Buscar en mallinista.blogspot.com

domingo, 6 de octubre de 2013

"Auméntanos la fe"

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
(Lc. 17, 5-10)
Gloria a ti, Señor

Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería. Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'".

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

I-Confianza en las dificultades.-La primera lectura está escogida en función de la llamada a la fe del evangelio. Pero la perspectiva desde la que Habacuc llama a la fe es diferente de la de Jesús, y conviene destacarlo. Habacuc presenta la fe como sostenimiento en medio de una situación dramática, cuando parece que todo se hunde: quien se sostiene en Dios, podrá vivir en medio de los conflictos, aunque todo se vaya al traste: al final, queda Dios. Esto lo podemos aplicar a nuestros conflictos cotidianos, en medio de los cuales podemos vivir confiados si de verdad creemos; pero también habrá que despertar la sensibilidad respecto a los conflictos más colectivos: hambre, pobreza, carrera de armamentos. Habacuc habla desde una situación comprometida en el camino de su pueblo. El creyente camina por el difícil camino personal y colectivo de la humanidad, convencido de que Dios le sostiene y que sostiene el camino de todos.

II-La fe como estímulo para ir hacia adelante.-La perspectiva de la fe en el evangelio de hoy es más bien la de un impulso para ir hacia adelante. Sostenidos en Dios, podemos hacer todo lo que sea necesario. La imagen surrealista que Jesús utiliza para resaltar esta fuerza de la fe, debe ser probablemente la imagen más exagerada de todo el evangelio, lo que denota el relieve que Jesús quiere dar a su afirmación. Y esta afirmación sería la segunda parte de lo que decíamos con Habacuc: el creyente camina por el difícil camino personal y colectivo de la humanidad, y camina por él con la fuerza de Dios, con la que puede andar este camino sin temor, siguiendo el estilo de Jesús, trabajando por el Reino de Dios.

III-La fe como reconocimiento de debilidad.-Detrás de estas llamadas a la fe, hay una premisa sin la cual no tendrían sentido: nosotros somos débiles, y necesitamos el sostenimiento de Dios. Si no fuéramos débiles, no lo necesitaríamos... Hablar de esta debilidad es en ocasiones peligroso, porque se entiende mal: no se trata de que, puesto que somos débiles, necesitamos a alguien que nos mande y nos diga lo que debemos hacer (así se justifican muchos estilos y sistemas totalitarios civiles y eclesiásticos); sino de que, puesto que somos débiles, nos queremos sostener en alguien que nunca nos fallará, y con el cual nos sentiremos fuertes para ir buscando el camino en medio de tantas perplejidades (las perplejidades continuarán, pero las viviremos acompañados de Dios). Quien no se siente débil, nunca tendrá el gozo de poder sentir la fortaleza de Dios que le acompaña.

IV-"Hemos hecho lo que teníamos que hacer".-La segunda parte del evangelio muestra la actitud que el creyente debe tener en todo lo que realiza "bien". El creyente no reivindica méritos ante Dios, ni se considera superior a los demás: el creyente reconoce que, en realidad, lo que ha hecho ha sido lo que tenía que hacer, porque Dios le ha dado fuerza. No se trata de que sea malo sentirse contento de la propia fidelidad, de la propia entrega, del propio esfuerzo al servicio del Evangelio: este sentirse contento no sólo es bueno, sino que es imprescindible para que lo que realizamos sea hecho con ganas y no sea un simple cumplimiento hipócrita; pero este sentirse contento debe ir acompañado del reconocimiento de que todo nos es dado.

VI-Un tesoro.-Pablo llama "tesoro" a la gracia y a le fe recibidas. A cada creyente le ha sido confiado este tesoro: el tesoro de la fe, el tesoro del Evangelio, el tesoro de la vida nueva de J.C. Un tesoro para ser amado, para ser conservado, para ser vivido, para ser transmitido en toda circunstancia de la vida, con la fuerza del Espíritu Santo.

J. Lligadas
MISA DOMINICAL 1989/19 
(fuente: www.mercaba.org)

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...