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viernes, 17 de junio de 2011

La Reforma Protestante: ataque contra la Iglesia y la Familia

Aunque el humanismo o renacimiento debilitó Europa, disminuyendo en forma importante el fervor de la sociedad y de las familias católicas, no llegó a destruirlas; sino que allanó el camino para dejar un ambiente propicio para que iniciara su actividad el 2° enemigo de la familia y de la sociedad o el segundo paso de la descristianización de Europa: La Reforma Protestante.

No fue un movimiento particular, sino general, es decir, no constituyó una herejía particular que pudiera ser discutida y reprobada, condenada por la autoridad de la Iglesia, como hasta entonces lo habían sido todas las herejías y movimientos heréticos. Tampoco constituyó una religión separada contra los católicos (como los mahometanos) sino que creó más bien una "atmósfera moral" a la que le llamamos protestantismo. Implicó -sí- poco a poco, una gran cantidad de herejías, pero todas ellas con un sabor común: "el protestantismo".

Es importante señalar de una vez, que la reforma protestante no fue planeada para ser un rival de la religión católica, sino para disolver a la Iglesia Católica.

El principio común que tuvo fue el de una reacción generalizada contra la autoridad espiritual de la Iglesia. Fue un movimiento general de múltiples errores establecidos por mucha gente, pero todos con el fin de destruir a la Iglesia Católica. La revolución mundial estuvo sin duda atrás de todo ello. Se le dio el nombre de Reforma porque proponía una reforma de la religión basada en lo que cada uno de los personajes que intervinieron en ella, decidió que estaba mal de la doctrina de la Iglesia Católica. Así de fácil. Se le llamó protestante debido a que protestaron airadamente contra una orden de Carlos V de Alemania permitiendo a los luteranos que se quedaran donde ya estaban pero pidiéndoles que no hicieran más propaganda en las zonas católicas de Alemania.

Causas de la Reforma

Las causas de la Reforma son múltiples. Las más representativas fueron:

1. Cierta relajación de costumbres de no pocos seglares y aún de eclesiásticos y decaimiento generalizado de la Fe (resultado de1 humanismo).

2. Nombramiento para funciones religiosas de personas sin vocación religiosa o suficiente cultura.

3. Desprestigio de la autoridad del Papa a consecuencia del Cisma de Occidente (Un Papa en Roma y otro, el verdadero, en Avignon, Francia).

4. Rivalidad política entre los Papas y los Emperadores Alemanes.

5. La forma de predicar la concesión de indulgencias por la Iglesia Católica en Alemania. Esta causa fue la que desató el problema.

Los personajes principales


■ Martín Lutero. Al parecer la revolución mundial aprovechó las debilidades y equivocaciones de este famoso monje agustino. Lutero, alemán de origen, tuvo contacto con los humanistas durante sus estudios universitarios. Entró como religioso por una promesa, pero ni la vida conventual ni las lecturas religiosas le dieron paz. Fue maestro de teología en la universidad de Wittenberg, Alemania y en 1510 fue a Roma y el espectáculo renacentista le causó muy mala impresión. Lutero llegó a persuadirse de que "la naturaleza humana está corrompida y que las obras humanas son insuficientes para alcanzar la salvación”. Con esta depresión en el corazón, Lutero decidió dar a conocer sus 96 tesis o argumentos contra las indulgencias, afirmando que éstas eran inútiles. Este hecho ocurrió el 31 de octubre de 1517, fijando, como era costumbre en esa época, sus escritos en la puerta de la Iglesia de Wittenberg.


■ El Papa León X no le dio importancia al asunto, pero un teólogo Alemán, Juan Eck desafió a Lutero a sostener sus tesis en una discusión pública y Lutero cobró popularidad.

Ya en plena rebeldía publicó varios libros: El llamamiento a la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana en 1520 en el que combate al sacerdocio católico y a la jerarquía de la Iglesia pidiendo una reforma integral de la religión. La Cautividad de Babilonia en el que ataca los sacramentos y la libertad cristiana y en el que confirma su tesis de que las buenas obras son insuficientes y que sólo la fe puede hacer que el hombre se salve. Sostiene que el hombre es libre y por lo tanto puede interpretar libremente la Sagrada Escritura, sin tener que someterse a ninguna autoridad eclesiástica.

Después, en otros escritos posteriores, afirma que es Dios el que determina quien se salva o se condena.

Los errores luteranos fueron condenados por León X en la bula Exsurge Domine, a finales de 1520, la cuál quemó Lutero en ceremonia pública. En 1521 fue excomulgado. En 1525 se casó con una monja: Catalina Bora y murió muchos años después, en 1546.


■ Úlrico Zwinglio. De Suiza, insistió más que Lutero en que la única fuente de la revelación era la Biblia. Su país se vio envuelto en sangrientas guerras religiosas en las que él pereció.


Juan Calvino
■ Juan Calvino. Francés, también sacerdote, autor del libro la Institución Cristiana, aparecido en 1536, en el cual apoya la tesis de que la Biblia es la única fuente de la revelación. Señala que los sacramentos sólo eran ceremonias conmemorativas y que la Iglesia debe estar sobre el Estado. Él subrayó más que nadie la tesis de la predestinación: Dios manda que la mayoría de los hombres sean malos y se vayan al infierno y que un puñado de selectos sea bueno y vayan al Cielo. Lo que haga el hombre no vale para nada. No hay libertad para elegir salvarse o condenarse, todo esta predestinado y, por lo tanto, no depende del amor que uno le demuestre a Dios.

Pero todavía Calvino agregó una sandez más (que son herejías, pero tan absurdas que merecen el primer calificativo): "La prosperidad material es una prueba de que Dios me ha elegido”.

La influencia de Calvino fue mayor en Europa que la de los demás. El calvinismo fue el grupo más fuerte y el que más difundió o extendió el protestantismo. De hecho se considera que el Luteranismo sin el Calvinismo hubiera muerto en poco tiempo.


■ Enrique VIII. Inglaterra se convirtió al protestantismo en una forma muy especial. El demonio se valió para ello de un rey orgulloso, adúltero, asesino y cruel. Ese fue Enrique VIII. La pasión por una mujer (Ana Bolena) lo hizo solicitar al Papa le concediera la anulación de su matrimonio con su esposa legítima, Catalina de Aragón. Al recibir la negación del Papa decide hacer su Iglesia, la Anglicana y se autonombra Jefe Supremo de la misma. Combatió a los católicos y protestantes por igual. Santo Tomás Moro fue una de sus víctimas. Después, poco a poco, al Cisma se agregaron las herejías (desviaciones doctrinales) cuando el hijo de Enrique VIII, Eduardo VI comenzó a admitir las ideas protestantes inclinándose hacia la tendencia reformista.

Así, parece increíble que ante las tesis o razones reformistas y los sucesos que le dieron origen, alguien, algún ser humano con una pizca de sentido común, dejara el catolicismo para hacerse protestante y sin embargo, esto ocurrió en la mitad de los países de Europa y en aproximadamente un tercio de su población. Eso ocurrió por el orgullo del hombre. Es el mismo pecado de Eva y Adán. La Iglesia Católica fundada por Cristo NS. era la Madre pero era también la autoridad y para el quehacer de los hombres era molesta. Nos recordaba a cada rato que había que amar a Dios y al prójimo y había que vencerse, negarse a sí mismo. Les decía que hay que desear la pobreza, que no tuvieran apego a las cosas materiales, que había que ser castos. En cambio estas doctrinas protestantes le permitieron a la humanidad seguir creyendo en Dios y en Cristo y hasta en el infierno, "porque ahora -dicen- ya no hay que preocuparse de portarse bien, nuestro futuro esta predestinado y seguramente si soy rico es una señal de ser de los elegidos ". Así es que la "atmósfera moral" que mencionábamos al principio fue la de tener una actitud de rebelión contra todo lo que fuera autoridad en el campo religioso o sea contra el Papado y la Iglesia Católica.




León X
El ataque a la Familia

Ya la mayoría de las familias de las diferentes sociedades de los países europeos había perdido el fervor pero seguían siendo muy católicas. Ahora el enemigo las ataca nuevamente con ese espíritu protestante que corre como reguero de pólvora al interior de las familias. Ahí, en el seno de las familias, también disminuye el respeto y obediencia que se le debe dar a los ministros de la Iglesia y el respeto por las cosas santas. Consecuentemente disminuye el respeto por la autoridad en general, incluyendo la autoridad paterna. Para las familias que se convirtieron a alguna de las sectas protestantes el daño fue inmediato:

1. La pérdida de la gracia obtenida por la Misa y los sacramentos.

2. El ponerse en riesgo alto de caer en desviaciones y herejías al separarse de la autoridad de la Iglesia Católica. De hecho después de un tiempo variable en cada núcleo social, todas las sectas han caído en francas herejías.

3. Cambiando totalmente el objetivo educacional de los hijos. Ya no se trata de educarlos para que sepan negarse a sí mismos y seguir a Cristo. Ahora hay que ser bueno no por amor a Dios, nuestro creador, sino para parecer que es uno de los elegidos de Dios, aunque eso -dicen ellos- ya no importa tanto pues ya está predeterminado quien se salva o se condena. De la misma forma deben de saber cómo hacer fortuna, pues ser pobre implica no ser elegido. Esto último ha contribuido en forma importante en el supra-capitalismo que predomina en las sociedades protestantes y en los países en los que predomina esta falsa religión, como son Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Suiza y Holanda.

Pero ¿y las familias católicas, las que siguieron siendo católicas, cómo han sido afectadas?

El espíritu protestante fue altamente difundido por todos los medios con que cuenta la revolución mundial: dinero, los medios de comunicación y el poder político. Solamente las comunidades católicas más aisladas recibieron el impacto más tarde. No hay que olvidar que hubo una gran Contrarreforma la cual se hizo principalmente en España y en la cual San Ignacio de Loyola y la Compañía de Jesús tuvieron un lugar preponderante, así como el Concilio de Trento, donde se determinó a perpetuidad que el rito romano de San Pío V de la Misa no debería cambiarse nunca. Es poi ello que en un principio ese ambiente moral protestante no llegó a América ni a Méjico y que el desarrollo del catolicismo fue puro en este continente, sin influencias protestantes ni judaizantes (Recordar que los judíos fueron expulsados de España por Isabel la Católica a fines del siglo XV).

Fue más tarde, a través de la masonería y de los protestantes de Estados Unidos que llegó a Hispanoamérica Pero en cuanto llegó (actualmente tenemos a ese enemigo presente) ha provocado en las familias católica! mexicanas o hispanoamericanas el mismo efecto nocivo: Disminuye la autoridad de los padres y maestros Se le pierde respeto a la Iglesia. Se modifica poco a poco la forma de vivir. La economía toma un lugar predominante. Los bancos substituyen a las Iglesias Todos en la familia deben trabajar para subir el nivel socioeconómico. Nos volvemos consumistas. Pero k más importante ya no se vive para agradar a Dios, para cumplir su voluntad, para amarlo y así salvarnos. Si tal vez se piensa, pero en la práctica se vive tratando de imitar la forma de vivir de las familias protestantes, que son las que marcan la moda y las tendencias.

Pregúntate, lector que me lees, si hay ideas o costumbres protestantes en tu hogar. Desde la ausencia de un nacimiento y en cambio un árbol de de Navidad hasta la forma de ver la Misa y la Eucaristía. ¿Si para ti la Misa es sólo una conmemoración de la última cena de Jesús y la Hostia consagrada es una ceremonia bonita pero no crees firmemente que Cristo Dios completo, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, se encuentra en esa Hostia? Entonces ya piensas como protestante. ¿Si vives pensando que Dios existe, pero actuando como si no existiera o sólo preocupado de tener más y más dinero? ya actúas como protestante. ¿Si crees en Cristo pero no eres devoto de la Virgen? estás actuando como protestante. ¿Si siempre estás triste, si eres derrotista? Actúas como protestante.

En fin, ¿si ya estás preparado para el liberalismo que es el tercer enemigo que está combatiendo a tu familia que veremos, Dios mediante, en el siguiente número? Entonces ya ha actuado el espíritu protestante sobre ti y tu familia.

Así debes revisar y corregir en su caso las siguientes acciones prácticas:

1. Reafirmar que la autoridad en el hogar es de los padres sobre los hijos menores de edad. Pero que los mayores les deben siempre respeto y atenerse a las reglas de la casa mientras vivan en ella.

2. Tener muy claros todos los dogmas católicos, estudiarlos, consultar pero no dudar.

3. Vivir pensando que hay una eternidad y que de­pende de nosotros, con la gracia que nos de Dios, de estar con Dios o sin Dios esa eternidad. Que todo depende del amor que le tengamos a Dios por justicia y por agradecimiento por habernos creado y redimido y no por una predestinación caprichosa de Su parte.

4. Que no sea nuestra motivación para vivir el trabajar para ganar dinero, mientras más mejor. Buscar la riqueza por la riqueza en sí y no buscar sólo lo necesario o conveniente y tener tiempo para cumplir con nuestros deberes con Dios y con nuestro prójimo.

escrito por Dr. Héctor Guiscafré G.
Tomado de Revista Familia Católica

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