Don Bosco y su propuesta de santidad para los jóvenes
Don Bosco, ejemplo de Santidad
San Juan Bosco fue un hombre que:
- Vivió y enseñó a vivir una santidad basada en el amor.
- Asumió la vida como una vocación.
- Vivió en la presencia de Dios, mostrando un amor filial hacia Él manifestado en el amor y dedicación total hacia la juventud necesitada.
- Presentó su santidad personal como meta concreta de su pedagogía, convirtiendo su modo de educar en un verdadero camino de santidad.
- Tuvo una santidad con una base humana muy sólida e importante.
- Comprendió que la santidad y vida cristiana se manifiesta en la vida cotidiana, sin necesidad de buscar ocasiones extraordinarias.
- Cultivó una gran devoción a la Virgen María como auxilio de los cristianos, verdadera Madre en quien se puede confiar y primera interesada en salvar a la juventud.
- Siempre estuvo consciente de que la santidad no se alcanza en un día, sino que se requiere de un esfuerzo permanente y constante para poder obtenerla.
- Tuvo como ejemplos testimonios concretos de santidad, el más influyente fue San Francisco de Sales.
Don Bosco y su propuesta de santidad para los jóvenes
Don Bosco en su afán por convertir a los jóvenes en “buenos cristianos y honrados ciudadanos” los ayudaba a asumir un proyecto de vida encaminado a Cristo, mostrándoles siempre una visión positiva de la vida y de las metas que debían alcanzar. Con este fin les planteaba como pilares de santidad el esfuerzo personal, la profunda amistad con Jesús y una devoción especial a María, la apertura hacia los demás y el sentido del pecado.
Para cumplir con su tarea fundó la Familia Salesiana, que desde un inicio se enriqueció con la santidad, cuyo testimonio es el don más precioso que los Salesianos siempre han ofrecido a la juventud.
De ahí en adelante son cada vez más numerosas las personas que deciden llevar una vida de santidad, demostrando que ésta no es un privilegio de unos cuantos, sino que es más bien un estilo de vida. Esto lo demuestra la reciente beatificación que se realizó el 25 de abril del 2004, del padre Augusto Czartoryski, sor Eusebia Palomino y la cooperadora salesiana Alejandrina Da Costa.
Los Salesianos y los jóvenes
Fundados por San Juan Bosco, un santo-educador italiano del siglo XIX, los Salesianos están presentes en 128 naciones. La misión de la Congregación Salesiana es la educación y la evangelización. El servicio o proyecto educativo pastoral está orientado a la promoción integral de la persona.
Los primeros y principales destinatarios de esta misión son los jóvenes, especialmente los más pobres, los jóvenes trabajadores y aquellos que se encaminan al trabajo, y las vocaciones apostólicas; en vista a estos destinatarios privilegiados es que se trabaja también en los ambientes populares, atendiendo a los laicos evangelizadores, a la familia, a la comunicación social, y entre los pueblos aún no evangelizados.
Las actividades y obras a través de las que los salesianos desarrollan la misión dependen de las necesidades y de la situación de la gente a la que se sirve.
¿Cómo vivir la Santidad Salesiana?
La tarea de San Juan Bosco no fue nada sencilla, por el contrario tuvo que superar muchos inconvenientes y dificultades para poder realizar a plenitud el plan de vida que se había trazado. Pero a pesar de los problemas que se le presentaban jamás dejaba de vivir la espiritualidad cristiana con alegría, lo que a la vez servía de ejemplo a sus muchachos para poder alcanzar la santidad.
La santidad que propone San Juan Bosco es alcanzable en la vida diaria, obteniéndose mediante la alegría, responsabilidad, cumplimiento de los deberes, perseverancia y hasta en la misma diversión; es decir todo puede acercarnos a Dios, pero siempre y cuando se tenga como continuo soporte los sacramentos de la Eucaristía y Reconciliación.
Por ello se puede vivir la Santidad Salesiana:
- Teniendo a Cristo como modelo y Maestro en el camino de la santidad.
- Siendo fieles a nuestro proyecto, a nuestra identidad salesiana.
- Viviendo la fidelidad de lo cotidiano.
- Obediencia centrada en el deber.
- Asumiendo el camino de ascesis: el trabajo y la templanza.
- Alimentando nuestra fuerza interior con la oración y los sacramentos.
- Cuidando momentos que permitan controlar la dispersión y el activismo: retiro mensual, ejercicios espirituales anuales, momentos litúrgicos fuertes y vida comunitaria.
Santos Salesianos
Juan Bosco, María Dominga Mazzarello, Domingo Savio, Luigi Versiglia, Callisto Caravario
Beatos Salesianos
Miguel Rua, Felipe Rinaldi, Artémides Zatti, Luis Variara, Magdalena Morano, María Romero M., Laura Vicuña, José Kowalski, Eduardo Klinik, Kesy Franciszek, Jarogniew Wojciechowski, Czeslaw Jozwiak, Edward kazmierski, José Calasanz, Augusto Czartoryski, Eusebia Palomino, Alejandrina Da Costa, Ceferino Namuncurá.
Venerables Salesianos
Andrea Beltrami, Vincenzo Cimatti, Rodolfo Komorek, Simon Srugi, Teresa Pantellini, Dorotea De Chopitea. Siervos de Dios Salesianos Luigi Olivares, José Quadrio, Augusto Hlond, Ignacio Stuchly, Octavio Ortiz Arrieta, Antonio de Almeida, Augusto Arribat, Elías Comino, Francisco Convertini, María Troncatti, Laura Meozzi, Mamá Margarita, Matilde Salem, Attilio Giordani, Mártires de España
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