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jueves, 8 de octubre de 2009

Para reflexionar a partir del Padrenuestro (6º parte)

El término “pan”, en el uso bíblico, indica todo cuanto es necesario para la vida. No sólo el pan material, sino también el espiritual. El pan es lo mínimo que hace falta para vivir. La escritura dice: “No sólo de pan vive el hombre”, y Jesús dice: “Yo soy el pan de vida”

Es decir, que lo que pedimos trasciende el alimento que necesitamos en nuestra mesa. Es esto y algo más. Es el pan eucarístico y algo más. Es mucho más complejo.

El ser humano, en el plano natural, para vivir necesita comer, pero no le basta comer para vivir. Hay otras “hambres”.

Si somos imagen y semejanza de Dios, es porque tenemos capacidad de conocer y amar.

El hombre tiene necesidad de conocer. Conocer, en su más profundo significado, quiere decir tener sed de entender el sentido de la vida y el por qué de las cosas. Si cada día no trato de entender un poco más el sentido de mi vida y el por qué de las cosas. Si trato de disimular ese hambre, me va a hacer mal, puede llegar a dolerme mucho y no es fácil recuperar en un día lo que hice todos los días para entenderme y entender la vida,

A veces, por lo inmediato dejamos de lado cosas profundas, que son vitales. Podemos saciar este hambre con un pan que tal vez sea un simple cambio de actitud de búsqueda en nuestra vida cotidiana; búsqueda de valores trascendentes y fundamentales.

Otro pan que sacia nuestro hambre es el amor.

Puedo tener el estómago lleno, saberlo todo, pero si no tengo amor, si no doy amor, si estoy solo, me muero de hambre.

Todos los días tenemos que buscar alimentar nuestro corazón, nuestros afectos. Hablar con una amiga, intercambiar cariño con personas queridas, jugar con los chicos.

A veces esto cuesta; requiere trabajo, lleva un tiempo que no siempre tenemos, nos hace dar un primer paso que generalmente esperamos de los demás; pero vale la pena. Es preferible estar algo cansados con el corazón lleno, que en orden y bien dormidos, pero solos.

Jesús dice en el “Padrenuestro” que al pan hay que buscarlo “ cada día”, pero también que lo pidamos para hoy”. Esto encierra toda una sabiduría de vida.

Es habitual que vivamos en función de lo que haremos después: el mes que viene..., durante las vacaciones..., cuando los chicos sean grandes...,a partir del lunes..., o si no recordando el pasado.

Tenemos que vivir un poco más al día, tenemos que aprender a vivir “hoy”. Cada día tiene que ser como síntesis del gran día que es la vida. Cada día tiene que tener un momento de domingo y un momento de trabajo, un momento para dar y otro para recibir, algo para aprender y algo que enseñar.

No es bueno eso de que hoy me mato para descansar mañana. Es preferible que hoy me mate menos, que descanse un poco, que equilibre mis actividades, porque si no se nos pueden escapar muchas dimensiones profundas de la vida en el vértigo de nuestra actividad. Si no encontramos una cierta paz, una cierta quietud “cada día” y especialmente “hoy”, tendremos hambre

Pero el discípulo de Jesús confía que aquel a quien llama “Padre” le dará el pan que le sustenta la vida. Jesús es el pan de vida no sólo por ser la Eucaristía. También la gracia es un modo de pan espiritual. A veces comulgamos automáticamente, sin saborear el pan que recibimos.

Jesús es la verdad, es el Evangelio y, sin embargo, no dialogamos con Él . Un modo de alimentar el ansia de verdad que siempre existe en nuestro interior, es tratar de comer todos los días la verdad de Jesús, de leer y saborear la palabra de Dios. De establecer con el Señor una forma de oración coloquial que alimente nuestro corazón, tal como lo decíamos en la Encuesta N° 2.

Y esto, “cada día” y “sólo por hoy”, ya que es imprescindible que nos alimentemos todos los días.

VER: Mi persona:

Cuando pido el pan de cada día, ¿a qué me refiero?.
¿Tengo conciencia de cuales son mis hambres?.
¿Cómo las sacio?.
Nuestro mundo

Citar un caso que demuestre de qué manera sacia sus hambres alguien que conozco.

JUZGAR:

Leamos:
Juan 6, 34 al 40.

¿Cuál es el pan que sacia las hambres?
¿ Por qué Cristo es el pan eucarístico y algo más?.

ACTUAR:

Reconocidas mis hambres, ¿cómo voy a saciarlas hoy?.
¿Cómo voy a ayudar a otro /a para que descubra el pan que puede saciar su hambre?.

COMPROMISO

Priorizo para esta semana un pasito concreto y sencillo para evaluar de crecimiento en mi relación con Dios.

(fuente: www.accioncatolica.org.ar)

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