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miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fe y Razón: creer o no creer

Muchas veces se ha planteado la discusión acerca de que si la fe y la razón humana son incompatibles, o no. El debate lleva varios siglos, tal vez sea tan viejo como la misma humanidad.

Creo que en el fondo todo se debe a una discusión acerca de la existencia de un Ser Superior: desde siempre, hubieron seres humanos que tuvieron fe en lo sobrenatural y hubieron otros que no se permitieron ver más allá de lo que sus ojos y su mente les permitió.

Por ejemplo, racionalistas critican al cristianismo en varios puntos; si uno lee en el Libro del Génesis del Antiguo Testamento que el Universo mismo habría sido creado en siete días ellos afirman que contrasta con lo que científicos han descubierto acerca de la Teoría del Big Bang y todo lo que desencadenó en la Naturaleza. Lo que no se quiere ver es que esos "siete días" drelatados en el Génesis es un simbolismo: el siete es un número que encontramos en varios momentos de la Biblia y hace referencia a la perfección y no a un tiempo determinado. Aún así, no son pocos los que no creen en la existencia de Dios y el diablo, llegan a afirmar que son solo invenciones del mismo ser humano para ocultar propias inseguridades.

Muchos acusan a la Iglesia Católica Apostólica Romana, entre otras cosas, de reprimir los avances científicos. Muchas de esas acusaciones son injustas, más teniendo en cuenta que durante la Edad Media, los Monasterios fueron también centros de investigaciones científicas.

En su Encíclica "Fides et Ratio" ("Fe y Razón"), Juan Pablo II dice que «La relación actual entre la fe y la razón exige un atento esfuerzo de discernimiento, ya que tanto la fe como la razón se han empobrecido y debilitado una ante la otra. La razón, privada de la aportación de la Revelación, ha recorrido caminos secundarios que tienen el peligro de hacerle perder de vista su meta final. La fe, privada de la razón, ha subrayado el sentimiento y la experiencia, corriendo el riesgo de dejar de ser una propuesta universal. Es ilusorio pensar que la fe, ante una razón débil, tenga mayor incisividad; al contrario, cae en el grave peligro de ser reducida a mito o superstición. Del mismo modo, una razón que no tenga ante sí una fe adulta no se siente motivada a dirigir la mirada hacia la novedad y radicalidad del ser».

Fe y Razón pueden ir de la mano. Creo que en la discusión acerca de una supuesta incompatiblidad entre ambas subyace el debate filosófico acerca de la existencia de Dios.

Galileo fue un científico que afirmó su teoría de que el Planeta Tierra gira alrededor del sol, lo cual fue fuertemente cuestionado por algunos sectores de Nuestra Iglesia quienes afirmaban que la Tierra era el centro del universo. En Octubre de 1992, Juan Pablo II reconoció públicamente que algunos hombres de Nuestra Iglesia se equivocaron al juzgar equivocadamente las investigaciones de aquel científico.

El caso de Galileo Galilei (tomado de www.corazones.org)

Aunque es cierto que Galileo sufrió injustamente a manos de algunos miembros de la Iglesia, también es verdad que ahora se comete otra injusticia cuando se fomenta una versión falsa de los hechos.

La verdad se puede conocer si tan solo hay interés por conocerla.

Galileo nunca fue torturado por afirmar que la tierra giraba alrededor del sol. Fue condenado a «formalem carcerem» –una especie de reclusión domiciliaria. Pero varios jueces se negaron a suscribir la sentencia y el Papa no la firmó.

El pudo seguir trabajando en su ciencia. Murió el 8 de enero de 1642, en su casa de Arcetri, cerca de Florencia. Viviani, quién le acompañó durante su enfermedad, testimonia que murió con firmeza filosófica y cristiana, a los setenta y siete años de edad.

Galileo contaba entre sus amigos a varios cardenales. Uno de ellos, el Santo Roberto Cardenal Belarmino.La oposición mayor a Galileo no fue religiosa sino de los que se aferraban a las antiguas teorías basadas en principios Aristotélicos. Juan Pablo II saca una enseñanza muy importante para el futuro: la irrupción de una novedad científica y metodológica obliga a las distintas disciplinas del saber a delimitar mejor el propio campo y método. De hecho, en el siglo pasado y a comienzos del nuestro, el progreso en las ciencias históricas obligó a los exegetas a reflexionar sobre el modo de interpretar la Sagrada Escritura.

Monseñor Amato, arzobispo de la Congregacion para la Doctrina de la Fe relata:
En los archivos vaticanos se guarda una carta, enviada por el Comisionado del Santo Oficio al Cardenal Francesco Barberini en 1633. Esta señala el deseo expreso del Papa de aquel tiempo de que el juicio a Galileo concluyera rápidamente en consideración a su frágil salud.

La idea de que fue encarcelado para que abjure de su tesis no fue más que una leyenda transmitida por una falsa iconografía.

Dijo Galileo: «Tengo dos fuentes de consuelo perpetuo. Primero, que en mis escritos no se puede encontrar la más ligera sombra de irreverencia hacia la Santa Iglesia; y segundo, el testimonio de mi propia conciencia, que sólo yo en la tierra y Dios en los cielos conocemos a fondo»
A Galileo se le juzgó no por su tesis científica, sino por decir que la Biblia estaba equivocada al hablar de que “se detuvo el sol” –cuando la que se detuvo fue la tierra.

Durante el juicio, a Galileo se le concedió “las habitaciones del abogado, uno de los más altos oficios de la Inquisición, donde fue asistido por su propio siervo”.

“Durante el resto de su estadía en Roma, fue el invitado del embajador florentino en la Villa Medici”, agregó además el Prelado.

El Arzobispo también reveló que en 1610, Galileo publicó su obra Sidereus Nuncius, donde planteaba su teoría y recibió el respaldo no sólo del gran astrónomo Johannes Kepler, sino también del jesuita Clavius, autor del calendario gregoriano, que hoy rige al mundo occidental. Galileo “incluso tuvo mucho éxito entre los Cardenales romanos” porque “todos querían mirar al espacio con su famoso telescopio”.

No fué la ciencia de Galileo sino su afán de interpretar la Biblia según su ciencia la que le llevó al famoso juicio. Hay que recordar que un siglo antes de Galileo otro gran hombre de ciencias, Nicolaus Copernicus, preparó el camino trabajando muy cerca de la Iglesia.

Galileo vivió y murió como un fiel hijo de la Iglesia Católica. Es una realidad que deberían meditar los que buscan utilizarlo para atacar a la misma Iglesia. La Iglesia otorgó el imprimatur a la primera edición de las obras completas de Galileo en 1741.

Algunos Científicos creyentes (tomado de www.corazones.org)

ALBERT EINSTEIN (1879 – 1955), premio Nóbel de física 1921. «La ciencia sin religión es renga, La religión sin ciencia es ciega». “Es posible que todo pueda ser descrito científicamente, pero no tendría sentido, es como si describieran a una sinfonía de Beethoven como una variación en las presiones de onda. ¿Cómo describirían la sensación de un beso o el te quiero de un niño?.” “Hay dos maneras de vivir una vida: La primera es pensar que nada es un milagro. La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que estoy seguro es que Dios existe.”

LOUIS PASTEUR (1822 – 1895), uno de los tres fundadores de la microbiología. Produjo la primera vaccina contra la rabia y el proceso llamado pasteurizar. Católico practicante. «Cuanto mas conozco, mas se asemeja mi fe a la de un campesino bretón». Pasteur murió con el rosario en la mano, después de escuchar la vida de San Vicente de Paul, la cual había pedido que le leyeran, porque pensó que su trabajo, como el de San Vicente, ayudaría mucho a salvar a los niños que sufren.

DEREK BARTON (1918 – 1998) Compartió el premio Nóbel de química en 1969 por sus aportaciones en el campo de la química orgánica en el desarrollo del análisis conformacional. «No hay incompatibilidad alguna entre la ciencia y la religión... La ciencia demuestra la existencia de Dios».

lunes, 3 de noviembre de 2008

03 de noviembre: San Martín de Porres, el "Fraile Escoba"

Nació en Lima en diciembre de 1579. Hijo natural del español Juan de Porres y de la negra panameña Ana Velásquez. Fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila y por el mismo párroco que había bautizado a Santa Rosa.

Desde niño dio muestras de fervorosa aplicación a la vida de unión con Dios. Su amor al prójimo lo condujo a ayudar sacrificadamente a todos, aun en las tareas más humildes y enojosas. En 1603 hizo la profesión como hermano lego en la Orden de Predicadores.

Además de las asperezas que él mismo se imponía, Martín tuvo que sufrir, por motivo de su raza, el humillante desprecio de la sociedad colonial. Pero jamás se rebeló contra los desdenes y aun insultos públicos ("perro mulato") que le inferían. Su abnegación, su modestia y la paz que irradiaba no dejaron de impresionar a sus contemporáneos.

En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo) atendía con acogedora bondad y amor a los pobres, era proverbial en Lima la prontitud con que se a cercaba a los enfermos. Se cuentan de él numerosos prodigios y curaciones.

Falleció el 3 de noviembre de 1639.

Beatificado por Gregorio XVI en 1837. Canonizado por Juan XXIII en 1962. Su devoción y culto están extendidos por todo el mundo. El Gobierno peruano lo declaró Patrono de la Justicia Social.
Su fiesta se celebra el 3 de noviembre.

Perfil histórico

San Martín de Porres nace en Lima el 9 de diciembre de 1579, hijo de Juan de Porres, caballero español de la Orden de Calatrava y de Ana Velázquez, negra libre panameña. Juan de Porres marcha a Guayaquil, Ecuador, comisionado por el Virrey Don García Hurtado de Mendoza. Allí reclama a sus dos hijos que salen para Ecuador. Años más tarde, Don Juan Porres es nombrado Gobernador de Panamá por lo que los niños, Martín y Juana, regresan con su madre a Lima; es el año 1590, Martín tiene once años. A los Doce Martín está de aprendiz de peluquero, y asistente dentista. La fama de su santidad corre de boca en boca por la ciudad de Lima.
Conoce a Fray Juan de Lorenzana, famoso dominico como teólogo y hombre de virtudes. Le invita a entrar en el Convento de Nuestra Señora del Rosario.

La legislación de entonces impedía ser religioso por el color y por la raza, por lo que Martín de Porres ingresa como Donado, pero él se entrega a Dios y su vida está presidida por el servicio, la humildad, la obediencia y un amor sin medida.

San Martín tiene un sueño que Dios le desbarata: "Pasar desapercibido y ser el último". Su anhelo es seguir a Jesús de Nazaret. Se le confía la limpieza de la casa; su escoba será, con la cruz, la gran compañera de su vida.

Sirve y atiende a todos, pero no es de todos comprendido. Un día cortaba el pelo y hacía el cerquillo a un estudiante: éste molesto ante la mejor sonrisa de Fray Martín, no duda en insultarle: ¡Perro mulato! ¡Hipócrita! La respuesta fue una generosa sonrisa.

San Martín lleva dos años en el convento, hace ya seis que no ve a su padre, éste le visita y… después de dialogar con el P. Provincial, éste y el Consejo Conventual deciden que Fray Martín sea hermano cooperador.

El 2 de junio de 1603 se consagra a Dios por su profesión religiosa. El P. Fernando Aragonés testificará: "Se ejercitaba en la caridad día y noche, curando enfermos, dando limosna a españoles, indios y negros, a todos quería, amaba y curaba con singular amor". La portería del convento es un reguero de soldados humildes, indios, mulatos, y negros; él solía repetir: "No hay gusto mayor que dar a los pobres".

San Martín de Porres es un amor desbordante y universal. Su hermana Juana disfruta de buena posición social, por lo que, en una finca de ésta, da cobijo a enfermos y pobres. Y en su patio acoge a perros, gatos y ratones.

Los religiosos de la Ciudad Virreinal van de sorpresa en sorpresa. El Superior le prohibe realizar nada extraordinario sin su consentimiento. Un día, cuando regresaba al Convento, un albañil le grita al caer del andamio; el Santo le hace señas y corre a pedir permiso al superior, éste y el interesado quedan cautivados pos su docilidad. Su vida termina en olor de multitudes el 3 de noviembre de 1639.

Semblanza Espiritual

Juan XXIII sentía verdadera devoción por San Martín de Porres, una pequeña imagen de marfil preside la mesa de su despacho y él mismo lo canoniza el 6 de mayo de 1962.

San Martín ve confirmado en su persona el Evangelio: "El que se humilla será ensalzado". Este hombre que sintonizaba con la oscuridad de su piel y que disfrutaba en Dios al verse humillado y postergado, pasados los siglos será un Santo que centre en su persona los dos continentes: Europa y América, San Martín es querido por todos, invocado por ricos y pobres, enfermos y menesterosos, por hombres de ciencia y por ignorantes. Su imagen o su estampa va en los viajes, está en las casas y en los hospitales, en los libros de rezo y en los de estudio. Todo porque fue humilde, obediente, y, como dijera Juan XXIII, "Es Martín de la Caridad". A nadie extraña que sea Patrono de los Hermanos Cooperadores Dominicos, del Gremio de los Peluqueros, de la Limpieza Pública, Farmacéuticos y Enfermeros. Una Congregación sudafricana le tiene por abogado: Son las Hermanas Dominicas de San Martín de Porres y muchos más. Todos ellos se gozan de que "Fray Escoba" sea su patrono y su ejemplo.

(fuente: http://www.op.org.ar/)

Verdades mentirosas...

Anteayer, al llegar a mi casa, encontré por debajo de la puerta de entrada un folleto con un titular bien visible en su potada que dice "¿Le gustaría saber la verdad?"

Si bien intuía de donde podía venir este folleto, a primera instancia, no decía quien lo había escrito. Claro que eso no es "un olvido", es una cuestión estratégica bien pensada de antemano: en la contratapa del mismo, en letras chiquitas se lee que el folleto es impreso en Argentina por la "Asociación de Testigos de Jehová", como así también aclaran que las citas bíblicas allí mencionadas son tomadas de acuerdo a la Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras (¿¿??), lo cual evidencia que esa biblia es una adulteración de la tradicional Biblia Católica... claro que cuando ellos visitan domicilios, dicen "su Biblia es igual que la nuestra..."

El folleto se presenta como el principio de las respuestas a una serie de preguntas fundamentales sobre la trascendencia del mismo ser humano, como así también de su relación con Dios. Ofrecen enviar un "Testigo de Jehová capacitado" que dará curso gratuito a domicilio sobre lo que "realmente" quiere decirnos Dios en la Biblia...

Los interrogantes planteados son:
- ¿Se interesa Dios por nosotros?
- ¿Acabarán algún día las guerras y el sufrimiento?
- ¿Hay alguna esperanza para los muertos?
- ¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche?
- ¿Cómo encontrar la felicidad?

Para encontrar las respuestas, se aconseja ir directamente a la Biblia, como fuente de toda sabiduría. Ahora bien, hay que tener cuidado a la Biblia que se recurre, porque no todas son iguales: si uno toma una Biblia católica y la compara con alguna evangélica, una de los mormones o una de los Testigos de Jehová, se notarán diferencias notorias (palabras cambiadas, signos de puntuación omitidos o agregados, libros del Antiguo Testamento que solo están en la Biblia Católica) que dan pie a las diferencias de doctrinas entre unas y otras creencias.

Si bien hay gente de otras iglesias que son serias y bienintencionadas, las hay muchas que mienten descaradamente y abordan a católicos no muy formados teológicamente para crearles confusiones y captarlos como adeptos.

Cuando recibo en mi hogar a misioneros de otras sectas que pasan por mi vecindario, los atiendo y mantenemos conversaciones acerca de lo que ellos plantean. Generalmente, los que más pasan por mi casa (aunque no muy seguido) son los Testigos de Jehová: lamento que muchas veces vienen con "un chip" en donde tienen perfectamente establecida su conversación para donde la llevarán, con qué citas bíblicas fundamentarán sus dichos y hasta el tiempo máximo que se detendrán en una casa como la mía en las que no tengo problemas en intercambiar abiertamente pareceres. Es un pena que ellos invitan a que uno mismo replantee la propia fe pero ellos no admiten ser cuestionados respecto a sus muchos errores y confusiones doctrinales.

Lo que muchos no conocen es que los Testigos de Jehová son un compendio de herejías que contradicen esencialmente lo enseñado por la Iglesia Católica Apostólica Romana. Apoyan sus afirmaciones en versículos bíblicos descontextualizados.

Yendo a este folleto particular, podemos ir analizando algunos puntos allí analizados para que juntos podamos analizarlos desde la fe católica y, de paso, reafirmar lo que Nuestra Madre Iglesia nos enseña al respecto:

¿Qué nos sucede al morir?

Ellos dicen ahí: "... La Mayoría de las religiones enseñan que algo dentro de la persona sigue viviendo tras la muerte. Hay quienes afirman que los muertos pueden hacer daño a los vivos, o que Dios castiga a los malos condenándolos a ser atormentados eternamente en el infierno". No solo niegan la Vida después de la muerte, tal como nos la prometió Nuestro Señor sino que también niegan la existencia misma del infierno (el Diablo agradecidísimo por lo que esta gente enseña...) Intentan dar más solidez a sus disparates citando Eclesiastés 9:5 que dice "los muertos (...) no tienen conciencia de nada en absoluto". "No pueden saber, sentir, ni hacer nada, así que tampoco pueden perjudicar a los vivos ni ayudarlos de ninguna manera" (salmo 146:3,4). de esta forma, se deduce que ellos no creen en el Purgatorio, no creen en la condenación eterna, no creen en la intercesión de los santos difuntos por nosotros.

Yendo a la Biblia Católica, repaso esas citas, más otras que en ese folleto recomiendan leer y encuentro "Los vivos sabes que morirán; los muertos nada saben. No tienen nada que esperar, son solo un recuerdo olvidado (5). Pudieron amar, odiar, tener ambiciones: todo se perdió y nunca más tomarán parte en todo lo que se hace bajo el sol (6)": Acá se hace referencia a las personas que aún viven y que caminan inexorablemente hacia la muerte, como así también se habla de los que ya murieron y malgastaron su vida y ya no tienen oportunidad de volver atrás y poder rehacerse; "Haz todo lo que esté a tu alcance y que te sientas capaz de hacer; porque en la morada de los muertos a donde tú vas, no hay trabajos ni problemas, ni conocimiento ni sabiduría." (10): acá se cuenta como la realidad de esta vida difiere notablemente de la Otra Vida, la cual es infinitamente más plena. El Salmo 146 en sus versículos 3 y 4 dice: "No pongas tu confianza en los que mandan, ni en el mortal, que no puede salvarte; no bien se le va el alma, vuelve al polvo y ese día se le acaban los proyectos": el salmista nos dice que no hay que depender de los demás seres humanos ya que todos somos mortales y limitados, si uno lee el salmo entero habla de lo importante que es confiarse en Dios.

En el Antiguo Testamento, encontramos el Libro de los Macabeos que hecha mucha luz acerca de lo real que es la vida después de la muerte (recomiendo leer 2 Macabeos 12, 38-45).... Será que porque no les agrada, los fundadores de los Testigos de Jehová amoldaron las Sagradas Escrituras a sus caprichos y mutilaron citas y sacaron Libros que no les convenían como el de los Macabeos...

En los Santos Evangelios sobran ejemplos sobre la existencia real del infierno como un lugar de eterna infelicidad. Jesús amenaza a los pecadores con el castigo del infierno. Le llama gehenna (Mt 5, 29 s; 10, 28; 23, 15 y 33; Mc 9, 43, 45 y 47), gehenna de fuego (Mt 5, 22; 18, 9), gehenna donde el gusano no muere ni el fuego se extingue (Mc 9, 46 s), fuego eterno (Mt 25, 41), fuego inextinguible (Mt 3, 12; Mc 9, 42), horno de fuego (Mt 13,42 y 50), suplicio eterno (Mt 25, 46). Allí hay tinieblas (Mt 8, 12; 22, 13; 25, 30), aullidos y rechinar de dientes (Mt 13, 42 y 50;24, 51 ; Lc 13, 28).

San Pablo da el siguiente testimonio: «Esos [los que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio] serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder» (2 Tes 1, 9; cf. Rom 2, 6-9; Heb 10, 26-31). Según Ap 21, 8, los impíos «tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre»; allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos» (20, 10; cf. 2 Pe 2, 6; 7).

¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche?

Según este folleto de los Testigos de Jehová, Jesús habría indicado que no debemos repetir las mismas palabras en nuestras oraciones. Dijo así: "Al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces (Mateo 6,7) (¿Será una crítica al Santo Rosario?).

Pero si recurrimos a la Biblia Católica, encontramos que Mateo 6, 7: "Cuando pidan a Dios, no imiten a los paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de palabras hará que se los oiga". Después el relato sigue con Jesús enseñan a rezar el Padrenuestro, oración que los Testigos de Jehová no rezan, será porque Jesús nos enseña a decirle "Padre" a Dios y no "Jehová" como ellos fanáticamente le dicen.

¿Cómo encontrar la felicidad?

La felicidad casi instantánea es un hábil recurso proselitista que muchas sectas utilizan para pescar más y más acólitos. En ese folleto, dice que la clave de la felicidad la daría el mismo Jesús cuando dice en Mateo 5,3 "Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual" (¿¿??).

Si nuevamente vamos a la Biblia Católica, encontramos que ese cita está dentro de lo que es el famoso Sermón de la Montaña en el que Jesús, el Dios Hijo (por cierto, los Testigos de Jehová niegan que Jesús sea Dios... eso lo tienen siempre escondido a la hora de visitar los hogares de los católicos), dice quienes son los bienaventurados. Puntualmente, en Mateo 5,3, leemos "Felices los que tienen el espíritu del pobre porque de ellos es el Reino de los Cielos". El sermón de la montaña dista mucho de ser una "fórmula de la felicidad" (entendiendo la felicidad como total ausencia de sufrimiento y preocupaciones): el cristianismo no es como "un paseo por Disneylandia" porque hay luchas diarias contra tentaciones y sinsabores de la vida, los cuales hay que saber enfrentar desde Dios para llegar a buen puerto al final de nuestros días.

¿Entonces?

Por un lado respeto a quienes creen en la doctrina de los Testigos de Jehová pero los mentores de esta doctrina, que mienten descaradamente, infunden más bien compasión, porque lo que los moviliza no viene de Dios precisamente.

Es importante saber estudiar continuamente lo que Nuestra Madre Iglesia enseña sobre muchos aspectos de la vida misma. Podemos tomar el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, que es un libro que resume toda la enseñanza de Nuestra Madre Iglesia basada, claro está, en las Sagradas Escrituras.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La muerte es tan solo un paso

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (Mt 25, 31-46)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él, apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ”Vengan benditos de mi padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme”. Los justos le contestarán entonces: ”Señor ¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?”. Y el rey les dirá: “Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron”

Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles, porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron”. Entonces ellos le responderán: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, enfermo o encarcelado y no te asistimos?” Y él les replicará: ”Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo”. Entonces, irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

Jesús nos anuncia su segunda venida la cual será, a diferencia de su nacimiento en Belén, será llena de Gloria para hacer el Juicio Final a toda la humanidad. A los que obraron según la voluntad de Dios, serán llevados con el Señor a la Vida Eterna, tal como Él lo ha prometido durante su vida aquí en la Tierra.

Por otra parte, aquellos que no vivieron en comunión con Dios, que se dejaron cegar por su egoísmo, serán desterrados al Infierno. Muchas sectas y corrientes filosóficas desestiman la existencia no solo del Infierno, sino también del mismo diablo. Que el ser humano no crea en la existencia de diablo ni en la posibilidad de que el alma caiga en Infierno es un triunfo de Satanás; al Maligno no le agrada para nada ni le conviene que lo desenmascaren: lamentablemente, muchas sectas que se dicen ser cristianas, parece que "trabajan" para el ángel caído porque enseñan que no hay infierno. En este pasaje bíblico, Jesucristo es contundente respecto a la suerte que le espera a los que opten por alejarse del buen camino que Él marcó.

Nuestra Madre Iglesia celebra hoy a los fieles difuntos, a todos aquellos que murieron con la esperanza de poder pasar a la Vida Eterna que Jesús nos ha prometido. Los que aún peregrinamos por este mundo debemos aprovechar para reflexionar una vez más acerca de la propia muerte: sabemos muy bien que, así como algún día hemos nacido, todos moriremos algún día.

Es natural tenerle miedo al momento de la propia muerte, pero hay que saber mirarla con esperanza, con la certeza que nos da la fe de que tenemos la posibilidad de arribar al Paraíso.

El poder acceder al Cielo no es tanto por mérito propio, sino que Jesús con su Muerte en la Cruz pagó el precio de la salvación de toda la humanidad. Y su Resurrección nos abrió nuevamente las puertas del Paraíso.

Exhibición Gimnástica del Colegio Don Bosco

Como todos los años, el Colegio Don Bosco de San Juan organizó su tradicional exhibición gimnástica en la que participa todo el alumnado, desde el nivel inicial, hasta los del secundario con la dirección de los profesores de educación física de dicha institución educativa. Fue una gran fiesta de la familia que se congregó a ver a sus muchachos mostrando sus destrezas.

El espectáculo se inició con todos los chicos que hacían su entrada desfilando al son de la banda de los Exploradores de Don Bosco. Hubieron unas palabras alusivas del Profesor Santiago Diamantino; al principio, todo se vio interrumpido por una repentina y corta lluvia que se desató pero no estropeó la fiesta.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando se hicieron presentes los exalumnos de la Promoción '83, quienes festejaron sus 25 años de egresados profesando públicamente su fidelidad a los principios educativos recibidos de Don Bosco, junto con los alumnos de Sexto año de Educación Secundaria.

Fueron pasando diez números entre los que se vieron juegos con sogs, con aros, con antorchas, entre otros, además de los chicos de gimnasia deportiva. Finalmente, se congregaron todos los alumnos en el patio principal para escuchar las palabras finales del Padre Juan Antolín Briones, Director del Colegio Don Bosco de San Juan.


Los Niños de Nivel Incial del Colegio Don Bosco hacen sus ejercicios y juegan

sábado, 1 de noviembre de 2008

Santos que no son

El ser humano tiene una natural tendencia a creer en algo sobrenatural. Lo vemos a lo largo de la historia en todos los pueblos y civilizaciones que han existido a lo largo de tantos siglos.

Personalmente considero que no existen ateos porque aquellas personas que dicen no creer en Dios conciben lo sobrenatural por otros caminos, de los más variados: creer en horóscopos, creer en "la suerte", tener cábalas y curiosos rituales y manías para atraer la buena suerte y repeler "la mala onda".

Dentro de lo que es la fe popular, en distintos puntos del mundo se dan ciertos fenómenos que mezclan elementos del catolicismo con otras cuestiones populares y otras esotéricas, que terminan configurando una creencia que no siempre está cercana a Dios.

Se han dado innumerables casos de personajes populares que encontraron la muerte en circunstancias inesperadas y hasta heroicas y las sociedades mismas los consagran como "santos" independientemente de lo que Nuestra Madre Iglesia opine al respecto. En el caso particular de la República Argentina, los casos más populares son la Difunta Correa y el Gauchito Gil y, más cercanos en el tiempo, Gilda y Rodrigo, los cantantes populares que fallecieron trágicamente en sendos accidentes automovilísticos. A todos ellos se les han construido altares y les atribuyen milagros; mucha gente da testimonio de ellos y les dejan ofrendas de agradecimiento.

La Difunta Correa

Si bien no hay evidencias históricas y documentos que avalen su existencia, Deolinda Correa era una joven mujer sanjuanina que estaba casada con Baudilio Bustos y, fruto de ese matrimonio, había nacido un bebé.

Se tejieron muchas leyendas acerca de la vida de Deolinda aunque, sin datos precisos y contundentes que reafirmen la probable existencia de ella. Según se supone, entre los años 1840 y 1850, tropas de federales provenientes desde la Provincia de La Rioja llegaron hasta San Juan para reclutar hombres para combatir contra los unitarios. El esposo de Deolinda habría sido capturado y llevado con ese ejército "contra su voluntad". Ella se vio desamparada y le aterrorizaba la idea de no ver nunca más a su marido; es por eso que tomó la corajuda decisión de cargar a su bebé en sus brazos y salir tras su marido, atravesando los campos desiertos con la idea de llegar hasta las tierras riojanas y ahí estar cerca de su amado.

Contra los planes que ella habría tenido, en medio del camino la sed se le hizo virtualmente insoportable y sus fuerzas empezaron a flaquear hasta que murió en medio del campo. Cuenta la leyenda que tiempo después, unos arrieros que transitaban por la zona, encontraron el cadáver de la joven mujer con su hijito prendido de su pecho; hay versiones que dicen que el bebé sobrevivió, otros cuentan que falleció también con su madre. La conmovedora escena conmovió a la gauchos y de ahí en más, su tumba se convirtió en un lugar de peregrinaje que, con el paso de los años, fue ganando más trascendencia hasta convertirse en unos de los mitos más populares de la Argentina, llegando al punto de que su fama trascendió las fronteras de este país.

A un poco más de 60 kms. al Este de la Ciudad de San Juan se encuentra el Santuario de la Difunta Correa, donde miles de peregrinos concurren durante todo el año, especialmente en los días de Semana Santa. El lugar es más un lugar turístico que religioso, abundan locales comerciales que venden souvenirs de los más variados de Deolinda.

En ese lugar, sobreabundan botellas con agua y una infinidad de placas con mensajes de agradecimiento... pero escasean la oración y las conversiones de corazones. Es más, a la "Difunta" Correa sus mismos devotos le atribuyen la temida fama de vengadora: si uno le pide una gracia, indefectiblemente debe darle algo a cambio y, de no cumplir con la "contraprestación" Deolinda le mandará una maldición. Asimismo, se dice que si uno pasa por el lugar (para los sanjuaninos nos queda de paso cuando queremos viajar a la Ciudad de Córdoba), debe detener su camino en el Santuario y ofrendar alguna oración a la Difunta, sino le "pasará algo" en la ruta...

Suponiendo que Deolinda Correa efectivamente haya existido, de su vida no se tienen claros ejemplos de que haya sido una mujer piadosa, no se conocen datos de que haya sido una mujer que se confesaba, que comulgaba, que asistía a Misa, ni sabemos de su sentido de pertenencia a Nuestra Madre Iglesia. Si la queremos considerar como una "santa" de la Iglesia Católica, no sabemos si realmente ella fue católica.

Por último, hay que aclarar que, en ningún caso, Nuestra Madre Iglesia nos enseña que los santos conceden favores y gracias: solo es Dios quien tiene ese poder. Los santos solo interceden por los que aún peregrinamos en este mundo. Es más, no existen "santos vengativos": la venganza nunca es buena, no procede de Dios y, si no procede de Dios, podemos intuir de donde procede...

El Gauchito Gil

Tal como sucede con la Difunta Correa, tampoco hay datos precisos e irrefutables sobre la existencia de este personaje. Las leyendas en torno a este personajes son varias, no se ponen de acuerdo acerca de su nombre completo (¿se llamó Antonio Mamerto Gil?), aunque la mayoría coincide que habría nacido en la localidad de Mercedes, en la Provincia de Corrientes.

Se han tejido distintas historias acerca de su vida, las cuales no coinciden mucho entre si. Cada 8 de enero se conmemora su muerte, de la que tampoco hay pruebas. Lo cierto es que se realizan festejos populares multitudinarios en el "santuario" ubicado en la Provincia de Corrientes.

Basta recorrer varias rutas de la Argentina para ver altarcitos en honor al "Gauchito Gil" adornado con banderas rojas. Algunos dicen que cada vez que uno pasa por las inmediaciones de esos altares hay que saludar al "santito" tocando la bocina del vehículo, de lo contrario algún contratiempo se sufrirá en el viaje.

Santos que no son

Una vez conversaba con un ex compañero de trabajo que me comentaba que había dejado de ser católico y que pertenecía a una iglesia evangélica que no recuerdo el nombre. Cuando le pregunté si antes había se había dado la oportunidad para conocer y vivir la fe católica, a lo que respondió tajantemente: "Sí, yo era muy católico: iba siempre a la Difunta Correa"... Ahí fue que comprendí más lo poco que conocemos los católicos respecto de nuestra fe...

La Iglesia Católica Apostólica Romana mantiene una postura respetuosa de ese tipo de fe popular pero no deja de señalar algunas consideraciones importantes que pueden echar luz sobre estas controversias generadas alrededor de esas figuras tan queridas por la gente:

- ¿Cómo saber si el culto es de Dios?: todos los santos reconocidos como tales por Nuestra Madre Iglesia han sido personas que siempre han señalado a Cristo como centro de sus vidas y han invitado a todos sus contemporáneos a hacer lo mismo; ellos nunca han pretendido ser los centros de atención ni, mucho menos, eclipsar a Dios.

- ¿Los santuarios son lugares de encuentro con Dios?: en los santuarios populares no suelen ser sitios en donde encontremos a la gente alabando a Dios, gente que busque algún Sagrario para rezar, no se conocen historias de conversiones de corazones... pareciera que bastase con encender alguna vela, dejar algún dinero o alguna caminata como para contentar al "santo".


Muchas veces necesitamos fortalecer nuestra fe pero en determinados momentos de la vida nos cuesta soportar los momentos en que la fe se debilita. Suele ser tentados volverse "devoto" de este tipo de "santos populares" porque resulta más que atractiva la promesa de milagros inmediatos que pueden ser intercambiados con algún sacrificio, alguna visita al santuario o algún dinero... pero no la transformación profunda del propio corazón.

viernes, 31 de octubre de 2008

Nuestra Iglesia festeja la santidad

Mañana, 1º de noviembre, Nuestra madre Iglesia celebra la festividad de Todos los Santos la cual tiene su origen cuando el Papa Urbano IV decretó que en este día tenemos que venerara todos aquellos bienaventurados que alguna vez pasaron por esta vida y que hoy gozan de la Vida Eterna junto a Dios.

En cada día del año, los católicos recordamos a varios santos y beatos por cada día. Pero es evidente que todos los que alcanzaron los altares no caben en el calendario. El 1º de noviembre recordamos a todos los santos, desde aquellos de los más carismáticos y populares hasta los que son prácticamente desconocidos, entre los que se pueden encontrar familiares y amigos nuestros que ya hayan fallecido.

Después de que Jesús muriera en la Cruz, los cristianos fueron perseguidos ferozmente hasta darles muerte. Los seguidores del Señor eran visto como una amenaza tanto a la nación judía como, tiempo después, al mismo Imperio Romano. Miles de cristianos fueron despiadadamente torturados y asesinados por no renegar de Cristo.

Increíblemente para lo que muchos entendían, los cristianos iban alegres hacia su muerte porque su fe les daba la certeza de que pasarían a una Vida mucho más plena en Dios. Mientras que los cristianos que seguían en este mundo se alegraban sus hermanos que eran martirizados a causa de Jesús porque sabían que ya habían ganado el Cielo.

En los primeros tiempos, el festejo para Todos los Santos tenía distintos días según la región de la que se tratase hasta que, tal como se narra al principio de este post, el Papa Urbano decidió unificar el momento para honrarlos.

Este festejo tiene también el fin de que los que aún estamos en esta vida recordemos que estamos también llamados a la santidad. Todos podemos ser santos, en el lugar en el que estemos: basta hacerse humilde y paciente de corazón y revestirse de la gracia de Dios para hacer de cada cosa ordinaria de la vida algo extraordinario.

¿¿Los católicos adoramos a los santos??

Una de las críticas predilecta que miembros de diversas sectas hacen a los católicos es recriminarnos que muy errados al rendir culto a los santos porque, de esta manera, adoramos a seres humanos iguales que nosotros cuando, según nos dice la Biblia, solo se adora a Dios.

Pues bien, nada más errado que criticar eso al catolicismo. Sucede que entre nosotros mismos, lo católicos, hay mucha desinformación acerca de la historia y doctrina de Nuestra Madre Iglesia y es por eso que fácilmente podemos caer en la confusión... confusión que aprovechan personas de otras sectas para "llevar agua a su molino".

Bien sabemos que cualquiera de nosotros puede rezar por alguna otra persona que lo necesite y bien sabemos que Dios escucha esas plegarias: eso se llama oración de intercesión. Según nuestra fe, las personas que murieron y pudieron acceder al Cielo, continuando viviendo, aunque ahora en una realidad mucho más plena; desde el lugar que ellos se encuentran ahora, también pueden rezar por los que aún peregrinamos en este mundo.

Los católicos no adoramos a los santos. Los católicos solo adoramos a Dios.

Cuando una persona le reza a un santo, lo que está haciendo es pedirle que interceda por él ante Dios. Claro que es válido que uno mismo se dirija a Dios rezando por uno mismo... pero si a esa oración se suma la de una santo, gana más fuerza el pedido ante Dios. Los santos no son "intermediarios", son tan solo intercesores, que es distinto.

Si encontramos católicos que dicen que tal o cual santo le ha concedido determinada gracia, estará en un gran error. Solo es Dios quien concede las gracias.

Los santos son solo ejemplos de vida, son testimonios de vida que nos dicen que es posible seguir a Cristo en este mundo a pesar de todas las dificultades que podamos encontrar en esta existencia.

Los católicos veneramos a los santos. Y a María, Nuestra mamá Celestial, le reservamos el culto de la "hiperdulia", la cual significa "más allá de la veneración", o "veneración especialísima".
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