Lectura del Santo Evangelio según San Mateo
(Mt 5, 38-48)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero Yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda. Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
Este párrafo y el siguiente tienen como denominador común la invitación a amar al prójimo sin medida. En este precepto y en el de amar a Dios resumía Jesús toda la ley (véase Mt 22 34-40).
La "ley del talión" ha sido superada por Jesús, porque con la llegada del reino se hace presente el amor de Dios, un amor comprensivo y sin medida; un amor que rompe las leyes de la correspondencia, porque Dios nos ama antes de que nosotros lo merezcamos. Los ejemplos que se citan pertenecen a la vida cotidiana, y pueden ser ampliados a otras muchas ocasiones.
Ampliando el ejemplo anterior, Mateo explica el alcance y el fundamento del amor cristiano. Es un amor que no puede quedar reservado al círculo de los más cercanos, a los de mi grupo o a los que me aman, sino que alcanza incluso a los enemigos. Es un amor sin fronteras y sólo puede entenderse como expresión del amor de Dios, que es para todos. Los discípulos deben amar así, porque así es como ama Dios. Este será su signo distintivo.
Las palabras finales resumen magníficamente lo que significan todas estas enseñanzas: los discípulos deben vivir con la mirada puesta en Dios, pues están llamados a manifestar en su vida la perfección de Dios, y no pueden poner topes ni barreras al amor.
El Mensaje del Nuevo Testamento S. Guijarro Casa de la Biblia
RESUENA LA PALABRA
- La vocación cristiana es una llamada a lo "extraordinario".
Lo "normal", lo "natural" es la ley del talión: "quien la hace la paga"; "quien odia, provoca la reacción del rechazo". Pero Jesús nos dice (vv. 39 y 44) que hemos de hacer visible, vivible y socialmente expresable lo extraordinario. Hemos de comenzar en el terreno personal. Limpiemos cada uno el corazón de cólera, de odio, de mezquindad, de resentimiento; escondamos la garra, la mentalidad opresiva. "Amar al enemigo, orar por nuestros perseguidores, entregarte al que te pleitea..." (v. 40 y 44); "amar a los que no aman a nadie y a quien nadie ama" (v. 46); esto supone un reto extraordinario, estamos tocando el fondo de la práctica cristiana.
- Señor, soy yo quien tengo la responsabilidad cristiana de perdonar a todos, quien he de dar sin cálculos, amar a mis enemigos (a aquellos que tienen rostro concreto), orar por mis perseguidores y desear todo bien posible a los malvados. Soy yo quien he de saber dar a quien me desprecia o vuelve el rostro con una mirada feroz; soy yo el que he de beneficiar a quien me está creando graves problemas. Señor, estoy ante lo decisivo, ante lo extraordinario que yo he de vivir, hacer y expresar con la serenidad de lo ordinario, de lo normal, de lo que acontece cada día, "como el sol que sale sobre buenos y malos y la lluvia que cae sobre justos e injustos" (v. 45).
Para esto, Señor, necesito que tu Espíritu no me abandone nunca. Tú eres el Dios fiel, un Padre lleno de amor.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD: Mantras
- "Ama a tu enemigo."
- "Ora por tu perseguidor."
- "Da a quien te pida. "
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- El perdón, el amor, la gratuidad... ¿están en mí como objetivos inmediatos?
- ¿Son un reto permanente frente a determinadas personas?
- ¿Le pongo rostros concretos a los que extorsionan mi existencia?
- ¿Qué actitud mantengo frente a los que no me quieren?
- Este evangelio, que nos propone lo extraordinario, ¿lo tengo recluido en el olvido o en el silencio?
- Lo extraordinario es el núcleo de la vida cristiana.
PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Compartamos juntos, dialogando sobre la siguiente frase de Jesús en el texto: "De este modo seréis dignos hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos" (v. 45).
- ¿Qué actitudes nos invita a cultivar Dios nuestro Padre?
- ¿Esto resulta fácil, difícil, imposible... qué hacer?
- "De este modo...", ¿cuál es el modo propio del cristiano?
Terminamos orando juntos el Salmo 102, 1-6.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura;
él sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila se renueva tu juventud.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.
(fuente: www.siervas-seglares.org)
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