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miércoles, 31 de octubre de 2007

Acerca de LAS FALSAS IMÁGENES DE DIOS

Vivimos en tiempos en donde para que no se quiere profundizar en el conocimiento personal de Dios porque, al igual que en los tiempos incipientes del cristianismo, la presencia Jesús puede inconmodar.
Entonces, la tentación más común es "acomodar" a Dios a la propia forma de vida, así su presencia no genera cuestionamientos molestos ni implica tener que esforazarse para crecer humanamente.
Llamamos falsas imágenes a aquellas que son “caricaturas” de Dios, ya que, por ignorancia, errores u omisiones en la educación religiosa, hasta por mala intención deforman la verdadera imagen de Dios.

Estas imágenes las podemos encontrar en muchas personas, las que están cerca de uno y también las que no. También uno mismo puede tener alguna de estas imágenes ya sea en forma permanente o en distintas etapas de la vida.

Les hemos puesto nombre a algunas de las falsas imágenes que se tienen de Dios, las que desarrollamos brevemente a continuación:

Dios “Amuleto”: es cuando se lleva una estampita, un crucifijo u otro elemento o ritual religioso para liberarse de la “mala suerte”, “males o peligros”; de esta manera, Dios deja de ser un Dios Vivo y pasa a ser un fetiche, nos dará lo mismo tener una cintita roja, un crucifijo, una estatuilla de San Expedito, una pata de conejo, un ekeko, agua bendita, una ristra de ajo o una imagen de la Santísima Virgen.
recalcamos que es bueno para acercarse a Dios portar una estampita, tener una imagen religiosa, agua bendita o rezar algunas oraciones; el error está en usar a Dios como un objeto en vez de relacionarse con Él tomándolo como verdaderamente es, el Dios Vivo, que nos ama profundamente y que nos llama a comprometernos con el Reino de los Cielos

Dios “Cubre – Necesidades”: es cuando se recurre a Dios únicamente para pedirle determinadas ocasiones y/o en momentos difíciles de atravesar; cuando esa dificultad se disipa Dios vuelve al olvido y no existe un acercamiento posterior;
si uno vivió mucho tiempo alejado de Dios es muy bueno buscarlo y encontrarlo, lo importante es que ese acercamiento debe ser sincero, es decir, que sea el comienzo de una nueva relación con el Señor.

Dios “Comerciante”: es aquella imagen por la cual uno se relaciona con Dios como una relación de intercambio comercial, como si fuera “yo te doy si vos me das” para obtener gracias; es cuando se hacen esas promesas como ir a determinados santuarios (que no siempre son católicos) a cambio de un determinado “favor” y, una vez cumplida esa promesa, mi vida sigue como si nada ya que Dios vuelve al lugar lejano que tenía antes de recurrir a Él.
Es bueno visitar santuarios de la Iglesia Católica para encontrarse con Dios, pero debe implicar una reformulación y crecimiento en la relación con Dios; Dios da sus gracias gratuitamente como el las cree convenientes para nuestra felicidad y no por “méritos” que uno puede hacer.

Dios “Verdugo”: es cuando creemos que Dios es “juez” implacable que exige solo la perfección y que castiga cruelmente los errores cometidos; es como que para “llevarse bien con Dios” basta con cumplir determinadas “obligaciones” y preceptos para no recibir castigos.
es verdad que Dios quiere que vayamos creciendo y mejorando como personas, pero lo hace desde el Amor y nos conoce como nadie ya que somos su creación.

Dios “Castigador”: es cuando observamos las crueldades que, lamentablemente, existen a diario en el mundo y se dice que es Dios quien se olvida de sus hijos haciendo todo el mal, como si afirmáramos que Dios tiene también maldad; cuando se tiene esta imagen, se olvida que existe el libre albedrío, Dios nos creó libres para hacer el bien y el mal, Él no quiere que seamos sus marionetas; como veremos más adelante, las enfermedades y calamidades son fruto del pecado original.

Dios “Light”: esta imagen es fruto de estos tiempos de posmodernidad, en la que no existe un verdadero compromiso con Dios, la relación se basa peligrosamente en los sentimientos (“Rezo únicamente cuando lo siento”, “voy a Misa solo cuando tengo ganas”), uno mismo acomoda a Dios a los propios caprichos y formas de ver la vida, por lo tanto, Él nunca nos cuestionará; esta imagen es de quien dice “Yo tengo mi propio Dios”, “No necesito de los curas ni de la Iglesia”.


Es cierto que es bueno rezar con fervor o ir a Misa porque uno verdaderamente lo necesita, pero es verdad también que no todo debe depender de los estados de ánimos ya que estos van y vienen.

Al tener cualquiera de estas imágenes de Dios, la relación con Él no puede madurar ni tampoco podremos llegar a conocerlo. Tener una imagen real de Dios es descubrir que es un Dios Vivo, que quiere formar un Pueblo Santo ya que quiere la plena felicidad para todos y cada uno de sus hijos.

El Dios Vivo nos libera, nos saca de la esclavitud del pecado, nos purifica y nos hace verdaderamente libres. Una auténtica relación con Jesús no se basa cábalas ni en el miedo, está basada en la libertad del genuino AMOR.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Herman@s en Cristo Jesús:
Me parece muy acertado este tema de las imágenes deformadas de Dios. Por la comunión del Espíritu Santo, puedo contarles con alegría que en mi parroquia hacemos este mismo planteamiento a los adolescentes que vienen a recibir la catequesis para la Confirmación.
Últimamente estamos pensando, además, en la contraparte: Cuáles son las imágenes deformadas que tenemos sobre nosotros mismos, sus hijos.
Reciban la Paz de Dios.
Cecilia Toledo

mallinista dijo...

Hola Cecilia

Me alegra que esta nota te haya llegado. una vez usamos este tema en un curso de preparación para el Sacramento de la Confirmación.

Dios te bendiga.

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