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lunes, 2 de junio de 2008

¿Ahora el celular es el mejor amigo de los niños? (*)

Hasta hace un tiempo, los celulares eran un lujo para pocos, unas valijitas que llevaban algunos sectores ejecutivos. con el paso de los años se fueron achicando e incorporando en la vida cotidiana en forma casi inadvertida. Después, sumaron funciones y más funciones: cámaras, reproductores de mp3, radios, bluetooth y muchas más que la mayoría ni sabe que están en su aparato.

Luego vino la masificación. Pasaron de menos de 28 a casi 38 millones de unidades en un año (de 2007 a 2008) y el consumo de llamadas telefónicas creció casi un 30%. Hoy se puede decir que en el país hay más celulares que personas. Las excelentes campañas de las empresas prestadoras de servicios y las productoras de aparatos presionan ya no para la adquisición del producto, sino para su reemplazo. ¿Y el antiguo? Dos alternativas: va a parar a algún cajón o se pasa a tarjeta prepaga y se distribuye en el resto de la familia. También se convirtió en el regalo preferido de navidades y cumpleaños.

Aquí se origina el debate. Entre los adolescentes, la posesión del teléfono celular se convirtió en una necesidad vital, como los jeans y las zapatillas. Pero la edad en que los padres entregan celulares a sus hijos va descendiendo día tras día. ¿Niños en el jardín de infantes coo celular? Falta poco. La versión de los padres es elocuente: en los actuales días de inseguridad, que el niño tenga un teléfono móvil en su poder es tranquilizador, "si le pasa algo, me avisa", "si necesito saber como está, le pego un llamadito".

No reparan en que la entrega de un objeto así implica varias consecuencias imprevistas. Primero, el niño se convierte en portador de un objeto de valor que lo vuelve blanco de posibles ataques. Luego, el niño resignifica en forma veloz el sentido del medio y comienza a usarlo para comunicarse con su ambiente inmediato: sus amigos, sus compañeros. Obliga a los maestros y directivos a tomar medidas restrictivas con la poca autoridad que les queda y a ponerles límites a los niños quien, contrariamente a lo que juzgan los adultos, no encuentra nada malo en su comportamiento. Por fin, se puede ver a diario a niños caminando por la calle concentrados en el envío o recepción de mensajes de texto, sin percibir su entorno.

El acto sin reflexión, y sin guía para los padres de entregarle un celular a un niño que va a la escuela primaria, que se encuentra en un proceso de aprendizaje de valores y que no termina de discernir lo correcto de lo incorrecto, puede convertir una acción bien intencionada en un hecho perjudicial no solo para la familia sino para su comunidad.

(*) Autor de este artículo: Carlos F. De Ángelis, Sociólogo de la Universidad de Buenos Aires, docente e integrante de la Fundación Diagonal Sur. El presente artículo fue publicado por la Revista Rumbos, en su edición del día 01 de junio de 2008.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Advierten sobre el uso abusivo de los celulares en los chicos
El tema volvió a dispararse con un caso que conmueve a toda España: el de dos menores, de 12 y 13 años, que están siendo tratados como adictos al teléfono móvil. Lo cierto es que cada vez más chicos tienen uno para su uso exclusivo. Ya es mucho más que una anécdota: el uso abusivo de celulares puede convertirse realmente en un problema. Detrás de su aparente inocencia, la utilización excesiva de teléfonos móviles es capaz de desencadenar problemas de conducta y, paradójicamente, de comunicación. Y hasta puede generar adicción.

El alerta lo está dando en estos días un caso que conmueve a España: es el de dos chicos, de 12 y 13 años, que están en tratamiento por el uso adictivo de esta "droga" tecnológica a la que cada vez más niños tienen acceso. Los menores, que sufren un trastorno de conducta por el uso desmesurado del aparatito, están siendo atendidos en el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Lleida. "Es la primera vez que aplicamos un tratamiento específico para curar una dependencia a un teléfono móvil", dijo Maite Utgés, directora del centro, al diario La Vanguardia. "Los dos presentaban un trastorno de conducta y en ambos casos la situación degeneró en fracaso escolar", agregó la especialista.

La adicción al celular quedó evidenciada cuando los médicos constataron que si les sacabaN el teléfono "ambos tenían serios problemas para llevar una vida normalizada". Su dependencia era tal que los chicos no eran capaces de cumplir con las tareas propias de su edad, especialmente las escolares. Por eso, lo primero que se hizo fue alejarlos de la "droga", que consumían durante cinco a seis horas por día. "Eso es mucho tiempo", alertó Maite Utgés.

El móvil era utilizado para hablar, enviar mensajes de texto o entretenerse con los jueguitos. "Cuando se llega a un extremo de dependencia tan fuerte no resulta nada fácil, para esos menores, dejar de usar de golpe el móvil", agregó. Los chicos tenían celular desde hacía un año y medio y lo utilizaban sin ningún control por parte de sus padres.

Para la licenciada Pía Castillo, psicopedagoga, "a esa edad, el excesivo intercambio de mensajes de texto atenta contra el desarrollo del lenguaje, lo deforma y crea un lenguaje nuevo. Además, los chicos tienen el celular prendido mientras están en clase y eso les ocasiona problemas en el rendimiento intelectual y distracción, y perjudica su capacidad de atención. En el colegio genera conflictos de disciplina: hay colegios que decidieron prohibir su uso porque les crea problemas de autoridad y no saben si obligarlos a apagarlos o sacárselos".

En cambio, el psicoanalista de chicos y adolescentes Juan Carlos Volnovich considera que hay que tener cuidado al hablar de adicciones. Más bien cree que se trata de "un prejuicio por parte de los adultos con respecto a las nuevas tecnologías, por la diferencia que hay entre inmigrantes digitales (los adultos) y nativos digitales (los chicos)". Y se pregunta: "¿Quién dice que es adicción? ¿Quién de nosotros cuando era adolescente no hablaba horas por teléfono con la novia o los amigos?" Sin embargo, señala que puede haber predisposición a tener conductas adictivas porque hay estructuras psicológicas que así lo determinan, aunque en el caso de los chicos, dice, se da más la adicción a los psicofármacos.

En uno de los casos de España, el celular funcionaba con tarjeta y el chico conseguía dinero a espaldas de sus padres para recargar el teléfono. "Lo hacía con propinas que le daba su abuela u otros familiares sin explicar el destino que daba a ese dinero", contó la directora del centro de salud donde está siendo tratado.

Pero lo más difícil es lograr que esos niños admitan su adicción. "Por el momento ninguno reconoce esa dependencia, por lo que hay que ir avanzando poco a poco en el tratamiento, con el que se busca un cambio conductual", agregó. Y estimó que, si todo sale bien, necesitarán como mínimo de un año de tratamiento.

Anónimo dijo...

EL USO DE COMPUTADORAS, CELULARES Y OTROS DISPOSITIVOS

La incorporación de tecnología debe tener en cuenta la edad
Cómo acompañar a los chicos, según las etapas cognitivas descriptas por el psicólogo Jean Piaget Por: Warren Buckleitner THE NEW YORK TIMES. ESPECIAL
Todo el mundo sabe que los bebés gatean antes de caminar y que los triciclos vienen antes que las bicicletas. Pero ¿a qué edad debieran los chicos recibir su primer celular, o su primera laptop?

Todas preguntas nuevas que deben enfrentar los padres de este siglo XXI y no hay para ello ninguna guía de generaciones anteriores como referencia. Es imposible decirles a nuestros hijos adolescentes "cuando yo era chico, recién me dieron un plan ilimitado para enviar SMS cuando estaba en la secundaria".

Hay padres que ofrecen de buena gana a sus hijos los últimos aparatitos. "Mi hijo de cuatro años recorre Internet desde que aprendió a sentarse", cuenta Samantha Morra, madre de un varón de dos años. "Mi otro hijo de seis ya tiene un iPod y ahora quiere un celular, a pesar de que mi marido y yo no estamos muy seguros de a quién va a llamar".

Otros padres, como Christine Jorgensen, madre de tres chicos, se muestran más cautelosos. "No soy muy partidaria de llenar las vidas de mis hijos con los últimos aparatitos", aclara Jorgensen. "Mis hijos se conectan con Internet cuando hacen sus deberes, pero nuestra computadora está siempre bajo mi control".

Mucho antes de la invención del primer microprocesador, el psicólogo suizo Jean Piaget identificó cuatro etapas de desarrollo cognitivo. Sus teorías aportan lógica a este debate sobre cómo acompañar al crecimiento de nuestros hijos con las últimas tecnologías.

Hasta los 2 años. Los bebés y los más chiquitos no pueden usar el mouse hasta los dos años y medio, por lo menos, y los monitores de pantalla plana no son de gran ayuda cuando de estimulación se habla, durante la primera etapa "sensomotora" o estadio sensorio-motor del que habla Piaget. Para que resulten efectivos a esta edad, los productos tecnológicos deben funcionar como una suerte de cajas activas, con luces o sonidos que respondan a las acciones de los chicos.

De 3 a 5 años. "Los preescolares crecen en un mundo digital y ven a sus padres usar dispositivos como celulares y computadoras", explica la profesora Sandra Calvert, directora del Centro de Medios Digitales Infantiles en la Universidad de Georgetown. "Les gusta jugar con celulares de juguete como si fueran verdaderos", agrega. Este juego es parte importante del "estadio preoperatorio" de Piaget, cuando los chicos comprenden que pueden controlar lo que tiene lugar en una pantalla plana.

De 6 a 11 años. Aparece la capacidad para buscar en Internet y es entonces cuando todo el mundo digital comienza a abrirse a sus ojos. Se sienten repentinamente atrapados así por sus videojuegos favoritos y comienzan a mirar videos divertidos en YouTube. Piaget catalogó a esta etapa el "estadio de las operaciones concretas" porque los chicos todavía muestran dificultades con las ideas abstractas.

Más de 12 años. Los chicos llegan a alcanzar en esta etapa las funciones cognitivas de un adulto. Ingresaron ya en lo que Piaget llama la etapa o estadio de las "operaciones formales" y ya son capaces de manejar de forma sincronizada los torrentes de información de teléfonos, reproductores de MP3 y laptops. De hecho, a esta edad, los celulares se vuelven algo más o menos obligatorio.

TRADUCCION: Silvia s. simonetti

Anónimo dijo...

Los desafios de la Generación M

Los chicos de la Generación M nacieron en el comienzo del milenio y su uso de los nuevos medios supera las seis horas diarias. Por eso, su influencia no puede ignorarse. La Generación M es además multimedial. Los estudios indican que, por el hecho de interactuar con monitores, esos chicos leen menos libros y escriben peor que las generaciones anteriores. Hay padres que no saben qué miran sus hijos por televisión, por dónde navegan, ni prestan atención al nivel de violencia o adicción a algunos videojuegos. En la medida en que los padres supervisen el uso que hacen sus hijos de los dispositivos, podrán encaminar su práctica.

Anónimo dijo...

Hay que establecer pautas y límites

Estos "nuevos grandes inventos" no son ni buenos ni malos: dependen del uso que les demos. Por eso los padres debemos guiar a nuestros hijos para evitar que se conviertan en enemigos de su desarrollo emocional e intelectual. Para esto hay que establecer pautas y límites: horarios para los juegos, lugar de la TV y la PC (un lugar visible), edad apropiada para usar el celular o navegar. La TV, Internet, los jueguitos o el celular no deben servir ni de castigo ni de premio. No comen ni conversan: saquémoslos de la mesa. Que nadie quede encerrado con ellos: no son padres ni niñeras.

Anónimo dijo...

Un dispositivo de uso cotidiano
Incorporado. Usan el teléfono cada vez más, y desde más chicos. Algunos especialistas cuestionan su uso indiscriminado. Pero los chicos los utilizan como un centro de entretenimientos portátil y "customizado".

40 Millones de teléfonos celulares hay actualmente en la Argentina, lo que implica una penetración de más del 100 %.

500 Mil teléfonos celulares, al menos, se estima que son utilizados en la Argentina por chicos de entre 10 y 15 años.

Prohibidos

El uso de celulares no está permitido en escuelas de varios distritos de la Argentina. En la Capital y en la provincia de Buenos Aires, están prohibidos en todo el ámbito escolar, no sólo en el aula. Tampoco se los permite en colegios de Córdoba, Santa Fe, Catamarca y Santiago del Estero. Y otras provincias analizan la implementación de medidas similares.

publicado en el DIARIO CLARIN

Anónimo dijo...

http://www.minutouno.com/1/hoy/article/82302-En-España-mandan-a-tratamiento-a-dos -nenes-adictos-al-celular/

En España mandan a tratamiento a dos nenes adictos al celular

El uso desmedido del aparato les creó dependencia en tan sólo un año.

Aún no cumplieron 14 años y ya están siendo tratados por una adicción. Según las pericias psiquiátricas, dos chicos de 12 y 13 años sufren un trastorno de conducta por un uso desmesuradodel teléfono celular y, actualmente, los dos menores están siguiendo un tratamiento para curar esa adicción en el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Lleida (Csmij), España.

"Llegaron por su adicción al Messenger pero vimos que también tenían adicción al celularl", afirmó la directora del centro, Maite Utgés, que aclaró que el trastorno de conducta de los niños había provocado su fracaso escolar.

De acuerdo al diario español La Vanguardia, uno de ellos lleva tres meses en tratamiento y el otro ya superó los siete, aunque se cree que no llegarán al alta hasta completar los dos años de terapia.

Según la directora, ambos tenían teléfono un año y medio antes de acudir al centro sin control por parte de los padres, e incluso uno de ellos aprovechaba las propinas de los familiares para recargar la tarjeta.

El centro de Lleida está tratando a 20 niños y jóvenes por su adicción a internet de los que 17 tienen adicción al Messenger, según los datos de su directora, quien reconoce que es la primera vez que aplican un tratamiento para la adicción al teléfono celular.

Utgés señaló que el problema de esos nenes con el celular quedó evidente cuando se comprobó que si se les quitaba ese aparato "ambos tenían serios problemas para llevar una vida normalizada". Su dependencia al teléfono había llegado a tal extremo que sin él, estos menores eran incapaces de realizar las tareas que se exige a unos niños de su edad.

Domingo 15 de Junio de 2008 09:44

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