A primeras hora de día de hoy, se celebró la Misa de Pascua en la cima de las Sierras Azules, ubicadas a unos 1650 metros de altura en el Departamento Zonda de la Provincia de San Juan, situado a unos 30 kilómetros al Oeste de la Ciudad Capital.
Este ascenso contó con la organización de las Parroquias de Zonda y Ullum contó con el apoyo de la Municipalidades de ambos departamentos, Policía de San Juan, Gendarmería Nacional, Obras Sanitarias Sociedad del Estado y la Cruz Roja.La llegada hasta el pie de Sierras Azules estaba debidamente señalizada y habían policías postados en determinados puntos para guiar el tránsito de vehículos. Agrupaciones de distintas parroquias de la Provincia de San Juan contrataron colectivos para el transporte de adolescentes y jóvenes.
En la llegada al lugar, jóvenes del Movimiento Círculos de Juventud daban la bienvenidad a los peregrinos con un grupo que entonaba magníficamente cantos católicos de animación.
La concurrencia de peregrinos superó largamente las expectativas de los organizadores. La subida empezó en plena madrugada, alrededor de las 2 a luz de la luna llena y las estrellas y representó todo un desafío a la resistencia física de los participantes por lo empinado del recorrido: la distancia a transitar cuesta ariba eran un poco más de cuatro kilometros.
Monseñor Alfonso Delgado se unió a la gente y escaló los cerros sanjuaninos como uno más. A pesar de tener 66 años de edad, Monseñor Alfonso demostró un gran estado físico para subir por los escabrosos senderos a gran velocidad y se dio tiempo para detenerse a conversar con algunos jóvenes rezagados.En el camino, la Cruz Roja dispuso de un par de puestos sanitarios en donde se asistía a aquellas personas que se encontraban cansadas por la subida.
Ya sobre las 6 de la mañana, cuando las fuerzas flaqueban en muchos, desde la cima del cerro se lanzaron al cielo fuegos artificiales saludando a los peregrinos que con mucho esfuerzo iban llegando hasta donde estaba dispuesto el altar para la celebración de la Santa Misa.
Tal como estaba previsto, Monseñor Alfonso Delgado presidió la Santa Misa, en compañía de algunos párrocos que subieron con él. El grupo "Los Discípulos de Jesús" se encargaron de los cantos litúrgicos de la celebración.
Claro que hubieron no pocos jóvenes que hicieron la subida como un mero paseo. Varios de ellos emprendieron el regreso desde la cima aún antes de comenzada la Misa, como así también hubieron varios instalados en pequeñas carpas desentendiéndose totalmente del sacrificio eucarístico.
Para remarcar dos detalles a tener en cuenta para próximas ediciones:
→ sería bueno hacer alguna motivación para que el ascenso sea, en la medida de lo posible, en clima de oración;
→ impulsar la concientización de cuidado del medio ambiente, ya que muchos jóvenes tiraron botellas de plástico y bolsas de nylon arruinando y envenenando la majestuosidad del paisaje.
homilía de Monseñor Delgado
Por momentos, subir a la Sierras Azules se parece a lo que es seguir a Cristo en la vida cotidiana: momentos en que el camino se hace más llevadero, momentos en que aparecen obstáculos, momentos en que las fuerzas languidecen y se hace fuerte la tentación de abandonar. Sin lugar a dudas, a pesar del cansancio físico, subir a las Sierras Azules es una linda experiencia de fe en Dios (y en uno mismo) que vale la pena vivir.
Consagración Eucarística
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