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martes, 28 de junio de 2011

Pedro y Pablo, pilares de la Nuestra Madre Iglesia

"Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia"


De una manera especialmente solemne, Cristo acentuó la precedencia de Pedro entre los Apóstoles cuando, luego que Pedro lo reconoció como el Mesías, Él le prometió que encabezaría a Su rebaño. Jesús moraba entonces con Sus Apóstoles en la proximidad de Cesarea de Filipo, ocupado en su tarea de salvación de las almas. Como la venida de Cristo coincidía tan poco en poder y gloria con las expectativas del Mesías, circulaban muchos criterios respecto de Él.

Al viajar con Sus Apóstoles, Jesús les pregunta: "Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre" Los Apóstoles contestaron: "Unos, que Juan el Bautista, otros, que Elías, otros que Jeremías, o uno de los profetas". Jesús les dijo: "Pero ¿quién dicen ustedes que soy yo?" Simón dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Y Jesús replicando le dijo: "Bienaventurado eres Simón Bar-Jona, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro [Kipha, una roca], y sobre esta piedra [Kipha] edificaré mi iglesia [ekklesian], y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo (Mateo 16, 13-20; Marcos 8, 27-30; Lucas 9, 18-21).

Mediante la palabra "piedra" el Salvador no debe haberse referido a Sí mismo, sino sólo a Pedro, como es mucho más evidente en arameo, donde la misma palabra (Kipha) se usa para "Pedro" y "roca". Su expresión sólo admite entonces una sola explicación: que Él desea hacer de Pedro la cabeza de toda la comunidad de aquéllos que creyeran en Él como el verdadero Mesías, que por este cimiento (Pedro) el Reino de Cristo sería inconquistable; la guía espiritual de los fieles fue puesta en manos de Pedro, como el representante especial de Cristo. Este significado se torna tanto más claro cuando recordamos que las palabras "atar" y "desatar" no son metafóricas, sino términos jurídicos Judíos. También queda claro que la posición de Pedro entre los otros Apóstoles y en la comunidad cristiana era la base del Reino de Dios en la tierra, es decir, la Iglesia de Cristo.

Pedro fue instalado por Cristo en Persona como Cabeza de los Apóstoles. Este fundamento creado para la Iglesia por su Fundador no podía desaparecer con la persona de Pedro, sino que la intención era que continuase, y continuó (como lo demuestra la historia real) en el primado de la Iglesia Romana y sus obispos.

Es completamente incongruente e insostenible en sí misma la posición de los Protestantes que (a la manera de Schnitzer en tiempos recientes) afirman que la primacía de los obispos Romanos no puede ser deducida de la precedencia que Pedro guardaba entre los Apóstoles. Así como la actividad esencial de los Doce Apóstoles de construir y extender la Iglesia no desapareció completamente con sus muertes, es seguro que tampoco se desvaneció por completo la Primacía Apostólica de Pedro. Según la intención de Cristo, debe haber continuado su existencia y desarrollo en una forma apropiada al organismo eclesiástico, así como el oficio de los Apóstoles continuó de una manera apropiada. Se han levantado objeciones respecto de la autenticidad de las palabras en el pasaje, pero el testimonio unánime de los manuscritos, los pasajes paralelos en los otros Evangelios, y el credo firme en la literatura pre-Constantina aportan las pruebas más seguras de autenticidad y de lo inalterable del texto de Mateo.

Cristo quiso edificar su Iglesia sobre la fe auténtica que Pedro manifestó tener en el mismo Señor. Por esta razón la Iglesia seguirá edificándose hoy en la medida que tengamos verdadera fe en la Revelación divina. Todo lo que se haga al margen de esta fidelidad será otra cosa, pero nunca la Iglesia de Cristo.

Es un día hoy señalado para rezar por el Papa, para que el Señor le siga asistiendo en su difícil tarea de guiar a la Iglesia y al mundo por el camino de la Verdad. Y para que nosotros seamos obedientes al pastor visible que que representa a Cristo en la tierra.

escrito por Juan García Inza
(fuente: www.mercaba.org)

El aniversario sacerdotal del Papa, semillero de vocaciones

Benedicto XVI, el día de su ordenación sacerdotal
Ciudad del Vaticano, 28 Jun. 11 (AICA) Mañana, 29 de junio, el papa Benedicto XVI celebra sesenta años de ordenación sacerdotal, y la Iglesia toda espera que este sexagésimo aniversario de sacerdocio del Santo Padre se convierta en un momento de oración y compromiso para que Dios bendiga a la humanidad con vocaciones sacerdotales, expresó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ.

Joseph Ratzinger recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951 junto a su hermano, Georg, en la catedral de Freising, de manos del cardenal Michael von Faulhaber. Por este motivo, en todo el mundo, la Iglesia celebrará el aniversario en la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo.

El padre Lombardi recordó que las conferencias episcopales, animadas por la Congregación para el Clero, invitaron a realizar celebraciones de agradecimiento y de oración por las vocaciones sacerdotales centradas, sobre todo, en la adoración eucarística, para pedir al Señor de la mies que envíe nuevos obreros para su viña”.

“La vida de Benedicto XVI es, en verdad, una vida integralmente sacerdotal –dijo el padre Lombardi-. Vocación en edad jovencísima, formación en el seminario interrumpida sólo por las dramáticas experiencias de la guerra, ordenación a los 24 años de edad junto a su hermano mayor y a un denso grupo de jóvenes bien templados en la fidelidad a Dios y a la Iglesia”.

“Tenían modelos como el del joven sacerdote Alojs Andritzki, asesinado a los 31 años en Dachau en el año 1943 y proclamado beato hace pocos días, quien al inicio de su encarcelamiento había jurado: “No olvidaremos ni siquiera por un momento nuestro sacerdocio”.

El padre Lombardi en su semanario editorial “Octava dies”, invitó a toda la Iglesia a unirse espiritualmente a la oración del Papa, “pidiendo que el ejemplo de su humildad y fidelidad gozosa en el servicio de este Dios audaz sea un aliciente eficaz para el nacimiento de nuevas vocaciones y para la santidad de todos los sacerdotes”.+

Educación y prevención de adicciones

La palabra “educación” proviene del latín y está formada por el prefijo “e” que significa afuera y “ducare” que se traduce como “conducir, guiar”. El concepto de “guiar desde afuera” se vincula en ciertos aspectos con la otra acepción adjudicada al término que es la de “criar, alimentar”.

Este proceso de nutrir incluye de manera ineludible dos aspectos a considerar:

1) la alteridad, pues siempre es realizado desde afuera, desde el exterior, desde el otro y

2) la producción inevitable de un cambio, un desarrollo, un crecimiento, dentro del propio individuo como resultado del proceso anterior. Guiar, nutrir, alteridad, crecimiento, cambio son a nuestro entender las palabras claves para teorizar la educación.

La educación es el recurso y mecanismo fundamental que tiene la sociedad para trasmitir los modelos de comportamiento, las ideologías y los valores culturales, morales, éticos y religiosos. De esta manera, nos guste la idea o no, modela la personalidad de todo ser humano (aun cuando no sea este el único mecanismo del proceso de individuación). La acción educativa se traduce o se manifiesta a través de las conductas del ser humano, nosotros “vemos” comportamientos mas que pensamientos o emociones. No hay duda que lo ideo afectivo subyace motivando o caracterizando las conductas o acciones de todo ser humano pero es la educación quien gestiona y perfila bajo la forma de modelos de conducta la personalidad de cada individuo teniendo como objetivo último la formación de adultos responsables y autónomos. Mucho de esto se resume con la clásica frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia”, lo que marca la importancia del medio sociocultural trasmitiendo al individuo pautas y normas de conducta que lo socializan. Socializar en el doble sentido de incluir progresivamente a ese individuo en el mundo pero también introducir el mundo en el individuo.

Es la educación el instrumento socializador por excelencia, ya que al ser prácticamente imprescindible para el ser humano el vivir en grupo, y no solo por la simple necesidad del sobrevivir biológico sino porque somos seres gregarios por definición. Son la tarea educativa y el rol del educador de una importancia única en la sociedad del “homo sapiens”, más aún, si tenemos en cuenta que el hombre es al mismo tiempo objeto y sujeto de la acción educativa. Por esto, en el tema que nos compete, es trascendental saber que tipo de valores y normas adopta, asume, sostiene y trasmite un grupo social, o una familia, a sus educandos.

En el mundo actual la escuela se ha transformado en la estructura que en muchos aspectos sustituye y ya no solo complementa el funcionamiento de la familia. Está reemplazando en muchos aspectos la función educativa que cumplía la familia nuclear tradicional. Por lo tanto ahora más que nunca corresponde a la escuela ser un agente activo en la educación en valores en general y en lo que atañe al uso de drogas en particular. Los docentes deben ser un recurso idóneo y capacitado para la prevención primaria no un simple transmisor de información especializada en el tema, sino un formador activo. Los roles de educadores naturales (padres y familia en general) y profesionales (maestros, profesores y docentes) nunca se vieron tan complementados, suplementados y hasta sustituidos como en la sociedad actual.

Desde nuestra perspectiva uno de los objetivos básicos de la educación debe ser el instrumentar al ser humano para insertarse ego-sintónicamente en su contexto en toda la extensión que se le quiera dar a este término: familiar, comunitario, cultural, social, ecológico, etc. A su vez la familia y la sociedad que incluyen al niño/joven deben estar capacitadas para satisfacer sus necesidades dentro de una ética que no implique ni actitudes antisociales ni el uso de sustancias psicoactivas. Debe enseñar al joven a ser adulto en su propio medio sociocultural y el uso indebido de drogas no puede formar parte de las conductas integradas al medio pues más allá de la libertad o ego-sintonía en lo personal está dañando o perjudicando a su entorno. Las drogas no son una cuestión personal sino del colectivo ya que afectan casi siempre al individuo y su familia y atentan contra la Salud Pública.

“La educación es el medio más idóneo con que cuenta la sociedad para formar al individuo, descubrir y desarrollar sus aptitudes, incorporarlo individual y colectivamente en el medio sociocultural, adecuar su personalidad a los cambios de la vida contemporánea u engrandecer su condición humana, corresponde que todos los que de alguna manea intervienen en el proceso educativo, la familia, la escuela, el grupo, la colectividad y el Estado participen en el proceso de “educar para prevenir”, de posibilitar que cada joven llegue a una adultez fecunda y logre insertarse en la sociedad”.

Si el ser humano en general y el educador en particular, cumpliendo con su obligación y responsabilidad, no consiguen insertar al joven en el medio sociocultural, para que pueda desenvolverse en sus circunstancias, los jóvenes y sus grupos tratarán de crear organizaciones o estructuras que se adapten a su manera de ver la sociedad, y caerán en comportamientos negativos y muchas veces destructores. El fracaso en esta generación de ambientes y de medios propicios para un desarrollo adecuado del joven da origen a otros contextos alternativos en los cuales se desarrolla, entre otros, el uso indebido de drogas.

Solo el respeto por el proceso educativo en libertad nos lleva y nos llevará a la formación de hombres libres, con la capacidad de crítica y de elección. El decidir conociendo y reconociendo con objetividad y claridad las opciones, estando en pleno conocimiento de los riesgos y de las consecuencias, (para si mismo y para los demás) es uno de los objetivos más caros a esta concepción de la educación que implica como objetivo final el vivir en grupo, con el mayor bienestar y satisfacción posibles para desarrollarse y realizarse. La educación dirigida a que el hombre pueda ejercer la libertad de optar nos recuerda que hace casi veinte años cuando trabajábamos en el área de la prevención educativa lo hacíamos bajo el lema de “educar para la opción” desde una organización que fundamos con ese fin y denominamos Optar. Creemos que hoy día esta propuesta sigue teniendo la misma validez que en ése entonces.


Acerca de la educación preventiva o de la prevención educativa
“Cuando trabaja el Maestro no trabaja el Juez” (Anónimo)

La educación preventiva promueve el conocimiento, el juicio práctico y la evaluación de factores y situaciones sociales, culturales, políticas y económicas que generan estimulan y mantienen todos aquellos problemas que afectan la salud, la integridad y el bienestar individual, familiar y social. Se desarrolla en cuatro áreas: las de la información, las creencias, las actitudes y las conductas. En suma, y siendo reiterativos, podemos afirmar que está constituida por todos los procedimientos y estrategias orientadas a la formación de la persona, que permitan su sano desarrollo y su realización, en el marco de medio ambientes propicios o adecuados.

La educación preventiva en salud implica no solo la promoción de la salud en su más amplio y clásico sentido (el de solucionar problemas ya existentes) sino también el adelantarse a los acontecimientos y eventos que atenten contra el sano desarrollo de las personas identificando factores de riesgo y problemas prioritarios. Por otro lado no puede dejar de ser orientadora y reforzadora de los comportamientos adecuados a la conservación de la salud, basándose en el estudio o análisis de los factores de protección de la misma.

Debemos recordar que el problema de la droga es un fenómeno dinámico y multi-causal que se nos presenta como una unidad indivisible en sus tres instancias: producción, tráfico y consumo. La lucha contra los dos primeros escapa totalmente a nuestra área de trabajo y más aun a la del educador, es el área que le corresponde a algunos organismos especializados del Estado. Por otro lado no podemos dejar de reconocer que en toda sociedad hay personas y sectores responsables de ejercer el rol de protección de sus miembros frente a las drogas.

Dentro del área de la prevención de acuerdo al momento que se actúe (el cuando), la forma (el como), la población objetivo (el para quien), se puede hablar de:

■ Prevención primaria: es la que actúa antes de la aparición de un problema y tiene como finalidad impedir el surgimiento del mismo;

■ Prevención secundaria: es la que actúa en las etapas iniciales o precoces de un problema que no se pudo evitar, tiene como finalidad identificarlo, evitar la consolidación y tratarlo.

■ Prevención terciaria: es la que actúa en etapas tardías del problema, cuando este ya está instalado y generalmente cronificado, la finalidad es evitar complicaciones y secuelas o consecuencias graves.


Una clasificación más reciente según la población objetivo las divide en:

• Prevención universal: dirigida a toda la población
• Prevención selectiva: dirigida a aquellos que están en mayor riesgo y que han sido identificados como población problema, por ejemplo adolescentes de un colegio donde se consume.
• Prevención indicada: dirigida a un subgrupo concreto de alto riesgo por ejemplo, adictos ya identificados.


Educación y adicciones
“Pensar globalmente, actuar localmente, responder personalmente” (Mina Seinfeld)

En el tema de las adicciones lo anteriormente expuesto implica primero la capacidad de logro de la familia en particular y de la sociedad en general (comunidad, instituciones, escuelas) para crear esos ambientes propicios o favorables. Sin esta “infraestructura” todo lo demás se haría sumamente dificultoso por no decir imposible. Segundo la necesidad de adelantarse a todo aquello que atente contra el sano desarrollo de las personas a fin de proteger y fortalecer a todos sus miembros, especialmente a los más jóvenes en el caso de las adicciones.

En ambos casos la finalidad es la de lograr los objetivos del proceso de individuación y socialización del ser humano promoviendo su crecimiento personal y su adaptación al medio social en que vive. Esto implica la formación en valores tales como la honestidad y la solidaridad por solo citar dos, así como de una adecuada autoestima, y la capacitación para la toma de decisiones para poder optar con libertad de conocimiento.

Desde ya queremos insistir de que en el área de las adicciones, quizás más que en ninguna otra, la prevención es asunto de la educación integrada a la función de socialización. Esta será más efectiva cuanto mejor sea el desarrollo de actitudes, conductas y valores. El resultado será más satisfactorio cuanto mayor sea la continuidad y la permanencia de las acciones, sobre todo si estas son asumidas por las propias instituciones involucradas: escuela, familias, lugares de trabajo.

En el tema de las adicciones el prevenir, y sobre todo la prevención desde el ámbito educativo, es el arma más valiosa que el ser humano tiene a su disposición, no hay otra que se le equipare en su poder de penetración, capacidad de generar cambios en las estructuras de pensamiento, las conductas y la formación del ser. El educador es un agente de cambio. La transmisión de conocimientos o de información, es solo eso y no modifica la actitud del educando, esto cobra mayor importancia cuando consideramos que el uso de drogas entre los jóvenes responde en gran parte a un comportamiento cultural asociado al grupo de pertenencia.

escrito por Fredy da Silva Rodio
Director Técnico, Centro IZCALI, Uruguay.
(fuente: www.castalia.org.uy)

lunes, 27 de junio de 2011

Para orar cuando sientes miedo

El Señor es mi pastor, nada me falta. Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tu vienes conmigo. (Salmo 22, 1-4)


El Buen Pastor

“El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace reposar.
Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas.
Me guía por cañadas seguras
haciendo honor a su nombre.
Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas ante mí una mesa,
a la vista de mis enemigos;
perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.
Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días.”
(Salmo 23)




Paz en la tormenta

Cierto día subió (Jesús) a una barca con sus discípulos y les dijo: «Pasemos a la otra orilla del lago». Y se hicieron a la mar. Mientras ellos navegaban, se quedó dormido. Se abatió sobre el lago una tormenta; la barca se anegaba y estaban en peligro. Entonces, acercándose, lo despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, nos hundimos!» Él, habiéndose despertado, increpó al viento y al oleaje, que amainaron y sobrevino la bonanza. Entonces les dijo: «¿Dónde está vuestra fe?» Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados: «Pues ¿quién es éste, que manda a los vientos y al agua, y le obedecen?»”.
(Lucas 8, 22-25)


Hijos de Dios gracias al Espíritu

“En efecto, todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y vosotros no habéis recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si somos hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados.”
(Romanos 8, 14-17)


Oración en la prueba

“En ti, Señor, me cobijo,
¡nunca quede defraudado!
¡Líbrame conforme a tu justicia,
tiende a mí tu oído, date prisa!
Sé mi roca de refugio,
alcázar donde me salve;
pues tú eres mi peña y mi alcázar,
por tu nombre me guías y diriges.
En tus manos abandono mi vida
y me libras, Señor, Dios fiel.
Me alegraré y celebraré tu amor,
pues te has fijado en mi aflicción,
conoces las angustias que me ahogan.
Ten piedad de mí, Señor,
que estoy en apuros.
La pena debilita mis ojos,
mi garganta y mis entrañas;
mi vida se consume en aflicción,
y en suspiros mis años;
sucumbe mi vigor a la miseria,
mis huesos pierden fuerza.
Pero yo en ti confío, Señor,
me digo: «Tú eres mi Dios».
Mi destino está en tus manos, líbrame
de las manos de enemigos que me acosan.
Dios, no quede yo defraudado
después de haberte invocado.
¡Qué grande es tu bondad, Señor !
La reservas para tus adeptos,
se la das a los que a ti se acogen
a la vista de todos los hombres.
¡Bendito Dios que me ha brindado
maravillas de amor!
¡Y yo que decía alarmado:
«Estoy dejado de tus ojos»!
Pero oías la voz de mi plegaria
cuando te gritaba auxilio.”
(Salmo 30)


No temas

Así dice el Señor: "no tengas miedo, pues te he rescatado. Yo te llamé por tu nombre, y tú eres mío, cuando atravieses las aguas, estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te ahogarás; cuando pases entre brasas, no te quemarás, y no te abrasarán las llamas, porque yo, el Señor, soy tu Dios. Tú eres valioso a mis ojos, eres honorable y yo te amo; no temas porque yo estoy contigo.”
(Isaías 43, 1-5)



Confianza y valor en las dificultades

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos.”
Mateo 10, 28-31


“Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8, 31)


ORACION

Nada te turbe, nada te espante,
todo se pasa, Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta:
¡Sólo Dios basta!
Santa Teresa de Jesús



REFLEXION: Huellas en la arena

Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.
Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.
Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.
Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: "Señor, Tú me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo por que Tú me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".
Entonces, Él, clavando en mí su mirada infinita me contestó: "Mi querido hijo, yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".



MENSAJE DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad ni angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿Y no estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete cosa alguna”. (Nican Mopohua)

(fuente: es.catholic.net)

domingo, 26 de junio de 2011

La vulnerabilidad del adicto

Que el consumo de drogas ha crecido de modo sostenido en los últimos años parece ser uno de los pocos diagnósticos en los que nos ponemos de acuerdo todos los argentinos. Encuestas públicas o privadas, artículos de opinión y programas periodísticos o de investigación nos muestran cuán cerca de todos está llegando el fenómeno. Seguramente el lector conoce personalmente a alguien alcanzado por este flagelo destructor. Tal vez algún familiar, un compañero de estudio de los hijos, un vecino.

Basta para comprobarlo con mirar las esquinas y plazas de nuestros barrios, escuchar a los docentes, a las familias, a los médicos. La presencia de la droga es manifiesta, está a la vista de todos, salvo de aquellos que imitan al avestruz, que los hay en abundancia y con poder.

Se consigue fácil, muy fácil. Hay más disponibilidad porque han crecido el narco-negocio y su rentabilidad. Muchas veces nos sentimos arrinconados por las mafias que operan a "cielo abierto".

Para que esto sea posible ha habido también un importante espacio perdido -de soberanía, de seguridad ciudadana- por culpa de la corrupción y su melliza, la impunidad; una poderosa combinación. Los dineros manchados con sangre joven compran voluntades políticas, armamento, silencios, pases de libre circulación? Mucho lobo con piel de cordero.

Se está mostrando, al modo de una herida abierta, la mayor vulnerabilidad de jóvenes sin horizontes, sin trabajo. Ante este caldo de cultivo propicio, y una disminución en la percepción del riesgo y el daño que provoca la droga, se dispara el consumo.

Es que funcionarios y otros referentes sociales han transmitido mensajes ambiguos y han dado curso a postulados mentirosos. Algunos ejemplos: que un porro no hace nada; que es peor un cigarrillo de tabaco que uno de marihuana; que la marihuana tiene propiedades curativas sin efectos secundarios; que con el "consumo recreativo" está todo bien, y una serie de afirmaciones sin el menor sustento científico-químico, y ni qué hablar del fundamento psicológico o antropológico. Esto ha redundado en una mayor "tolerancia social" al consumo, pero no a los adictos. A ellos se los rechaza de modo visceral. No se los quiere, no se los abraza; se los esconde o margina. Y ya sabemos qué le pasa a una sociedad cuando se avergüenza de sus jóvenes. Muchos mensajes sociales les ponen a éstos un rótulo, a modo de una lápida pesada: un delincuente, un drogón , un problema? Para nosotros, es una vida maravillosa sin un proyecto, una belleza a la que se le impide manifestarse. Jesús nos enseñó a tratar con ternura a quienes están al costado del camino.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia que, en agosto de 2009, legalizó la tenencia de drogas para uso personal ha sido interpretado por la mayoría como una aprobación de la droga, como una promoción del "derecho individual" a drogarse. Se ha producido una inoculación de veneno en la conciencia colectiva. La salud pública es un bien colectivo; no se puede invocar un derecho individual para degradarla.

Las consecuencias del consumo están a la vista los fines de semana: accidentes de tránsito, golpes por peleas dentro y fuera de los boliches y un pasaporte al delito casi como parte de esta lógica del horror. El 80% de los jóvenes que llegan al hospital han consumido alcohol o alguna droga. Otras secuelas son la baja en el rendimiento escolar y el consiguiente abandono, la degradación paulatina de la salud, la imposibilidad de mantener afectos estables y duraderos, la desintegración de la familia. Muchos de los jóvenes que se drogan viven sin un sueño, sin una razón para vivir, sin un motivo para levantarse por las mañanas. Podemos decir, sin un sentido de vida.

El aludido "derecho individual" que no afecta a terceros se hace difícil de encontrar en forma pura en estos casos; necesariamente, repercute en la familia, la escuela, la sociedad. La legislación debe abarcar a la totalidad de los jóvenes, sin discriminaciones. Es por eso que no se pueden proponer normas que busquen proteger los derechos individuales sobre la base del postulado "con mi vida hago lo que quiero", sin medir las consecuencias que esas reglas tendrán en la mayoría de los jóvenes que son pobres y están en riesgo. Algunos planteos en torno a liberar el consumo parecen ser realizados como si aquí existiera la misma realidad sociocultural que hay, por ejemplo, en Holanda, y nada más lejano de la situación de nuestros jóvenes.

Sobre esta cuestión se organizó una audiencia pública en la Cámara de Diputados de la Nación el miércoles de la semana pasada. Se invitó con bastante tiempo a quienes tienen postura favorable a la liberación del consumo; sin embargo, se avisó con muy poca anticipación a quienes tienen posturas diversas: curas villeros, organizaciones de madres, iglesias, responsables de comunidades terapéuticas. No pretendemos privilegios, sino tratamiento igualitario a la hora de participar. Esta forma clara de prejuicio ideológico poco ayuda a la democracia. Es una pena, porque con varios legisladores hemos tenido buen nivel de diálogo en otras oportunidades.

Algunas propagandas no ayudan para nada. Generan una especie de burbuja fantasiosa que promueve que el que toma tal cerveza o tal whisky es un ganador, tiene "las mejores minas", se divierte con alegría, siempre está con amigos sonrientes.

Unos cuantos dirigentes importantes no suelen tener posturas rotundas y firmes. ¡Qué bueno sería que la señora presidenta de la Nación dijera con claridad que drogarse hace mal! ¡Que los narcotraficantes comercian con la vida de los jóvenes, la felicidad de sus familias, la seguridad de todos! ¡Qué necesario es escuchar estos mensajes de los candidatos a diversos cargos en las próximas elecciones!

A veces me preguntan si pienso que de verdad se pueden erradicar las mafias del narcotráfico. Y yo respondo que sí, y menciono dos casos que lo muestran, salvando las distancias.

En las décadas del 40 y el 50 en Chicago y otras ciudades de Estados Unidos se combatió con firmeza a las mafias. En Italia, más cerca de nuestros días, se avanzó mucho en desmantelar la organización de la Camorra. ¿Qué hizo falta? Decisión, coraje, hablar claro, compromiso ético y una gran cuota de heroísmo. Es cierto que murieron jueces, policías, políticos. ¿Pero ahora no hay muerte? Sí que la hay. Y también hay heroísmo ninguneado y burlado. Varias veces he escuchado de hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad que arriesgan la vida en tareas de investigación, y cuando dan con algún "pez semigordo" vienen órdenes de estratos superiores para frenar el procedimiento, o para que los detenidos vuelvan a la calle en poco tiempo. La corrupción pica bien arriba en las estructuras de la sociedad.

No son tiempos de compromisos tibios con la verdad y la justicia. No bastan adhesiones "testimoniales". La vida presente y futura de niños, adolescentes, jóvenes y adultos está en serio riesgo. Martin Luther King decía: "Lo que me preocupa no es el grito de los malos sino el silencio de los buenos".

El domingo es el día instituido por las Naciones Unidas para concientizar acerca de las consecuencias del narcotráfico y el consumo de drogas. Es bueno aprovechar la fecha para formularse esta pregunta: ¿a quién le doy permiso para que entre en mi vida? Es momento de hablar en casa, en la escuela, en la sociedad. En la Argentina que soñamos no sobra nadie.

escrito por Jorge Eduardo Lozano
Obispo de Gualeguaychú y responsable de la Pastoral de Drogadependencia de la CEA

(fuente: www.lanacion.com.ar)

"Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo"

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan (Jn 6, 51-58)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”. Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? ” Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

El misterio de la Misa debiera siempre asombrarnos, pero sucede que estamos acostumbrados a la Misa,y tomamos la Misa y la Comunión como un derecho adquirido.

Pero es un misterio inmenso el que cada Misa no sólo recuerda la Ultima Cena y el Calvario, sino que –de veras- los hace presente.

El sacrificio de Cristo en la Cruz siempre está presente ante el Padre Celestial, porque Dios vive en un eterno presente. Entonces el sacrificio de Cristo en la Cruz, que la Trinidad vive de manera perenne, se nos hace presente en nuestro tiempo y lugar, cada vez que estamos en Misa.

¿Nos damos cuenta, entonces, que en cada Misa estamos en la Ultima Cena, en el Calvario, en el Cielo y en la Misa en que participamos? ¿Nos damos cuenta de este milagro que se sucede cada vez que estamos en Misa?

En realidad hay una sola Liturgia Eucarística eterna, hay una sola Misa, y ésta tiene lugar en el Cielo de manera continua … todo el tiempo.

Cuando estamos en la Iglesia en Misa, estamos encerrados en nuestro propio tiempo y espacio, y solemos pensar que estamos sólo allí, unidos al Sacerdote y con los demás para ofrecer nuestra Misa particular. Pero en realidad Cristo nos está invitando a traspasar el velo del tiempo, para elevarnos fuera de nuestro tiempo hasta el eterno presente divino, al santuario del Cielo, donde El nos lleva a la presencia del Padre (cf. Hb. 10, 19-21).

No estamos solamente asistiendo a Misa, estamos unidos con Cielo y tierra celebrando esa única Liturgia eterna.

Momento importantísimo en la Misa es participar en la Cena, es decir recibir ¡a Dios! -a Jesús Dios y Hombre verdadero.

Porque la Comunión no consiste solamente en que recibimos la Hostia Consagrada, sino en que recibimos ¡una Persona! ¡que es Dios! Y esa Persona-Dios quiere unirse íntimamente con quien lo recibe. ¿Nos damos cuenta de este privilegio indescriptible?

Recibir la Comunión significa entrar en unión. No significa nada más que Jesús viene a nosotros: implica una relación de unión. Por tanto, ese deseo de Cristo unirse a nosotros requiere nuestra respuesta: debemos darnos a El como El se da a nosotros.

Uno de los Padres de la Iglesia, San Cirilo de Jerusalén, nos regala una imagen eucarística que puede ayudarnos a apreciar y tomar conciencia de lo que significa Comunión: si vertimos cera derretida sobre cera derretida, una inter-penetra a la otra de manera perfecta. Se parece a la unión de Cristo con nosotros y de nosotros en Cristo cuando comulgamos.

En la Comunión estamos participando en el Banquete Celestial (Lc. 14, 15), el que disfrutaremos también por toda la eternidad cuando seamos llevados al Cielo y participemos, junto con toda la muchedumbre celestial, de la Cena del Cordero (Ap. 19, 9). ¡Dichosos los llamados a esta Cena! … aquí en la tierra y allá en el Cielo. “Estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conMigo” (Ap. 3, 20).
Pan de Vida

Mientras mejor preparados estemos para la Misa, más gracias recibimos. Las gracias de una sola Misa son ¡infinitas! … es toda la gracia del Cielo. El único límite es nuestra capacidad para recibirlas.

(fuente. www.homilia.org)

sábado, 25 de junio de 2011

¿Por qué Cristo es el Cordero?

El Jueves Santo, Jesucristo nos dejó instituido ese “sacramento admirable”: el de su Cuerpo y su Sangre (Corpus Christi). Es el regalo más grande que Jesús nos ha dejado: su presencia viva entre nosotros, todo su ser de Hombre y todo su Ser de Dios, para ser alimento de nuestra vida espiritual, para unirnos a El.

Ese maravilloso regalo nos lo dio el Señor horas antes de morir, durante la Ultima Cena. Los sucesos de esa noche y del Viernes Santo opacan un tanto la alegría de este Regalo que nos dejó el Señor el Jueves Santo.

Pero, veamos qué relación hay entre lo sucedido el Jueves Santo y el Viernes Santo, y el por qué de la Fiesta de Corpus Christi en que la Iglesia recuerda y celebra el Sacramento del Cuerpo de Cristo.

En el Antiguo Testamento se nos describen diferentes tipos de sacrificios, entre éstos, los sacrificios de expiación de los pecados del pueblo, los cuales se hacían sacrificando un cordero.

Sucedió, entonces, que cuando Dios decidió liberar a su pueblo cautivo por los Egipcios, le ordenó a los Hebreos inmolar por familia un cordero “sin mancha, macho, de un año” (Ex. 12, 5), indicándoles marcar con la sangre del cordero sacrificado el dintel de la puerta para que el Angel exterminador los perdonara cuando esa noche viniera a herir a los primogénitos egipcios. Desde ese momento, la sangre del cordero tuvo para los israelitas valor redentor.

Es así como, ese primer Jueves Santo de la historia celebraba Jesucristo con sus Apóstoles la Pascua judía, es decir, la conmemoración de la liberación de Egipto. En esa Cena Pascual se comía –igual que aquella noche antes de salir de Egipto, un cordero sacrificado. Pero sucede algo imprevisto: Jesús, después de comer la cena pascual, sustituye al cordero pascual por Sí mismo. El se entrega como “verdadero Cordero Pascual” (Prefacio de la Misa de Pascua), a ser sacrificado en la Cruz al día siguiente.

Eso es lo que significan las palabras del Sacerdote cuando, presentando la hostia consagrada dice: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Esas palabras ya las dijo antes San Juan Bautista, al identificar a Jesús como el Mesías en la ribera del Jordán: ”Allí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo” (cf. Jn. 1, 29).

Pero hay más: en el Antiguo Testamento había otro tipo de sacrificios: los sacrificios de alianza. La Alianza entre Yavé y su pueblo, por el cual éste se comprometía a cumplir lo pedido por Dios, se sella mediante un rito de sangre. Así dice Moisés a los israelitas, una vez hecha la Alianza: “Esta es la sangre de la Alianza que Yavé ha hecho con ustedes, conforme a todos estos compromisos” (Ex. 24, 3-8).

Esa era la “Antigua Alianza”. Pero en la Ultima Cena, al presentar el cáliz lleno de vino, Jesús dice: “Este es el cáliz de la Nueva Alianza, la cual se sella con mi Sangre”. (Ya no era sangre de animales, sino la Sangre del Hijo de Dios la que sella la Nueva Alianza).

Estaba anunciando el Señor su muerte al día siguiente, el verdadero Cordero sacrificado en la Cruz y su Sangre derramada, con la cual sellaría la Nueva Alianza.

El Cuerpo entregado y su Sangre derramada hacen de la muerte de Cristo un sacrificio singular: sacrificio de alianza, que sustituye la Antigua Alianza del Sinaí por esta Nueva Alianza, en la cual el Cordero es Cristo, y en la que no se derrama sangre de animales, sino ¡nada menos! que la del mismo Hijo de Dios.

Y todo este sacrificio de Jesús, para nuestra redención: todo esto por mí y para mí. Y esta Nueva Alianza es perfecta, puesto que Jesús nos redime de nuestros pecados y nos asegura para siempre el acceso a Dios y la posibilidad de vivir unidos a El, mediante la recepción de su Cuerpo y de su Sangre en la Comunión, Sacramento de salvación que nos dejó instituido en el primer Jueves Santo de la historia y que con razón celebra nuevamente la Iglesia en la Fiesta de Corpus Christi.

El significado de este “Misterio de Fe” que es la presencia real de Jesucristo en la Hostia Consagrada y el sentido del sacrificio de Cristo en la Cruz está expuesto de manera elocuente en “La Pasión” de Mel Gibson.

En este filme vemos que, al llegar Jesús al Gólgota, soltando la cruz, mira al cielo. Enseguida cambia la escena a la Ultima Cena cuando le son presentados a Jesús los panes cubiertos con un paño. De inmediato volvemos al Calvario y vemos a Cristo siendo despojado de sus vestiduras.¡El Cuerpo desnudo del Calvario es el mismo Cuerpo del Pan de la Cena: Corpus Christi!

Ya crucificado, antes de ser levantada la Cruz, la película nos traslada al preciso momento de la institución de la Eucaristía. Jesús toma el pan en la mano, lo parte y dice: “Tomen y coman todos de él, porque este es mi Cuerpo que será entregado por ustedes.” Ya su Cuerpo, el mismo que nos había ofrecido en la Ultima Cena –el mismo que nos ofrece en cada Eucaristía- estaba siendo entregado en la cruz.

Luego, mientras la Cruz es levantada, vemos mucha sangre manar del cuerpo de Cristo, y enseguida aparece el flashback de Jesús con el cáliz de vino entre sus manos. Toma un sorbo y dice: “Toman y beban. Este es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza Nueva y Eterna, que será derramada por ustedes y por todos para el perdón de los pecados. Hagan esto en memoria mía”. Y en ese momento se ve a Juan tomando el vino. Luego se vuelve a la crucifixión, y Jesús sangra aún más.

Tal como lo anunció al presentar el Cáliz en la Ultima Cena: su Sangre es derramada por nosotros para perdonar nuestros pecados; su Cuerpo es entregado por nosotros. Y ese Cuerpo y esa Sangre -los mismos de la Cruz- son el Pan y el Vino consagrados, cuando el Sacerdote pronuncia las mismas palabras de Cristo en la Ultima Cena.

¡Oh misterio inefable! ¡Oh misterio de nuestra fe!

El misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo es un misterio de Amor. Es el Regalo más grande que nos ha sido dado: Dios Padre nos entrega a su Hijo para redimirnos del pecado, para pagar nuestro rescate. ¡Qué precio para rescatarnos! La Vida de Jesucristo, el Cordero de Dios, entregada en la Cruz.

Y esa entrega del Hijo de Dios por nosotros los seres humanos, se nos hace presente en cada Eucaristía. Así, en cada Santa Misa celebrada en cualquier parte del mundo tenemos su Presencia Real y Viva en medio de nosotros, para reconocerlo y adorarlo en la Hostia Consagrada, y para ser alimento de nuestra vida espiritual cuando lo recibimos en la Sagrada Comunión.

(fuente: www.ewtn.com)
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