Al trono de la excelsa Madre de Dios;
Ella nos alcanzará el auxilio oportuno
En nuestras necesidades. Aleluya.
¡Oh señora mía! ¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco todo a ti,
proclamándote mi sostén y auxilio
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, para que con ellos veas a tus pobres hijos;
mis oídos, para que con ellos escuches sus súplicas;
mi lengua, para que proclame tus maravillas;
mi corazón, para que se llene de tus sentimientos;
en una palabra todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
Madre de bondad y Auxilio de los cristianos,
Guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya
Y auxilia por mi intermedio
a cuantos invocan tu protección y amparo.
Amén.
Te veneramos, llena de gracia;
Tú eres nuestro auxilio, tú nuestra esperanza;
Por ti no ha llegado la salvación.
Amén.
(fuente: www.salesianosbernal.com.ar)
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