"SICOR es una institución Civil no lucrativa, con personería jurídica No. 358/2004, cuya finalidad es brindar apoyo en la formación musical y posterior inserción laboral de niños y jóvenes de pueblos y barrios pertenecientes a las orquestas y coros del sistema.”
Nace como respuesta a la necesidad de contar con un ente unificador, protector y conductor de las escuelas que comenzaron a surgir en la gran Chiquitania, a raíz del prestigio alcanzado por el Coro y Orquesta de Urubichá.
En la segunda mitad del siglo XVII los religiosos de la Compañía de Jesús establecieron en los llanos de la actual república de Bolivia las misiones de Moxos (1682-1767) y Chiquitos (1691-1767), en las que se dio uno de los experimentos culturales de mayor relevancia de la América española. Sin lugar a dudas uno de los aspectos más importantes en este proceso de aculturación, que dio como resultado lo que se ha dado en llamar la cultura misionera o reduccional, es la música, pues los misioneros de Loyola no sólo usaron la música como instrumento de evangelización (aprovechando, además, la especial habilidad y gusto de estos indígenas para la música), sino que produjeron un enorme caudal de música, en calidad y cantidad, sin la cual no se puede comprender la historia de la música del mundo occidental en la modernidad. En una región vecina a Chiquitos los franciscanos establecieron más tarde (a mediados del siglo XIX) las Misiones de Guarayos, en las que permanecieron hasta la década del 40 en el siglo XX. Siguiendo las pautas establecidas por los jesuitas, los franciscanos también utilizaron la música como instrumento de evangelización con óptimos resultados.
En 1992 la UNESCO inscribió los pueblos de las antiguas misiones de Chiquitos en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una de las mayores riquezas que componen este patrimonio es la música. Actualmente el Archivo Musical de Chiquitos, que se ha concentrado en la localidad de Concepción para asegurar su conservación, atesora casi 6.000 folios de música manuscrita. Otro tanto ocurre en el Archivo Musical de Moxos, que se conserva en San Ignacio de Moxos, con más de 5.000 folios. La mayor parte de esta música (que es sacra y que fue producida para ser interpretada por las orquestas que poseían cada uno de los pueblos) ha sido compuesta en las misiones, tanto por los sacerdotes europeos como por indígenas anónimos. Para conservar y difundir este riquísimo patrimonio musical, la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC) - una institución cultural sin fines de lucro formada por voluntarios - creó en 1995 el Festival Internacional de Música “Misiones de Chiquitos”. Este festival, que se realiza cada dos años a partir de 1996, convoca a los grupos más representativos de música antigua americana y tiene como sedes las antiguas misiones jesuíticas.
Urubichá - que en idioma guarayo quiere decir “lugar de aguas” es un municipio indígena en la actual provincia de Guarayos, a 340 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra. Fue fundado en 1856 por los franciscanos y se ha convertido en el depositario de la tradición musical de las antiguas misiones franciscanas. Es por estas razones que el párroco (un franciscano bávaro) convocó a Rubén Darío Suárez Arana, un joven de una comunidad cercana que estaba terminando sus estudios de dirección orquestal, para iniciar un proceso de rescate de la tradición musical barroca, tanto en lo que se refiere a la interpretación como a la fabricación de instrumentos de cuerdas (violines y violoncellos). El joven director convocó a 60 niños y jóvenes guarayos de ambos sexos y con ellos nacía el Coro y Orquesta de Urubichá y, por tanto, el Instituto de Formación Integral de Urubichá.
En 1996 se realizó el primer Festival de Música “Misiones de Chiquitos”. Los directivos de la Asociación Pro Arte y Cultura invitaron al Coro y Orquesta de Urubichá a participar en el mismo, dándole la responsabilidad del concierto inaugural. En menos de tres meses, y con el apoyo económico y logístico de APAC, los jóvenes de Urubichá estuvieron en condiciones de aceptar el desafío y se convirtieron en la gran revelación del festival. Este sólo fue el inicio de una intensa actividad.
Después de varios años de labor continua el Coro y Orquesta de Urubichá se ha afianzado tanto a nivel nacional como internacional, no sólo por la calidad musical del grupo sino por haberse constituido en un espacio de formación musical de jóvenes indígenas; este fenómeno, desde sus inicios, despertó el interés de otras poblaciones y así empezó a formarse un movimiento regional de escuelas de música, con lo que se vio la necesidad de constituir el SICOR (Sistema de Coros y Orquestas), en pro del desarrollo y progreso de las mismas.
para más información, visitar www.sicor.org.bo
No hay comentarios:
Publicar un comentario