‘Jehová’, en realidad, no aparece nunca en los textos bíblicos originales… Si, no es una exageración. Se trata del nombre del Dios de los hebreos trascrito erróneamente del texto hebreo masorético.
La palabra original consta de las consonantes JHVH o JHWH (también conocidas como tetragrámaton) intercaladas con las vocales de una palabra separada, Adonai (Señor). Debido a que el hebreo antiguo no disponía, a diferencia del actual, de un sistema de representación de sus sonidos vocálicos, sus vocales originales son cuestión de especulación.
A consecuencia de una interpretación de textos como Éxodo 20:7 y Levítico 24:11, el nombre vino a ser demasiado sagrado para pronunciarlo; los escribas, al leer en voz alta, preferían decir ‘Señor’ y por consiguiente escribieron las vocales de ‘Señor’ (Adonai) en el armazón de las consonantes JHVH como un recordatorio a los lectores futuros.
Los traductores del hebreo, sin darse cuenta de lo que los escribas habían hecho, creyeron que las vocales de la palabra introducida por los escribas pertenecían al nombre de su Dios en lugar de ser nada más que un recordatorio de la necesidad de no pronunciar la palabra sagrada. Este es el origen del término Jehová o Jehovah.
La evidencia de los Padres de la iglesia griega da pruebas de que las formas Jabe y Jao eran corrientes, así como formas acortadas hebreas como las palabras Jah (ver Salmo 68: 4, por ejemplo) y Jahu (en nombres propios). Todo esto indica que originalmente el nombre debió pronunciarse Yavé o Yaveh (modernamente a menudo deletreado Yahweh). Etimológicamente, es la tercera persona del singular, probablemente del verbo hawah ohajah, que significa ‘estar.’
Los intérpretes más antiguos explican el verbo en un sentido metafísico y abstracto; el ‘estoy’ de la Escritura es ‘Él que está,’ el completamente existente.
Indudablemente Charles Taze Russell, el fundador de los autodenominados Testigos de Jehová en 1872, desconocía este hecho, lo que le llevó a hacer un énfasis absurdo en la palabra Jehová, considerando su uso como distintivo de la nueva religión, que según él, sería la única en dirigirse constantemente a Dios mediante su verdadero nombre.
escrito por el P. Miguel A. Fuentes, IVE
(fuente: www.teologoresponde.org)
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