Meditando sobre Cristo Rey leí la nota del premio que CNN otorgó a Maggie Doyne, una joven católica estadounidense que trabaja con los niños hindúes menos afortunados de Nepal; un país de Asia que ha experimentado tremendos desastres, pobreza y conflictos.
Esta historia empezó al terminar Maggie la preparatoria, cuando decidió dedicar un año de servicio en la India, donde conoció a una refugiada nepalí, a quien acompañó a visitar su pueblo durante una tregua en la guerra civil que azotaba a ese país. Estando en ese lugar conoció a una niña de seis años que vivía en la más absoluta pobreza tratando de vender piedras de rio quebradas para sobrevivir, empezó a ayudarla y decidió quedarse a ayudar a otros niños marginados utilizando el dinero que había ganado cuidando niños como estudiante.
Esta decisión que tomo una joven recién graduada de preparatoria ha dado abundantes frutos después de 10 años de trabajo, no solo fundo una casa hogar, sino una escuela, un centro de apoyo a mujeres y una clínica, además de proyectos de sustentabilidad, todo con el apoyo de la fundación Blinknow que creó para sostener el trabajo y proyectos que realiza en esa región asiática marginada.
Entregar la vida por los demás es la más alta prueba de amor. Ese es el testimonio principal de Jesús al mostrar su realeza en la cruz, y la presencia de ese reinado se manifiesta en la donación de su vida por amor que muchas personas hacen sirviendo a otros.
El Papa Francisco a principios de año, en la misa que celebró junto con los recién nombrados cardenales nos regaló una preciosa reflexión sobre: “la compasión de Jesús ante la marginación y su voluntad de integración.”
En su mensaje el Papa explica como Cristo siente compasión y va hacia los marginados, acoge a los leprosos que han sido excluidos de la comunidad y son tratados como impuros, los sana y los reintegra a la comunidad. La figura no puede ser más clara si pensamos en todos los excluidos que existen hoy en el mundo, que son marginados de la vida del resto de la sociedad en las periferias a donde nos invita el vicario de Cristo a salir.
La compasión por los demás va más allá de una limosna que ocasionalmente otorgamos a un necesitado sin siquiera mirarlo a los ojos, sin platicar con él y tratar de entender su situación, mucho menos tocarlo, ya que a veces su olor, sus ropas, su suciedad nos generan repulsión, quizá un sentimiento similar al que generaban los leprosos, de quienes había que alejarse y nunca tocar. “No descubrimos al Señor, si no acogemos auténticamente al marginado.”
El premio “héroe 2015 de la CNN” otorgado a Maggie Doyne por su labor, se suma a muchos otros reconocimientos recibidos, ella fue capaz de dejarlo todo a sus 18 años e iniciar una obra maravillosa, compadeciéndose de una niña marginada, y luego otra, y otra, y de mas niños, sus madres, y su comunidad, trabajando para integrarlos, siguiendo los pasos de Cristo Rey y dando testimonio con su vida del camino cristiano.
El Papa Francisco concluyo el rezo del Angelus invitándonos a pedirle a María nos ayude a “imitar a Jesús, nuestro rey, haciendo presente su reino con gestos de ternura, de comprensión y de misericordia.” El reino de Dios hay que vivirlo día tras día. ¡Viva Cristo Rey!
escrito por Oscar Fidencio Ibáñez
23 noviembre 2015
(fuente: www.encuentra.com)
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