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miércoles, 13 de agosto de 2008

Oración a San José por un sacerdote

O glorioso patriarca San José, padre tutelar de Nuestro Señor Jesucristo, en este día te pido por (Decir Nombre Del Sacerdote). El igual que tu fué tomado de entre los hombres para servir a Dios.

Ayúdalo a imitar tu gran fe, tu castidad perfecta, tu entrega total al servicio de Dios sin mirar las consecuencias, tu humildad, tu trabajo constante, tu pobreza, tu obediencia, todas tus virtudes y tu SI heroico.

Ayúdalo a imitarte a ti y a tu Hijo Jesús en todo. Ayúdalo a ser un buen sacerdote para los ojos de Dios, ayúdalo en su soledad y en sus momentos de tentación. Acompáñalo en todos los momentos difíciles de su vida y en sus momentos de alegría también.

Defiéndelo de todos los que quieren hacerle algún daño físico o moral, como defendiste a Nuestro Señor Jesucristo, hasta que llegue al Reino de los cielos a gozar contigo para siempre de la presencia de Dios nuestro Padre.

Amén!

(fuente: www.oracionescatolicas.net)

lunes, 11 de agosto de 2008

¡Mallín Estilo de Chicas en La Pampa!

Del 14 al 17 de agosto, se vivirá un nuevo Mallín Estilo de Chicas en la Ciudad de Toay, que está próxima a Santa Rosa, Capital de la Provincia de La Pampa.

Desde ya, se esperan muchas oraciones por el éxito espiritual de esta vivencia y las chispas se pueden hacer llegar a mallinavellaneda@yahoo.com.ar hasta mañana martes a la tarde.

¡Recemos por ellas!

domingo, 10 de agosto de 2008

Caminar sobre las aguas

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras El despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba El solo allí. Entretanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: “Tranquilícense y no teman. Soy Yo". Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres Tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!" Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios".

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús. (Mt 14, 22-33)


La escena que nos presenta el Evangelio de hoy Domingo habla de la fe y de las pruebas cotidianas a la que suele sometida.

Un detalle no menor en la vida de Jesús son sus continuos momentos de oración en la soledad que Él se tomaba, que era en donde se fortalecía para seguir predicando la Buena Nueva. En esta ocasión, después de haber hecho el milagro de la multiplicación de los panes y peces, Jesús busca tener otro momento a solas con el Padre.

Luego, lo vemos que va hacia donde estaban sus discípulos y amigos. La forma de llegar hacia ellos no es para nada usual: va caminando sobre las aguas hasta llegar a la barca en donde ellos estaban. Jesús da otra muestra de su divinidad al hacer el milagro de caminar sobre la superficie de ese lago sin hundirse.

La primera reacción de los discípulos es el miedo y es por eso que Él intenta calmarlos. Pedro, impulsivo como era, es quien toma la palabra y pide que el Señor lo haga caminar hasta donde está Él. Ante su propio asombro y el de sus amigos, Pedro sale de la barca y empieza a caminar hacia Jesús; pero Pedro comete el error de despegar la mirada (y su confianza) en Jesús y se deja hundir por sus propios miedos.

Claro que Jespus no iba dejar que Pedro se hundiera en el lago y le tiende su mano sin reprocharle la poca fe que el primer Papa tenía.

Nosotros podemos caminar en esta vida hacia el Señor, a pesar de las continuas dificultades que este mundo nos presenta. Es imprescindible tener nuestra mirada siempre en Dios, porque sino las "tormentas" de esta vida nos vencerán.

La fe es todo un desafío para el ser humano. Tener fe en algo superior, en algo trascendente no es, como dicen los materialistas, para personas que no tengan sus pies sobre la tierra. Fe y razón han sido hechas para complementarse, la fe potencia a la razón humana.

La fe es un regalo de Dios y debe ser cuidada y alimentada. Es responsabilidad de cada uno de nosotros el ser capaces de dar ese salto, de atravesar los límites de la propia razón y, de la mano de la fe, llegar a Dios.

¡¡Feliz Día para todos los Niños!!

Hoy en la república Argentina se festeja el Día del Niño.

Siempre se festejó el primer domingo de agosto, por cuestiones comerciales, se dispuso que fuera en este domingo para que mucha gente ya haya cobrado sus sueldos y dispongan de dinero para gastar con el pretexto de dar regalos a los niños.

De todas maneras, bien vale la ocasión para elevar una plegaria por todos y cada uno de los niños de este mundo, en especial por los más marginados, por los que más están sufriendo para que hallen consuelo en Dios.

Recemos por aquellos niños que sufren de maltrato físico y mental, por aquellos que son abusados, por aquellos que son explotados.

Recemos por aquellos niños que están padeciendo enfermedades, en especial por aquellos que están en hospitales.

Recemos por los niños que no son amados por sus padres, por aquellos que no reciben cariño y protección de mayores, por aquellos que no son comprendidos.

Recemos por aquellos niños que hoy están en el vientre de sus madres esperando nacer, en especial por aquellos que son rechazados por sus madres y por aquellos que lamentablemente serán asesinados antes de ver la luz.

Por último, recemos por todos los que alguna vez fuimos niños. Recemos para que siempre recordemos que alguna vez fuimos niños y, desde ahí, seamos más comprensivos y amorosos para con ellos. Recemos para que podamos recuperar la inocencia y la pureza con la que llegamos a este mundo.

Pongamos en manos del Señor a todos y cada uno de los niños, a Él pertenecen y son sus predilectos.

Una tarde en la Villa

La Comunidad Pre Estilo (chicos de 14 y 15 años) iniciaron ayer sábado un apostolado en la Villa El Chorizo, la cual está ubicada entre la Ciudad de San Juan y el Departamento de Rawson.

El objetivo es ir cada quince días a esa Villa y compartir una tarde con los niños del lugar en donde se comparten juegos, cantos, una chocolatada y un poco de catequesis. Durante la semana, nos juntamos para preparar los juegos y algunos cantos; a su vez, nuestra comunidad tenía que organizar la Oración de Centro, para lo cual invitamos a Clarisa, quien es Ministro de la Eucaristía y fue por muchos años animadora en Mallín, para que nos dé la Comunión.

Desde hacen muchos años, la Sra. Irma (es Cooperadora Salesiana) está trabajando apostólicamente en esa zona, en donde ha hecho una gran labor con los niños. En estos últimos tiempos, estuvo siendo acompañada por Jorge Carrizo, quien es también Cooperador y durante muchos años participó en Nuestro Movimiento Mallinista.

Fue muy hermoso haber podido estar con ellos, y aprender de su inocencia. Personas desinteresadas donan cacao, azúcar y unas medialunas para servirles la merienda, la cual es compartida entre todos los chicos. El grupo de chicos quedamos muy contentos después de haber estado con los niños de ahí, recibimos de ellos muestras de cariño y volvimos al Colegio Don Bosco gozosos de poder trabajar. Uno puede creer que va a ayudar y se termina recibiendo mucho de la gente del lugar.

sábado, 9 de agosto de 2008

El compromiso del Amor Profundo

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga en vez de entrar en la "hueca monotonía del matrimonio".

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

- Mis padres vivieron cincuenta y cinco años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, la condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera en donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde se encontraría ella. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió: "Llévenme al cementerio". "Papá", respondimos, "¡son las once de la noche!, no podemos ir al cementerio a esta hora". Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por cincuenta y cinco años." Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador y con una linterna nos ayudamos para llegar hasta la lápida de mi madre. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos: "Fueron cincuenta y cinco buenos años... ¿saben? nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que compartir con una mujer así." Hizo una pausa y se limpió la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis cuando cambié de empleo; hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad; compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora ella se ha ido y estoy contento... ¿saben por qué? Porque se fue antes que yo; no tuvo que vivir la agonía y el dolor de tener que enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..." Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos los rostros empapados de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo está bien, hijos; podemos irnos a casa, ha sido un buen día..." Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, más bien se vincula al trabajo y el cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron rebatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían...

→ Relato adaptado del libro "Es viernes pero el domingo viene" de Anthony Campolo

Decálogo de la Serenidad


1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, sere cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no solo en el otro mundo, sino en este también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9. Sólo por hoy creeré firmemente (aunque las circunstancias demuestren lo contrario) que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
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