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viernes, 22 de febrero de 2008

Asombrosos descubrimientos en la imagen de la Virgen de Guadalupe

La temperatura de la fibra de maguey con que está construida la Tilma, mantiene una temperatura constante de 36,6º, la misma que el cuerpo de una persona viva. Uno de los médicos que analizó la Tilma colocó su estetoscopio debajo de la cinta que María posee (señal de que está embarazada) y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto, igual que un bebé en el vientre materno.

No se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10 centímetros de la imagén, sólo se ve la tela de maguey en crudo: los colores desaparecen. Los estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. No se detectan rastros de pinceladas ni de otra técnica de pintura conocida.

Los científicos de la NASA afirmaron que el material que origina los colores no es ninguno de los elementos conocidos en la Tierra. Se ha hecho pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso, ni en el reverso, sino que los colores flotan a una distancia de 3 (tres) décimas de milímetro sobre el tejido sin tocarlo. Los colores flotan en el aire sobre la superficie de la Tilma. En el año 1.791 se vuelca accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la tela. En un lapso de 30 días, sin tratamiento alguno, se recostituye milagrosamente el tejido dañado. Las estrellas visibles en el manto de María reflejan la exacta configuración y posición que el cielo de México presentaba en el día en que se produjo el milagro. A inicios del siglo XX, un hombre escondió una bomba de alto poder entre un arreglo floral, el cual colocó a los pies de la Tilma. La explosión destruyó todo alrededor, menos la Tilma, que permaneció en perfecto estado. La ciencia descubrió que los ojos de María poseen los tres efectos de refracción de la imagen de un ojo humano.

El misterio de los ojos de la Virgen

La tecnología digital da nueva luz a uno de los fenómenos que es todavía una incógnita para la ciencia: el misterio de los ojos de la Virgen de Guadalupe. Los resultados de esta investigación fueron revelados hace poco en una conferencia dada por el ingeniero José Aste Tonsman, del Centro de Estudios Guadalupanos de México, en el Ateneo pontificio "Regina Apostolorum", de Roma.

El doctor Aste, graduado en ingeniería en sistemas ambientales por la Universidad de Cornell, ha estudiado durante más de veinte años la imagen impresa de la Virgen en el burdo tejido hecho con fibras de maguey -una especie de cactus- de la tilma del beato Juan Diego, el indígena que recibió las apariciones que cambiaron decisivamente la historia de México. Se trata de una tela que no dura más de veinte años, pero la imagen se mantiene intacta como el primer día desde hace 475 años, después de haber permanecido más de un siglo sobre una pared húmeda, entre el humo de miles de velas, y manoseada por muchedumbres de indios.

Hace varios siglos, se pintó una réplica de la imagen en una tela de fibra de maguey similar, y la misma se desintegró después de varias décadas. La ciencia no se explica el origen de la incorruptibilidad de la tela.

En su conferencia, el doctor Aste insistió en que nos encontramos ante una imagen "que no ha sido pintada por mano de hombre". Ya en el siglo XVIII varios científicos realizaron pruebas científicas que mostraban cómo era imposible pintar una imagen así en un tejido de tal textura. Richard Jun, premio Nobel de Química -recordó el doctor Aste Tonsman-, hizo análisis químicos en los que se pudo constatar que la imagen no tiene colorantes naturales, ni animales, ni mucho menos minerales. Dado que en aquella época no existían los colorantes sintéticos, la imagen, en este aspecto, es inexplicable.

En 1979 los estadounidenses Philip Callahan y Jody B. Smith estudiaron la imagen con rayos infrarrojos y descubrieron con sorpresa que no había huella de pintura y que el tejido no había sido tratado con ningún tipo de técnica.

Aste se pregunta: "¿Cómo es posible explicar esta imagen y su consistencia en el tiempo sin colores y con un tejido que no ha sido tratado? Es más, ¿cómo es posible que, a pesar de que no haya pintura, los colores mantengan su luminosidad y brillantez?".

El ingeniero peruano añadió que "Callahan y Smith han mostrado cómo la imagen cambia ligeramente de color según el ángulo de visión, un fenómeno que se conoce con el término de iridiscencia, una técnica que no se puede reproducir con manos humanas".

Pero, en particular, este prestigioso científico ha investigado el enigma de los ojos. El reflejo transmitido por los ojos de la Virgen de Guadalupe, es la escena en la que Juan Diego mostraba al obispo fray Juan de Zumárraga y a los presentes en la estancia, el manto con la misteriosa imagen el 9 de diciembre de 1531. Comenzó a desarrollar su estudio en 1979. Aumentó los iris de los ojos de la Virgen hasta alcanzar una escala 2.500 veces superior al tamaño real y, a través de procedimientos matemáticos y ópticos, logró identificar doce personajes impresos en los ojos de la Virgen.

Estudios oftalmológicos realizados a los Ojos de María han detectado que, al acercales luz, la retina se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, exactamente como ocurre en un ojo vivo.

En los ojos de la Virgen -revela- se encuentran reflejados los testigos del milagro guadalupano, el momento en que Juan Diego mostraba el ayate al obispo. Los ojos de la Virgen tienen así el reflejo que hubiera quedado impreso en los ojos de cualquier persona en esa posición.

Se puede individuar un indio sentado, que mira hacia lo alto; el perfil de un hombre anciano, con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada, como el retrato de Juan de Zumárraga realizado por Miguel Cabrera para representar el milagro; un hombre más joven, con toda probabilidad el intérprete Juan González; un indio de rasgos marcados, con barba y bigote, que abre su propio manto ante el obispo, sin duda Juan Diego; una mujer de rostro oscuro, una sierva negra que estaba al servicio del obispo; un hombre de rasgos españoles que mira pensativo acariciándose la barba con la mano. En definitiva, en los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe está impresa una especie de instantánea de lo que sucedió en el momento en que tuvo lugar el milagro.

En el centro de las pupilas, además, a escala mucho más reducida, se puede ver otra escena, totalmente independiente a la primera. Se trata de una familia indígena compuesta por una mujer, un hombre, y algunos niños. En el ojo derecho, aparecen otras personas de pie detrás de la mujer.

Hasta aquí llega la ciencia, fue la conclusión de Aste Tonsman. El cómo se ha realizado algo tan maravilloso no es posible descifrarlo con métodos científicos. El investigador peruano, sin embargo, se aventura a ofrecer un por qué: considera que en los ojos de la Virgen hay un mensaje "escondido" reservado para nuestro tiempo en el que la tecnología es apta para descubrirlo, y cuando este mensaje es más necesario. "Este puede ser el caso de la imagen de la familia en el centro del ojo de la Virgen, en una época en que la familia está bajo un serio ataque en nuestro mundo moderno". Un mensaje, además, universal y antirracista, pues varias etnias se encuentran reflejadas.

Para saber más podes entrar a la página oficial: http://www.virgendeguadalupe.org.mx/


Agradecemos la colaboración de Yeyi Cabrera (http://movimientomallinistamisiones.blogspot.com/)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no quiero ser mala talves ni parecer loca pero la verdad es que satanas puede imitar milagros y creo que lo de la virgen es obrad de el.. el unico en quien debemos creer y por el que seremos salvos es jesucristo.. esas cosa raras con las virgen solo hacen que la gente crea en la virgen y se olvide de jesu... claro maria es la madre de jesus y por su puesto que fue una gran mujer pero ella no es el medio ni el camino sino solamente jesucristo y claro podemos toar su ejemplon como madre de jesus solo eso.. creamos en cristo el hijo de
Dios porque por el y nadie mas seremos salvos

mallinista dijo...

Anónimo:

No sos mala ni loca por manifestar respetuosamente lo que creés.

Te comento que Nuestra Madre Iglesia no enseña que María ocupa el lugar de Jesús. Nada más lejano a la realidad.

LOS CATÓLICOS SOLO ADORAMOS A DIOS Y A NADIE MÁS QUE A DIOS.

A los santos se los venera y a María se le reserva el culto de la "hiperdulia", que significa más allá de la veneración, es decir, hablamos de una veneración especialísima para Ella.

Si vos repasás la historia de las apariciones marianas aprovbadas por la Iglesia (Guadalupe es una de ellas), verás que en todas ellas, Nuestra Madre siempre nos habla de esccuhar más a Dios, de acercarse más a Jesús... en ningún momento Ella nos dice que nos olvidemos de Dios o, más aún, que la adoremos.

Si hay gente que confunde los términos, no es un problema de la Virgen María ni del culto católico. Es cuestión de de escuchar mejor y leer un poco más para descubrir la Verdad.

Dios te bendiga.

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