La tela tiene la particularidad de tener impresa la imagen, en adverso y reverso, de un hombre de una altura de 1,80 mts, de unos 30 años de edad, con las siguientes características:
■ con cabellos largos, barba y bigote,
■ con signos evidentes de haber sido torturado (se ven marcas de latigazos) y crucificado.
■ Una gran herida circular en una al menos de sus muñecas (la otra queda oculta por la disposición de las manos), como si hubiera sido perforada.
■ Otra herida en el costado, también por perforación.
■ Varias heridas más alrededor de la frente.
Pero la singularidad más llamativa de las imágenes sindónicas es su tridimensionalidad: singularidad tan excepcional que es única. Tridimensionalidad quiere decir que la intensidad del colorido de las imágenes es inversamente proporcional a la distancia que separaba, en cada punto, la tela del cadáver 'fotografiado'. Ésta es como un registro, en color, de los relieves volumétricos de aquel cuerpo. Por consiguiente, midiendo la intensidad de este colorido, se puede perfectamente calcular y reproducir, como en una estatua, el relieve del cuerpo envuelto por esta tela en el momento de producirse dicho imagen, que es un negativo fotográfico.
Desde nuestra Iglesia Católica creemos en la autenticidad del lienzo mientras no son pocos los escépticos que hablan de que se trata de un fraude digitado por las autoridades eclesiásticas.
(fuentes: http://www.sabanasanta.org/; http://es.wikipedia.org/wiki/Sudario_de_Tur%C3%ADn; http://www.corazones.org/jesus/turin_sudario/a_turin.htm; http://www.aciprensa.com/sudario.htm)
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