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martes, 24 de mayo de 2011

Oración de Consagración a María Auxiliadora

¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.

Tú, pues, ¡oh Virgen incomparable! que fuiste siempre Auxilio del Pueblo Cristiano, continúa, por piedad, siéndolo especialmente en estos días. Ilumina y fortifica a los obispos y sacerdotes y tenlos siempre unidos y obedientes al Papa; promueve las vocaciones y aumenta el número de los ministros, a fin de que, por medio de ellos, el reino de Jesucristo se conserve entre nosotros y se extienda hasta los últimos confines de la tierra.

Te suplicamos ¡oh dulcísima Madre! que no apartes nunca tu piadosa mirada de la incauta juventud expuesta a tantos peligros, de los pobres pecadores y moribundos y de las almas del Purgatorio: sé para todos ¡oh María! dulce Esperanza, Madre de Misericordia y Puerta del Cielo.

Te suplicamos, gran Madre de Dios, que nos enseñes a imitar tus virtudes, particularmente la angelical modestia, la humildad profunda y la ardiente caridad, a fin de que, por cuanto es posible, con tu presencia, con nuestras palabras y con nuestro ejemplo, representemos, en medio del mundo, a tu Hijo, Jesús, logremos que te conozcan y amen y podamos, llegar a salvar muchas almas.

Haz, ¡oh María Auxiliadora! que todos permanezcamos reunidos bajo tu maternal manto; haz que en las tentaciones te invoquemos con toda confianza; y en fin, el pensamiento de que eres tan buena, tan amable y tan amada, el recuerdo del amor que tienes a tus devotos, nos aliente de tal modo, que salgamos victoriosos contra el enemigo de nuestra alma, en la vida y en la muerte, para que podamos formarte una corona en el Paraíso.

Así sea.

La historia de la advocación de María Auxiliadora

Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia). En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto".

San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo.

El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo Cristo: "Dad al gobernante lo que es del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien". En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo). San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo".

San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte". San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".

El nombre de Auxiliadora se le daba en el año 1030 a la virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre.




La batalla de Lepanto.

En el siglo XVI, los mahometanos estaban invadiendo a Europa. En ese tiempo no había la tolerancia de unas religiones para con las otras. Y ellos a donde llegaban imponían a la fuerza su religión y destruían todo lo que fuera cristiano. Cada año invadían nuevos territorios de los católicos, llenando de muerte y de destrucción todo lo que ocupaban y ya estaban amenazando con invadir a la misma Roma. Fue entonces cuando el Sumo Pontífice Pío V, gran devoto de la Virgen María convocó a los Príncipes Católicos para que salieran a defender a sus colegas de religión. Pronto se formó un buen ejército y se fueron en busca del enemigo. El 7 de octubre de 1572, se encontraron los dos ejércitos en un sitio llamado el Golfo de Lepanto.

Los mahometanos tenían 282 barcos y 88,000 soldados. Los cristianos eran inferiores en número. Antes de empezar la batalla, los soldados cristianos se confesaron, oyeron la Santa Misa, comulgaron, rezaron el Rosario y entonaron un canto a la Madre de Dios. Terminados estos actos se lanzaron como un huracán en busca del ejército contrario.

Al principio la batalla era desfavorable para los cristianos, pues el viento corría en dirección opuesta a la que ellos llevaban, y detenían sus barcos que eran todos barcos de vela o sea movidos por el viento. Pero luego - de manera admirable - el viento cambió de rumbo, batió fuertemente las velas de los barcos del ejército cristiano, y los empujó con fuerza contra las naves enemigas. Entonces nuestros soldados dieron una carga tremenda y en poco rato derrotaron por completo a sus adversarios.

Es de notar, que mientras la batalla se llevaba a cabo, el Papa Pío V, con una gran multitud de fieles recorría a cabo, el Papa Pío V, con una gran multitud de fieles recorría las calles de Roma rezando el Santo Rosario.

En agradecimiento de tan espléndida victoria San Pío V mandó que en adelante cada año se celebrara el siete de octubre, la fiesta del Santo Rosario, y que en las letanías se rezara siempre esta oración: MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS.




Las guerras religiosas del siglo XVI

El centro de expansión , de este titulo, radicó en Alemania meridional, que, a pesar del triunfo protestante, se propusieron mantenerse fieles al catolicismo. En 1618 estallan las guerras de religión conocidas como "guerras de los 30 años". Los príncipes católicos y el pueblo comenzaron a invocar a la virgen Sma. Con el titulo de "María Auxiliadora" y acudieron en peregrinación a una capilla que, con esta denominación se había levantado a la Virgen en la ciudad de Passau ( Alemania). En medio de las mil vicisitudes de la guerra, de la peste y del enfrentamiento religioso, los católicos de Baviera y del Tirol se sintieron protegidos por la Sma. Virgen y experimentaron una renovación espiritual. Este movimiento mariano estuvo alentado y guiado por los Padres Capuchinos y por la Cofradía de María Auxiliadora, promotora de la nueva devoción mariana. En ella muchos creyeron encontrar un medio seguro para salvar su Fe católica y la libertad de sus tierras.




Los turcos atacan Viena (1683)

Junto a las convulsiones religiosas y sociales provocadas en le centro de Europa por la crisis protestante, surgió el ímpetu del Islam. En 1683 los turcos, capitaneados por el visir Kará Mustafá, ponen sitio a Viena, capital del impero. El Papa Inocencio XI vio entonces en serio peligro la existencia de una Europa cristiana; los creyentes acudieron a la protección de la Virgen María. La invocación María, ayuda (María hilf), afirma un historiador, recorrió todas las regiones de Alemania y Austria. La victoria fue para las fuerzas cristianas, aunque las islámicas eran tres veces superiores. Viena quedó liberada. Una vez mas los pueblos experimentaron la ayuda de la virgen María Auxiliadora.



El Papa y Napoleón.

El siglo XIX sucedió un hecho bien lastimoso: El emperador Napoleón llevado por la ambición y el orgullo se atrevió a poner prisionero al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII. Varios años llevaba en prisión el Vicario de Cristo y no se veían esperanzas de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso gobernante de ese entonces. Hasta los reyes temblaban en su presencia, y su ejército era siempre el vencedor en las batallas.

El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: "Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica". Y muy pronto vino lo inesperado. Napoleón que había dicho: "Las excomuniones del Papa no son capaces de quitar el fusil de la mano de mis soldados", vio con desilusión que, en los friísimos campos de Rusia, a donde había ido a batallar, el frío helaba las manos de sus soldados, y el fusil se les iba cayendo, y él que había ido deslumbrante, con su famoso ejército, volvió humillado con unos pocos y maltrechos hombres. Y al volver se encontró con que sus adversarios le habían preparado un fuerte ejército, el cual lo atacó y le proporcionó total derrota. Fue luego expulsado de su país y el que antes se atrevió a aprisionar al Papa, se vio obligado a pagar en triste prisión el resto de su vida.

El Papa pudo entonces volver a su sede pontificia y el 24 de mayo de 1814 regresó triunfante a la ciudad de Roma. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII decretó que en adelante cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de María Auxiliadora en acción de gracias a la madre de Dios.



San Juan Bosco y María Auxiliadora.

El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres.

A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna. La Sma. Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera "ciencia y paciencia", porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.
Empezó la obra del templo con tres monedas de veinte centavos. Pero fueron tantos los milagros que María Auxiliadora empezó a hacer en favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. El santo solía repetir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen". Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que Nuestra Señora concede a quienes la invocan con ese título, que ésta devoción ha llegado a ser una de las más populares.

San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". El decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.

El mismo Don Bosco ideó la imagen de la Señora: vestida con túnica y manto regios, como reina bellísima, coronada de doce estrellas, con la enseña de su Hijo Jesús en los brazos, atento como Ella a los hombres, y con el poder de Dios en su mano derecha, simbolizado en el cetro. Y con los ojos en dirección a la tierra, a la Iglesia, a la Humanidad. Una Señora dinámica, en pie, dispuesta a auxiliar de inmediato. Esta imagen, reproducida en miles de formas: medallas, estampas, calendarios, llaveros... nos ofrece una compañía cotidiana como una interpelación y un signo de que detrás hay gente amiga. La imagen también se hace peregrina, en pequeñas estatuillas que van de casa en casa, visitando los hogares en su humilde altar ambulante. Esta visita es devuelta el 24 de mayo, acontecimiento anual de características singulares. Todos los templos de María Auxiliadora reciben a muchedumbres de devotos y son escenario de expresiones impregnadas de un profundo sentido religioso, cristiano y popular. Se dan cita, junto a la liturgia más entrañable, procesiones y verbenas, el calor del encuentro y la alegría de la esperanza. Esta fiesta va precedida de la solemne novena y tiene el 24 de cada mes su conmemoración, como un medio más para la continuidad, a través del año, de una vida cristiana que se va haciendo bajo la mirada alentadora de la Madre Auxiliadora.



María Auxiliadora en México (1889)

El Sr. Edith Borrel, formaba parte del Círculo Católico Mexicano, era una asociación que se interesaban por todo lo que podía fortalecer la región en el país. Este católico comprometido se encontró en Turín con el sucesor de Don Bosco, el P. Miguel Rúa, probablemente en 1888 y recibió el diploma de Cooperador Salesiano.

Al llegar a México motivo a sus compañeros del Círculo Católico y así nació el primer grupo de cooperadores Salesianos en la ciudad de México el 22 de junio de 1889. Se organizaron con una labor de carácter salesiano: difusión de la buena prensa, educación cristiana de los niños, jóvenes y del pueblo sencillo, organización de actos cultos especialmente a Jesús Sacramento y a María Auxiliadora.

El 25 de mayo de 1890 se celebró la primera fiesta a María Auxiliadora. Muy pronto se empezaron a sentir los favores de María Auxiliadora. En 1892 llegan los primeros Salesianos a México con la consigna de difundir la devoción de María Auxiliadora. Es de notar el entusiasmo mariano del P. Rafael Noguer que llevó a realizar varias giras por la República difundiendo la devoción a María Auxiliadora.

lunes, 23 de mayo de 2011

Hermana Gema Extremo, desde Camboya, tiempo para aprender

Gema Extremo es una salesiana madrileña de 36 años, que desde niña sintió la llamada de ser misionera. Su sueño lo alimentó en el grupo misionero del Colegio San José de Madrid, y lo podía haber realizado como voluntaria de cualquiera de las ONG’s que existen pero no fue así, quiso hacerlo al 100%, dándolo todo y por vida… Es salesiana desde hace 15 años y su sueño misionero lo ha visto cumplido hace apenas tres meses cuando llegó a Camboya para compartir, con las hermanas y con la gente de este país tan diverso al nuestro, su vida. Pero el Señor la esperaba allí. Ha querido compartir con nosotras su experiencia en estos cien primeros días en este país asiático.

"Me pongo frente al ordenador y me imagino que estoy hablando con cada una de vosotras, con cada uno de vosotros, me encantaría escribir personalmente, pero es imposible, como dice una Sor amiga mía… es que tu tienes much@s amig@s. Y es verdad.


Tengo que dar gracias a Dios por haberme traído a este país maravilloso… así lo cantan cada día los niños en la escuela cuando izan la bandera y cantan su himno nacional (cantan con una dulzura especial). Este es tiempo de aprender. Conocer la cultura, el idioma, las costumbres y a las personas. Tiempo de conocer más para amar más en profundidad. Tiempo de aprender, como una niña pequeña a dar mis primeros pasos, a decir mis primeras palabras. Cada día descubro mil cosas nuevas que me sorprenden y me hacen reflexionar y que me llevan a dar gracias a Dios, a alabarle por tantas maravillas que hace en las personas con las que comparto mi vida y en mi vida.


Comparto con vosotros alguna experiencia que he vivido: el gesto de una pequeña, la visita a una familia y el gesto de quitarse las sandalias.


■ A veces salgo al patio a la hora de la salida de los niños, es el tiempo del juego libre, de la espera que alguien venga a recogerte, de compartir con los amigos, de tomar algo de merienda. Los niños son muy cariñosos, y con su mirada, con su saludo, con su sonrisa te están manifestando su acogida, su respeto. A veces te preguntan algo, o te cuentan algo, y como todavía no les entiendo yo les sonrío. Se sorprenden, claro, imagina, ¡alguien así de mayor que todavía no sabe hablar…! Un día llegó una pequeña (tendría unos 7 años) extendió su mano, y dijo algo. En la mano tenía una pequeña mariposa hecha de tela y esponja, muy bonita por cierto, me estaba diciendo que me la regalaba. Me emocionó. Fue un gesto de total gratuidad, espontáneo, creo que cargado de significado para ella, y también para mi. Así descubro el amor de Dios, sorprendiéndome cada día, sin esperarlo, sin merecerlo, y en las pequeñas cosas.


■ Hace semanas estuve con una hermana visitando una zona a las afueras de la ciudad, donde tenemos 20 niños apadrinados... Una zona muy, muy pobre, donde una se puede dar cuenta de que un pequeño gesto de dar unos cuadernos, jabón para lavarse o leche, o algo de dinero para pagar la escuela ya puede dar un sabor diferente a la vida. Me quedo con la familia de la foto. La abuela con los cuatro nietos. Su mamá murió hace cuatro anos, el papá los abandonó, la abuela se ha echo cargo de ellos.


La niña más mayor seguramente venga a una de nuestras casas a estudiar al año que viene... así que se podrá asegurar su formación y la posibilidad de salir de la extrema pobreza. En la inmensidad de la pobreza este solo es un gesto... una pequeña luz. Que alumbremos nuestro entorno con pequeñas buenas obras... para que el bien, el Amor de Dios, pueda llegar a todos los rincones del mundo.


■ Quitarse las sandalias es el gesto más normal para la gente aquí. Nadie entra a una casa sin haber dejado sus sandalias o sus zapatos fuera. Me recuerda este gesto el pasaje de la Biblia cuando Dios dice a Moisés “quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada” (Ex 3,5). Y así también lo estoy descubriendo, entrar en una casa, entrar en la capilla, entrar en la vida de alguien requiere quitarse las sandalias… porque todos ellos son tierra sagrada, tierra habitada por Dios. Pero no sólo físicamente. Quitarse las sandalias es deshacerse de tu forma de ver las cosas, de tus esquemas, es experimentar el contacto de tu cuerpo con el suelo, con la tierra, y poder expresar al otro le respetas, que es importante para ti, que es realmente sagrado para ti.


En esta Pascua viendo a Jesús en la cruz… con los pies desnudos, rezaba y le pedía ser capaz de quitarme mis sandalias, y de ofrecer toda mi vida desde un AMOR pleno y desinteresado como el suyo, hasta DAR LA VIDA, en las pequeñas o grandes cosas de cada día.


Un abrazo grande a cada uno, a cada una. Os quiere.

Gema Extremo, FMA

(fuente: salesianasvocacional.files.wordpress.com)

Ciudad de San Juan: Abandonados ante María

CON ALEGRÍA. A lo largo del recorrido,
los fieles acompañaron el rezo del Santo Rosario
con cánticos dedicados a María Auxiliadora,
que dirigió un coro desde el patio del Colegio Don Bosco.
Un grupo de novicios se consagró a María Auxiliadora en su festividad, ante la comunidad sanjuanina que concurrió a homenajearla.

Cerca de 10.000 personas acompañaron la procesión de ayer por las calles cercanas al Colegio Don Bosco.

El sol de la siesta, que acompañó durante los primeros tramos de la procesión celebrada ayer por las calles aledañas a los colegios Don Bosco y María Auxiliadora, ya había dejado paso a una brisa fresca que obligó a los fieles a buscar cualquier reparo posible en el patio donde se celebraba la misa. Pero nadie se movió de su lugar. Ni bien terminó la comunión y cuando ya eran casi las 18 (la procesión se había iniciado pasadas las 14,30), los 13 jóvenes llegados desde el Noviciado de Alta Gracia subieron y se ubicaron detrás del altar, ante el aplauso de todos los presentes. Allí, ante la vista de las numerosa concurrencia que durante la procesión casi llegó a las 10.000 almas, hicieron su acto de abandono ante María Auxiliadora: una profesión de fe en la que manifestaron su intención de poner su vida y su corazón a los pies de la Virgen, y pedirle su protección para la etapa por la que se encuentran atravesando, previa al ingreso al seminario para ser sacerdotes. En realidad, son 14 los jóvenes que se encuentran en esa localidad cordobesa viviendo la experiencia del noviciado, pero uno de ellos no pudo viajar y sólo lo hicieron 13, quienes apenas terminó la oración recibieron el saludo del arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado. Un aplauso cariñoso de la multitud despidió a los jóvenes, que quisieron estar presentes en la festividad de su patrona, María Auxiliadora, para manifestar públicamente su entrega a ella, en el presente y en su futura vida sacerdotal. Y como cierre de tan profundo acto de fe, una suelta de palomas coronó la celebración, como testimonio de una oración terrenal que unió a tantos corazones durante la fría tarde del domingo.

ACTO DE FE. Trece jóvenes novicios vinieron desde Alta Gracia,
para hacer públicamente su acto de abandono ante la Virgen, durante su festividad.
La multitud los acompañó en respetuoso silencio
y luego los saludó con un aplauso cariñoso.
Como todos los años, la imagen de María Auxiliadora, enmarcada por cientos de banderitas amarillas, rosadas y celestes portadas por manos infantiles, dejó el local del Colegio María Auxiliadora entre cánticos. Allí la aguardaban los alumnos de las dos comunidades, el colegio María Auxiliadora y el Colegio Don Bosco, quienes formados en prolijas escuadras precedieron la salida de la Virgen en su recorrido. Un cuerpo de abanderados de los distintos niveles hizo de digno marco de honor a María, quien hizo toda la procesión sobre los hombros de jóvenes estudiantes. Lentamente y mientras se rezaban los misterios del Santo Rosario, la multitud fue circulando por las calles cercanas, donde se podía ver que las casas lucían especialmente adornadas para la ocasión, con carteles y globos con los colores del manto de la Virgen. Incluso algunos habían sacado a la vereda sus propias imágenes religiosas, para saludar el paso de los fieles.

Pasadas las 16,30 ingresó la procesión al patio del Colegio Don Bosco y al hacerlo, prácticamente no quedó ningún lugar libre. Muchos se ubicaron en las galerías altas mientras otros buscaban los débiles rayos del sol para disponerse a escuchar la misa, celebrada por el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, a quien acompañaron sacerdotes locales y otros que vinieron especialmente para la ocasión. Y pese al frío, todos se quedaron hasta el final de la misa, retirándose con la promesa de volver a reencontrarse en el mismo lugar, bajo la mirada protectora de María Auxiliadora.

Oración de la REINA DEL MUNDO

Virgen María, Madre de la Iglesia,
recomendamos toda la Iglesia.
Acuérdate del pueblo cristiano
que ponen en ti su confianza.
Conserva sólida su fe,
fortifica su esperanza,
aumenta su caridad.
Acuérdate de aquellos que viven
en la tribulación,
en las necesidades,
especialmente de aquellos
que sufren persecución
y se encuentran en la cárcel por la fe.
Concede a todo el mundo la paz en la verdad,
en la justicia, en la libertad y en el amor.

Amén.
(escrita por Pablo VI)

Fiestas en honor a María Auxiliadora en Argentina

Buenos Aires, 23 May. 11 (AICA) Mañana, martes 24 de mayo, la Iglesia celebrará la fiesta de María Auxiliadora. Esta advocación mariana, conocida también como María, Auxilio de los Cristianos, es patrona del agro argentino y en todo el país habrá actividades especiales en su honor.


Rosario

La parroquia María Auxiliadora, de Rosario (Presidente Roca y Salta), se prepara para vivir su fiesta patronal el próximo 24 de mayo, con una novena preparatoria y otras actividades de las que participan los fieles.

El día de la fiesta, se realizará el ascenso de la imagen de la Virgen al camarín, y también se consagrará a los niños frente a la réplica de un cuadro de Don Bosco que se encuentra en Turín.

Para la ocasión, el frente del templo ha sido iluminado por un sistema especial de luces que dan relieve a la ornamentación de cornisas y vitrales, magnificando la parroquia.

Más información: www.arzobispadorosario.com.ar



Salta

Con el lema “Como discípulos, junto a María, seguimos a Jesús” se desarrollarán las celebraciones en honor a María Auxiliadora. El martes 24, por la mañana, se realizará la fiesta escolar de María Auxiliadora.

A las 20, se celebrará una misa en la capilla del colegio salesiano “Ángel Zerda” (Caseros y Bolívar, Salta).

Más información: correo electrónico presnaydifusion@ucasal.net



San Miguel

La comunidad de la parroquia María Auxiliadora (Escalada 4060, Los Polvorines) festejará el 24 de mayo las fiestas patronales. Este año, el obispo de San Miguel, monseñor Sergio Alfredo Fenoy, presidirá los actos en honor a la Virgen.

Las celebraciones comenzarán el 24, a las 11, con una procesión por las calles de la parroquia. A las 12, monseñor Fenoy presidirá la misa, y a partir de la 13 se realizará un encuentro folclórico familiar.

Más información: correo electrónico parroquiaauxiliadora@gmail.com +

domingo, 22 de mayo de 2011

"Señor, muéstranos al Padre"

Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn 14, 1-12)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, Yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde Yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy."
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto.”
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta." Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que Yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí, si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago Yo y las hará aún mayores, porque Yo me voy al Padre."
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

Orientaciones para la lectura y la meditación


Introducción (v.1)

La escena se desarrolla en el contexto del anuncio de la traición del discípulo (Jn 13,21) y la negación por parte de Pedro (13,38). Jesús pronuncia estás Palabras de consuelo, no obstante que está conmovido por la realidad dolorosa de la traición de uno de los suyos y la negación de Pedro. Jesús plantea a los suyos un reto: "Creed en Dios, creed en mí". Aunque todo les parezca oscuro e incierto a los discípulos, Jesús les ofrece un doble apoyo en el Padre y en Él. ¡Qué bello recibir esta doble consolación, conociendo que nos encontramos ante un contexto íntimo de despedida y donde hay la posibilidad de que el uno niegue, el otro traicione y los otros abandonen! Aunque todo falle, e incluso aunque nosotros mismos asistamos a muchas derrotas personales, Dios siempre nos respaldará y acompañará. "Aunque camine por valles oscuros, nada temo: Tú vas conmigo" (Sal 23,4).


El amor del Padre y Jesús por nosotros: Don y Tarea. (v. 2-3)

Descubrimos a Jesús como un gran Pedagogo que sabe dar en el punto exacto para formar y confortar el corazón del discípulo. Les ofrece una promesa de honda revelación que los fortalece:

Afirmación: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay".


Tarea de Jesús:

- "Voy a prepararos sitio".

- "Volveré y os llevaré conmigo"

- "Para que donde estoy yo estéis también vosotros".

- "Adonde yo voy, ya sabéis el camino".

Esta promesa resulta totalmente desconcertante, cuando sabemos que algunos de sus discípulos lo abandonarán, otro lo negará y otro lo traicionará. Jesús habla de un cuidado especial por cada uno y por todos. Mientras los discípulos le dan la espalda y lo abandonan, Jesús dice: "Volveré y os llevaré conmigo; estaréis todos conmigo en la casa de mi Padre". Esta imagen nos da la idea de relacionalidad, allí habita el Padre y estaremos en compañía de Jesús; por tanto, participamos de un permanente intercambio de dones, del cual el Padre y Jesús nos hacen participes. No es tanto una casa en cuanto espacio físico, material, sino un habitar en..., donde realizamos una experiencia interna de permanente comunión con el Padre y Jesús.

Estos versículos también nos hablan del Origen (Salí del Padre) y del Destino de Jesús (Vuelvo al Padre - a la casa de mí Padre). Jn 13,3.

Por otra parte, nos hablan de un permanente éxodo, de estar siempre en camino. De saber dejar y saber tomar. Salir de... e ir hacia... y realizar una experiencia activa de caminar permanentemente con Jesús. Salir de nuestro pecado. Salir de las diversas situaciones de opresión. Salir es tremendamente difícil, cuando estamos tan aferrados a planes, ideas, gustos personales, a nuestro orgullo, a nuestras inclinaciones meramente humanas.


Identidad de Jesús y confrontación de Tomás (v.4-7)

En este contexto de Éxodo que Jesús vive y plantea a los suyos, interviene Tomás: "No sabemos a dónde vas". Es un discípulo que cuestiona, interpela, desea entender en profundidad al Maestro para poder vivir lo que le propone. Por el mismo Evangelio de Juan sabemos algunos datos de Tomás: En el relato de la muerte de Lázaro (11,16), en la experiencia de la Pascua (20,24-29).

Tomás aquí cuestiona nuevamente: ¿Cómo podemos saber el camino? Jesús es contundente en la respuesta: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí". Respuesta que evidencia una identidad clara por parte de Jesús: "YO SOY".

Jesús dice: Yo Soy el pan de vida (6.35, 41, 48, 51). Yo Soy la luz del mundo (8,12; 9,.5) Yo Soy la puerta. (10.7, 9). Yo Soy el buen pastor (10.11, 14–15). Yo Soy la resurrección y la vida (11,.25). Yo Soy el camino, la verdad y la vida. Yo Soy la vid verdadera (15.1-5).

"YO SOY". Esta claridad sobre su identidad nos habla de la grandeza de Jesús, que puede decir con propiedad: "Yo Soy". El que no "sabe lo que es" no tiene fuerza, para enfrentar la vida, es un ser profundamente necesitado. Jesús nos enseña que "la fuerza está en saber lo que uno es".

Cuando se tiene identificado lo que uno "es" y lo que uno "no es", es cuando se está capacitado para cambiar las situaciones de la vida, la historia. Ésta es una profunda enseñanza que Jesús nos ofrece HOY.

En Jesús nos acercamos cada vez más a la identidad de nuestro Creador. Cuanto más nos alejamos de Él, de nuestro origen, más se desfigura nuestra identidad.

A Tomás le cuesta creer y, por tanto, indaga, interpela, cuestiona; confía más en si mismo ("no sabemos el camino") que en las palabras del Maestro ("YO soy el Camino"). Tiene una identidad confusa en contraste con la identidad de su Maestro. Los cuestionamientos permanentes le permiten a Tomás dar el salto hacia la construcción progresiva de su verdadera identidad. Tomás no es en esencia un incrédulo, pero realiza un camino fatigoso hacia el abandono pleno en las palabras de su Maestro.

Jesús vence la actitud de resistencia de Tomás y le dice: "YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida". Jesús nos permite gozar de una permanente comunión con el Padre nos comunica su vida, se hace ruta para que este encuentro se haga realidad y nos confirma en la Verdad - Fidelidad del amor de Dios por cada uno de nosotros.

Es todo un reto el que nos plantea Jesús: Creer, acogerlo y disfrutar del ser hijos amados del Padre. Para ello debemos escoger "El camino" es decir orientar nuestra existencia en Jesús, en sus criterios, ponernos sobre la senda de vida que es el Maestro. Conocer y acoger a Jesús es acoger y conocer al mismo Padre.

Orientaciones para la meditación

Petición de Felipe y respuesta de Jesús. (v. 8-11)

Felipe otro discípulo que estaba escuchando, sorprende a Jesús pidiéndole: "Muéstranos al Padre".

Felipe ha hecho un recorrido largo con el Maestro, ha estado con él:

- Jesús lo invitó a seguirle (l, 43-44).

- Encontrándose en medio de la multitud, Jesús le pregunta: ¿Dónde vamos a comprar panes para que coman todos éstos? (6,5-7).

- Es un intermediario para que los Griegos puedan ver al Maestro. (12, 21-22).

Ahora le pide, directamente, ver al Padre. Jesús le hace tres cuestionamientos profundos, con un trasfondo de reproche:

- ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe?

- ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?

- ¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí?

El Padre es el espacio vital de Jesús, y Jesús es el espacio de manifestación del Padre. Encontramos el secreto de la fuerza y la audacia de Jesús en su comunión íntima con el Padre: "Estoy en el Padre", "Digo las Palabras del Padre", "Realizo las obras del Padre". En su ser, decir y hacer Jesús es reflejo nítido del Padre.

- Ser - Fuente de Vida, renovador de la vida. Lo típico del Padre es dar Vida.

- Decir - Palabra (Verdad) permanente de amor para el mundo. Amor - Fiel.

- Hacer - Camino- parámetro seguro para la orientación de una existencia.

Jesús se ha manifestado, revelado, comunicado, en profundidad a Felipe. ¿Y cómo es que Felipe no le conoce? La manifestación del Señor es una propuesta para todos, pero ¿la acogemos en profundidad? ¿Somos indiferentes ante su revelación?

La acogida y la aceptación de Jesús por la fe llevan al amor, un amor que acoge y guarda su palabra para luego encarnarla y manifestarla en las obras de cada día.


Promesa que Jesús nos hace (v.12).

Creer es dejar entrar a Jesús en la propia vida, y permitir que florezca un proceso interno, que la transforme y la oriente para siempre hacia el Padre.

Una promesa realmente bella: quien se apoya en él, y hace un camino aprendiendo a vivir como hijo, se encuentra constantemente con el Padre. Toda experiencia de Jesús debe llevarnos a realizar sus obras.

ORAMOS

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy el pan de vida". Sacia nuestra hambre y sed de vida y vida en plenitud.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy la luz del mundo". Disipa las tinieblas de nuestro pecado, que tu luz nos envuelva, nos llene y nos transforme la vida.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy la puerta". Sé para nosotros la puerta permanente que nos permita entrar en la casa del Padre.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy el buen pastor y doy la vida por mis ovejas". Enséñanos a entregar nuestra vida por el bien de los hermanos, con generosidad y alegría.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy la resurrección y la vida". Visita nuestras tumbas e inúndalas de los rayos luminosos de tu vida. Capacítanos para abandonar cualquier situación de muerte que niegue tu vida en nosotros.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy el camino, la verdad y la vida". Frente a tantas propuestas y caminos, ayúdanos a permanecer en Ti, y a caminar con entusiasmo hacia el Padre.

Maestro Divino, tú has dicho: "Yo Soy la vid verdadera, quien permanece en mí, dará mucho fruto". Ayúdanos a permanecer en ti, para encontrar cada día nuestra identidad más profunda y vivir según ella.

Maestro Divino, así como el Padre es tu espacio vital, que también nosotros encontremos en Ti nuestro espacio vital, que en ti descansemos y encontremos serenidad, paz y plenitud en medio de las dificultades de cada día. Amén.

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