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sábado, 31 de octubre de 2009

Enrique Shaw, padre de familia y empresario exitoso consagrado a Dios

Muchos pensaría que ser un empresario exitoso y, a la vez, una persona consagrada a Dios podría ser algo incompatible. Enrique Shaw dio testimonio con su propia vida de que se puede.


Niñez y Adolescencia

Enrique Shaw, hijo de Sara Tornquist y Alejandro Shaw, nació en París el 26 de febrero de 1921. Fue bautizado en la Iglesia de la Madeleine. Tenía un hermano dos años mayor, llamado Alejandro.

Su padre era en aquellos tiempos representante de la Casa Tornquist. Por razones laborales, residieron en Francia, pero poco después y siendo aún muy pequeño Enrique, vuelven a la Argentina a principios de 1923.

Su madre falleció en el año 1925. Enrique compensará la ausencia de su madre en la tierra con un filial amor a su Madre del Cielo. Sara dejó para sus hijos como regalo la promesa que obtuvo de su esposo Alejandro de brindarles buena educación religiosa.

Este encomendó la formación de sus niños al R. P. Goycochea de cuyas manos recibió Enrique la Primera Comunión en la Basílica del Santísimo Sacramento en 1928. Fue alumno sobresaliente del Colegio “De La Salle”.

Por su conducta y desempeño en el estudio siempre figuró en el primer puesto del Cuadro de Honor. Llegó a obtener la máxima calificación en todas las materias. Pero lo que más lo distinguía era su profunda fe religiosa: de comunión diaria, participaba como monaguillo durante las Misas y era miembro directivo de la Congregación Mariana.

Renunció temprano a los lazos del dinero y del confort que su situación familiar le prometía. Ingresó a la Escuela Naval a los 14 años, dispuesto a fortalecerse entre los rigores de la vida militar, donde dará un extraordinario testimonio de fe. En los mares del sur ejerce una comprometida labor apostólica. Fue uno de los mejores cadetes de su promoción y consiguió tener muy buenos amigos. Se recibió como Guardiamarina y figuró entre los mejores promedios de su promoción.

Fue así que ni la incomprensión de próximos y extraños, ni los rigores de la vida militar, ni las burlas, pudieran impedir que este muchachito de Misa y Comunión diaria se convirtiera en gallardo oficial de marina, que con tesón y valentía no exenta de audacia, se habría de ganar primero el respeto y luego la admiración de sus camaradas de armas.

Hasta su retiro, cumplió sus funciones en los Acorazados “Moreno” y “Rivadavia”, en los Rastreadores “Parker” y “Bouchard”, y en el Torpedero “Mendoza”. Los mares australes, la severidad del clima y nuestros precarios y fríos buques de la década del ‘40 fueron testigos de la capacidad y profesionalismo de Enrique. Pero no sólo rudos marineros recibían la mansa tarea catequística de este joven oficial, cuyo testimonio de vida confirmaba plenamente sus palabras de evangelización, sino que también lo hicieron jóvenes camaradas y altos oficiales que compartían la vida a bordo.

Sus destinos fueron en su mayoría en el extremo Sur del país. Los diarios de navegación muestran, en detalle, su presencia en aquellos lugares remotos. Se lo veía a veces sentado en un cajón, dando catequesis en horas libres en alguno de los galpones.

Dios iba preparando lentamente a su apóstol y Enrique le correspondía con la generosidad y disposición de quienes lo aman de veras: “..... necesito rezar mucho para recibir la gracia de Dios, y poder, corrigiendo mis defectos, abandonar ciertas costumbres juveniles..., mi penitencia por sí sola sería estéril: deberá ir unida a los sufrimientos del Salvador...” (Anotación de Enrique en sus libretitas personales).

Enrique fue siempre muy buen lector y buscaba ansiosamente lo que diera respuesta a sus inquietudes. Inusitadamente, en el verano de 1939, en un folleto sobre Doctrina Social de la Iglesia, finalmente encontró lo que estaba buscando. Escribe en su diario:“El día en que cumplí 20 años le pedí a Dios produjera en mí los frutos que El desea; que me hiciera consciente de mis pecados y me convirtiera decidida y totalmente. En resumen, mis ideas religiosas se han concretado en dos puntos: el primero, comprender en serio que soy un pecador; y el segundo, que debo ir decididamente hacia Dios” (Anotación de Enrique en sus libretitas personales). El siempre consideró a este momento, como su “conversión”.


Comienza su vida matrimonial

Entre las amigas con las que sale y visita en Buenos Aires, hay una que le llama especialmente la atención: Cecilia Bunge. Se casa con Cecilia el 23 de octubre de 1943, llegarán nueve hijos y la vida familiar irradiará un clima de alegría activa y acogedora, que sabrán compartir generosamente.

No faltó una vocación religiosa, encarnada en su hijo Juan Miguel, Sacerdote de la Prelatura Opus Dei, quien desde 1979 se encuentra en Nairobi, Kenya.

En 1945, Enrique fue enviado por la Marina, junto a otros dos compañeros de promoción, a la Universidad Estatal de Chicago (EE.UU.) para estudiar meteorología. Sin embargo, precisamente en este momento, cuando ya su familia estaba constituida y creciendo, un cambio notable de rumbo habría de producirse, porque de la mano de una ascendente carrera profesional, Enrique advirtió que Dios le pedía de ahora en más un apostolado específico. Este llamado lo llevó a pedir la baja de la Armada, cuando todo hacía prever un futuro brillante en esa institución. Cabe señalar que quienes en su momento se oponían a que ingresara en la Armada eran los mismos que ahora le reprochaban su intención de abandonar la carrera. Vanos fueron los intentos que un buen número de almirantes hicieron ante él y su padre para que reviera su decisión. Enrique lo tenía resuelto, y como en aquellos días de guardia en temporal, nada le haría cambiar el rumbo.

Como hemos de ver, sería en adelante Comandante de “Empresas” no sin superar previamente un arduo debate de discriminación interna puesto que cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial y el 15 de agosto de 1945 pidió la baja de la Marina, lo hizo inicialmente para dedicarse a la vida de obrero y a la formación de los mismos.

En efecto, la incansable búsqueda que Dios le proponía lo tentó a creer que estaba llamado a ser un obrero más, pero la intervención de un sacerdote amigo de Chicago, Mons. Hildenbrand, le hizo ver que como obrero no lo sería auténticamente y que mucho más aprovechable sería que se dedicara a la evangelización de la clase empresaria, con lo que su misión estaba allí donde Dios lo había puesto, en el mundo empresario.

Enrique se prepara intensamente para este gran cambio en sus próximos pasos. Luego de una enriquecedora experiencia técnica en los Estados Unidos, regresa a la Argentina.

Ejerció funciones de alta responsabilidad en Cristalerías Rigolleau, donde llevó adelante la obra que Dios le encomendó. Fue su aspiración permanente la promoción humana, reconociendo que nada vale más en él que su dignidad de hijo de Dios. Consideraba a la eficiencia como el deber de estado del empresario, dado que era la garantía de continuidad de trabajo del obrero.

La actuación empresaria de Enrique se destaca no sólo por su influencia en Cristalerías Rigolleau, donde tiene su mayor responsabilidad, sino también en otras numerosas empresas que cuentan con su presencia en los respectivos directorios.

No pocas veces jugó su prestigio personal como empresario en función de decisiones que asumió manteniendo coherencia con sus principios, arriesgando más de una vez su puesto y en más de un sentido su propio futuro, dentro del complejo juego de opiniones, voluntades e intereses presentes en las distintas coyunturas que atraviesan las grandes organizaciones.

Personas de los más distintos niveles descubren en este hombre no sólo aptitudes de conducción y liderazgo empresarial con una capacidad de trabajo de excepción, sino también dimensiones humanas extraordinarias, dotado de una capacidad de comunicación abierta y disponible aun en los momentos difíciles de tensión o conflicto a través de las más variadas situaciones. Esta apertura al prójimo transparentaba en forma concreta su vocación de cristiano, con una sencillez y humildad siempre atentas al “plan de Dios para su interlocutor” en los diversos contextos sociales en los que tuvo posibilidad de actuar.

Consideró la eficiencia como el deber de estado del empresario: “virtudes del empresario son: eficacia, energía e iniciativa..., el empresario ha de ser Cristo en la empresa.” Decía: “Hay que cristianizar a la clase patronal argentina. Es indispensable mejorar la convivencia social dentro de la empresa. Importa mucho que el dirigente de empresa sea accesible. Hay que humanizar la fábrica. Para juzgar a un obrero hay que amarlo.” (Anotación de Enrique en sus libretitas personales).

Trabajó intensamente en todo lo que condujo finalmente a la incorporación del salario
familiar en el campo laboral argentino.


Algunos detalles sobre su vida de piedad

La dedicación y el compromiso con la Empresa nunca constituían un obstáculo para sus prácticas religiosas. Iba diariamente a Misa y aparte de sus lecturas, hacía su meditación diaria regularmente.

Tenía un firme convencimiento: “He de creer, verdaderamente, que los cristianos somos luz del mundo. Debo tener un concepto claro, de lo que es ser apóstol, partiendo de la base de que pertenezco al Cuerpo Místico de Cristo, y que los católicos, no sólo son la luz del mundo, sino también el fermento que levanta la masa incrédula. No es que debamos llevar ese fermento, sino que nosotros constituimos ese fermento.” (J. M. Vélez Funes, “Revista Calicanto” , Córdoba., 1984).

En otro párrafo de su Diario, dice: “Necesito rezar mucho para recibir la Gracia de Dios y poder ir corrigiendo mis defectos(...). Mi penitencia por sí sola sería estéril: deberá ir unida a los sufrimientos del Salvador. Esos sufrimientos serán suave yugo si recurro a la Virgen María que, como Madre de Jesús y Madre mía, me inspira alegre confianza.” (Anotación de Enrique en sus libretitas personales).

Recién llegado a la Argentina, al regresar de los EE.UU., se incorporó a la Acción Católica Argentina, actuando en la Parroquia del Pilar y luego en el Secretariado Económico Social. En la Acción Católica Argentina trabajó el resto de su vida. Fue miembro de la Junta Central como representante de la asociación de los hombres, (1954-1956) y en 1961 fue nombrado Presidente de los hombres de la Acción Católica Argentina.

En el año 1946-1947 fue encargado por el Episcopado (como respuesta al llamado de Pío XII), para participar en la organización de la ayuda a la Europa de posguerra. Juntamente con otros empresarios integró la Subcomisión de Industriales y Comerciantes.

Concluida la misión específica de esa convocatoria, intenta reunirse varias veces con algunos de los participantes de la subcomisión, para seguir trabajando juntos y de algún modo tratar “de ser empresarios más cristianos” inspirándose en la Doctrina Social de la Iglesia, según lo expresara el propio Enrique.

Después de varios fracasos, años más tarde, gracias al decidido estímulo recibido en 1951 durante la visita del Canónigo Cardijn, fundador de la Juventud Obrera Católica, logra finalmente con otros colegas afirmar la idea y finalmente en 1952 se funda la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, que muy pronto es integrada al movimiento Internacional de UNIAPAC.

Enrique fue el primer Presidente de ACDE, constituyéndose desde el principio, en un entusiasta propulsor del movimiento no sólo en el país, sino también en Latinoamérica, promoviendo reuniones y encuentros. Su condición de gestor y animador del movimiento empresarial de inspiración cristiana en la Argentina lo lleva a publicar varios trabajos que revelan cuánta reflexión interior había dedicado Enrique a su condición de cristiano empresario.

Escribe: “Más que nunca en los tiempos actuales, y a pesar de las dificultades, tienen el deber los Dirigentes de Empresa, como intelectuales y dirigentes, de aportar un mensaje y la luz de la fe al desarrollo de los espíritus, de esforzarse por secundar, a la luz de los principios sociales cristianos, la búsqueda de las soluciones adaptadas a las realidades siempre mudables.” (E. Shaw, “La Misión de los Dirigentes de Empresa” Bs. As., 1960. Pág. 29). Agrega: “debemos crear trabajo... y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrála Providencia para repartir entre pobres y necesitados.” (E. Shaw, “La Misión de los Dirigentes de Empresa” Bs. As., 1960. Pág. 16).

Otro de sus trabajos escritos, ”Eucaristía y Vida Empresaria” es un profundo, lúcido y vibrante testimonio que articula esa fuente de vida que es la Eucaristía con el accionar concreto y la reflexión trascendente sobre lo cotidiano en la vocación empresaria.

Ambos trabajos, que no constituyen sus únicas obras publicadas, son no sólo una elaboración intelectual y conceptual valiosa, sino la transparencia de un compromiso que humilde y vigorosamente se abre paso más allá de las palabras para mostrar una vocación empresaria regida en su desempeño por amor a Dios y a los hombres.

Actúa además en el Movimiento Familiar Cristiano y en el A.L.T., Apostolado del Lugar de Trabajo, del que será activo participante. Organiza una librería a la que llama “Casa del Libro”. Fue una iniciativa apostólica para difundir temas de espiritualidad, de la Doctrina Social de la Iglesia, y otras cuestiones éticas y culturales, facilitando el acceso a toda buena lectura. Integra como Tesorero el primer Consejo de Administración de la Pontificia Universidad Católica Argentina (U.C.A.). Prestó su apoyo material y espiritual, consagrándole todo su cariño desde el primer momento (palabras de Mons. Octavio N. Derisi). Participa en la fundación de Caritas y del Serra Club. Participa en congresos, dicta conferencias, edita publicaciones. Existen además
manuscritos aún inéditos. Dotado Enrique de una capacidad notable para el diálogo en la conversación informal, era además un cuidadoso registrador de pensamientos y reflexiones.


Enfermedad y muerte

En 1957 se le descubre un cáncer. Acepta con cristiana serenidad esta dura prueba, e inicia una tenaz lucha contra la enfermedad. Pero no cambia su ritmo normal y sigue rabajando. Su salud empeora en 1962, sin declinar hasta el final su labor de dirigente. Debe someterse a grandes intervenciones quirúrgicas. Su enfermedad se agrava.

Enfrentó dolorosos padecimientos, donde pone de manifiesto, no solo su entereza y coraje, sino sobre todo, la profundidad conmovedora de su condición de cristiano. En algunas de las operaciones que se le practicaron, recibió transfusiones. Asombraba a los médicos la cantidad de donantes que se agolpaban para dar sangre, eran en su mayoría trabajadores de Rigolleau.

Luego de una de las últimas intervenciones quirúrgicas a las que se somete y que le permite una breve convalecencia, vuelve a la Planta de Berazategui. En una reunión celebrada a principios de julio de 1962 expone la situación de la empresa, así como los planes y tendencias de futuro para las actividades de la industria. Luego, hace unadigresión que inicia comentando cuál podría ser la actitud espontánea de alguien que recibiera como regalo una lapicera con motivo de una celebración. La respuesta obvia sería, por supuesto, dar gracias personalmente o por medio de una tarjeta escrita con la misma lapicera. Y añade -casi textualmente- “Pues bien, yo he recibido vuestra sangre. Como una lapicera me compromete, ¿de qué modo puedo yo agradecer la sangre que he recibido de Uds., que tiene no sólo un valor químico, físico, biológico, sino también vital, por ser símbolo de la vida misma?” De esta manera interpretó que había recibido auténtica sangre obrera, que expresaba la comunión que había intentado lograr en el ambiente de trabajo, en sus venas había corrido “auténtica” sangre de obrero.

Hace un breve viaje a Lourdes y allí ofrece sus oraciones por familiares y amigos. Frente a la realidad de la muerte, escribe: “El Cielo es también un lugar de actividad, de plenitud, de unidad, de intercambio, o sea, de caridad. Para la mayoría de los hombres que temen la muerte, Dios es una abstracción. Para mí constituyó y constituye una realidad más intensa que todas las realidades terrestres y que me dice: ¡Ven! Y yo le contesto: Habla, Señor, tu siervo te escucha. A lo cual me manifiesta: Te he llamado porque eres mío. Y entonces todo desaparece y sólo quedamos Dios y yo. Las luces fuertes enceguecen de tal modo que resulta difícil explicarlas, pero la explicación esencial es que Dios me llama y que la vida cristiana es la Eternidad comenzada en nuestra alma sobre la tierra para llegar en el Cielo a la unidad completa con Dios.” (Anotación de Enrique en sus libretitas personales).

Fallece el 27 de agosto de 1962, día del aniversario de la muerte de su madre, quien 37 años antes le encomendara a su marido la educación de sus dos hijos, y que desde el Cielo tanto habría rogado por él. Está sepultado en el Cementerio de la Recoleta.

Durante su sepelio, Mons. Dr. Octavio N. Derisi, pronunció las siguientes palabras: “Fue realmente un alma de excepción, lo que decimos en lenguaje cristiano, un alma de Dios; y como tal vivió intensamente su vida de fe. En todas partes se prodigó a sí mismo; fue el signo de su vida la donación de sí a los demás. Parecía olvidado de sí mismo para darse de lleno a los que lo rodeaban. Vivió para los suyos, para su hogar, para sus empresas, pero no en el sentido material sino para brindarse incluso a sus propios obreros, que lo querían no ya como a su patrón sino como a un amigo. Enrique Shaw puso todo su amor en las obras que emprendió, nunca supo decir que no para el bien, siempre encontró tiempo en su vida tan llena de trabajos, para prodigarse y darse a los otros sin medida. .... Pocas veces un hombre será recordado con tanto afecto, un hombre de tanta limpieza en su conducta, un hombre que fue un testigo de Cristo y un testimonio de vida cristiana.”


para descargar en formato .pdf el Libro "Enrique Shaw y sus circunstancias"
de Ambrosio Romero Carranza, hacer click aquí
(fuente: http://www.acde.org.ar/)

jueves, 29 de octubre de 2009

Halloween: ¿Cristianismo o paganismo?

No se puede negar que es divertido disfrazar a los pequeños de la casa y salir con ellos a pedir dulces por las calles, muchos de nosotros tenemos recuerdos gratos de las fiestas de Halloween en donde compartíamos dulces y echábamos mano de todo lo que estaba a nuestro alcance para confeccionarnos el mejor de los disfraces.


Halloween, ¿Lo debe celebrar un cristiano?

Pero no podemos pasar por alto que las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestros valores. Desgraciadamente muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y la importancia de rezar por los muertos y se dejan llevar por costumbres paganas para festejar con brujas y fantasmas.

"Halloween" significa (All hallow´s eve), del inglés antiguo, all hallows eve, o Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.


Raíces paganas de Halloween

Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.

Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos sus miradas amenazantes.

¿Como sabía aquella gente la apariencia de brujas, fantasmas y monstruos?. Al no conocer al verdadero Dios vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza y las realidades del sufrimiento y la muerte. De alguna forma buscaban desahogar aquella situación dándole expresión en toda clase de fantasías. Todo lo feo, lo monstruoso y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y seres humanos constituye la base para darle riendas libres a la imaginación del terror.


Mezcla con el cristianismo

Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.

Algunos inmigrantes Irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.


Algunas costumbres de Halloween

■ Trick or Treat: Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una verdadera competencia para hacer el disfraz mas horrible y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat» (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan. Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. Ultimamente esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto para los residentes (que pueden ser visitados por una ganga violenta), como para los que visitan (Hay residentes que reaccionan con violencia y han habido casos de golosinas envenenadas).

■ La Calabaza: Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-´Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-´Lantern la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una carabela o bruja.

■ Fiestas de Disfraces: Una fiesta de disfraces no es intrínsecamente algo malo. Pero si hay que tener cuidado cuando estas se abren a una cultura desenfrenada como la nuestra. Detrás de un disfraz se pueden hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad. Con frecuencia se hace pretexto para esconderse y aprovecharse de la situación. Como hemos visto, los disfraces de Halloween tienen origen en el paganismo y por lo general aluden a miedo y a la muerte. Hoy día con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas sagradas. Vemos, por ejemplo, disfraces de monjas embarazadas, sacerdotisas, pervertidos sexuales, etc. Nada de eso es gracioso y solo puede ofender a Dios.

Con el reciente incremento de satanismo y lo oculto la noche de halloween se ha convertido en la ocasión para celebrar en grande toda clase ritos tenebrosos desde brujerías hasta misas negras y asesinatos. Es lamentable que, con el pretexto de la curiosidad o de ser solo por pasar el tiempo, no son pocos los cristianos que juegan con las artes del maligno.


Jesucristo es la victoria sobre el mal

La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma, el hombre de hoy retrocede cada vez mas al absurdo de la superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el mismo demonio. No es de extrañar entonces que vivamos en una cultura de la muerte en la que millones de niños son abortados cada año y muchos mas mueren de hambre y abandono.

Es más fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá" sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.

Como católicos, profesamos que solo Jesucristo nos libera de la muerte. Solo Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre. Solo Él nos protege de la monstruosidad de Satanás y los demonios. Solo Él le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo Él es vencedor sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo. Ante Cristo la cultura de la muerte cede el paso al amor y la vida.


Halloween Vs Celebración de todos los santos y de los fieles difuntos

Profundizando sobre ese aspecto, el factor mas importantes es el preguntarnos: ¿Qué celebramos los catolicos el 30 y 31 de octubre? La respuesta es NADA. En realidad en esos dias no celebramos nada desde nuestra fe, lo que los catolicos celebramos son el dia 1 y 2 de noviembre: La celebración de Todos los Santos y la de los fieles difuntos. Esta es la cuestión fundamental. Muchismas personas que dicen ser catolicas piensan y festejan con sus hijos el halloween y se les olvida que lo mas importante cercano a esa fecha es que celebramos y creemos en la Comunion de los Santos.

946..."¿Qué es la Iglesia, sino la asamblea de todos los santos?" (Nicetas, symb. 10). La comunión de los santos es precisamente la Iglesia.

947 "Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros ... Es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que El es la cabeza ... Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia" (Santo Tomás, symb.10). "Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común" (Catech. R. 1, 10, 24).

948 La expresión "comunión de los santos" tiene entonces dos significados estrechamente relacionados: "comunión en las cosas santas ['sancta']" y "comunión entre las personas santas ['sancti']".

Catecismo universal de la Iglesia

La sociedad americana experta en mercadotecnia ha logrado desvirtuar lo que es la fe cristiana hacia una mentalidad consumista, ajena y a veces hasta contraria a lo que creemos: En navidad ponen a Santa Claus; en Pascua la coneja y en la celebracion de todos los santos el halloween.

Asi pues, ni en su origen, ni en su desarrollo, ni en su celebracion actual, el halloween se relaciona con nuestra fe.

Es tiempo de decidirnos y ser coherentes con lo que creemos como autenticos cristianos. Valoremos nuestra fe catolica y feliz dia de todos los santos.

(fuente: http://es.catholic.net/)

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Conoces a la Virgen María?

1.- ¿Quién es Ella?... como tú y como cada uno de nosotros, en un acto de amor de parte de Dios, fue sacada de la nada y desde la eternidad Dios la tenía señalada para un papel de suma importancia en su plan salvador de la humanidad.

En la creación, todo lo que hizo Dios “era muy bueno” (Gen. 1,31), pero el pecado del hombre destruyó lo bueno de su obra; sin embargo Dios quiso rehacerla y para ello concibió un plan de salvación: enviar un Redentor.

Dios preparó un pueblo entre todas las naciones, el pueblo de Israel, para que preparara la venida del Salvador. Ese Salvador debía tener una capacidad divina para lograr el perdón y la experiencia humana a los que debía salvar: debería ser Dios y ser hombre. Para hacerse hombre necesitaba ser concebido en el vientre de una mujer. Y Dios desde la eternidad tenía señalada a María, la joven de Nazareth, para este papel.

Esta es María: la mujer elegida de Dios desde la eternidad para ser la madre del Salvador de la humanidad, Jesús.

2.- Dios la llama para ser parte de su proyecto de salvación: Cuando se cumplen los tiempos Dios envía al arcángel S. Gabriel que le anuncia ser elegida madre del Hijo de Dios y ella acepta la vocación señalada por Dios para su vida y por obra del Espíritu Santo es concebido Jesús en su vientre; se convierte en la Virgen Madre de Dios. (Luc. 1,26-38).

3.- Es Madre de todos nosotros: cuando Jesús el Salvador, clavado en la cruz para salvar a la humanidad, se dirige a María su madre y mirando al apóstol Juan le dice que ése es su hijo y a Juan le dice que ella es su madre y ella acepta la voluntad de su hijo, en Juan nos encontramos todos representados y desde ese momento la sentimos como nuestra madre.

4.- María nos enseña como ser discípulo de Jesús: Tuvo la fe del discípulo en su Maestro, fue fiel en cumplir la voluntad de Dios y siempre esperó. Ella, sin comprender a veces las actuaciones de Jesús, las aceptó y le siguió hasta su muerte en el Calvario y después se hizo parte de la primera comunidad de los discípulos en el Cenáculo orando con ellos hasta la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés.

5.- Dios la exaltó: Al final de su vida Dios la hizo llevar en cuerpo y alma a los cielos para la glorificación junto a su Hijo resucitado. El pecado introdujo la muerte y la corrupción en el sepulcro, pero María fue inmune a todo pecado y por eso el pueblo cristiano en todo el mundo desde los primeros siglos creyó en su Asunción en cuerpo y alma a los cielos y así el Papa Pío XII en 1950 lo declaró como una verdad que deber ser creída por todos los católicos.

6.- La raíz de sus dones y gracias está en Jesucristo:
porque ella fue la madre del Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.

7. A lo largo de la historia, los pueblos han ido venerando la memoria de María con diferentes nombres, generalmente asociados a lugares: María de Guadalupe, de Montserrat, de Lourdes, de Fátima, en Andacollo la veneramos con el título de Nuestra Señora del Rosario.

(fuente: http://www.santuarioandacollo.cl/)

martes, 27 de octubre de 2009

El matrimonio, alianza entre varón y mujer

Autor de este artículo: Pedro María Reyes Vizcaíno

El legislador canónico indica que el matrimonio es un alianza entre un varón y una mujer. ¿Podría cambiarse esta prescripción, y admitir otras formas de matrimonio en la Iglesia?

La legislación de la Iglesia Católica recoge, ya desde el primer canon que dedica al matrimonio, la necesidad de que la alianza matrimonial está constituida por un varón y una mujer.

Trataremos de analizar aquí el alcance de esta indicación, así como las motivaciones del legislador canónico al dar esta norma.

El derecho canónico, al regular el matrimonio, recoge una figura jurídica anterior a él mismo: en efecto, el legislador en tantas ocasiones, al regular una institución, no lo hace con plena libertad de legislar, sino que se debe limitar a recoger las figuras que existen, y procurar ordenar las relaciones de justicia que de ahí surgen. Ciertamente, al regularlas, habrá de innovar muchas veces, pero no podrá alterar aquellos aspectos de la institución que le son esenciales. Si lo hace, no estamos ante la institución que originó la legislación, sino otra distinta, probablemente necesaria y legítima, pero la institución que originó la legislación sigue existiendo, y sigue estando necesitada de que el derecho reconozca las relaciones de justicia que surgen. Esto es, dicho de otro modo, una exigencia del derecho natural.

Valga un ejemplo. Si en la sociedad civil el legislador, al afrontar los efectos jurídicos de la filiación y la paternidad, concede que la autoridad civil puede reconocer un padre distinto del biológico, no podrá hacerlo hasta el punto de negar que la esencia de la filiación y la paternidad es la relación biológica que existe. Puede haber otra filiación, pero existirá a modo de semejanza con la biológica o natural. En este ejemplo, la filiación y paternidad aprobada por la autoridad civil sería la adoptiva, cuya necesidad en la sociedad está fuera de duda. Pero lo que no puede aprobar el legislador es ignorar que la esencia de la filiación y paternidad es el vínculo biológico que existe entre un hijo y su padre o madre, al menos como semejanza o modelo. Una legislación así sería simplemente absurda, entre otros motivos porque seguirá habiendo padres e hijos, y necesitan que el ordenamiento regule sus relaciones.

Y sin embargo, si se consulta cualquier Código civil se puede observar que la mayor parte de los artículos sobre la filiación se dedican a asuntos como las herencias y sucesiones, la administración de los bienes del hijo por sus padres, la autorización del juez para ciertas decisiones, etc. Si acaso, algún artículo con sabor de anticuado que indica que los hijos deben respeto y obediencia a sus padres, y éstos deben procurar el bienestar de sus hijos. Cualquiera se da cuenta que la esencia de la filiación y paternidad no es la que aparece en el Código. También lo sabe el legislador, aunque como es comprensible debe regular las relaciones de justicia que surgen, no definir la esencia de qué es un padre y un hijo y cómo se deben tratar.

Al matrimonio se puede aplicar esta doctrina. Cuando se lee el Código de derecho canónico, se observa que la mayoría de los cánones se dedican al consentimiento, los impedimentos, la convalidación y otros aspectos similares. Todos ellos son necesarios, pero no definen la esencia del matrimonio.

¿Cuál es, pues, la esencia del matrimonio?

En parte la respuesta está en el canon 1055 § 1. Este canon, por otro lado, recoge casi literalmente la doctrina contenida en la Constitución pastoral Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II. Se debe recordar, como ya se ha indicado, que el legislador canónico no tiene disponibilidad sobre la esencia del matrimonio. En esta materia se limita a recoger la institución de derecho natural que existe. He aquí el canon 1055 § 1:

Canon 1055 § 1: La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados.

Hemos indicado que recoge la esencia del matrimonio, en parte. Puesto que la esencia del contrato matrimonial más bien habría que buscarla en la familia, en el mutuo acuerdo al que llegan los contrayentes en formar una familia. Por familia se debe entender lo que es natural a esta institución, es decir, incluye la disposición a la generación y educación de los hijos.

¿Puede haber matrimonios en los que no haya posibilidad de descendencia?

Se trata de uno de los grandes debates actuales. A veces se habla de modelos de familia, para ampliar el concepto de familia a otras uniones en las que no existe esta posibilidad, o para incluir a las uniones no matrimoniales en las que hay descendencia. Sin entrar en el debate de fondo, desde luego quien defiende que haya otros modelos de familia está mirando a un tipo de familia como prototipo de familia: los otros modelos de familia que defiende intentan asemejarse al concepto de familia que todos conocemos, en el que hay padres e hijos unidos establemente por un vínculo libremente adquirido por los padres. Por eso, parece que sería un error que el legislador llamara familia a lo que no es, ni puede ser.

Por lo tanto, no sería lógico que el legislador aprobara como matrimonial una unión en la que no existe la posibilidad de descendencia natural. En ese sentido el Código de derecho canónico prescribe que el matrimonio canónico es un consorcio entre hombre y mujer. Por lo que se lleva dicho hasta aquí, se ve claro que este concepto de matrimonio no está a disposición del legislador canónico: no podría aprobar un matrimonio en el que no haya un varón y una mujer. Tal supuesto matrimonio desvirtuaría la esencia misma del matrimonio, pues sería otra unión. A esta conclusión se puede llegar también a la luz del canon 1096, que prescribe que el conocimiento mínimo del matrimonio que se debe tener incluye que se trata de un consorcio permanente entre un varón y una mujer.

Como se ve, se trata de una exigencia de la naturaleza del matrimonio. Pero el matrimonio es más amplio que la posibilidad de que haya descendencia o prole: quien quiera conocer el pensamiento del legislador canónico acerca del matrimonio, no puede limitarse a examinar el Código de derecho canónico. En el matrimonio entran otras consideraciones, como son la complementariedad entre los contrayentes, el recíproco respeto y la mutua ayuda, entre otras muchas, que el canon 1055 resume en la expresión “el bien de los cónyuges”.

Aun así, siguiendo con el ejemplo de la legislación civil y la filiación, hay muchísimos aspectos que se escapan al Código, no por desconocimiento del legislador, sino porque no es posible recogerlos en un texto jurídico. No se puede pretender que un cuerpo legal, con la concisión y rigor propias del lenguaje jurídico, exprese o regule cuestiones como el amor que deben tener los cónyuges. Pero el legislador no ignora que el amor conyugal forma parte del bien de los cónyuges. El desarrollo de esta cuestión excede del objetivo de este artículo.

Sin embargo, el amor sólo no constituye un matrimonio. En una pareja puede existir el amor, pero mientras no se decidan a poner en marcha un proyecto de unión que incluya la formación de una familia, no se puede hablar de matrimonio. Puede ser una relación legítima, y laudable desde el punto de vista moral, pero no hay matrimonio. Estaríamos ante una alianza de otro tipo. No sería lógico que el legislador aplicara las normas del matrimonio a esta relación.

Se debe añadir, además, una precisión: el reconocimiento del matrimonio como una realidad heterosexual, no se basa en una razón de discriminación o desigualdad con ninguna persona por razón de su tendencia o gustos, sino que -como se puede observar por lo que se lleva dicho- tiene su fundamento en la naturaleza del matrimonio. Es decir, por poner un ejemplo, aunque una pareja de homosexuales pueda acordar una unión lo más estrecha que la legalidad permita -sin entrar aquí a juzgar la legitimidad de tal unión legal-, nunca podrán tener descendencia.

Nunca podrán crear una familia. Desaprobar una unión matrimonial para estas parejas no es discriminación hacia ellos, sino reconocer este hecho, que es tan claro que ningún legislador puede cambiar.

(fuente: http://www.es.catholic.net/)

lunes, 26 de octubre de 2009

Argumentos a favor del aborto: sus respuestas

Hay muchos argumentos que se han difundido insistentemente, especialmente en aquellos países donde, con cualquier motivo, intentan buscar la legalización del aborto o ampliarlo allí donde ya se ha legalizado alguna de sus formas.

■ Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarse cuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal grave y permanente.

La Verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que prácticamente no hay circunstancias en la cual se deba optar ente la vida de la madre o la del hijo. Ese conflicto pertence a la historia de la obstetricia. Ya en 1951, el Congreso de Cirujanos del American College dijo que "todo el que hace un aborto terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos" . El temido caso de los embarazos "ectópicos" o que progresan fuera del útero materno están siendo manejados médicamente cada vez con mayor facilidad. por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.


■ Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto llamado "sentimental".

La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son extremadamente raros. En Estados Unidos, por ejemplo, la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta cifra es más importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80% de las violaciones no se denuncian.

En estos casos los embarazos son extraordinariamente raros, por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. En tres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación.

En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente raros los embarazos por violación: la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales.

El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima puede estar tomando anticonceptivos, tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen un potencial de fertilidad.Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha llamado stress de infertilidad; una forma de infertilidad temporal como reacción al stress extremo.

El ciclo menstrual, controlado por hormonas, es fácilmente distorcionado por un stress emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado la menstruación puede ocurrir prematuramente.Un estudio determinó que se registraron solamente el 0.6% de embarazos en 2190 víctimas de violación.

En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazos puede ocurrir.Procurar una legislación en base a una excepción en vez de una regla es totalmente irracional desde el punto de vista jurídico. Es obvio que el espantoso crimen de la violación es utilizado para sensibilizar al público en favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepción brutal como un agresor. Es claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, la de la violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir que un veneno hay que combatirlo aplicando otro.

El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de por sí. Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga para nada con la brutal decisión de su padre genético. Por otro lado, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación. Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es siquiera aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden leerse estos duros pero reveladores testimonios.


■ Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá mucho y le ocasionará sufrimientos y gastos a los padres.
La Verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.

Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubeola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los bebitos tendrían defectos. Quiere decir que el aborto por causa de la rubeola matará a 5 criaturas perfectamente sanas por cada bebé afectado.

Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".

El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que ho hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.


■ El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.
La Verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.

Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a ésto es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.


■ El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
La Verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres humanos femeninos"; obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.

¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí, pero hasta cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a sus oídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque esté temporalmente dentro de ella.


■ Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.

La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que parece moralmente aceptable y por tanto, como una opción posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal.

Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de Illlinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.


■ El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas. Casi no tiene efectos colaterales.

La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitis producida por las tansfusiones, que podría ser fatal.

Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto.

Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres por aborto legal que por disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto,otras los tienen muchos años después: se trata del Sindrome Post Aborto.

Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.

(fuente: www.aciprensa.com)

domingo, 25 de octubre de 2009

“Tu fe te ha salvado”

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc 10,46-42)

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”. Jesús se detuvo entonces y dijo “Llámenlo” y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Animo! Levántate, porque El te llama”. El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pié y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?” El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino.

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

Queridos hermanos y hermanas en Jesús:

El texto del Evangelio de hoy es muy hermoso, y nos lleva a meditar sobre la acción de Dios en nuestras vidas y sobre nuestra respuesta a Aquel que nos llama.

Dice el texto que al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, había un ciego, que se llamaba Bartimeo, sentado al borde del camino pidiendo limosna, al oír que el que pasaba era Jesús, comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!” Pero al sentir que muchos lo reprendían para hacerlo callar, él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”.

Este personaje con su ceguera se encuentra mendigando al costado del camino, no está de pie sino a un lado, tirado, con su manto, lugar donde la gente le dejaba algo ante el pedido que él hacía para poder vivir. Su estado de vida era la mendicidad, la ceguera y la parálisis en cierto modo, pues se encontraba “atado” en muchas por su discapacidad. Él no está de camino, no está tampoco en el camino ni siquiera sigue a Jesús, de casualidad escucha que en ese momento está pasando por su lado, y entonces, seguramente por encontrarse a las puertas de la ciudad de Jericó, muchas veces habrá escuchado los relatos de la gente sobre Jesús, sus milagros y curaciones… seguramente ansiaba poder conocerlo personalmente para que lo librara de su ceguera, de su mal que lo hacía vivir en un estado de mendicidad.

Gracias a su insistencia en el gritar y en el pedir a Jesús misericordia, hizo que Jesús se detuviera y lo llamara. Y entonces le dijeron al ciego: “¡Animo! Levántate, él te llama”. Al oír el ciego que lo llamaba, tiró su manto (que era todo lo que poseía, su seguridad, pues en el manto recibía lo que la gente le dejaba) y dando un salto se puso en pie y se acercó a Jesús.

En ese momento que Jesús lo llama se olvida de su manto, deja su estado de “parálisis” y poniéndose de pie camina hacia Él. Su expectativa sobre Jesús es tal que lo hace olvidar lo que es para encontrarse con el que lo llama.

Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?” El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver”.

Jesús le dijo: “Vete; tu fe te ha salvado”.

Es interesante que lo que anteriormente ha dicho es que Jesús tenga misericordia de él, y una vez que el Señor tiene misericordia de su condición, le pide ser sanado de su ceguera.

Por otra parte, es también interesante que Jesús viendo su condición le preguntara qué quería que le hiciera, era obvio que quería ser curado de su mal, sin embargo Jesús no le dice que lo cura de su mal, sino: “Vete; tu fe te ha salvado”.

Ha sido la fe del ciego lo que hizo obrar en Jesús el milagro de la vista, y con ella, el milagro de la vida, pues esta persona curada de su mal ya no se queda al costado del camino, sino que –como dice el texto- “al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino”.
Jesús obró en su persona un cambio tal que no sólo se puso en camino para salir de su mal, sino que se puso en camino para seguir ¡Al Camino!, a Jesús mismo.

Al igual que este mendigo ciego, que podamos reconocer la llamada de Jesús que pasa a nuestro lado, y que nuestro grito de misericordia abra en nosotros el deseo de salir de nuestro mal, de ponernos en camino para que Jesús nos pueda sanar, salvar y dejar que lo sigamos.

¡Alabado sea Jesucristo!

(fuente: http://mensajes-de-dios.blogspot.com/)

sábado, 24 de octubre de 2009

La leyenda "negra" de la Evangelización de América

Como ejemplo clamoroso y actual del olvido (o manipulación) de la historia, como señal de una verdad cada vez más en peligro, pensemos en lo que ha ocurrido a la vista de 1992, el año del Quinto Centenario del desembarco de Cristóbal Colón en las Américas. Ya hemos hablado ampliamente de ello. Aquí nos limitamos a examinar un aspecto concreto de ese acontecimiento.

Anticipemos ya que el descubrimiento, la conquista y la colonización de América latina —central y meridional— vieron el trono y el altar, el Estado y la Iglesia estrechamente unidos. En efecto, ya desde el principio (con Alejandro VI), la Santa Sede reconoció a los reyes de España y de Portugal los derechos sobre las nuevas tierras, descubiertas y por descubrir, a cambio del «Patronato»: es decir, la monarquía reconocía como una de sus tareas principales la evangelización de los indígenas, y se encargaba de la organización y los gastos de la misión. Un sistema que también presentaba sus inconvenientes, limitando por ejemplo, en muchas ocasiones, la libertad de Roma; pero que sin embargo resultó muy eficaz —por lo menos hasta el siglo XVIII, cuando en las cortes de Madrid y Lisboa empezaron a ejercer influencia los «filósofos» ilustrados, los ministros masones— porque la monarquía se tomó muy en serio la tarea de difusión del Evangelio.

Por lo tanto, las polémicas que ya han nacido sobre este pasado implican también a la Iglesia, por su estrecho vínculo con el Estado, en la acusación de «genocidio cultural». Que, ya se sabe, siempre empieza por el «corte de la lengua»: o sea la imposición a los más débiles del idioma del conquistador.

Pero tal acusación sorprenderá a quien tenga conocimiento de lo que realmente pasó. A propósito de esto escribió cosas importantes el gran historiador (y filósofo de la historia) Arnold Toynbee, no católico y por lo tanto fuera de toda sospecha. Este célebre estudioso observaba que, atendiendo su fin sincero y desinteresado de convertir a los indígenas al Evangelio (objetivo por el cual miles de ellos dieron la vida, muchas veces en el martirio), los misioneros en todo el imperio español (no sólo en Centro y Sudamérica, sino también en Filipinas), en lugar de pretender y esperar que los nativos aprendieran el castellano, empezaron a estudiar las lenguas indígenas.

Y lo hicieron con tanto vigor y decisión (es Toynbee quien lo recuerda) que dieron gramática, sintaxis y transcripción a idiomas que, en muchos casos, no habían tenido hasta entonces ni siquiera forma escrita. En el virreinato más importante, el de Perú, en 1596 en la Universidad de Lima se creó una cátedra de quechua, la «lengua franca» de los Andes, hablada por los incas. Más o menos a partir de esta época, nadie podía ser ordenado sacerdote católico en el virreinato si no demostraba que conocía bien el quechua, al que los religiosos habían dado forma escrita. Y lo mismo pasó con otras lenguas: el náhuatl, el guaraní, el tarasco...

Esto era acorde con lo que se practicaba no sólo en América, sino en el mundo entero, allá donde llegaba la misión católica: es suyo el mérito indiscutible de haber convertido innumerables y oscuros dialectos exóticos en lenguas escritas, dotadas de gramática, diccionario y literatura (al contrario de lo que pasó, por ejemplo, con la misión anglicana, dura difusora solamente del inglés). Último ejemplo, el somalí, que era lengua sólo hablada y adquirió forma escrita (oficial para el nuevo Estado después de la descolonización) gracias a los franciscanos italianos.

Pero, como decíamos, son cosas que ya debería saber cualquiera que tenga un poco de conocimiento de la historia de esos países (aunque parecían ignorarlo los polemistas que empezaron a gritar a la vista de 1992).

Pero en estos años un profesor universitario español, miembro de la Real Academia de la Lengua, Gregorio Salvador, ha vertido más luz sobre el asunto. Ha demostrado que en 1596 el Consejo de Indias (una especie de ministerio español de las colonias), frente a la actitud respetuosa de los misioneros hacia las lenguas locales, solicitó al emperador una orden para la castellanización de los indígenas, o sea una política adecuada para la imposición del castellano.

El Consejo de Indias tenía sus razones a nivel administrativo, vistas las dificultades de gobernar un territorio tan extenso fragmentado en una serie de idiomas sin relación el uno con el otro. Pero el emperador, que era Felipe II, contestó textualmente: «No parece conveniente forzarlos a abandonar su lengua natural: sólo habrá que disponer de unos maestros para los que quisieran aprender, voluntariamente, nuestro idioma.» El profesor Salvador ha observado que detrás de esta respuesta imperial estaban, precisamente, las presiones de los religiosos, contrarios a la uniformidad solicitada por los políticos.

Tanto es así que, precisamente a causa de este freno eclesiástico, a principios del siglo XIX, cuando empezó el proceso de separación de la América española de su madre patria, sólo tres millones de per­sonas en todo el continente hablaban habitualmente el castellano.

Y aquí viene la sorpresa del profesor Salvador. «Sorpresa», evidentemente, sólo para los que no co­nocen la política de esa Revolución francesa que tanta influencia ejerció (sobre todo a través de las sectas masónicas) en América latina: es suficiente observar las banderas y los timbres estatales de este continente, llenos de estrellas de cinco puntas, triángulos, escuadras y compases.

Fue, en efecto, la Revolución francesa la que estructuró un plan sistemático de extirpación de los dialectos y lenguas locales, considerados incompatibles con la unidad estatal y la uniformidad administrativa. Se oponía, en esto también, al Ancien Régime, que era, en cambio, el reino de las autonomías también culturales y no imponía una «cultura de Estado» que despojara a la gente de sus raíces para obligarla a la perspectiva de los políticos e intelectuales de la capital.

Fueron pues los representantes de las nuevas repúblicas —cuyos gobernantes eran casi todos hombres de las logias— los que en América latina, inspirándose en los revolucionarios franceses, se dedicaron a la lucha sistemática contra las lenguas de los indios. Fue desmontado todo el sistema de protección de los idiomas precolombinos, construido por la Iglesia. Los indios que no hablaban castellano quedaron fuera de cualquier relación civil; en las escuelas y en el ejército se impuso la lengua de la Península.

La conclusión paradójica, observa irónicamente Salvador, es ésta: el verdadero «imperialismo cultural» fue practicado por la «cultura nueva», que sustituyó la de la antigua España imperial y católica. Y por lo tanto, las acusaciones actuales de «genocidio cultural» que apuntan a la Iglesia hay que dirigirlas a los «ilustrados».

basado en el Libro “Leyendas negras de la Iglesia” de Vittorio Messori
(fuente: http://argentinosalerta.org/)

jueves, 22 de octubre de 2009

A imagen y semejanza de Dios...

Dice la Biblia que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza; esta afirmación está henchida de significado.

Esa imagen y semejanza de Dios deberá existir en todas y cada una de nuestras acciones exteriores e interiores. De tal forma que Dios pueda reflejarse y contemplarse a Sí mismo cuando se asome a la ventana de nuestro espíritu.

Cada acción del día de mañana deberá ser, pues, una semejanza de Dios. En cada una de ellas deberemos poder hallar un parecido de Dios por el que cuantos nos rodean puedan llegar a descubrirlo en nosotros.

Cada uno de nuestros actos deberá llevar un poco de la belleza de Dios, de la bondad de Dios, del amor de Dios. Así, más que vivir nosotros en el día de mañana, será Dios el que vivirá en nosotros.

tomado del Libro "Los cinco minutos de Dios" del Padre Alfonso Milagro

Un momento con el Espíritu Santo

¡Cuántas almas están como estancadas en el camino de la perfección, de la santidad, porque no invocan al Espíritu Santo que es el Santificador! Yo, Señor mío, no quiero ser de su número sino que a partir de hoy te prometo invocarte frecuentemente.

Desde el amanecer, cuando me despierte, lo primero que haré será invocarte para que todo mi día goce de tu asistencia continua, de tus inspiraciones y consejos, y te invocaré con la oración que te es tan agradable y que nos enseñó tu Esposa, la Santísima Virgen: “VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MEDIO DE LA PODEROSA INTERCESIÓN DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, TU AMADÍSIMA ESPOSA”.

Con esta oración te llamaré en mi ayuda y me pondré bajo tu guía, y espero repetirla también antes de comenzar alguna acción importante de mi jornada, porque como nos ha dicho la Reina de la Paz: “Pidan el Espíritu Santo, porque el que posee el Espíritu Santo, lo tiene todo”.

Yo quiero obedecer a María e invocarte muchas veces en el día, y así tendré tu asistencia continua y seré feliz ya aquí en esta tierra, porque tú eres Espíritu de Gozo y de Alegría espiritual.

¡Te amo, Espíritu Santo, y quiero que me poseas completamente y me hagas cada día más santo y más sabio!

Ven Espíritu Santo,
ven por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María,
tu amadísima Esposa

(fuente: http://www.devocionesypromesas.com.ar/)

miércoles, 21 de octubre de 2009

Oración para aprender a amar

Señor,
cuando tenga hambre,
dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed,
dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío,
dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra,
dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada,
déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre,
pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo,
dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación,
dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado,
dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan,
dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí,
dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo,
vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día,
también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

Amén.

(oración hecha por la Madre Teresa de Calcuta)

martes, 20 de octubre de 2009

Estrategias demográficas: Latinoamérica en la mira

por Luis Solari de la Fuente

Sería de admirarse la habilidad, los cuantiosos fondos y los elaborados argumentos con que se ha orquestado una campaña de control demográfico para América Latina, si no fuera porque no responde a los intereses de nuestros países, sino, por el contrario, va en contra de su desarrollo e identidad.

Prácticamente en toda Lationamérica se difunden y aplican series de acciones muy variadas, aparentemente inconexas, que en realidad forman un todo, me refiero a la interdependencia entre control natal, educación sexual tendenciosa e ideología de género, desarrolladas intensamente en la ultima década hasta convertirse en una sólida estructura de control demográfico.

Me explico: en 1993, en un documento de las Naciones Unidas se hablaba de estrategias para vencer la «resistencia organizada» en materia poblacional. Entre otras cosas se señalaba la necesidad de presentar el control demográfico como «solución de problemas» (al aborto, a la mortalidad materna, etcétera) y la conveniencia de establecer «nuevas alianzas sociales» para vencer dicha «resistencia organizada».

Desde hace algunos años todos podemos comprobar cómo se aplican, entre otras, las siguientes estrategias:

■ Convertir en facultad personal el acceso al control natal, generando para ello normas legales específicas. Esta estrategia sirve simultáneamente para dificultar la reversión del proceso de control natal.

■ Manipulación para crear una nueva categoría de derechos humanos: los mal llamados «derechos sexuales y reproductivos».

■ Introducción del término «salud reproductiva» para convertir la planificación familiar en componente de la salud pública y, con una intensa acción del Estado, convertirla en un verdadero control natal.


■ Participación insistente de organizaciones que se ocupan de hacer «marketing social» para facilitar el cambio de políticas e introducir control natal y educación sexual y leyes que favorezcan o faciliten el divorcio.

■ Generación de lobbying pa
rlamentario para impulsar leyes que faciliten el control natal e intervenir en organizaciones médicas o sociedades científicas para que apoyen medidas del Estado sobre control natal.

■ Creación de obvias «alianzas sociales» con numerosas ONG, que además de promover el control natal, difunden en forma creciente la ideología de género e impulsan a personas, producto de estas alianzas, a intervenir en los parlamentos.


■ Asesoramiento directo a gobiernos mediante terceros para encubrir el verdadero origen de los fondos destinados a esa finalidad.


■ Introducción masiva de conceptos de la ideología de género en el aparato del Estado y en programas de c
ontrol natal y educación sexual y masificación de mensajes alusivos en los medios de comunicación social.

■ Manipulación del lenguaje mediante el uso de eufemismos (interrupción del embarazo en vez de aborto; salud reproductiva en vez de contracepción; huevo en vez de niño con
cebido…).

■ Hacer obliga
toria la educación sexual tendenciosa en las escuelas públicas, desde los programas para preescolares e infantes, utilizando el llamado «método de la inclusión» que distribuye los contenidos en diferentes asignaturas y dificulta el control de los padres de familia.

■ Establecimiento de comités nacionales de bioética, para validar procedimientos o productos que dañan a los niños en su fase temprana de vida intrauterina.


Esas estrategias se han hecho evidentes en las conferencias internacionales de la o nU de la última década, especialmente en la Conferencia sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994) y en la Conferencia sobre la Mujer (Pekín, 1995), donde se hizo notoria la existencia de una alianza social entre los países más poderosos y las o nG que proclaman la ideología de género.

Independientemente de las estrategias que engloban al control natal, a la educación sexual tendenciosa y a la ideología de género, cada uno de estos temas cumple no sólo sus cometidos obvios por separado, sino otros muy sutiles que pueden pasar inadvertidos y que resultan más graves porque minan las raíces mismas de la identidad de la población.

Control natal ¿por qué la urgencia?

Enfatizar que los niños por nacer van a sustraer bienes a los otros miembros de la familia o a entorpecer el «proyecto personal» de uno o ambos esposos induce inevitablemente a anteponer lo propio a lo comunitario y a actuar contra la propia esencia de la familia: ser comunidad de amor. La difusión intensa y reiterada de conceptos de control natal promueve sutilmente el egoísmo en el matrimonio y la familia, dos instituciones naturales y de la humanidad que se basan precisamente en lo opuesto al egoísmo: el amor.

Asumir que los niños no concebidos aún, serán carga o estorbo, introduce en la familia el concepto de no ser para los otros sino ser para nosotros, lo que altera severamente los procesos de socialización de los hijos ya nacidos y de la familia. Así, el viento del egoísmo termina apagando la flama del amor. En este terreno fértil es fácil que la solidaridad, expresión del amor al prójimo, tarde o temprano sea sustituida por el utilitarismo, expresión del egoísmo, que luego será alimentado por otras personas y familias sujetas al mismo proceso, por los medios de comunicación social, por el Estado, etcétera. Así ha sucedido en las sociedades que introdujeron masivamente el control natal.

Conviene subrayar que las más agresivas y poderosas instituciones que promueven el control natal en América Latina y en el mundo fueron fundadas por importantes miembros de la Sociedad Eugenésica Americana. No queda duda que el control natal es un instrumento eugenista.

En estos últimos 40 años el neodarwinismo ha sido llevado a su máxima expresión por medio de un agresivo neomalthusianismo, no entendido como disciplina demográfica, sino como expresión de un eugenismo brutal que pretende que el mundo sólo puede ser ocupado por seres humanos «útiles», quienes pueden y deben eliminar a los considerados «inservibles». Esta ideología se aplica entre seres individuales, grupos sociales y, más aún, entre naciones. Por supuesto, los fuertes se lo aplican a los débiles, para que no quede duda que se trata de un remozado y fortalecido darwinismo.

Tomando en cuenta datos demográficos de 1990 de la Oficina de Censos del Departamento de Comercio de EUA sobre la distribución racial de la población en ese país, vemos que preveían entonces que para el año 2000 aproximadamente 28% de la población no sería blanca y, proyectando las tendencias, este sector (en su mayoría hispano) crecería a 58% para el 2090. Con razón Julian Simon, recientemente fallecido profesor de la Universidad de Maryland (College of Business and Management), escribió que una de las razones por las que EUA promueve el control natal es por racismo. (¿Debemos deshacernos de la gente, o alimentarla?, junio de 1990).

Existe presión internacional y lobbying permanente en Latinoamérica para despenalizar, legalizar o legitimar el aborto, elemento indispensable para que puedan comercializarse o administrarse abiertamente la píldora abortiva francesa, las vacunas abortivas antiembarazo y otros productos con mecanismo abortivo, como las mal llamadas «píldoras para anticoncepción de emergencia». Por supuesto, la legitimación del aborto es también paso previo para poder aplicar la aspiración manual endouterina en forma masiva e indiscriminada.

Creo que la intensificación de las esterilizaciones masivas en los países de la región es una solución transitoria adoptada por los eugenistas mientras logran legitimar el aborto. En pocos años, hemos pasado de un genocidio en ciernes a un genocidio en marcha.

Como si esto fuera poco, el control natal corrompe y destruye la trascendencia sobrenatural de la cooperación conyugal en la transmisión de la vida. Es penoso ver que muchas familias han aceptado como bueno algo que es intrínsecamente malo, asumiendo así una «distorsión de conciencia» que luego se hace extensiva a la sociedad. México y Brasil fueron los primeros países donde se intensificó el control natal; juntos reúnen más de la mitad de la población latinoamericana.


Fomentar el utilitarismo sexual

Mientras que el control natal inocula el egoísmo en la familia, la educación sexual tendenciosa introduce otro elemento perturbador y destructor: la ruptura del papel educador de los padres hacia sus hijos. Todos sabemos cómo una característica de estos programas es reiterar un supuesto derecho de los menores a la confidencialidad, a cuyo amparo tendrían derecho a recibir, sin conocimiento ni consentimiento de sus padres, servicios de contracepción y aborto.

Es asombroso que muy pocas personas conocen que tal pretensión es incompatible con:

- el artículo 26, inciso 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos";

- el artículo 18, inciso 1 de La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño: "Incumbirá a los padres o, en su caso, a los tutores la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño";

- y el artículo 5 de la misma Convención que dice que los Estados firmantes respetarán las responsabilidades, derechos y deberes de los padres para impartir a los niños dirección y orientación apropiadas.

Además de pretender violar el derecho de los padres a educar a sus hijos, estos programas de educación sexual promueven entre niños y jóvenes una conciencia antiembarazo, antimaternidad y de consumo precoz de anticonceptivos, es decir, una conciencia antiniño; es la enseñanza más perversa: enseñar a los niños a ser antiniño.

Definitivamente, un niño o joven en proceso de formación asume como ciertas y buenas estas enseñanzas y las lleva a su familia, contribuyendo a que permee la mentalidad contraria a la vida; sin embargo, me parece que lo más grave es la «distorsión de conciencia» que enseña algo malo como bueno. Está bien demostrado que tarde o temprano, esta distorsión y el consumo precoz de anticonceptivos lleva a los jóvenes al utilitarismo sexual. Cuando se introduce el uso de preservativos en un grupo de jóvenes, la actividad sexual de los chicos no aumenta, pero sí la de las chicas; por otro lado, es un hecho que en las mujeres jóvenes se da el mayor número de enfermedades de transmisión sexual, no en los varones, lo que evidencia que los jóvenes suelen tener varias compañeras. Ambos se habitúan a usarse como instrumentos de placer, sin importar su equilibrio físico o psicológico, y no como compañeros respetados y amados.

Este utilitarismo sexual, ampliamente promovido, lleva a dos consecuencias en el ámbito familiar:

- implica la sustitución de servir a los demás por servirse de los demás como modo relacional, con lo que implícitamente sustrae la capacidad de donación de uno hacia los otros. Esta carencia lleva por lógica a la siguiente consecuencia:

- la incapacidad personal de asumir lo ajeno como propio, y por tanto de entregarse y comprometerse. ¿Qué futuro espera a nuestras naciones con ciudadanos tan limitados en su capacidad de entrega y compromiso?

Éste es en gran parte el origen social de la multiplicación de las uniones de hecho en los sectores jóvenes contemporáneos. Además, como en nuestros países la mayoría de los hijos nacen de madres menores de treinta años y se incrementa el número de uniones de hecho, un alto porcentaje de niños nace fuera del matrimonio, lo que aumenta la posibilidad de que madre e hijos sean abandonados por el padre; problema urgente que compromete el futuro de la familia en la región.

No puede ser más evidente que estamos ante una estrategia de largo plazo, que pretende no sólo enseñar lo malo como bueno, sino sustraer de los niños la base y fundamento de su futuro. Acabo de revisar un programa estatal de educación sexual, en el que aparece la enseñanza de la ideología de género. Se trata de enseñar a niños y jóvenes una antropología ajena a la verdad y a nuestra identidad.


Ideología de género, lucha y conflicto

Esta estructura conceptual se ha multiplicado rápidamente en el seno de nuestras sociedades, ya sea porque los gobiernos la han promovido o porque la difunden muchas o­nG cumpliendo compromisos con sus patrocinadores.

La ideología de género tiene varios conceptos centrales:

→ Presenta a la sociedad como el escenario de una ancestral opresión patriarcal de la mujer por el varón; la solución sería «dar poder» a la mujer para acabar con esa opresión y cambiar las instituciones que perpetuarían esa situación; esto es, educación, estado, matrimonio y familia, entre otras.

→ La sociedad y sus diferentes instituciones (inclusive la familia) son espacios de poder que la mujer debería conquistar, obviamente, luchando contra el varón. Como puede apreciarse, esta ideología de género es conflictual y con un tinte neomarxista que refleja los postulados de la lucha de clases y la toma del poder como solución.

→ Masculinidad y feminidad son independientes de la condición biológica de varón o mujer y la sociedad determina su comportamiento. Esta teoría es llamada «construcción social del género» y refleja también el concepto marxista «el ser social determina la conciencia social».

Así, se introduce en nuestro continente una ideología que difunde el conflicto como modo social de conducta y como modo relacional entre mujer y varón, y que además plantea la posibilidad natural de una identidad sexual múltiple y no dual. Esto es absolutamente contrario al amor al prójimo, la solidaridad, el compromiso y la donación personal que constituyen un modo social natural de conducta, en el que mujer y varón, con igual dignidad, son complementarios y corresponsables en la conducción de los destinos de sus familias y sus pueblos.

Es innegable que la dignidad de la mujer no ha sido cabalmente respetada, pero es inadmisible aceptar que el conflicto, que es una forma de violencia, sea la solución. Ahora que nuestros pueblos tratan de construir una cultura de paz, esta ideología conflictual se torna antagónica.

Tampoco el utilitarismo es solución, pues sus primeras víctimas son los niños y las madres. Lamentablemente, muchas organizaciones que suscriben la ideología de género forman parte, voluntaria o involuntariamente, de las citadas nuevas «alianzas sociales» y se involucran con los programas estatales de control natal y educación sexual, o los apoyan en el proceso de eliminar la solidaridad como paradigma social. Dudo que exista en la actualidad una estructura conceptual más contraria a la mujer que la ideología de género.

Es indiscutible que enseñar esa falsa antropología a los niños entorpecerá sus procesos naturales de identidad sexual y que la difusión masiva de esta ideología sólo puede insertar en el seno de la sociedad y la familia el conflicto que separa, antagónico al amor que unifica. Introducir una ideología conflictual que promueve la lucha por el poder en la sociedad es reflejo de las corrientes neodarwinistas: la supremacía del más fuerte y la destrucción del más débil.


Control demográfico, ¿impacto económico positivo?

Es notable ver cómo en nuestros países se toman decisiones en diferentes áreas sociales y económicas sin considerar los aspectos demográficos, es decir, sin tomar en cuenta a la población, agente fundamental de la economía y protagonista principal de la historia.

El proceso de migración del campo a las ciudades se incrementó en la segunda mitad del siglo XX y produjo un cambio drástico en la vida familiar, afectando esencialmente a los más débiles. Se prestó mucha atención a la urbanización, olvidando que a la vez se debilitaban las áreas rural y agrícola, abandonadas mayoritariamente por jóvenes en edad laboral, incluyendo madres en potencia a quienes se les aplicaban políticas de control natal.

La pérdida actual de productividad agrícola por migración, y la futura por control natal, hacen prever que la tremenda pobreza rural empeorará o, en el mejor de los casos, se mantendrá igual, aumentando la migración y nuevamente la desagricolización, estableciendo un círculo vicioso. ¿No es acaso la pobreza, más aún la pobreza extrema -que propicia los mayores riesgos de enfermar y morir- un atentado contra la dignidad humana, la vida y la familia?

¿Qué encuentra el migrante en la ciudad? Formar parte anónima de un conglomerado humano en sobreoferta de mano de obra no calificada que, si acaso, accederá a los empleos de menor remuneración. La pobreza urbana absorbe al migrante y finalmente, por diversos mecanismos, engulle su identidad y desintegra a su familia.

Aunque el control demográfico no es la única causa del proceso descrito, en las zonas rurales funciona como un motor que ayuda a perennizar la maquinaria que genera la pobreza rural y urbana. En suma, produce ataques contra la vida al inicio del proceso e intenso daño a la familia en su curso y al final.

Con un sistema de generación de pobreza como el descrito, que simultáneamente impone una reforma de los sistemas de salud, en la que los pobres son desatendidos, estamos definitivamente ante un brutal eugenismo neomalthusiano que, si se analiza detenidamente, contiene implícita una nueva persecución: la persecución de los más pobres.
Adicionalmente, el control demográfico reduce los nacimientos y con el tiempo la población laboral; se pierde la proporcionalidad natural entre población laboral y retirada que, también en América Latina, produce ya problemas de envejecimiento poblacional, especialmente en Cuba, Uruguay, Argentina y Chile.

Como en nuestros países gran parte de la población activa es informal y no aporta a los fondos de pensiones, se fomenta una creciente precariedad de las pensiones y de la condición existencial de los jubilados. Esto hace que el envejecimiento poblacional sea un problema de mucho mayor impacto económico y social que en países con mejor producto nacional per cápita. ¿Qué impacto tendrá en las familias de América Latina este proceso de envejecimiento? ¿Tendremos que enfrentar corrientes eutanásicas como en países de economías avanzadas? Como puede percibirse, también en esta área el neodarwinismo arremete galopante en el mundo.

Obviamente nos encontramos ante una lucha entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte. Pero no nos encontramos al margen, sino en medio de la misma.

ISTMO N° 251
(fuente: www.encuentra.com)
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