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viernes, 11 de septiembre de 2009

Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela

Entre los Indios que habitaban la región de Guanare había una parte designada con el nombre Cospes. Cuando en 1591 llegaron los españoles allí y se hizo el reparto de tierras e Indios en encomiendas, unas cuantas familias de los Cospes se disgregaron de su Tribu y huyeron internándose en las selvas de las dilatadas montañas y valles que se extienden entre Boconó de Trujillo y Guanare, hacia las riberas del río Tucupido. En esos lugares apartados se mantuvieron los Cospes muchos años sin acordarse nadie de ellos, hasta que sonó en el reloj de la Providencia la hora de su conversión mediante la maternal intervención de María Santísima.

Un español noble y honrado, buen cristiano, llamado Juan Sánchez, había obtenido años atrás unos terrenos en la margen derecha del Guanare a unas 5 leguas de la Villa de Espíritu Santo que es la ciudad de Guanare.

Varios años llevaban los Indios Cospes sin que los civilizadores extranjeros hubieran podido conseguir que ellos descendieran a tomar parte en el aprendizaje del cultivo de los campos y de la Doctrina Cristiana. Estaban, según refieren en la historia, en aquellos lugares de la montaña en donde ellos se habían ocultado hacia las fuentes del río Tucupido y su margen derecha.

Aquí se dejó ver la Virgen no solo del Jefe de la Tribu sino de varios otros indios y es también donde les mandó a que fueran a donde los blancos Españoles a que los Bautizaran; por indicación de la Virgen, los Indios en número de varios centenares dejaron la montaña y se pusieron a las órdenes de Juan Sánchez quien les fijó para su residencia y trabajo unos campos de su propiedad conocidos con el nombre de Coromoto, nombre propio de una quebrada en la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare de la cual toma la denominación de aquel paraje la Santísima Virgen que allí apareció.

Según refiera la Historia la Virgen de Coromoto apareció repetidas veces a los Indios cospes y no solamente a los mayores sino también a los hijos de éstos según testimonio de los que fueron Párrocos de Guanare en el tiempo no lejano de las apariciones.

La primera Aparición tuvo lugar en el año de 1651 cuando el cacique de los Cospes se dirigía en compañía de su mujer al trabajo de campo. Al llegar a una quebrada, una hermosa Señora que sostenía en sus brazos un precioso niño, apareció caminando sobre las aguas diciéndoles en la lengua propia de los Indios "salgan a donde están los blancos para que les echen agua sobre sus cabezas para subir al Cielo".

El Cacique de los Cospes que en un principio asistía gustoso a las instrucciones catequísticas disgustó luego añorando sin duda la soledad de los bosques y se retiró sin recibir el bautismo. Triste y meditabundo estaba el Indio recostado en su choza días antes de su fuga. Con él se hallaban su esposa, su hermana Isabel y un hijo de éste el cual era llamado Juan.

Todo era silencio en la noche pues las Indias al ver de tan mal humor al Cacique que no se atrevían a decir palabra. Habrían transcurrido algunos instantes desde la llegada del cacique cuando de modo visible y corpóreo se presentó la Virgen Santísima en el umbral del bohío, despidiendo rayos abundantes como los rayos del sol a medio día, según palabras de la India Isabel, que iluminaron el recinto con celestial claridad.

Al verla el Cacique pensó que la Gran Señora venía a reprocharle su mal proceder y le dijo: "¿Hasta cuándo me quieres perseguir?" bien te puedes volver, no he de hacer más lo que tú me mandes. Por ti dejé mis conucos y he venido a pasar trabajos. Como las mujeres reprendieron al Indio el modo como trataba a la Bella Mujer, le dijo a la Virgen que lo miraba sonriente: ¿ con matarte me dejarás? Adelantándose entonces la Virgen hacia el Cacique, él se abalanzó sobre ella para asirla del brazo y echarla fuera quedando todo envuelto en tinieblas. Aquí la tengo, dice el Indio en tono de furia y triunfo. Muéstrala para verla responden las mujeres y a la luz de las ascuas que arden en el tosco fogón, abrió el Indio su mano y contemplan todos el retrato de la bella mujer.

El pobre Indio resistió por algún tiempo más la acción de la gracia que golpeaba insistentemente a las puertas de su corazón, pero al fin, la Virgen salió triunfante pues el Cacique al verse mortalmente herido por la mordedura de una serpiente cuando huía a la espesura de la selva, pidió a gritos el Bautismo que le fue suministrado por un buen Cristiano de la Ciudad de Barinas.

De las palabras que la Virgen dijo al Cacique y a los Indios Cospes desde la primera de sus apariciones era que "Salieran a donde estaban los Blancos para que les echara agua en la cabeza para ir al Cielo". Se deduce que la Virgen se constituyó en Misionera de los Indios Venezolanos siendo en la Aurora de la Fe del nuevo mundo como un sol brillantísimo que irradiara los más fulgurantes resplandores. Mas no hizo sus apariciones solo para convertir a los Indios sino que dejó su retrato en esta tierra privilegiada para que la iluminara en la sucesión de los tiempos. No significa otra cosa los múltiples prodigios que su poder ha obrado en favor de sus devotos y continúa obrando en el orden de la naturaleza como el de la gracia para conservar siempre el vivo rescoldo de la Fe en el pueblo Venezolano.

Muchas son las devociones marianas como las distintas advocaciones de la Santísima Virgen en nuestra Patria. Todas son sin duda dignas de consideración y aprecio pero ninguna como la de la Virgen de Coromoto. Ella es la primera en el orden del tiempo pues ninguna como ella puede remontarse a los tiempos de la Evangelización primitiva de los Indios cuando la Fe empezaba a nacer en tierras Americanas. Ella es la única que tiene por origen la aparición real de la Santísima Virgen en persona a nuestros aborígenes, dejándoles el don inestimable de su imagen. Ella es la que con más fuerzas atrae los corazones de toda Venezuela pues desde las remotas regiones acudieron llenos de Fe y amor los peregrinos.

Ella, por tanto, tiene más derechos que ninguna otra devoción a ser proclamada Patrona Celestial de nuestra Patria.

Proclámala tú muy alto en el fondo de tu corazón, entronízala en tu hogar y conviértete en el apóstol de la devoción a Nuestra Señora de Coromoto.

El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional. El 7 de octubre de 1944, S. S. Pío XXII, la declaró "Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela", su coronación canónica se celebró en 1952. El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S. S. Pío XII el 24 de mayo de 1949.

(fuente: www.infancia-misionera.com)

martes, 8 de septiembre de 2009

8 de septiembre: Festividad del Nacimiento de María, Madre Nuestra

Nuestra Madre Iglesia celebra hoy la festividad del nacimiento de María, Madre de Dios y Madre Nuestra. En otras palabras, podríamos decir que hoy es algo así como el cumpleaños de la Madre Celestial.

En realidad, no hay datos históricos precisos acerca de la vida terrenal de María; los Sagrados Evangelios no se explayan sobre su vida, solo cuentan algunas mínimas intervenciones en la vida pública de Jesús.

Esta festividad tiene su fundamento en la Inmaculada Concepción, que no figura explícitamente en la Santa Biblia pero Nuestra Madre Iglesia predica sobre ella en base a ciertas pistas que dan las mismas Sagradas Escrituras. En el libro del Génesis, más precisamente en el capítulo 3, versículo 15, es donde se hace la primera referencia a María como "la" Mujer que tendrá una fuerte enemistad con el demonio; de esa profunda enemistad que leemos en la Biblia, es que Nuestra Madre Iglesia dedujo que María fue concebida en el seno de su madre (Santa Ana) sin la mancha del pecado original, lo cual constituye un dogma de fe que conocemos como "Inmaculada Concepción". María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado.

La primera fuente de la narración del nacimiento de la Virgen es el apócrifo Protoevangelio de Santiago, que coloca el nacimiento de la Virgen en Jerusalén, en el lugar en que debió existir una basílica en honor a la María Santísima, junto a la piscina probática, según cuentan diversos testimonios entre los años 400 y 600. Después del año 603 el patriarca Sofronio afirma que ése es el lugar donde nació la Virgen. Posteriormente, la arqueología ha confirmado la tradición.

La fiesta de la Natividad de la santísima Virgen surgió en Oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el Siglo V. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. La fiesta surgió muy probablemente como dedicación de una iglesia a María, junto a la piscina probática; tradición que se relaciona con el actual santuario de Santa Ana.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Acerca de LA INFANCIA MISIONERA

Monseñor Carlos Forbin Janson fue el primero que lo vio claro: "¿Quiénes mejor que los niños cristianos para cuidar y proteger a esos otros niños de todo el mundo que precisan ayuda desesperadamente?"

Así creó lo que entonces se denominó Obra Misional de la Santa Infancia y que más tarde se convertiría en la Infancia Misionera. Fue en 1843, hace nada más y nada menos que 155 años, cuando nadie pensaba en los niños del Tercer Mundo, cuando no existía la Unicef y cuando no se había creado ni una sola ONG.

Y aquí está hoy la Infancia Misionera, viva y actuante, presente en más de 107 países. Unos 20 millones de niños del Tercer Mundo se benefician, día tras día, de la solidaridad de los niños cristianos de toda la tierra. Un recorrido por los pueblos y lugares más pobres de África, Asia, Oceanía y América Latina daría ocasión de contemplar las iniciativas educativas y sanitarias que la Infancia Misionera mantiene en pie: 15.000 jardines de infancia o escuelas maternales; 38.686 escuelas de enseñanza primaria; 12.682 de enseñanza media. Se podrían ver, igualmente, más de 2.055 hospitales, 6.873 dispensarios, 2.743 orfanatos. Y si se extremara un poco más la curiosidad, se observaría cómo la solidaridad de la Infancia Misionera sostiene a miles y miles de grupos de catequesis, rebosantes de niños que desean conocer a Jesús.

"La formación Misionera del Pueblo de Dios es Obra de la Iglesia Local... Esta labor ha de ser entendida no como algo marginal, sino central de la vida cristiana... Las Iglesias locales, por consiguiente, han de incluir la Animación Misionera como elemento primordial de su pastoral ordinaria en las parroquias, Asociaciones, Grupos, especialmente Juveniles".
(Redemptoris Missio, 83)


¿Qué es la Infancia Misionera?
Es un servicio de la Iglesia para que los niños cristianos adquieran una conciencia misionera y de compartir con los niños de todo el mundo, su fe y sus bienes materiales.

¿Por qué Misionera? Porque atiende a todo lo relacionado con la fe y la vida cristiana en su dimensión apostólica y misionera.

Objetivos de la Infancia Misionera

- Ayudar a despertar la conciencia misionera de los niños, de modo que los niños ayuden a los niños, con sus oraciones, sacrificios y aportaciones materiales.
- Profundizar en la dimensión misionera que brota del bautismo, favoreciendo así la iniciación cristiana de los niños a la misión de la Iglesia.
- Colaborar con los padres, catequistas y profesores en la formación misionera universal y la
educación de los niños.


Valores de la Infancia Misionera

- Ayuda a la educación integral de los niños.
- Hace que el niño viva la experiencia de la generosidad y de la solidaridad.
- Desarrolla la afectividad del niño, preocupándose por otros.
- Contribuye a que los niños vivan la experiencia del esfuerzo y la superación.
- Inicia al niños en el descubrimiento de ser hijo de Dios y hermano de los hombres.


DECÁLOGO DE LA INFANCIA MISIONERA

1.- Un niño misionero mira a todos los hombres con ojos de hermano
2.- Un niño misionero conoce a Jesús, ama a Jesús, no se avergüenza de hablar de Jesús
3.- Un niño misionero reza todos los días a Dios y a la Virgen por los niños de todo el mundo
4.- Un niño misionero siempre dice ¡Gracias!
5.- Un niño misionero goza cuando da y goza cuando recibe
6.- Un niño misionero está alegre cuando sirve a otros
7.- Un niño misionero sabe que su persona es más necesaria que su dinero
8.- Un niño misionero es generoso aunque le cueste
9.- Un niño misionero busca soluciones y las encuentra
10.-Un niño misionero siempre piensa en nosotros

(fuentes: www.consolata.org.ar; www.comla-cam.org)

Jesús salva

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc 7, 31-37)

En aquel tiempo, salio Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. El lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva.
Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir “¡Ábrete!"). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Este es otro episodio en donde vemos a Jesús sensible para con el padecimiento humano. En este caso particuplar, se trata de una persona sorda y tartamuda que recurre a Nuestro Señor para ser sanada de sus limitaciones físicas.

El Mesías lo lleva aparte, eleva su mirada al Cielo para unirse a Dios Padre y se pone manos a la obra. Jesús realizó signos visibles para destrabar a esa persona y permitir que pueda oír y hablar perfectamente, pero lo más importante es que manifestó claramente su divinidad ante un pecador. la sanación de Jesús no llega hasta la dolencia física sino que penetra hasta lo más profundo del ser humano, llegando hasta la dimensión espiritual.

Muchos de nosotros podemos padecer de ciertos sufrimientos y limitaciones físicas. Está en nosotros recurrir a Dios mismo para que, si es para nuestra salvación espiritual, seamos sanados. Generalmente, es mucho más impactante una sanación física pero, en realidad, la que más cuenta es la espiritual ya que de ella depende la salvación de nuestra alma.

Tal vez sin que lo percibamos claramente, cualquiera de nosotros puede estar padeciendo enfermedades espirituales graves como vicios, malos hábitos, prácticas paranormales que no hacen más que esclavizar el alma a las fuerzas de la oscuridad; animémosnos a pedir socorro a Jesús y ser sanados también en esos ámbitos. En definitiva, es ahí en donde stá la verdadera libertad de los hijos de Dios.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Oración por la paz interior

Amado Dios

Toma mi vida
y permíteme vivir serenamente este día.
Abre mi mente a pensamientos positivos.
Saca de mí todo mal sentir hacia los otros.

Haz posible que yo pueda sentir gozo, amor, compasión,
y permíteme sentirme vivo otra vez.

Ayúdame a aceptar las cosas como son,
a aguantar la lengua,
a cumplir con mis tareas diarias,
a dar libertad con amor.

Llévate mis preocupaciones por el futuro.
Que yo pueda darme cuenta de que en Tus manos todo se me provee,
que no tengo control sobre nada sino yo mismo,
que el presente es precioso y pasa muy pronto.

Ayudame a recordar que
el odio y el dolor dirigidos a mí
son el odio y el dolor que siente la otra persona.

Gracias por aceptar mi carga y por hacerla más liviana.

Amén

Último mensaje de María en Medugorje (5/08/2009)



Mensaje del 25 de agosto de 2009



“¡Queridos hijos! Hoy los invito nuevamente a la conversión. Hijitos, ustedes no son suficientemente santos y no irradian santidad a los demás, por eso oren, oren, oren y trabajen en la conversión personal para que sean signos del amor de Dios para los demás. Yo estoy con ustedes y los guío hacia la eternidad, que cada corazón debe anhelar. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”



(fuente: http://medjugorje.hr.nt4.ims.hr/News.aspx)

martes, 1 de septiembre de 2009

El amor no es suficiente. El derecho de los niños a tener un padre y una madre

Los defensores del matrimonio homosexual creen que lo único que los niños necesitan de verdad es amor. Basándose en dicha suposición, concluyen que para los niños es tan bueno ser criados por unos amorosos padres del mismo sexo que por otros progenitores de sexos distintos. Pero esa premisa básica –y cuanto se deriva de ella– es falsa, porque el amor no basta.

En igualdad de condiciones en todos los demás aspectos, los hijos obtienen los máximos beneficios cuando los cría un matrimonio compuesto de padre y madre. Dentro de este entorno, los niños tienen las máximas posibilidades de vivir las experiencias emotivas y psicológicas que necesitan para desarrollarse.

Hombre y mujer hacen aportaciones diversas a la crianza de los hijos, cada uno de una forma singular e irrepetible por parte del otro. Dicho lisa y llanamente, las madres y los padres no son intercambiables. Dos mujeres pueden, cada una de ellas, ser buenas madres, pero ninguna puede ser un buen padre.

Dos formas de amor

Hay cinco razones por las que ser criados por un padre y una madre redunda en el mejor interés de los hijos.

La primera es que el amor materno y el amor paterno, aunque igualmente importantes, son cualitativamente distintos y dan lugar a relaciones paternofiliales diferentes. Específicamente, la combinación del amor de madre, que muestra una devoción incondicional, y el amor de padre, que pone condiciones, es lo que resulta esencial para el desarrollo de un hijo. Cualquiera de estas formas de amor puede ser problemática sin la otra. Porque lo que un hijo necesita es el equilibrio complementario que ambos tipos de amor y de relación proporcionan.

Sólo los padres heterosexuales ofrecen a sus hijos la oportunidad de establecer relaciones con un progenitor del mismo sexo y del contrario. Las relaciones con ambos sexos en una etapa temprana de la vida hacen que resulte más fácil para un hijo relacionarse con ambos sexos más adelante. Para una chica, esto significa que entenderá mejor e interactuará adecuadamente con el mundo masculino, y que se sentirá más cómoda en el mundo de las mujeres. Y para un muchacho, lo opuesto será verdad. Tener una relación con “el otro” (un progenitor del otro sexo) también incrementa la probabilidad de que un hijo sea más empático y menos narcisista.

Lo que enseña un padre

En segundo lugar, los niños progresan a través de etapas de desarrollo predecibles y necesarias. Algunas etapas exigen más de una madre mientras que otras requieren más de un padre. Por ejemplo, durante la primera infancia, los niños de ambos sexos suelen estar mejor bajo el cuidado de su madre. Las madres tienen mejor sintonía con las delicadas necesidades de sus hijos más pequeños y, en consecuencia, responden de forma más adecuada. Sin embargo, en algún momento, si un muchacho ha de convertirse en un hombre como debe ser, tiene que despegarse de su madre y, en vez de ello, identificarse con su padre. Un chico sin padre carece de un hombre con el que identificarse y es más probable que tropiece con problemas a la hora de forjar una sana identidad masculina.

Un padre enseña a un chico cómo canalizar debidamente sus impulsos agresivos y sexuales. Una madre no puede mostrar a su hijo la forma de controlar sus impulsos porque ella no es un hombre y no tiene impulsos del mismo tipo. Un padre también inspira en un muchacho una forma de respeto que una madre no puede infundir: un respeto con el que es más probable tener a raya a un chico. Y ésas son las dos razones primordiales por las que los chicos sin padre tienen mayores probabilidades de caer en la delincuencia y acabar en la cárcel.

La necesidad de un padre también forma parte de la psique de las chicas. Hay ocasiones en la vida de una muchacha en las que sólo vale un padre. Por ejemplo, un padre ofrece a una hija un lugar seguro y sin contenido sexual en el que experimentar su primera relación hombre-mujer y afianzar su feminidad. Cuando a una chica le falta un padre que desempeñe ese papel, tiene más posibilidades de llegar a ser promiscua, en un intento equivocado de satisfacer su ansia innata de atención y aprobación masculinas.

En general, los padres desempeñan un papel de contención en las vidas de sus hijos. Refrenan en los hijos una conducta antisocial y evitan que el comportamiento de sus hijas tenga un excesivo tono sexual. Cuando falta un padre que cumpla esta función, con frecuencia se derivan nefastas consecuencias tanto para los hijos sin padre como para la sociedad.

Controlar las propias inclinaciones

El tercer motivo es que chicos y chicas necesitan un progenitor del sexo opuesto que les ayude a moderar sus propias inclinaciones vinculadas a su género. Por ejemplo, los muchachos se inclinan en general por la razón más que por la emoción; prefieren las normas antes que las relaciones; correr riesgos en vez de ser cautos, y optan por las normas por encima de la compasión, mientras que, por regla igualmente general, las muchachas se inclinan por lo contrario.

Un progenitor del sexo opuesto ayuda a su hijo o hija, según sea el caso, a controlar sus propias inclinaciones naturales enseñándole, con la palabra y de modo no verbal, el valor de las tendencias contrarias. Esa enseñanza no sólo facilita la moderación, sino que también amplía el mundo de cada hijo, ayudándole a ver más allá de su propio y limitado punto de vista.

Confusión sexual

En cuarto lugar, el matrimonio entre personas del mismo sexo incrementará la confusión sexual y la experimentación sexual de los jóvenes. El mensaje implícito y explícito del matrimonio homosexual es que todas las opciones son igualmente aceptables y deseables. Por tanto, incluso los hijos provenientes de hogares tradicionales, si caen bajo la influencia del mensaje de que todas las opciones sexuales son iguales, crecerán pensando que no importa con quién se relacione uno sexualmente o se case.

Sostener semejante creencia llevará a algunos jóvenes impresionables a considerar planes sexuales y maritales que nunca antes se habrían planteado. Y los hijos de familias homosexuales, que tienen más probabilidad de incurrir en experimentos sexuales, lo harán incluso en mayor medida, porque no sólo sus padres han establecido como modelo de conducta la sexualidad no tradicional, sino que también esta habría recibido la aprobación social.

No hay duda de que la sexualidad humana es maleable. Pensemos en la Grecia o la Roma antiguas, en las que la homosexualidad masculina y la bisexualidad estaban presentes en la sociedad. Ello no sucedía porque la mayoría de aquellos hombres hubieran nacido con un “gen homosexual”; se debía, más bien, a que la homosexualidad era aprobada en tales sociedades. Aquello que una sociedad admite se multiplica dentro de ella.

Otros tipos de matrimonio

Y quinto, si la sociedad permite el matrimonio homosexual, también tendrá que permitir otros tipos de matrimonio. La lógica jurídica es sencilla: si prohibir el matrimonio homosexual es discriminatorio, entonces, rechazar el matrimonio polígamo, el matrimonio “abierto” cuyos cónyuges mantienen varias relaciones al mismo tiempo, o cualquier otra agrupación marital será igualmente considerado discriminatorio.

Las repercusiones emotivas y psicológicas que semejante colección de situaciones tengan sobre las psiques y la sexualidad en desarrollo de los niños serían desastrosas. ¿Y qué les sucede a los hijos de estos matrimonios alternativos si la unión se disuelve y, a continuación, cada progenitor “vuelve a casarse”? Estos hijos podrían acabar teniendo cuatro padres, o dos padres y cuatro madres, o… pongan ustedes lo que gusten en el espacio en blanco.

Por supuesto que las parejas homosexuales pueden dar amor como las parejas heterosexuales, pero los hijos necesitan más que amor. Necesitan las cualidades distintivas y las naturalezas complementarias de un progenitor masculino y otro femenino.

La sabiduría acumulada a lo largo de más de 5.000 años ha llegado a la conclusión de que la configuración marital y parental ideal es la que forman un hombre y una mujer. Despreciar con arrogancia semejante acervo de sensatez, y utilizar a los hijos como conejillos de indias de un experimento radical, resulta arriesgado, en el mejor de los casos, y catastrófico en el peor.

El matrimonio homosexual no redunda en el mejor interés de los hijos. Y aunque podamos comprender el estado de ánimo de los homosexuales que desean casarse y tener hijos, no podemos permitir que nuestra compasión hacia ellos anule nuestra compasión hacia los niños. En la contienda entre los deseos de algunos homosexuales y las necesidades de todos los niños, no podemos permitir que los niños salgan perdiendo.


artículo escrito por Trayce L. Hansen, licenciada en psicología, con práctica clínica y forense en California. Este artículo ha sido traducido de MercatorNet (2-06-2009), y publicado por ACEPRENSA el 08/07/2009 (fuente: http://www.bioeticaweb.com/)
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