (v. 1). Recordemos que Lucas es el evangelista que más resalta los momentos orantes de Jesús. Animados por el testimonio del Maestro, ellos también quieren recibir lecciones para orar debidamente. Jesús enseña a orar con el ejemplo y con las palabras. Y así va desgranando las peticiones esenciales del Padrenuestro. Jesús enseña una forma de orar no acostumbrada hasta entonces.

- El templo era el lugar oficial de la oración para el judío. Jesús convierte el sitio donde está en lugar habitual para la oración.

- Jesús, como nadie lo había hecho antes, se dirige a Dios invocándolo como Padre. Todas las religiones, incluido el Antiguo Testamento, rezaban a un Dios lejano. Jesús reza al Dios cercano, que vive en cada uno, y a quien se ora con amor, no con miedo y temor.

El Padrenuestro constituye la oración básica del discípulo de Jesús, porque establece una relación de confianza y amor entre el Padre y el hijo. Así éste se introduce en la oración, en la contemplación y en el compromiso que Dios ha preparado para los humanos.

El Padrenuestro quiere que el hijo viva esa relación íntima con el Padre y que, desde el amor, vaya proyectando y realizando toda su vida. Desde la primera palabra Padre, se desenvuelve toda la relación de confianza y amor entre Dios y el creyente.


2. Cuando oren, digan: Padre (v. 2)

Jesús enseña a sus discípulos la relación exacta entre el Padre y los hijos. La actitud fundamental del discípulo ha de ser: confianza total en el Padre.

Tanto en la versión que nos trasmite Lucas como en la de Mateo (más larga), en la primera parte, hacemos referencia a Dios. La segunda parte hace más referencia al hombre. Ambas partes deben estar integradas tanto en el momento de orar como en los tiempos de vivir.

En la primera parte, se pide que: Dios sea santificado y que Venga tu reino. Es decir que Dios sea conocido y reconocido como Él se ha manifestado en la revelación. Y que su Reino venga a los humanos, para que el proyecto de salvación, diseñado desde el Amor, vaya haciéndose realidad en la historia de la salvación.

En la oración de Jesús, la causa de Dios y del hombre se identifican. El creyente ha de mirar al Padre para relacionarse con los demás como lo que son: hijos del Padre y hermanos entre sí. La confianza con el Padre ha de proyectarse y vivirse en la fraternidad con los hermanos. El alimento diario y el perdón de las ofensas indican el compromiso temporal de los hijos de Dios, hermanos entre sí. El Amor, recibido del Padre, hay que compartirlo con los hermanos en todas las ocasiones de la vida terrena.

El Padrenuestro se nos revela como la oración que une el cielo y la tierra, lo divino y lo humano, la oración y la acción, la síntesis de las aspiraciones humanas que conectan con todo el proyecto de salvación preparado por Dios desde antes de la creación.


3. ¿Cuánto más el Padre del cielo les dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (v. 13).

Jesús promete que toda oración será escuchada. Pero, la confianza total en el Padre está a la base de toda oración. Las dos breves parábolas insisten en:

- la perseverancia y constancia en la oración;
- lo que, sobre todo, tenemos que pedir, que es el don mayor: el Espíritu, es decir, la misma vida de Dios, el Amor que circula entre los Tres divinos: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Pedir, buscar, llamar… No por la desconfianza de no ser escuchados, sino por preparar nuestro ánimo en la confianza total de ser atendidos. Cuando el creyente busca y pide confiadamente el Espíritu, ha de estar totalmente seguro que el Padre le atiende, incluso antes de que se lo pida (Mt 6, 8).

A diferencia de Mateo, que dice que el Padre del cielo dará cosas buenas al que se lo pida (Mt 7, 11), Lucas pone en boca de Jesús: el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan (11, 13). El Padre nos concede lo mejor de sí mismo: el Espíritu, la vida, el Amor.


3. MEDITA (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)

¡Cuántas veces hemos rezado el Padrenuestro! Es posible que ya no nos diga nada. Pero, hemos de tomar conciencia de que es la oración fundamental del cristiano. La que me relaciona totalmente con el Padre y sus proyectos y la que me relaciona con mis hermanos. Es la oración que me abre a la confianza filial con Dios y a la comunión fraternal con el prójimo.

Es la oración que nos ha revelado y regalado el mismo Jesús, el Hijo. Recoge esta plegaria lo que Jesús vivió y quiso enseñarnos en nuestra relación con Dios y con los humanos.

Por eso, ser cristiano es orar y practicar conforme a lo que el Padrenuestro nos hace orar y nos hace practicar. No sólo es una oración. Es todo un programa de vida.

¿Cómo entiendo esta oración? ¿Cómo la vivo? ¿Cómo la enseño en la familia, en la catequesis, en los grupos parroquiales?


4. ORA (Qué respondo al Señor)

La Iglesia ora en su Liturgia tres veces al día con el Padrenuestro: en Laudes, en la Eucaristía y en Vísperas. La oración dominical tiene su puesto privilegiado en la Liturgia.

¿Cómo oro esta oración que Jesús nos enseñó? ¿Cómo la vivo, cómo la practico?

Me dejo motivar por el Espíritu de Amor que vive en mí? ¿Voy a recitar lentamente cada palabra del Padrenuestro, saboreando lo que le digo a mi Padre?


5. CONTEMPLA

A Jesús enseñando a sus discípulos la oración al Padre. ¿Cómo la habría rezado Jesús?
A la Iglesia que en su Liturgia la reza en momentos solemnes.
A ti mismo, que aprendiste desde niño esta bellísima oración y que necesitas meditarla y saborearla.


6. ACTÚA

A lo largo de la semana rezaré despacio la oración que Jesús nos enseñó. Haré oración pausada, lenta, meditativa con esta oración.

Invocamos al Padre rezando con Jesús: Padre nuestro...

(fuente: es.catholic.net)

sábado, 27 de julio de 2013

Francisco animó a los sacerdotes a salir al encuentro de los hermanos que tienen sed de Dios

Sabado 27 Jul 2013 Río de Janeiro (Brasil) (AICA) La catedral de San Sebastián de Río de Janeiro, colmada de obispos, sacerdotes y seminaristas presentes en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, participaron de la misa que celebró esta mañana, el santo padre Francisco y escucharon atentamente la homilía del Papa que los exhortó a que “tengan el valor de ponerse a contracorriente de la cultura de esta época, una cultura eficientista y del descarte” y los exhortó a salir en búsqueda del hermano y a empujar a los jóvenes a que también ellos salgan ‘de casa’, al encuentro de los hermanos que están en las periferias y que tienen sed de Dios”.

Texto de la homilía del Santo Padre

Queridos hermanos en Cristo:

Al ver esta catedral llena de obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de todo el mundo, pienso en las palabras del Salmo de la misa de hoy: “Oh Dios, que te alaben los pueblos” (Sal 66). Sí, estamos aquí para alabar al Señor, y lo hacemos reafirmando nuestra voluntad de ser instrumentos suyos, para que alaben a Dios no sólo algunos pueblos, sino todos. Con la misma parresia de Pablo y Bernabé, anunciamos el Evangelio a nuestros jóvenes para que encuentren a Cristo, luz para el camino, y se conviertan en constructores de un mundo más fraterno. En este sentido, quisiera reflexionar con vosotros sobre tres aspectos de nuestra vocación: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio, llamados a promover la cultura del encuentro.

1. Llamados por Dios

Es importante reavivar en nosotros este hecho, que a menudo damos por descontado entre tantos compromisos cotidianos: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes”, dice Jesús (Jn 15,16). Es un caminar de nuevo hasta la fuente de nuestra llamada. Al comienzo de nuestro camino vocacional hay una elección divina. Hemos sido llamados por Dios y llamados para permanecer con Jesús (cf. Mc 3,14), unidos a él de una manera tan profunda como para poder decir con san Pablo: “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Ga 2,20). En realidad, este vivir en Cristo marca todo lo que somos y lo que hacemos. Y esta “vida en Cristo” es precisamente lo que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: “Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero” (Jn 15,16). No es la creatividad pastoral, no son los encuentros o las planificaciones lo que aseguran los frutos, sino el ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes” (Jn 15,4). Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo, especialmente a través de nuestra fidelidad a la vida de oración, en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía y en las personas más necesitadas. El “permanecer” con Cristo no es aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros. Recuerdo algunas palabras de la beata Madre Teresa de Calcuta: “Debemos estar muy orgullosos de nuestra vocación, que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los pobres. Es en las “favelas“", en los “cantegriles“, en las “villas de miseria“ donde hay que ir a buscar y servir a Cristo. Debemos ir a ellos como el sacerdote se acerca al altar: con alegría” (Mother Instructions, I, p. 80). Jesús, el Buen Pastor, es nuestro verdadero tesoro, tratemos de fijar cada vez más nuestro corazón en él (cf. Lc 12,34).


2. Llamados a anunciar el Evangelio

Queridos Obispos y sacerdotes, muchos de ustedes, si no todos, han venido para acompañar a los jóvenes a la Jornada Mundial de la Juventud. También ellos han escuchado las palabras del mandato de Jesús: “Vayan, y hagan discípulos a todas las naciones” (cf.Mt 28,19). Nuestro compromiso es ayudarles a que arda en su corazón el deseo de ser discípulos misioneros de Jesús. Ciertamente, muchos podrían sentirse un poco asustados ante esta invitación, pensando que ser misioneros significa necesariamente abandonar el país, la familia y los amigos. Me acuerdo de mi sueño cuando era joven: ir de misionero al lejano Japón. Pero Dios me mostró que mi tierra de misión estaba mucho más cerca: mi patria. Ayudemos a los jóvenes a darse cuenta de que ser discípulos misioneros es una consecuencia de ser bautizados, es parte esencial del ser cristiano, y que el primer lugar donde se ha de evangelizar es la propia casa, el ambiente de estudio o de trabajo, la familia y los amigos.

No escatimemos esfuerzos en la formación de los jóvenes. San Pablo, dirigiéndose a sus cristianos, utiliza una bella expresión, que él hizo realidad en su vida: “Hijos míos, por quienes estoy sufriendo nuevamente los dolores del parto hasta que Cristo sea formado en ustedes” (Ga 4,19). Que también nosotros la hagamos realidad en nuestro ministerio.

Ayudemos a nuestros jóvenes a redescubrir el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente por Dios, que ha dado a su Hijo Jesús por nuestra salvación. Eduquémoslos a la misión, a salir, a ponerse en marcha. Así ha hecho Jesús con sus discípulos: no los mantuvo pegados a él como una gallina con sus polluelos; los envió. No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar.

Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor.


3.Llamados a promover la cultura del encuentro

En muchos ambientes se ha abierto paso lamentablemente una cultura de la exclusión, una “cultura del descarte”. No hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado; no hay tiempo para detenerse con aquel pobre a la vera del camino.

A veces parece que, para algunos, las relaciones humanas estén reguladas por dos “dogmas”: la eficiencia y el pragmatismo . Queridos obispos, sacerdotes, religiosos y también ustedes, seminaristas que se preparan para el ministerio, tengan el valor de ir contracorriente. No renunciemos a este don de Dios: la única familia de sus hijos. El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad y la fraternidad, son los elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.

Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Permítanme decir que debemos estar casi obsesionados en este sentido. No queremos ser presuntuosos imponiendo “nuestra verdad”. Lo que nos guía es la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y transformado por la Verdad que es Cristo, y no puede dejar de proclamarla (cf. Lc 24,13-35).

Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio y a promover con valentía la cultura del encuentro. Que la Virgen María sea nuestro modelo. En su vida ha dado el “ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva” (Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, 65). Que ella sea la Estrella que guía con seguridad nuestros pasos al encuentro del Señor. Amén.+

¿Santos sin sotana pero con i-Pod?

Carteles como éste abundan en las redes sociales... pero no fue escrito
por Juan Pablo II ni por Francisco.
Sin lugar a dudas, el Papa Francisco está movilizando los corazones de millones de personas en todo el mundo con su estilo tan cercano y tan paternal. Gracias a Dios, Francisco no solo nos interpela a los laicos sino también a los religiosos, especialmente a la jerarquía eclesiástica.

Ayer, el Papa dijo a jóvenes argentinos que quiere "líos". Lamentablemente, mucha gente se queda con el titular de la noticia sin profundizar en el contenido del mensaje. De ahí que, al reproducir los dichos del Vicario de Cristo, el mensaje se puede ir distorsionando hasta arribar a un punto lejano al que tiene en realidad. Francisco manifestó "¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? ¡Espero lío! ¿Que acá dentro va a haber lío? ¡Va a haber! ¿Que acá en Río va a haber lío? ¡Va a haber! ¡Pero quiero lío en las diócesis! ¡Quiero que se salga afuera! ¡Quiero que la Iglesia salga a la calle! ¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios, las instituciones, ¡son para salir! Si no salen, se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG".

Últimamente, en las redes sociales está circulando un texto que (ahora) se le atribuye al actual Sumo Pontífice, el cual dice lo siguiente:
"Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas.
Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos.
Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad.
Necesitamos santos que busquen tiempo cada día para rezar y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad.
Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo.
Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales. Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo.
Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dogs, que sean internautas, que escuchen iPod.
Necesitamos santos que amen la Eucaristía y no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.
Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte.
Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros.
Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo..."

Este texto se puede encontrar en varios sitios web y ha ganado numerosos elogios de internautas.Lo cierto es que este texto empezó a ser divulgado desde hacen poco más de dos años. No se sabe realmente quien lo escribió pero, en distintos momentos, se le atribuyó a la Madre Teresa de Calcuta y, posteriormente, a Juan Pablo II. Actualmente, alguien dijo que fue el Papa Francisco el que lo recitó y de ahí que se lo divulga como palabra del Santo Padre.

Pero si buscamos en los principales portales de noticias católicas, no solo que no lo encontramos sino que hasta ha sido enfáticamente desmentida la versión de que Francisco haya leído este texto para los jóvenes, como es el caso de ACI Prensa o InfoCatólica.

Si uno se detiene a analizar estas palabras, no encontramos nada grave aunque es innegable que subyace una liviandad en los conceptos que no son propios del Santo Padre. La santidad consiste en cuestiones y actitudes un poco más profundas que las formas.

En otras palabras, ser testigos de Cristo no pasa por tomar Coca-Cola o tener un i-Pod (¿qué hacemos con los santos que no pueden adquirir un teléfono de última generación?). ¿A qué apuntarán con eso de que "necesitamos santos modernos, santos del Siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo"? Si uno lo lee como algo que dijo un Papa, sería un guiño para todos los que exigen "aggiornarse" a Nuestra Madre Iglesia. ¿Acaso los santos deberían adherir a modas ideológicas que se contraponen con el Magisterio de la Iglesia Católica?.

Hay que tener cuidado con lo que leemos por ahí, por más que aparente ser bienintencionado. En este caso, no es algo de Dios poner en boca de un Papa palabras que nunca dijo.

Francisco, en la favela Varginha: "No están solos, el Papa está con ustedes"

Jueves 25 Jul 2013 Río de Janeiro (Brasil) (AICA) En el mediodía de hoy, jueves 25 de julio, recibido con grandes muestras de afecto de la población de uno de los asentamientos más peligrosos y empobrecidos del Brasil, el papa Francisco visitó y dio un discurso ante una multitud en la favela Varginha, en el norte de Río de Janeiro.

El Papa se trasladó a Varginha, una favela gris y plana del Complejo de Manguinhos en la zona norte de Río de Janeiro, que fue por décadas muy violenta. Hace menos de un año fue "pacificada", o sea, reconquistada por la policía.

Una multitud aplaudió y celebró las palabras de Francisco, luego de que el Pontífice recorriera sus calles internas e incluso ingresara a un hogar, donde estuvo a solas casi cinco minutos con la familia que la habita.

En este lugar, el papa argentino bendijo el nuevo altar de la iglesia San Jerónimo, aún sin terminar, regaló un cáliz, y caminó y bendijo a cientos de personas que se acercaron a saludarlo.

"Mi deseo era visitar todos los barrios del Brasil, pero este país es muy grande y no fue posible. Elegí esta comunidad porque representa a todos los barrios", introdujo Francisco.

El Papa agradeció el recibimiento que le dieron los brasileños y desde ese epicentro de la pobreza dijo que no se puede ser "insensible a la desigualdad".

"No se cansen de trabajar por un mundo más justo y solidario, no se puede permanecer insensible ante las desigualdades del mundo; en la medida de sus propias posibilidades, den su contribución para terminar con las injusticias sociales", reiteró.

El Pontífice aseguró que la verdadera riqueza está en el corazón de las personas e incluso los más humildes pueden dar al mundo una gran lección de solidaridad, ya sea con un abrazo, un pedazo de pan, un vaso de agua o una palabra.

"No dejemos entrar en nuestro corazón la cultura de lo descartable porque somos hermanos; no somos descartables. La grandeza de una sociedad está dada por cómo se trata a los más necesitados", resaltó y añadió que "no hay bien común si se ignoran pilares como la vida, la familia, educación, salud, seguridad".

Finalmente elevó un mensaje para los jóvenes que muchas veces se desilusionan ante los actos de corrupción de quienes sólo procuran tener más riqueza: "¡Nunca se desanimen, no pierdan la confianza y no dejen que se apague la esperanza; la realidad se puede cambiar!".

"No están solos, la Iglesia está con ustedes, el Papa está con ustedes", enfatizó el Santo Padre.


Palabras del papa Francisco 
a los habitantes de la Comunidad de Varginha 
(25 de julio de 2013)

Queridos hermanos y hermanas

Es bello estar aquí con ustedes. Ya desde el principio, al programar la visita a Brasil, mi deseo era poder visitar todos los barrios de esta nación. Habría querido llamar a cada puerta, decir «buenos días», pedir un vaso de agua fresca, tomar un «cafezinho», no un vasito de cachaça, hablar como amigo de casa, escuchar el corazón de cada uno, de los padres, los hijos, los abuelos... Pero Brasil, ¡es tan grande! Y no se puede llamar a todas las puertas. Así que elegí venir aquí, a visitar vuestra Comunidad, que hoy representa a todos los barrios de Brasil. ¡Qué hermoso es ser recibidos con amor, con generosidad, con alegría! Basta ver cómo habéis decorado las calles de la Comunidad; también esto es un signo de afecto, nace del corazón, del corazón de los brasileños, que está de fiesta. Muchas gracias a todos por la calurosa bienvenida. Agradezco a los esposos Rangler y Joana sus cálidas palabras.

1. Desde el primer momento en que he tocado el suelo brasileño, y también aquí, entre vosotros, me siento acogido. Y es importante saber acoger; es todavía más bello que cualquier adorno. Digo esto porque, cuando somos generosos en acoger a una persona y compartimos algo con ella —algo de comer, un lugar en nuestra casa, nuestro tiempo— no nos hacemos más pobres, sino que nos enriquecemos. Ya sé que, cuando alguien que necesita comer llama a su puerta, siempre encuentran ustedes un modo de compartir la comida; como dice el proverbio, siempre se puede «añadir más agua a los frijoles». ¿Se puede añadir más agua a los frijoles? ¡Siempre!

Siempre!Y lo hacen con amor, mostrando que la verdadera riqueza no está en las cosas, sino en el corazón.

Y el pueblo brasileño, especialmente las personas más sencillas, pueden dar al mundo una valiosa lección de solidaridad, una palabra a menudo olvidada u omitida, porque es incomoda. Me gustaría hacer un llamamiento a quienes tienen más recursos, a los poderes públicos y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos en la justicia social: que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. Nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo. Que cada uno, según sus posibilidades y responsabilidades, ofrezca su contribución para poner fin a tantas injusticias sociales. No es la cultura del egoísmo, del individualismo, que muchas veces regula nuestra sociedad, la que construye y lleva a un mundo más habitable, sino la cultura de la solidaridad; no ver en el otro un competidor o un número, sino un hermano.

Deseo alentar los esfuerzos que la sociedad brasileña está haciendo para integrar todas las partes de su cuerpo, incluidas las que más sufren o están necesitadas, a través de la lucha contra el hambre y la miseria. Ningún esfuerzo de «pacificación» será duradero, ni habrá armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma. Una sociedad así, simplemente se empobrece a sí misma; más aún, pierde algo que es esencial para ella. No dejemos entrar en nuestro corazón la cultura de lo descartable, porque somos hermanos y ninguno es descartable. Recordémoslo siempre: sólo cuando se es capaz de compartir, llega la verdadera riqueza; todo lo que se comparte se multiplica. Pensemos en la multiplicación de los panes de Jesús. La medida de la grandeza de una sociedad está determinada por la forma en que trata a quien está más necesitado, a quien no tiene más que su pobreza.

2. También quisiera decir que la Iglesia, «abogada de la justicia y defensora de los pobres ante intolerables desigualdades sociales y económicas, que claman al cielo» (Documento de Aparecida, 395), desea ofrecer su colaboración a toda iniciativa que pueda significar un verdadero desarrollo de cada hombre y de todo el hombre. Queridos amigos, ciertamente es necesario dar pan a quien tiene hambre; es un acto de justicia. Pero hay también un hambre más profunda, el hambre de una felicidad que sólo Dios puede saciar. Hambre de dignidad. No hay una verdadera promoción del bien común, ni un verdadero desarrollo del hombre, cuando se ignoran los pilares fundamentales que sostienen una nación, sus bienes inmateriales: la vida, que es un don de Dios, un valor que siempre se ha de tutelar y promover; la familia, fundamento de la convivencia y remedio contra la desintegración social; la educación integral, que no se reduce a una simple transmisión de información con el objetivo de producir ganancias; la salud, que debe buscar el bienestar integral de la persona, incluyendo la dimensión espiritual, esencial para el equilibrio humano y una sana convivencia; la seguridad, en la convicción de que la violencia sólo se puede vencer partiendo del cambio del corazón humano.

3. Quisiera decir una última cosa. Aquí, como en todo Brasil, hay muchos jóvenes. Queridos jóvenes, ustedes tienen una especial sensibilidad ante la injusticia, pero a menudo se sienten defraudados por los casos de corrupción, por las personas que, en lugar de buscar el bien común, persiguen su propio interés. A ustedes y a todos les repito: nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague. La realidad puede cambiar, el hombre puede cambiar. Sean los primeros en tratar de hacer el bien, de no habituarse al mal, sino a vencerlo. La Iglesia los acompaña ofreciéndoles el don precioso de la fe, de Jesucristo, que ha «venido para que tengan vida y la tengan abundante» (Jn 10,10).

Hoy digo a todos ustedes, y en particular a los habitantes de esta Comunidad de Varginha: No están solos, la Iglesia está con ustedes, el Papa está con ustedes. Llevo a cada uno de ustedes en mi corazón y hago mías las intenciones que albergan en lo más íntimo: la gratitud por las alegrías, las peticiones de ayuda en las dificultades, el deseo de consuelo en los momentos de dolor y sufrimiento. Todo lo encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, la Madre de todos los pobres del Brasil, y con gran afecto les imparto mi Bendición, gracias!

Franscisco+

viernes, 26 de julio de 2013

La historia de Nuestra Señora de Aparecida, Patrona de Brasil

La Basílica de Nuestra Señora de Aparecida, ubicada en el Estado brasileño de São Paulo, es el segundo templo católico más grande del mundo, después de la basílica de San Pedro en el Vaticano. El Papa Francisco conoce bien el lugar. En el año 2007, cuando entonces era arzobispo de la Buenos Aires participó de la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe (Celam), donde coordinó un documento episcopal que se señala como uno de los pilares para su papado. Son 268 páginas en las que la Iglesia hace una crítica sobre su estado y un duro diagnóstico sobre la política y economía de los países latinoamericanos.

La Basílica , con capacidad para 45 mil personas, fue construida en 1955, y fue consagrada por el Papa Juan Pablo II en 1980 y, cuatro años más tarde, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil declaró oficialmente la basílica de Aparecida como el Santuario Nacional. Construido en estilo neo-romántico, el templo tiene cuatro naves, formando una cruz. Benedicto XVI, en el 2007, también visitó la Basílica de Aparecida.

La Fiesta de Nuestra Señora Aparecida es realizada entre los días 3 y 12 de octubre, con una novena festiva en la Basílica Nova. A las 18 horas del día 12, una procesión sigue desde la Basílica Vieja y recorre las calles de la ciudad hasta el Santuario Nacional.

La historia cuenta que en el año 1717, el gobernador de Sao Paulo y Minas Gerais, Pedro de Almeida y Portugal, pasó por la Villa de Guaratinguetá camino a Villa Rica. Por tal motivo, los pobladores del lugar, queriendo agasajar al invitado, solicitaron a tres pescadores, Domingos Garcia, Filipe Pedroso e João Alves, una provisión de peces.

Estos hombres se encontraban en el Río Paraiba, arrojando sus redes en el agua, cuando de repente al levantar una de ellas, encontraron una figura rota de terracota de la Virgen de la Concepción, de tan solo 36 centímetros. Primero hallaron el cuerpo y al arrojar otra vez la red lograron ubicar la cabeza. Luego del suceso, la pesca, que hasta ese momento había sido escasa, fue tan abundante, que tuvieron que volver a la costa por el peso que tenían sus pequeñas embarcaciones.

Uno de los pescadores llevó la imagen a su casa y le realizó un pequeño altar, unos años después crearon un oratorio, lugar que era visitado por todos los lugareños. El 5 de mayo de 1743, se comenzó a construir un templo, que se inauguró el 26 de julio de 1745, venerando a la Virgen bajo la invocación de Nuestra Señora de Aparecida.

Se ignora completamente como es que la imagen fue a parar al río, pero si se conoce su autor, un monje de Sao Paulo, llamado Frei Agostino de Jesús, quien la moldeo en el año 1650.

La Virgen es de color moreno y esta vestida con un manto grueso bordado, sus manos se ubican en el pecho en posición de oración. Fue coronada solemnemente en 1904 por Monseñor José de Camargo Barros, Obispo de Sao Paulo. El 16 de julio de 1930, el Papa Pío XI la declaró Patrona de Brasil. El 4 de julio de 1980, el Papa Juan Pablo II visito el santuario y le dio el título de Basílica.

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