El cardenal Raymundo Damasceno Assis afirmó que el santo padre Francisco llegará al santuario nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida este miércoles 24 para “hacerse un peregrino” con todos los brasileños y “tomar fuerzas” antes de presidir el primer gran encuentro multitudinario con los jóvenes de todo el mundo que llegaron hasta Río de Janeiro con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El purpurado brasileño, de 76 años, presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil –órgano que nuclea a unos 450 prelados- y arzobispo de Aparecida, dialogó días atrás en privado con esta agencia, en medio de los preparativos que se realizan para dar la bienvenida al pontífice argentino en la mañana del miércoles 24, con una expectativa que podría rebasar las estimaciones: podría haber hasta 200.000 personas en los alrededores cuando Francisco llegue al santuario nacional.
“Francisco se va a encontrar en el santuario con la gente devota, sencilla y un lugar de manifestación de la piedad popular, en una ciudad pequeña, de apenas 35.000 habitantes, muy tradicional y muy religiosa. No es igual a Río de Janeiro, que es una ciudad cosmopolita y ciertamente con muchos más problemas de orden social”, evaluó el cardenal.
A juicio de dom Damasceno, el Papa llega primero para fortalecer la fe de los jóvenes, y luego, reconfirmar su adhesión a la propuesta de Jesús, Camino, Verdad y Vida. Es que, para el arzobispo, hay muchas propuestas que se le ofrecen al joven “que no llevan a la felicidad y a la realización de sus deseos” y acaban por volverlo “materialista” e “individualista”.
“Para eso está la Iglesia, ofreciendo una propuesta –explica a AICA-. Uno no es más cristiano por tradición, sino por una opción. Hoy se necesita una decisión personal a través de la fe”. Siguiendo este pensamiento, dijo: “No diría que la fe se perdió, porque ellos tiene fe. Pero no es honda, no está fundamentada. Y muchos piensan que no necesitan de la Iglesia como institución para vivir su fe en Dios. Ahí hay un gran trabajo por hacer, y la clave es el testimonio, la vida, más que discursos o palabras”.
Para el presidente de la conferencia episcopal del país, el Papa deberá tocar el corazón de los jóvenes para convertirlos en apóstoles capaces de llegar a los ambientes donde hoy la Iglesia flaquea o no llega. “El joven debe evangelizar al otro joven. Debe ser apóstol, porque una vez convertido a Jesucristo es capaz de testimoniarlo en su ambiente y a otros jóvenes. Tiene las mismas inquietudes, las mismas preocupaciones, vive el mismo contexto y maneja el mismo lenguaje. El joven puede hablar a otros jóvenes, pero más lo hará mostrando su testimonio”, indicó.
Los preparativos
Mientras charlaba con esta agencia, en el santuario de Aparecida, en el valle de Itapaíba, camino entre San Pablo y Río de Janeiro, los contingentes con peregrinos de todo el Brasil van y vienen rezando en la capilla del Santísimo Sacramento o desfilando ante la imagen original de la Virgen de Aparecida. Afuera, en un predio de proporciones gigantescas, el ejército monta un operativo para organizar el ingreso y salida de cientos de ómnibus.
Las calles de esta villa, más pequeña que Luján, aunque atravesada por pequeños cerros, van tomando color celeste y blanco en los cordones de las veredas, y de a poco van apareciendo los carteles con la tan difundida foto de Francisco elevando su mano derecha y sonriendo plácidamente. En portugués y en español se lee “Francisco, Aparecida te da la bienvenida”. Aquí, cada año concurren cerca de 11 millones de peregrinos, haciendo de Aparecida el principal foco de la piedad popular a María. Para los organizadores, podrían venir cerca de 200.000 personas este miércoles.
La organización de la visita apostólica del Papa prevé salir en helicóptero hacia Aparecida alrededor de las 8.15. Una hora y media más tarde, Francisco venerará a la Virgen María bajo esta advocación en la Sala de los 12 Apóstoles, y a las 10.30, celebrará una misa en la basílica del santuario. A las 13 almorzará con el séquito papal, los seminaristas y los obispos de la provincia eclesiástica. Luego, descansará y regresará a Río para continuar con su agenda.+
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