La llamada “Misión Diocesana de Jóvenes” contó con la asistencia 10 sacerdotes, tres religiosas, siete seminaristas y el arzobispo local, monseñor Alfonso Delgado. Desde la Pastoral Juvenil informaron que nunca antes se había realizado una actividad semejante. La planificación y puesta en marcha de la misión requirió una importante logística. El grupo se instaló en las escuelas Normal y EPET 1, de San José, y todas las mañanas salió a misionar por las viviendas.
“Compartíamos una oración, conversábamos con las familias y dejábamos de regalito un tríptico. Volvíamos a almorzar en las escuelas y en las siestas íbamos a los campings, a conversar con los jóvenes y las familias. Armábamos rondas de guitarra, invitábamos a las personas que estaban bañándose a charlar y compartíamos mate, galletitas y canciones. De paso, los invitábamos a las actividades de la tarde en la plaza”, contó Daniela Sánchez, de la Pastoral Juvenil.
Precisamente en la plaza central de San José instalaron puestos con material sobre distintas temáticas, como adicciones y aborto; organizaron talleres y debates, y tras cada misa presentaron espectáculos diferentes. Así, el primer día montaron una obra teatral sobre el rosario misionero, que se reza en todos los continentes; el segundo día proyectaron la película El último regalo, y para la jornada final invitaron al rosarino Pablo Martínez, un reconocido cantante de música católica, que viajó especialmente para la ocasión.
La misión, en tanto, tuvo también su costado solidario. “Después de un relevamiento previo, decidimos ayudar a seis familias realmente muy necesitadas, tanto del centro de Jáchal como de Bella Vista y Pampa Vieja”, especificó el seminarista Gabriel Aciar. Los misioneros llevaron ropa, calzado y alimentos, puertas, ventanas, camas, televisores y electrodomésticos para donar entre las familias carenciadas. Monseñor Delgado visitó también a cada una de esas familias y las personas realmente se mostraron emocionadas. “Fue uno de los momentos más intensos de la misión”, recordó el seminarista.
Las donaciones fueron reunidas tras una campaña y según informaron desde la Pastoral Juvenil, sobraron varias cajas de ropa y alimentos no perecederos que fueron entregadas a Cáritas, para su posterior distribución.+
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