Este 31 de octubre se celebra Halloween. En nuestro país se organizan fiestas alusivas en boliches, en jardines maternales se hacen fiestitas en donde los niños van disfrazados de mounstruitos, brujas, diablitos y de más.
En Argentina, como en muchos lugares de Latinoamérica, ha ganado fama la costumbre de celebrar el Halloween. En estos últimos años, merced a la gran influencia de los medios masivos de comunicación, así como copiamos otras costumbres del "primer mundo", la sociedad argentina ha adoptado Halloween como una nueva festividad.
Puede resultar muy divertido para los niños disfrazarse y salir a la calle encompañía de los hermanos y vecinos a pedir dulces e ir asustando a cuanto desafortunado transeúnte se topa con ellos.
Ahora bien, hay toda una historia detrás de halloween que no muchos conocen. Y tiene sus implicacias anticatólicas de las que nadie nos habla y nos venden como que todo es un juego inofensivo.
La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, se aparta de Dios considerándolo un mito ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma, el hombre de hoy retrocede cada vez más al absurdo de la superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el mismo demonio. Sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Vive con miedo le necesita expresarlo. Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.
El origen celta del Halloween
El Halloween tiene un origen pagano. Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad. Creían que aquella noche, el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.
La invasión de los romanos (46 a.C.) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta con los usos y costumbres de la Europa continental.
Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa.
La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.
Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.
Algunas costumbres de Halloween
Trick or Treat:
Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una verdadera competencia para hacer el disfraz más horrible y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat» (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan. Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. En todo caso los comienzos de esta costumbre parece ser que se remonta a la persecución contra los católicos en Inglaterra cuando las residencias de los católicos eran presa de amenazas.
La Calabaza
Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-'Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-'Lantern, la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una calavera o bruja.
Fiestas de Disfraces
Una fiesta de disfraces no es algo intrínsecamente malo. Pero si hay que tener cuidado de que el disfraz no tape la conciencia del pudor, del respeto a lo sagrado y de la moral en general, lo cual suele ocurrir, sobre todo cuando se añade la bebida alcohólica.
Otro problema es la imitación de todo lo estadounidense. La influencia de la cultura estadounidense no solamente se queda en la ropa, la música o la comida.
Muchos grupos "neo paganos", satanistas yocultistas han tomado el 31 de octubre como la fecha más importantede su calendario.El originario "Samhain" es llamado hoy día el "Festival de la muerte"y es reconocido por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería.
Anton LaVey, autor de "La biblia satánica" y sumo sacerdote de la iglesia de satanás, dice que el día más importante para los seguidores del maligno es el de Halloween. LaVey dice que en esta noche los poderes satánicos ocultos y de brujería están a su nivel de potencia más alto. El Halloween está directamente ligado al ocultismo.
Es un hecho registrado y documentado que en la noche del 31 de octubre en Irlanda, Estados Unidos y muchos países de hispanoamérica se realizan misas negras, cultos espiritistas y otras reuniones relacionados con el mal y el ocultismo.
Ante un análisis superficial, es evidente la connotación negativa delas imágenes con que se "adornan" tarjetas, afichés, pegatinas asíc omo disfraces y toda la parafernalia que rodea al halloween. Salta a simple vista que el mensaje de amor, caridad, paz y esperanza que nos trajo Jesucristo se haya totalmente divorciado de estas imágenes sangrientas, que retratan a brujas, hechiceras, muertos andantes,vampiros y demás engendros que nada tienen de constructivo. Es, porsí misma, una "celebración" de la maldad.
Los católicos no debemos tomar una postura fanática, pero tampoco caer en el relativismo del mundo. Lo importante, tal como se plantea en este artículo, es llamar a las cosas por su nombre y distinguir lo que es Dios y lo que no lo es. A Satanás no le gusta para nada que lo desenmascaren y que dejemos al descubierto sus continuas trampas.
Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Es que, en aras de la diversión, podemos aceptar que los niños alvisitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas,etc.)?
- ¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño quepara "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmentecon el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la television y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moraly ni qué decir de la fe y los valores del Evangelio.?
- ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación quehemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás yque las travesuras o maldades no son buenas?
- ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo?
- Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes hollywoodescos ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, aparte de un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lotanto no nos afectan?
- ¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del Halloween?
- ¿No es ésta otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?
2 comentarios:
Muy buenas. La verdad es que sólo he echado un vistazo rápido a este post, pero ha habido un par de cosas que me han llamado la atención:
En mi opinión no se trata de que la "sociedad moderna se aparte de Dios considerándolo un mito ya superado". La sociedad actual simplemente intenta desmitificar la idea de un "Dios" al que debemos "todo".
¿Por qué esta necesidad de personificar el bien en una entidad? ¿Porque no podemos creer en el BIEN (en mayúsculas) simplemente?
¿Porque la iglesia tiene el "derecho" de decidir donde estan los límites entre el bien y el mal, "obligándonos" a hacer lo que se nos dice sin poderlo cuestionar?
El problema del mundo no es que no tenga fe, o no quiera paz y bienestar. El problema es que desde el catolicismo se tacha radicalmente absolutamente todo lo novedoso, todo lo que nos permitiría evolucionar y no quedarnos con las ideas que alguien dijo hace 2000 años.
Y por favor, las fiestas SÓLO son fiestas. No busqueis maldad donde no la hay. Se puede celebrar Halloween tranquilamente y eso no significa que se esté adorando al diablo.
Y ya para acabar, tengo una propuesta para tu próximo post: qué opinas del "Crimen sollicitationis"?? Sinceramente me interesa mucho tu opinión al respecto.
Hola Sonia
Tenés razón al decir que Halloween es tomado, básicamente, como una "fiesta" (podríamos discutir largamente sobre lo que vos y yo podamos entender sobre el concepto de "fiesta").
No me parece mal poner en claro ciertos detalles que encierra esta fiesta, los cuales muchas veces se encuentran solapados.
Como todo lo que así se expresa en esta página, el lector tiene total libertad para adherir o no a lo que aquí se expresa.
Si vos leés atentamente este post, verás que en ningún momento digo acá que si vos festejás Halloween ya sos un "adorador del diablo". Pero, me parece, es prácticamente incuestinoables los oscuros orígenes de esta fiesta que ahora nos imponen desde algunos países anglosajones, especialmente Estados Unidos.
No creo que la Iglesia Católica se dedique a "tachar todo lo novedoso". Si leés este post y otros tantos más que hablan de esta fiesta, verás que tiene muchos años. Es novedosa la imposición cultural que hay para que todos en el mundo celebremos Halloween.
Sí me parece que la Iglesia debe ser muy cautelosa ante las distintas "novedades" que surgen en el mundo para poder guiar a todos los que estamos bautizados. Yo creo que el Sumo Pontíficie y los obispos se dedican a opinar sobre diversos temas, no me parece que "impongan" su parecer: cada uno adhiere o no. En el seno mismo de la Iglesia muchas cosas son discutidas, inclusive dentro de los grupos católicos (como el que integro yo) muchas veces discutimos acerca de temas relacionados con la teología, la moral y lo social.
De última, el único que tiene la potestad para juzgar a los seres humanos es el mismo Dios.
Respeto tu concepción de Dios, si es que crees en Él. Creer en la existencia de un ser superior no nos hace necesariamente mejores personas; si considero que el si el creer en Dios se traduce en obras concretas, más que mejores personas, nos va haciendo santos.
Si te interesa leer un poco más acerca de la existencia de Dios, en esta página encontrás algunos post que hablan de ello. Te recomiendo que leas http://www.mallinista.com/2007/10/acerca-de-la-existencia-de-dios.html y hacé tu comentario, si te parece.
Leí sobre lo de "Crimen sollicitationis". Nunca lo había escuchado con ese nombre, pero sí coozco de casos en que sacerdotes y religiosos han cometido delitos de índole sexual.
Si bien no he escrito aún específicamente sobre "Crimen sollicitationis", te cuento que en varias notas he hablado acerca de la gente despreciable que tenemos dentro de mi Iglesia, la Católica Apostólica Romana. Es innegable que han habido varios sacerdotes, religiosos y laicos que han cometido (y cometen) excesos de todo tipo. CONtrariamente a lo que hacen la inmensa mayoría de las instituciones, el Papa ha pedido perdón públicamente.
Pero también es cierto (y me parece que son muchos más, gracias a Dios) los que día a día honran a su vocación sacerdotal, que trabajan en silencio atendiendo a miles de seres humanos (no siempre católicos) en distintas partes del mundo... pasa que esas obras de bien no son noticias que sean comerciales para los noticieros y periódicos.
Considero que hay también mucha hipocresía acerca de los delitos de índole sexual. está demostrado por distintas estadísticas que en más de un 85% de los casos de abusos sexuales, son cometidos por hombres del entorno familiar de la víctima, los cuales tienen mujer e hijos. Al igual que es cada vez más común que personas que se han consagrado ante Dios por medio del matrimonio cometan más y más infidelidades y pareciera que eso es festejado por todo el mundo. Pareciera ser que uno infla el propio ego mientras más "aventuras sexuales" se cometan. Eso sí, si es un sacerdote el que comete un "desliz", ahí todos se rasgan las vestiduras.... ¿no te parece un poco hipócrita?
Te mando un beso grande y gracias por comentar.
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