Es nuestra mamá, la que Don Bosco nos dió a conocer y Jesús nos regalo como MADRE y AUXILIO.
Oración de Ofrecimiento
Enséñame, oh María Auxiliadora,
a ser dulce y bueno en todos los acontecimientos de mi vida;
en los desengaños,
en el descuido de otros,
en la falta de sinceridad de aquellos en quienes creí,
en la deslealtad de aquellos en quienes confié.
Ayúdame
a olvidarme de mí mismo para pensar en la felicidad de otros;
a ocultar mis pequeños sufrimientos de tal modo que sea yo el único que los padezca.
Enséñame a sacar provecho de ellos,
a usarlos de tal modo que me suavicen, no me endurezcan ni me amarguen;
que me hagan paciente y no irritable;
que me hagan amplio en mi clemencia y no estrecho y despótico.
Amén.
(fuente: vidayfejoven.blogspot.com.ar)
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