Como en todo el mundo, también en África, Don Bosco colabora en el crecimiento y la transformación de las culturas a través de numerosas escuelas. El Sistema Preventivo en el contexto escolar es cada vez más africano. Sin embargo, con no pocas resistencias: “este Sistema nos ha arruinado a todos todos", decía una vez un profesor en Bamako, ya larga acostumbrado a sistemas represivos. De hecho, en varias escuelas públicas los castigos físicos están todavía hoy en la agenda de muchos países africanos. Pero, poco a poco, el sistema de Don Bosco convence y contagia.
Es muy claro que muchos problemas complejos de África en la actualidad están directamente relacionados con la ignorancia, como el hambre, las enfermedades, la brujería, los conflictos interreligiosos, la corrupción, los prejuicios entre etnias, etc. Las escuelas salesianas están encaminadas a combatir la ignorancia que socava las vidas y el futuro de las personas, especialmente de los jóvenes.
En las escuelas se trata hacer este delicado enriquecimiento mutuo entre las viejas y las nuevas generaciones, o, como dice Papa Francisco, entre la memoria (los viejos) y la promesa (los jóvenes) de cada sociedad. Un proverbio africano dice: "un anciano sentado ve más lejos que un joven en pie". La tentación por parte de los jóvenes es a menudo prescindir de sus superiores (padres, catequistas, maestros, etc.). "En África, las personas mayores están rodeadas por una especial veneración. Ellos son estimados y perfectamente integrados en su propia familia, de la que constituyen el vértice. Esta hermosa realidad africana debería inspirar a las sociedades occidentales, de modo que puedan aceptar la vejez con mayor dignidad" (Papa Benedicto XVI, en Africae Munus 47).
¡Oremos pues, porque Don Bosco pueda continuar haciendo en África este milagro de educativo salesiano entre los queridos jóvenes de este vasto y prometedor continente!
Publicado el 27/01/2014
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