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sábado, 12 de octubre de 2013

Conoce la historia del Rosario

En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “Rosario” significa “corona de rosas”.

Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.

Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.

Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.

Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.

El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó “la muerte negra” en la que murieron muchísimas personas.

Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.


¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

(fuente: www.guadaluperadio.com)

viernes, 11 de octubre de 2013

La conversión

Nos lleva a la reconciliarnos con el pasado, el presente y el futuro.

Muchos hombres y mujeres estamos peleados con el pasado, molestos con el presente y muy inseguros con las amenazas del futuro. Tenemos que reconciliarnos con el tiempo.


RECONCILIACION CON EL PASADO

Se da cuando uno vive perseguido por su pasado negativo o cuando uno vive anclado en el pasado duro o feliz, cuando la vida se ha vuelto simplemente nostalgia del poeta: “todo tiempo pasado fue mejor”.

Recordar es necesario, porque no se puede desconocer el pasado, el que no conoce la historia está llamado a repetirla. Pero surge una respuesta inquietante: ¿Cómo recordar sin quedar prisionero del pasado? Superar la memoria amargada del pasado, sobreponerse a los deseos de venganza siempre crecientes, eliminar el resentimiento que corroe desde dentro, es reconciliarse con el pasado, lo que Juan Pablo II llamó purificación de la memoria.

La reconciliación con el pasado se percibe clara en el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35). Jesús se pone a caminar con ellos, hacia atrás, compartiendo su pena y su desencanto. A tales discípulos decepcionados por los hechos sucedidos, decepcionados por el pasado, Jesús los anima, interpreta los hechos del pasado dándoles un significado completamente nuevo, profundo y lleno de esperanza y ese sufrimiento de los de Emaús se va transformando en un ardor pascual de esperanza.

La gente agobiada por la memoria de los hechos terribles sufridos en el pasado suele a veces acudir a la Iglesia para aliviar sus heridas. ¿Cuáles deberían ser las actitudes pastorales de la Iglesia ante estas personas? Es un tema y un aprendizaje teológico pastoral que no nos puede faltar si queremos favorecer la reconciliación con el pasado.


RECONCILIACION CON EL PRESENTE

Se da cuando uno se deja salvar en el hoy de Dios, en el día de Dios. El icono más adecuado para simbolizar y profundizar en esta realidad nos lo ofrece el enfrentamiento entre Jesús y los fariseos al curar en sábado a una mujer encorvada. El jefe de la sinagoga queda indignado con la acción de Jesús, porque ha curado en sábado. “Hay seis días en que se puede trabajar. Vengan a hacerse curar en esos días y no en sábado” (Lc 13,14).

Jesús le replicó: “Hipócritas, no desatan del pesebre todos ustedes en sábado a su buey o a su asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató satanás hace ya 18 años, ¿no estaba bién desatarla de esta ligadura en día de sábado?” (Lc 13, 15-16).

Dios reconcilia hoy, aunque sea el día más sagrado, más institucional, más dedicado a los asuntos sacrales. Hoy es el día de la salvación, hoy es el día de la reconciliación. No la dejemos para mañana.

escrito por Ing. Benjamín Sepúlveda 
(fuente: www.guadaluperadio.com)

jueves, 10 de octubre de 2013

Señor, ¡fortalece mi pobre fe!

El Año de la fe concluirá el 24 de noviembre de 2013, la Solemnidad de Cristo Rey. El Año de la fe es año de gracias y año de bendiciones para el mundo y para cada uno de nosotros.

Tal vez ha desaprovechado las gracias este año. Todo atleta profesional sabe que siempre hay altos y bajos, cambios y resultados inesperados. Un corredor de campo través podría estar en los últimos lugares la mayor parte de la carrera, pero si en determinado momento decide poner todo de su parte, podría cruzar la linea de meta en primer lugar y ¡ganar la corona de gloria!

Nosotros los atletas de Cristo, que corremos esta carrera, debemos poner todo de nuestra parte para acabar triunfantes. Presentaremos cinco pasos concretos para que en este Año de la fe aumente nuestra fe.

1.ORACIÓN FERVIENTE. El P. John Hardon, S.J. hace esta observación: Personas que pierden su FE, primero han perdido o más bien dejado su vida de oración. Hagamos la decisión, de rezar cada día un poco más y un poco mejor. La oración es cosa de vida o muerte. Que estas palabras de san Agustín nos animen: ''¡Quien reza bien vive bien; quien vive bien muere bien; quien muere bien todo está bien!''

2. ESTUDIO DE LA FE. No podemos amar lo que desconocemos. ¿Cómo podemos amar a Jesús, la Iglesia - su Cuerpo Místico, la Esposa de Cristo - si la desconocemos? Leamos la carta apostólica del Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, que presenta formas de vivir el Año de la fe. El Papa recomienda, en forma particular, la lectura del los documentos del Concilio Vaticano II y las constituciones dogmáticas - Dei Verbum, Sacrosanctum Concilium, Gaudium Spes y Lumen Gentium. Leamos también el Catecismo de la Iglesia Católica. No demoremos más, ¡empecemos hoy!

3. EUCARISTÍA. El Papa Pablo VI, durante su pontificado escribió un corto y excelente documento titulado Mysterium Fidei. Este documento da una clara y concisa explicación del Misterio de Fe, la Santa Eucaristía. Mientras que muchos no han recibido catequesis sobre lo que es la Eucaristía, hay otros han dejado de creer en la Eucaristía tienen una idea muy vaga de lo que es la Misa y la Santa Eucaristía. Veamos la vida del santo moderno quien fue canonizado por el Papa Pablo VI. San Charbel Maklouf, monje contemplativo Marionita, pidió a su superior que le permitiera celebrar la santa Misa al medio día. La razón: Quería pasar toda la mañana preparándose para la Santa Misa y toda la tarde dando gracias a Dios por la Misa y la santa Comunión. ¡Qué modelos tan alentadores son los santos!

4. COMPARTA SU FE CON OTROS. Los últimos Papas insistentemente han predicado sobre nuestro llamado, nuestra MISIÓN. Desde el momento del bautismo, somos llamados a ser misioneros. El b. Papa Juan Pablo II, de forma inequívoca dijo que los mejores territorios misioneros son las grandes CIUDADES. Ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Roma, París, Buenos Aires y Manila, tienen miles de habitantes. Entre sus habitantes la fe va en declive, muchos tienen poca fe, están confundidos sobre su fe o han perdido la fe. El libro de Jonás dice esto sobre las grandes ciudades: ''No saben distinguir la mano izquierda de la mano derecha.'' El P. Benedict Groeschel lo expresó así: ''¡No saben la diferencia entre un Sacramento y una bomba para hinchar la rueda de una bicicleta!'' Estudie y conozca su fe y compártala con otros. La fe no debe sólo guardarse en el corazón o esconder bajo una canasta, sino debe compartirse. Jesús claramente dijo: ''Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.'' Santo Tomás de Aquino, el Doctor angélico, nos presenta la siguiente idea. Cuando damos algo material, nos quedamos con menos. Por ejemplo, si doy veinte dólares, tengo veinte dólares menos. Pero cuando compartimos la fe, ambas personas se enriquecen, la que recibe y la que comparte crece en su fe. Asimilemos las palabras de la beata Madre Teresa de Calcuta: ''Hay que dar hasta que duela.'' Y también las palabras de san Pablo: ''Hay más gozo en dar que en recibir.'' ¡Seamos apóstoles hoy y compartamos nuestra fe este Año de la fe.

5. PRUEBAS, TRIBULACIONES Y PENAS QUE NOS CONDUCEN A LA FE. La carta de Santiago, con palabras fuertes nos dice, que Dios aveces nos dirige por sendas dolorosas para suscitar en nosotros la fe. Dios nos conduce a sus hijos a quien ama, por senderos de pruebas, penas y tribulaciones. Meditemos las palabras del apóstol: ''Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. Esta puesta a prueba de la fe desarrolla la capacidad de soportar, y la capacidad de soportar debe llegar a ser perfecta, si queremos ser perfectos, completos, sin que nos falte nada.'' (Santiago 1, 2-4) Dios es nuestro mejor guía, nuestro mejor maestro. El conoce bien la pedagogía humana. Dios sabe y conoce que tendemos a ser perezosos, que nos gusta estar cómodos, conoce nuestro desgano y nuestro deseo de pasar por la vida sin ningún tope. Pero como padre amoroso que es Dios, nos tiene que despertar de nuestro letargo espiritual con una pequeña sacudida. Por esto aveces nos manda pruebas cuando menos los esperamos. Piense en los momentos más dolorosos de su vida, véalos con sinceridad y humildad, quizás verá que por medio de esos acontecimientos, Dios lo condujo hacia Él. Recuerde el libro de Job: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá volveré. Yavé me lo dio, Yavé me lo ha quitado, ¡que su nombre sea bendito!» (Job 1,21)

Conforme llega a su fin este Año de la fe, acudamos a Nuestra Madre Santísima. Entre los muchos hermosos y sublimes títulos que la Iglesia le da es ''Mujer de fe''. Que sus oraciones fortalezcan nuestra fe en Jesús, la Iglesia, la Eucaristía y nuestra esperanza en la vida eterna. Amén.

P. Edward Broom, OMV (P. Escobita) 
(fuente: www.guadaluperadio.com)

miércoles, 9 de octubre de 2013

Beneficios y bendiciones del Rosario

El rezo y la meditación del Santo Rosario tienen enormes beneficios y bendiciones.

El rezo y la meditación del Santo Rosario tienen enormes beneficios. Señalamos algunos que pueden animar a practicar diariamente esta piadosa y multisecular costumbre.

Beneficios:

1. Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
2. Purifica nuestras almas del pecado.
3. Nos permite vencer a nuestros enemigos.
4. Nos facilita la práctica de las virtudes.
5. Nos abrasa en amor de Jesucristo.
6. Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres.
7. Nos consigue de Dios toda clase de gracias.

Bendiciones:

1. Los pecadores obtienen el perdón.
2. Las almas sedientas se sacian.
3. Los que están atados ven sus lazos desechos.
4. Los que lloran hallan alegría.
5. Los que son tentados hallan tranquilidad.
6. Los pobres son socorridos.
7. Los religiosos son reformados.
8. Los ignorantes son instruídos.
9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.
10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios.

(fuente: www.encuentra.com)

martes, 8 de octubre de 2013

La tentación de no dejar que Dios escriba nuestra vida

El papa en Santa Marta indica tres modelos: Jonás, el levita y el samaritano. Zenit le entrega el libro 'Un ciclón llamado Francisco'

Roma, 07 de octubre de 2013 (Zenit.org) Dejemos escribir nuestra vida por Dios. Esta fue la exhortación del santo padre Francisco en la misa que la mañana del lunes celebró en la Casa Santa Marta, y durante la cual se centró en las figuras de Jonás y el Buen Samaritano. En ocasiones, observó el papa, puede suceder que incluso un cristiano, un católico huye de Dios, mientras un pecador, considerado alejado de Dios, escucha la voz del Señor.

Jonás sirve al Señor, reza mucho y hace el bien, pero cuando el Señor lo llama comienza a escapar. El papa Francesco ha desarrollado su homilía centrándola en el tema de la "fuga de Dios". Jonás, señala, "tenía su historia escrita" y "no quería ser molestado". El Señor lo envía a Nínive, y él "toma un barco para España. Huía del Señor":

"La fuga de Dios. Se puede huir de Dios, incluso siendo cristiano, católico, siendo de la Acción Católica, siendo presbítero, obispo, papa... ¡todos, todo podemos huir de Dios! Es una tentación diaria. No escuchar a Dios, no escuchar su voz , no sentir en el corazón su propuesta, su invitación. Se puede escapar directamente. Hay otras maneras de escapar de Dios, un poco más educado, un poco más sofisticado, ¿no? En el evangelio, está este hombre medio muerto, tirado en el suelo, y por casualidad un sacerdote bajaba por aquel camino --un digno sacerdote, precisamente en sotana, bueno ¡muy bueno! Vio y observó: ‘Llego tarde a misa’, y ha seguido su camino. No había oído la voz de Dios, allí".

Luego pasa un levita, que, dice el papa, quizá pensó: "Si lo cojo o si me acerco, tal vez estará muerto, y mañana tendré que ir al juez y dar testimonio..." y se siguió de largo. También Él, dijo el papa, se escapa "de la voz de Dios". Y añade: "Solo tuvo la capacidad de comprender la voz de Dios uno que habitualmente huía de Dios, un pecador", un samaritano.

Este, señala, "es un pecador, alejado de Dios", que sin embargo "escuchó la voz de Dios y se acercó". El samaritano, señala, "no estaba acostumbrado a las prácticas religiosas, a la vida moral, incluso teológicamente estaba mal", porque los samaritanos “creían que a Dios se le debía adorar en otro lugar y no donde el Señor quería". Y, sin embargo, prosiguió el papa, el samaritano "se ha dado cuenta de que Dios lo estaba llamando, y no huyó".

"Se le acercó, le vendó las heridas echándole aceite y vino, y luego lo puso en el caballo", e incluso "lo llevó a una posada y cuidó de él. Perdió toda la tarde":

"El presbítero llegó a tiempo para la Santa Misa, y todos los fieles contentos; el levita tuvo al día siguiente, un día tranquilo de acuerdo con lo que había pensado hacer, porque no pasó por todo este enredo de ir al juez y todas esas cosas...

¿Y por qué Jonás huyó de Dios? ¿Por qué el sacerdote huyó de Dios? ¿Por qué el levita se escapó de Dios? Porque tenían cerrado el corazón, y cuando tienes cerrado el corazón, no se puede escuchar la voz de Dios. En cambio, un samaritano que iba de camino ‘lo vio y tuvo compasión’: tenía el corazón abierto, era humano. Y su humanidad lo acercó".

"Jonás –observa el papa- tenía un diseño de su vida: él quería escribir su historia", y así también el sacerdote y el levita. "Un diseño del trabajo". Sin embargo, continuó el papa, este pecador, el samaritano "se ha dejado escribir la vida por Dios: ha cambiado todo, aquella tarde, porque el Señor le ha acercado la persona de este pobre hombre, herido, gravemente herido, tirado en la calle":

"Me pregunto a mí mismo, y les pregunto también a ustedes: ¿nos dejamos escribir la vida, nuestra vida, por Dios o queremos escribirla nosotros? Y esto nos habla acerca de la docilidad: ¿somos dóciles a la Palabra de Dios? '¡Sí, yo quiero ser dócil!'. Pero tú, ¿tienes la capacidad de escucharla, de oirla? Tienes la capacidad de encontrar la Palabra de Dios en la historia de cada día, o tus ideas son las que te rigen, y no dejas que la irrupción del Señor te hable?".

"Tres personas están huyendo de Dios -resumió el papa-, y otra en situación irregular", que es "capaz de escuchar, abrir el corazón y no escapar". Estoy seguro, dijo el pontífice, que todos vemos que "el samaritano, el pecador, no huyó de Dios".

Que el Señor, concluyó, "nos permita escuchar la voz del Señor, su voz, que nos dice: ¡Anda y haz los mismo!".

Al concluir la misa el santo padre saludó uno a uno a un grupo de 40 periodistas acreditados en la Sala de Prensa del Vaticano. Entre ellos, el hispano Juno Arrocho, de la edición anglófona, que le entregó una carta demostrando la estima del team de periodistas de ZENIT y el primer libro editado: 'Un ciclón de nombre Francisco'. Y añadió que ya fue publicado en italiano y ahora en español y que lo será en otros idiomas. Y el papa le respondió, sí, sí, en francés, inglés, portugués, etc, etc.

(07 de octubre de 2013) © Innovative Media Inc.

lunes, 7 de octubre de 2013

Una multitud “histórica” peregrinó a Luján, donde monseñor Poli exhortó a “contagiar” la fe

Domingo 6 Oct 2013 | 15:33 pm Buenos Aires (AICA) Una multitud, que fuentes policiales estimaron en “casi 2.500.000 personas”, participó este fin de semana de la 39ª Peregrinación Juvenil a pie a Luján, la primera desde la elección pontificia de Jorge Mario Bergoglio y que llevó por lema "Madre, cuida la fe de tu pueblo que camina".

En declaraciones periodísticas el prelado porteño destacó que “caminó una multitud”, pero aclaró que “nunca vamos a saber” la cantidad de peregrinos que participaron.

"Me da la impresión de que se están inflando los números", dijo, al insistir en definir esta expresión de devoción popular como “un río de vida”.

Ante los peregrinos que escucharon la misa central, pese al cansancio de caminar 70 kilómetros, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Poli pidió dejarse “cuidar” por la Virgen en el camino de la vida cotidiana, al destacar que “hay un antes y un después” de peregrinar a Luján.

"La vuelta a casa tiene que convertirse en una nueva oportunidad de vivir conforme a la bendita fe de nuestro bautismo, con alegría y fidelidad", subrayó, al tiempo que recordó que “la fe es contagiosa. No es una enfermedad, pero se contagia".

Tras explicar que "es la fe que a vos peregrino te sacó de tu casa, de tus cosas y te movió a confesarla caminando", señaló que “la fe nos hace descubrir el amor de Dios y viene de la mano de la esperanza”.

Monseñor Poli aseguró que “si alguien quiere separarnos del amor de la Madre, hay una respuesta cortita y al pie, como nos enseñó ese negro sacristán (de nombre Manuel que cuidó la imagen de la Virgen que hoy se venera en Luján), humilde: ‘Soy de la Virgen nomás’”.

“También los saludo, para que no lo extrañen, con el saludo del papa Francisco: ‘Que a todos la Virgen los cuide mucho’”, concluyó en medio de aplausos.

La misa terminó con monseñor Poli alentando a los fieles a vivar por la Virgen, la Iglesia, el Cura Brochero y el Papa.

A las 6.52, llegó a la plaza Belgrano, frente a la basílica, el grupo con la "imagen cabecera" de la Virgen que salió ayer al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

Los peregrinos fueron recibidos en la intersección de las rutas nacionales 5 y 7, en la zona del "Puente del Escudo", ubicado a pocos kilómetros de la basílica, por la imagen de la Virgen de Luján que el Papa bendijo a fines de julio en Brasil en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud.


Asistencia sanitaria

Más de mil profesionales de la salud que participaron del operativo sanitario, entre los que se incluyeron médicos emergentólogos, realizaron una amplia cobertura en las zonas destinadas para los 50 puestos sanitarios.

Coordinados por la Comisión de Piedad Popular, hasta las 6 del domingo se derivaron 41 pacientes a hospitales públicos zonales con diversas patologías, entre ellas taquicardias, broncoespasmos, lipotimia, hipertensión grave, torsión testicular, crisis hipertensiva, coma alcohólico, crisis diabética, crisis asmática, amenaza de aborto por distintos casos de embarazos, dolores abdominales, hipotermia y dolor precordial, entre otros diagnósticos médicos.

El coordinador del Área Sanitaria, Christian Pereyra, indicó también que las derivaciones se realizaron a los hospitales de Rodríguez, Moreno, Luján y Bocalandro.

Del operativo participaron 26 ambulancias de empresas privadas, sindicales y de la provincia de Buenos Aires, informó Pereyra.

En tanto que cientos de personas fueron compensadas en los puestos sanitarios, en su mayoría por dolencias leves.


Voluntarios

Más de cinco mil servidores colaboraron en el andar de los fieles a la Virgen de Luján. Desde el armado del operativo general, que se inició en la tarde del jueves, hasta el domingo, la Comisión de Piedad Popular se mantuvo activa y ejecutiva en la ayuda a los peregrinos.

Desde los puestos de apoyo basaron su asistencia en animar en el camino a los devotos de Luján, tanto con alimentos como con palabras de respaldo y contención.

Mientras que en los puestos sanitarios, los profesionales de la salud actuaron con premura ante cada paciente que atendieron.

Por otra parte, y debido a la gran concurrencia de peregrinos, el Área Técnica de la Comisión de Piedad Popular debió coordinar gran parte del operativo a través de comunicaciones radioeléctricas propias, debido a la saturación de las comunicaciones de los sistemas celulares.


Itinerario bautismal

La peregrinación se enmarcó, además, en el "itinerario bautismal" de la arquidiócesis de Buenos Aires, por lo que se ofreció el bautismo a los peregrinos que se formaron para recibir este sacramento.

Informes: prensa@peregrinacionlujan.org.ar y www.peregrinacionlujan.org.ar. También en las redes Twitter: @laperelujan y Facebook: FacbookLujan.+

¿Son iguales todas las religiones?

En estos últimos años hemos presenciado un gran crecimiento de las sectas en toda América Latina. ¿Responde esto a un crecimiento normal de las religiones? Creemos que no. Creemos que en gran parte ello obedece a un plan fríamente elaborado para destruir o debilitar la Iglesia Católica y su influencia en cada región. Algunas de estas sectas son financiadas por los grandes grupos económicos de EE. UU., verdaderas transnacionales proselitistas que invierten millones en propaganda, vendiendo o distribuyendo revistas, libros y folletos. Pasan de casa en casa, convidan a personas poco iniciadas en la Biblia y bajo pretexto de orar con ellos les arrebatan su mayor tesoro que es la fe católica. Por eso no podemos permanecer pasivos ante esta realidad y vamos a dar aquí un vistazo a algunas de las principales sectas o religiones que vemos a nuestro alrededor, no con el afán de polemizar, sino con el único objetivo de dar una orientación a quienes la necesitan. Por lo demás, todo el mundo tiene derecho a saber quién es quién.

Digamos primero que Jesús quiere una sola Iglesia. Esto es precisamente lo que El le pidió al Padre en su oración sacerdotal: «Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti» (Jn. 17, 21). Y si Cristo quiso la unidad de todos sus seguidores ¿qué podemos pensar de los que siembran la división? ¿Qué podemos pensar de aquellos que, con el correr de los siglos, han querido enmendar la página al Señor creando nuevas religiones? ¿No será que con esta actitud entorpecen el plan de Dios y en lugar de construir la unidad colaboran a la división? Conozcamos algunas de estas denominaciones.


Los Testigos de Jehová

Nacieron en Estados Unidos hace poco más de cien años. Su fundador es Carlos Taze Russell, hijo de presbiterianos. Niegan la Santísima Trinidad y dicen que Cristo, antes de ser hombre, era el arcángel San Miguel. Alteran los textos bíblicos a su capricho. Dicen que Jesús no murió en una cruz sino en un palo y que resucitó sólo como criatura espiritual. Para ellos todas las religiones, fuera de la suya, son satánicas, y sostienen que Dios castigará a todos los que no han querido entrar en su secta. Prohíben la transfusión de sangre y consideran que la Iglesia Católica está corrompida y que es la Babilona moderna.

Lo que llama la atención es que, a pesar de este cúmulo de errores, muchos católicos se dejan fascinar por su «supuesto» amor a la Biblia y los siguen. Esto sólo se explica por la gran ignorancia religiosa en que viven muchas personas. Y lo peor es que los católicos que se cambian, después despotrican contra la Iglesia Católica, renegando de ella, y a veces dicen: «Yo cuando era católico tomaba y le pegaba a mi señora... Pero desde que soy Testigo de Jehová llevo una vida ordenada». En realidad nunca conocieron ni vivieron a fondo su fe católica. Nosotros les decimos que no es necesario cambiarse de religión para dejar el trago o para no pegarle a la mujer. Basta ser consecuente con su fe católica y punto. Decimos que Jesús fundó una sola Iglesia sobre el Apóstol Pedro y no autorizó a nadie para que fundara otras iglesias. Jesús dijo a Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».


Los Mormones

Su fundador es José Smith, nacido en Vermont, EE. UU. A la edad de 15 años recibió unas revelaciones que le anunciaron que todas las iglesias cristianas estaban corrompidas y que él debía organizar la verdadera Iglesia de Cristo. Su secreto está en un libro que, según él, en 1823 le entregó el ángel Moroni. Se trataría de un libro escrito en planchas de oro en el que hay una relación de los antiguos habitantes del continente americano que habrían llegado a EE. UU después de la destrucción de la torre de Babel. En este libro estaría la plenitud del Evangelio comunicado a ellos por el mismo Cristo, que también viajó a Estados Unidos después de su Resurrección. En 1830 esta iglesia recibió el nombre de «Iglesia de los Santos de los Ultimos Días».

Para ellos, Cristo fue engendrado carnalmente de Dios Padre. La Biblia y el libro de Mormón son su única norma de fe, pero sólo aceptan «su» Biblia, porque las demás, según ellos, estarían mal traducidas. Además la Biblia tiene que complementarse con el libro de Mormón. Tienen sólo dos sacramentos: el bautismo por inmersión y la santa cena con pan y agua. Bautizan a los muertos y en su trabajo misionero siempre van de a dos.

El hombre latinoamericano, que es educado y acogedor, fácilmente los hace entrar en su casa pero después no se los puede sacar de encima. Insisten de una y otra manera en que uno deje su fe católica y pase a ser mormón. Y no pocas veces tratan de convencer a la gente dándoles regalos, dólares y promesas y, por supuesto, algunos quedan enredados en sus redes.

¿Por qué han progresado tanto los mormones en estos últimos años? Hay una razón política que es bueno que todos conozcan.

Hace unos treinta años Rockefeller, después de recorrer casi todos los países de América Latina, informó al Congreso de EE. UU. que había que contrarrestar la labor de la Iglesia Católica, la que, al despertar en los pueblos la conciencia de su dignidad, se constituía en la principal fuerza opositora a los intereses de Estados Unidos en América Latina y, en consecuencia, había que anularla o dividirla hasta donde fuera posible. Entonces, el Congreso programó un sucesivo y creciente envío de misioneros mormones para debilitar la unidad de la Iglesia Católica y destinó millones de dólares para que se contruyeran templos mormones en toda América Latina. También en sus visitas domiciliarias los mormones ofrecen dólares y viajes a EE. UU. para que la gente se cambie a su religión y algunos, ante la tentación del lucro o porque pasan necesidad, sucumben y se hacen mormones.

Los mormones son una religión sin base teológica seria, y su «historia» más bien parece un cuento de ciencia ficción, porque ¿en qué pruebas científicas basan su planteamiento?

Sin embargo, tienen algunas cosas muy positivas: son buenos organizadores y tienen muchos colegios, cooperativas y granjas. Es una lástima que su base religiosa sea tan pobre y que deformen tanto la Biblia.

Tanto los católicos como la mayoría de las iglesias cristianas protestantes los rechazan como no cristianos, porque niegan la divinidad de Jesucristo. Por lo tanto, no podrían llamarse sectas, sino que son una «religión» sin referencia a Jesús ya que no creen en su divinidad. Muchos católicos llaman a los Mormones la religión del dólar, porque con el dólar hacen cualquier cantidad de ofertas para ganar adeptos.


Los Pentecostales

Son los que más han crecido en estos últimos años en toda América Latina. Más del 63 por ciento de todos los protestantes de América Latina son pentecostales. Hay muchas razones por las que nuestro pueblo se siente a gusto con ellos: la alegría, los cantos, la curación y la fraternidad.

Se caracterizan porque son cerrados, por su fanático proselitismo y sus ataques contra la Iglesia Católica.

Los movimientos pentecostales hoy son numerosos y abarcan más de 30 millones de adherentes en América Latina. Al principio rechazaron toda organización, pero pronto la necesidad los obligó a agruparse. De ello nacieron las Asambleas de Dios que también están extendidas por toda América Latina.

El nombre «Pentecostal» ya indica la gran importancia que estos grupos dan al acontecimiento siempre actual de Pentecostés, el que se actualiza en el Bautismo llamado del Espíritu Santo.

El movimiento pentecostal nace como una respuesta a un anhelo de renovación espiritual que estaba latente, tanto en la mente de los pastores como de los fieles de algunas iglesias tradicionales. La Iglesia tenía que renovarse de nuevo con el fuego de Pentecostés. Fieles y pastores invocan repetidamente al Espíritu Santo, piden a Cristo que envíe de nuevo al Espíritu, y comienzan a sentirse renovados, llenos de entusiasmo, de calor, hablan en lenguas y efectúan curaciones.

Los Pentecostales tienen en común con nosotros los Católicos que creen en el misterio de la Santísima Trinidad y también creen en la divinidad de Cristo el único Salvador. Pero no aceptan la Tradición. Es decir, para ellos la Biblia es la única fuente de revelación dejada por Dios al mundo. Su bautismo es por inmersión y el lavado de su cuerpo en el agua pura es un símbolo externo de purificación.


El Ejército de Salvación

Esta secta tiene una serie de elementos que lo asemejan a un ejército mundano: uniforme militar, grados militares, una fuerte disciplina y son realmente un ejército de paz en favor de los marginados. Mantienen muchas obras sociales. Su divisa es «sangre y fuego». Sangre de Cristo y fuego del Espíritu. Nacieron en 1865, en Inglaterra, y su fundador es Guillermo Booth. Tienen multitud de obras sociales: maternidades, asilos, dispensarios, centros de drogadictos, centros de rehabilitación de alcohólicos etc. Se les reprocha el no atacar la pobreza de raíz y de no atacar las causas que la originan.

Su objetivo es extender el protestantismo y se inspiran en la doctrina protestante: Predican la justificación por la sola fe, la sumisión a la Palabra del Señor, y su conversión personal se demuestra con el testimonio misionero. Se reúnen en las calles con sus bandas «militares» y así atraen a la gente y ofrecen servicios religiosos de predicación de la Palabra y cantos.


Otras sectas o denominaciones

Hay en nuestro país otras denominaciones cristianas que no son examinadas en este libro. Imposible abarcar todo en un librito como este.

En todas las religiones hay elementos positivos y negativos, hay gracia y santidad, pero tiene que quedar muy claro que la plenitud de la gracia y de los medios de santificación dejados por Cristo a su Iglesia se hallan únicamente en la Iglesia Católica fundada por Jesús.

Dice el Concilio que cometería un grave error quien, consciente de ello, la desconociera, es decir, se cambiara de religión. El Concilio reafirma que la Iglesia fundada por Jesús se reconoce hoy solamente en la Iglesia Católica. Todas las sectas, sin excepción, rechazan la sumisión al Papa. Sólo la Iglesia Católica acepta su autoridad y este es su sello característico.

Es también muy revelador observar que todas las religiones cristianas son relativamente nuevas, es decir, de estos últimos 500 años. Ahora bien, la verdadera Iglesia tiene que conectar con Cristo que vivió hace 2.000 años. ¿Dónde estaban estas religiones en los 1500 años de vida de la Iglesia católica? ¿Dónde estaban ellos cuando Jesús nació en Belén? ¿Dónde estaban cuando Jesús murió y resucitó? ¿Dónde estaban cuando la Iglesia Católica sufría las terribles persecuciones de los primeros siglos? ¿Se habrán condenado todos los que nacieron antes que se fundara su religión?

Para nosotros queda muy claro, que la Iglesia Católica -y sólo la Iglesia Católica- es la única Iglesia fundada por Cristo. La única que proviene del mismo Cristo, la única que ha mantenido la sucesión apostólica sin interrupción y la única que por medio de los Apóstoles entronca con Cristo.


El Concilio Vaticano.

¿Y qué dice el Concilio Vaticano sobre la necesidad de la Iglesia Católica para salvarse? He aquí un texto que deberíamos meditar con frecuencia:

«El Concilio Vaticano, fundado en la Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación». «Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia Católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, desdeñaran entrar a ella o no quisieran permanecer en ella».

El católico debe evitar polemizar y discutir con otras religiones ya que con ello no se adelanta nada. Las sectas esgrimen infinidad de argumentos y no escuchan a nadie. Hablan con altanería y tratan de llevar a toda costa el agua a su molino. Hablan y no escuchan a nadie. Lo que el católico debe hacer cuando llamen a la puerta de su casa es atenderlos con educación pero con firmeza. Díganles que no se interesan por sus ofrecimientos y punto. Y si no se van, cierren delicadamente la puerta de su casa, sigan con sus tareas y recen por tantos propagandistas baratos de la religión. Nada se adelanta con discutir con ellos. Ellos dicen textos y más textos y no escuchan a nadie. Y recuerden siempre que si piden orar con ustedes o comentar la Biblia, tienen otro interés que el de arrebatarles su Fe Católica. Con un evangélico respetuoso y educado se puede orar y dialogar, pero en este caso, es necesario haber estudiado bien la Fe Católica, conocer la Biblia y pedir ayuda de Dios. Este libro les ayudará a saber dar razón de su Fe.

(fuente: es.catholic.net)
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