Buscar en mallinista.blogspot.com

viernes, 11 de octubre de 2013

La conversión

Nos lleva a la reconciliarnos con el pasado, el presente y el futuro.

Muchos hombres y mujeres estamos peleados con el pasado, molestos con el presente y muy inseguros con las amenazas del futuro. Tenemos que reconciliarnos con el tiempo.


RECONCILIACION CON EL PASADO

Se da cuando uno vive perseguido por su pasado negativo o cuando uno vive anclado en el pasado duro o feliz, cuando la vida se ha vuelto simplemente nostalgia del poeta: “todo tiempo pasado fue mejor”.

Recordar es necesario, porque no se puede desconocer el pasado, el que no conoce la historia está llamado a repetirla. Pero surge una respuesta inquietante: ¿Cómo recordar sin quedar prisionero del pasado? Superar la memoria amargada del pasado, sobreponerse a los deseos de venganza siempre crecientes, eliminar el resentimiento que corroe desde dentro, es reconciliarse con el pasado, lo que Juan Pablo II llamó purificación de la memoria.

La reconciliación con el pasado se percibe clara en el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35). Jesús se pone a caminar con ellos, hacia atrás, compartiendo su pena y su desencanto. A tales discípulos decepcionados por los hechos sucedidos, decepcionados por el pasado, Jesús los anima, interpreta los hechos del pasado dándoles un significado completamente nuevo, profundo y lleno de esperanza y ese sufrimiento de los de Emaús se va transformando en un ardor pascual de esperanza.

La gente agobiada por la memoria de los hechos terribles sufridos en el pasado suele a veces acudir a la Iglesia para aliviar sus heridas. ¿Cuáles deberían ser las actitudes pastorales de la Iglesia ante estas personas? Es un tema y un aprendizaje teológico pastoral que no nos puede faltar si queremos favorecer la reconciliación con el pasado.


RECONCILIACION CON EL PRESENTE

Se da cuando uno se deja salvar en el hoy de Dios, en el día de Dios. El icono más adecuado para simbolizar y profundizar en esta realidad nos lo ofrece el enfrentamiento entre Jesús y los fariseos al curar en sábado a una mujer encorvada. El jefe de la sinagoga queda indignado con la acción de Jesús, porque ha curado en sábado. “Hay seis días en que se puede trabajar. Vengan a hacerse curar en esos días y no en sábado” (Lc 13,14).

Jesús le replicó: “Hipócritas, no desatan del pesebre todos ustedes en sábado a su buey o a su asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató satanás hace ya 18 años, ¿no estaba bién desatarla de esta ligadura en día de sábado?” (Lc 13, 15-16).

Dios reconcilia hoy, aunque sea el día más sagrado, más institucional, más dedicado a los asuntos sacrales. Hoy es el día de la salvación, hoy es el día de la reconciliación. No la dejemos para mañana.

escrito por Ing. Benjamín Sepúlveda 
(fuente: www.guadaluperadio.com)

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...