tu ejemplo me admira.
Me admira porque arriesgaste tu vida;
me admira porque no miraste a tus intereses
sino a los del resto del mundo;
me admira y me das ejemplo de entrega a Dios.
Yo quisiera, Madre, tomar tu ejemplo,
y entregarme a la voluntad de Dios como tú.
Yo quisiera, Madre, seguir tus pasos,
y a través de ellos acercarme a tu Hijo.
Yo quisiera, Madre, tener tu generosidad y entrega
para no decir nunca «no» a Dios.
Yo quisiera, Madre tener tu amor
para ser siempre fiel a tu Hijo.
Madre del sí,
pide a tu Hijo por mí, para que me dé tu valentía.
Pide a tu Hijo por mí, para que me conceda
un corazón enamorado de él.
Pide a tu Hijo por mí, para que me dé
la gracia necesaria para entregarme y no fallarle nunca.
(fuentes: reflejodeluz.net; radiomaria.org.ar)
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