Día del Trabajador, jornada de festejo y de esperanza

Córdoba, 30 Abr. 09 (AICA)

Cáritas Córdoba y la Comisión de Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba expresaron el anhelo de que el Día del Trabajador, que se celebra este 1 de mayo, sea una jornada de festejo y de esperanza, al conmemorar “los derechos recreados por los obreros en aquella histórica gesta de 1886 en Chicago” y saludar fervientemente a los trabajadores, empleados y empleadores.

“Festejo para aquellos que tienen un trabajo digno y esperanza para los contratados y desocupados que sobreviven a la angustia diaria con el deseo de un empleo estable”, subrayaron en un comunicado conjunto.

Tras señalar que “esa esperanza, en medio de la crisis nacional y mundial, debe ser sostenida con actitudes de diálogo maduro, sincero y abierto por parte de los gobernantes, sindicatos, empleadores y empleados, en definitiva, por la sociedad toda”, recordaron que “el trabajo es un bien de todos, que debe estar disponible para todos aquellos capaces de él. La plena ocupación es, por tanto, un objetivo obligado para todo ordenamiento económico orientado a la justicia y al bien común”.

Además, los organismos arquidiocesanos advirtieron que debe tomarse en cuenta que “la globalización ha calado en lo más hondo en nuestras familias, y muchas veces, ha echado raíces en los vicios y desvalores que deterioran o denigran el trabajo”.

Por tanto, agregaron, sólo “una tenaz educación en valores y una formación para el trabajo, unidas a claras políticas activas, generadoras de trabajos dignos, será capaz de superar el asistencialismo desordenado, que termina generando dependencias dañinas y desigualdad”.

Cáritas y la Pastoral Social cordobesa insistieron en que es necesario “erradicar toda precarización laboral, la cultura de la ilegalidad que nos arrastró al desempleo, a la marginalidad y, lo que es más grave, a la exclusión”.

Asimismo, renovaron su compromiso y animaron a los empleados, empleadores, gremios y Estado a “seguir construyendo actitudes como la cultura del trabajo, la promoción del empleo en regla y la creación de más y mejores puestos de trabajo, y la especial atención a los jóvenes muchas veces castigados por la ignorancia, la droga y la desorientación”.

“Debemos animarnos a las realizaciones necesarias para dejarles a nuestros hijos y nietos un Nación grande que nos incluya a todos”, concluyeron.+