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viernes, 27 de diciembre de 2013

Fallece con 92 años el padre Loring: evangelizador tenaz, apóstol del ciberespacio, bloguero de Religión en Libertad

El sacerdote jesuita y predicador incansable Jorge Loring Miró ha fallecido en este día de Navidad de 2013, en la clínica El Ángel de Málaga, con 92 años, después de sufrir un ataque cerebrobascular.

El funeral tuvo lugar a la una de la tarde del 26 de diciembre en la parroquia del Sagrado Corazón de la ciudad.

Nacido en Barcelona en 1921, Jorge Loring tenía muy vivas sus dos líneas genealógicas, la catalana y la andaluza, pero ejerció la mayor parte de su ministerio sacerdotal en Andalucía, especialmente como predicador en los astilleros y otras industrias de Cádiz, Puerto de Santa María y la costa andaluza.

El Ayuntamiento de Cádiz ha declarado, en honor a su figura, que el consistorio mantenga a media asta las banderas durante 3 días. El Ayuntamiento recuerda que "el padre Loring era muy conocido y querido en la ciudad y en 2006 fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz".

Se ordenó sacerdote en 1954, a los 33 años. Durante un cuarto de siglo fue el encargado espiritual de cinco grandes fábricas de Cádiz, pero su fama le vino por sus libros y conferencias sobre la Sábana Santa de Turín, del que era una autoridad mundial. Era un tema sobre el que impartió charlas por América y Europa hasta casi el final de su vida.


"Infatigable" e "incombustible"

El adjetivo que más se aplicaba en los últimos 20 años a este jesuita era "incansable", "infatigable" e "incombustible". Parecía que iba a vivir para siempre, y sin dejar de trabajar. En este mismo año 2013 publicó una reedición en Editorial Buenas Letras de su divertido libro "Anécdotas de una vida apostólica", donde cuenta numerosas "batallitas" de evangelización en las situaciones más extrañas: con masones en México, obreros de la construcción y aviadores, perdido en aeropuertos, en misiones callejeras por Barcelona, descubriendo Internet, etc...

Otra de sus obras más recientes es "Más de 200 respuestas a preguntas que usted se ha hecho sobre la fe, la moral y la doctrina católica" (febrero de 2010, LibrosLibres), en su particular estudio sencillo y contundente.

Era bisnieto de la familia industrial de Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, y su padre fue el ingeniero malagueño Jorge Loring Martínez, que patentó diversos avances en navegación aérea y fundó una línea de zepelines entre Sevilla y Buenos Aires.

Por eso, Loring siempre usó su capacidad divulgativa y su lenguaje extremadamente sencillo y directo para refutar el supuesto conflicto entre ciencia y religión.

Como muchos otros jesuitas de la historia y de la actualidad, era un enamorado de la astronomía (aunque sólo a nivel aficionado).


Hablar del infierno... y no perder el humor

Como el también jesuita Jorge Bergoglio (Papa Francisco), a Loring le gustaba hablar del demonio y del infierno, sin ninguna concesión a la postmodernidad. Solía citar en entornos industriales sus visitas a altos hornos, el material fundido a altísimas temperaturas, para ayudarse con imágenes infernales, pero sin que faltase nunca el buen humor.

Con más de 63 ediciones, su libro "Para Salvarte" era una especie de enciclopedia en lenguaje divulgativo de la fe católica, siempre centrado en "lo que importa, que es salvarse". Sólo en España circulan más de 1 millón de ejemplares. Además publicó ediciones en México, Ecuador, Perú, Chile, EE.UU., Egipto, Israel, Rusia, etc.


Cura anciano...¡ciberapóstol de éxito!

Toda su vida recibió y contestó un flujo inacabable de correo, pero con la llegada de Internet se multiplicó y se convirtió en un "ciberapóstol" que intentaba responder a todo el mundo, incluso preguntas comprometidas sobre sexo o moral, aunque fuese remitiéndose a textos que ya había escrito, o con respuestas personalizadas.

En diciembre de 2009, cuando tenía 88 años, empezó a escribir en su blog de ReligionEnLibertad (llamado, cómo no, "Para salvarte") y se mantuvo fijo como blogero 4 años.

El pasado 9 de diciembre de 2013 aún publicaba este texto sobre la verdad, una declaración de intenciones (quizá un testamento) sobre una vida dedicada a hablar con firmeza y certeza sobre las cosas de Dios, sin dejarse nunca cortejar por relativismos ni tibiezas. Refleja a la perfección sus pasiones, su estilo y su ministerio de toda una vida.


El padre Loring respondió a más de 50.000 dudas de internautas sobre la fe y la moral católicas

El padre Jorge Loring S.I. era incombustible. Ha muerto a los 92 años y estaba lleno de proyectos. Trabajaba 12 horas al día y no llegaba con todas las tareas que tenía entre manos. Solía pasar seis meses en América dando charlas y conferencias por medio continente, además de acudir a programas de radio y televisión.

En 2010 fue entrevistado por ReL con ocasión de publicar Más de 200 respuestas a preguntas que usted se ha hecho sobre la fe, la moral y la Doctrina católica (Vozdepapel) en donde recoge las principales y reiterativas inquietudes y dudas, y sus convenientes respuestas, a las más de 50.000 preguntas que le han hecho por Internet en los últimos años.

Transcribimos ahora tal cual esa entrevista, en homenaje al gran jesuita catalán, nacido en 1921 y fallecido el día de Navidad de 2013.

- ¿Cuándo y por qué vio la necesidad de utilizar la nuevas tecnologías para la evangelización?
- Porque pienso que debemos aprovechar los adelantos de la técnica para evangelizar. Por eso me metí en Internet en cuanto comenzó, hace unos diez años. Cuando, en los Juegos Olímpicos de Atlanta (EE UU), un terrorista puso una bomba, yo me enteré que aprendió a hacer bombas en Internet, y me dije: «Internet sirve para hacer terroristas, ¿por qué no va a servir para hacer católicos? Mi libro a Internet». Y así ha sido. He recibido correos electrónicos de ateos y protestantes que han abrazado la fe católica después de leer mi libro. ¡¡¡Con la ayuda de Dios!!!

- Entonces, ¿se podría decir que usted fue de los primeros sacerdotes en utilizar Internet?
- Posiblemente. Pero no me consta ser el primero.

- ¿Cuántas preguntas e inquietudes lleva respondidas en estos años?
- Más de cincuenta mil.

- ¿Cuántas horas dedica al día a responderlas?
- Cuando no estoy de viaje unas diez horas diarias. Muchas consultas las contesto a bote-pronto. Otras las tengo que pensar cuando me dirijo a decir Misa, pues en mi despacho no paro de escribir. Todo no lo sé. A veces consulto a los compañeros jesuitas de mi comunidad o incluso pregunto a un especialista del tema. Muchas veces las tengo ya escritas: copio, pego y mando. Pues muchas consultas se repiten. Sobre todo los protestantes que siempre repiten lo mismo, pues no quieren enterarse de las soluciones que ya se han dado.

- ¿Cuáles son las dudas más comunes: fe, moral o doctrina?
- Las de moral. Mucha gente tiene inquietudes de conciencia. Necesitan que se les oriente. Quizás el anonimato de Internet les ayude. También son frecuentes las preguntas sobre textos bíblicos. Por eso he publicado un libro titulado «Los Evangelios con 2.000 dudas resueltas» (Planeta+Testimonio), pues pongo dos mil notas escogidas de veinte Biblias.

- ¿Cuál es la inquietud común y más universal que le han preguntado?
- Las relacionadas con lo que los protestantes acusan a la Iglesia Católica. Muchos internautas son de Hispanoamérica, y allí están invadidos de sectas que les engañan con falacias y sofismas.

- ¿Y la respuesta más difícil de responder?
- A los casados por la Iglesia, divorciados, y vueltos a casar que quieren comulgar. Uno quisiera ser amable con todos, pero no siempre puedes decir lo que ellos quieren oír.

Otro tema desagradable es el control de natalidad. Hay muchos matrimonios que no desean más hijos, y cuando se les dice que la solución es el método Billings, no se fían. Sin embargo está demostrado que el método Billings es el más seguro, el más sano, el más barato, el más sencillo y el más moral.

- Usted tiene 88 años, y este verano cumple los 89 ¿A su edad no le gustaría estar felizmente retirado?
- De ninguna manera. Lo que le pido a Dios es ser útil hasta última hora. Cuando me quede imposibilitado, quiero morirme pronto.

- ¿Qué es lo que le mantiene con esa vitalidad?
- Porque creo que el sacerdote debe evangelizar mientras no esté imposibilitado. Ahora tengo entre manos varios proyectos apostólicos que creo son de mucha gloria a Dios. Le pido a Dios que me aguante un poco hasta que los realice.

Entre otros estoy gestionando la traducción al chino de «Para Salvarte» por un catedrático de Shanghai. Cuando esté terminada la pienso colgar en Internet para que todos los chinos puedan leerlo gratis. Seguro que algunos, al informarse de la Religión Católica, abrazarán nuestra fe.

- ¿Cuándo vio claro que su en vocación sacerdotal estaba incrustada su vocación de divulgador?
- Porque desde que era joven estudiante jesuita empecé a hablar en cuarteles y cárceles. Al mes de ser jesuita me mandaron a hablar a quince soldados de un cuartel. Me temblaban las piernas debajo de la sotana. Hoy tengo delante tres mil hombres o las cámaras de televisión y estoy tan tranquilo como lo estoy mientras escribo esto. Las «tablas» dan serenidad.

- ¿Cuántos libros lleva vendidos de su famoso «Para Salvarte»?
- Más de un millón trescientos mil en España. Además se han hecho ediciones en Méjico, Ecuador, Perú y Chile. Y se ha traducido al inglés en Los Ángeles (California) , al árabe en El Cairo y al hebreo en Jerusalén, Hoy se está traduciendo al ruso en Moscú y al chino en Shanghai.

- ¿Le siguen invitando por América para dar conferencias?
- Desde hace tiempo voy todos los años. En 2009 he dedicado a América seis meses, y dentro de dos meses vuelvo otra vez. Va a ser mi 77 salto del Atlántico, pues ya lo he saltado 76 veces. El año pasado he dado conferencias en Miami, San Diego, doce ciudades de México, Bogotá, Medellín y Lima. Ahora vuelvo a repetir en algunas y a otras nuevas.

- ¿A cuánta gente calcula que ha hablado en directo a lo largo de su vida?
- Creo que a varios cientos de miles, pues he dado muchos miles de conferencias y en muchas de ellas se han superado los mil asistentes. Conservo fotos de enormes auditorios en teatros, universidades, polideportivos, plazas de toros y fábricas. Durante veinticinco años he dado conferencias mensualmente en tres grandes factorías navales de la bahía de Cádiz de 3.000-4.000 obreros cada una, con una asistencia del 90 por ciento de los obreros.

- ¿Qué destacaría de su último libro «Más de 200 respuestas a preguntas…»?
- Que respondo a lo que la gente pregunta. Son temas que están en la calle y no siempre se tienen las respuestas correctas.

- ¿Qué utilidad puede tener para sus lectores?
- Aclarar dudas presentes o futuras. A veces me dice la gente que me he adelantado a su duda, pues no se le había ocurrido, pero le gusta mi respuesta.

- ¿Cuál puede ser para usted la actividad apostólica más importante que haya tenido?
- Mis intervenciones en la televisión norteamericana EWTN, de la Madre Angélica, donde grabé cuarenta temas de media hora, que emiten, y repiten, desde hace años semanalmente y, según me dijeron allí, lo ven semanalmente 80 millones de hogares en toda Hispanoamérica. De hecho he experimentado que en mis vuelos, me conoce muchísima gente: el matrimonio que está a mi lado en la cola del mostrador, la azafata que está en el mostrador, el policía de la aduana, varias personas en la sala de embarque, el piloto que pasa hacia el avión, la azafata de vuelo y la persona que se sienta a mi lado en el avión. Naturalmente no todos estos en el mismo vuelo, pero todos son casos reales en distintos vuelos. Y estos casos se han repetido. Es que 80 millones es mucha gente.


8 historias del P. Loring: de Tony de Mello y Gala a los amables masones y el sermón en las duchas

1- Encuentro con Anthony de Mello: "Lo que tú dices me huele a budismo"

»En una ocasión hice un cursillo con Tony de Mello en la Casa de Ejercicios La Inmaculada del Puerto de Santa María. Estaba enseñándonos a reconcentrarnos para hacer oración. Yo le dije públicamente:

»—Mira, Tony, yo para hablar con Dios no tengo que perder una hora notando el aire que me entra por la nariz al respirar, o las palpitaciones del corazón en el dedo gordo del pie. Yo entro en la capilla, me pongo de rodillas, y antes de un minuto estoy hablando con Dios. El Dios cristiano es un Padre cercano. Lo que tú dices me huele a budismo.

»Hace algún tiempo la Congregación para la Doctrina de la Fe de Roma puso reparos a la doctrina de Tony de Mello.


2- A Antonio Gala, sobre la homosexualidad

»Conocí a Alfonso Ussía en Comillas. Yo le llevaba la Comunión a su suegra. Varias veces me invitó a comer en su casa. Un día estando yo en Madrid me llama por teléfono para invitarme a cenar. Había invitado también a Antonio Gala.

»No pasó mucho tiempo y salió el tema de la homosexualidad. Gala la defendía como una forma distinta de sexualidad, pero tan natural como la otra.

»Yo le dije: —Mira, el ser homosexual no es pecado. El que nace homosexual es tan responsable de ello como el que nace bizco o tartamudo. Pero tiene que vencer su tendencia lo mismo que el heterosexual que le gusta su vecina casada.»


3- El demonio y el infierno... y unos incrédulos

»Una de las entrevistas televisivas de las que salí más contento fue en la televisión vasca: ETB. El programa era sobre la existencia del demonio. Yo tenía enfrente un médico, un catedrático, un periodista y un científico. Todos contra mí. [...]

»Una de mis respuestas que arrancó del público asistente uno de los mayores aplausos fue cuando uno de ellos dijo:

—La existencia del demonio es un invento de la Iglesia para asustar a la gente y dominarla.

Y yo le contesté:

—La Iglesia no pretende asustar a nadie, sino instruir, informar de la verdad. Si la riada se ha llevado un puente, la autoridad local pone en la carretera un gran letrero: «Carretera cortada. Puente hundido». No para asustar, sino para avisar. Pero llega un listillo: "¿Quién habrá puesto ese cartel amenazador? A mí nadie me asusta con carteles terroríficos". Muy bien. No hagas caso. Sigue a 120 por hora, y cuando llegues al río, ¡al agua!


4- El auditorio más insólito: hombres desnudos

»El auditorio más insólito que he tenido en mi vida fue éste: hablar a hombres desnudos.

» El hecho fue así: estaba yo dando una semana de conferencias en una mina de Asturias. Hablaba al aire libre. Un día estaba lloviendo. El jefe de Personal me dice que no tienen local cubierto para dar la conferencia, a no ser que quiera hablar en las duchas. Le contesté que no tenía inconveniente.

» Las duchas eran un local grande, con muchas alcachofas donde todos se duchaban comunitariamente.

De la mina salían negros. En un rincón me pusieron una tarima, me subí en ella y les hablé mientras se duchaban. Todos callados. No se oía más ruido que el agua que caía de las alcachofas. Se notaba que estaban escuchando.

»No cabe duda que un auditorio así es algo insólito. Pero yo me acordé de lo de San Pablo: hay que predicar a todas horas y en todas las circunstancias.»


5 - Masones yanquis: "Cura peligroso: hay que cepillarlo"

»Estaba yo dando conferencias en Nueva York. Un día me invitan a hablar por televisión. En Estados Unidos tienen una costumbre muy práctica. Aquí en España, cuando hablas por televisión, ponen debajo tu nombre.

En Estados Unidos ponen tu nombre y tu teléfono. De este modo todo el que esté interesado en lo que dices, puede llamarte.

»Después de mi intervención televisiva me llovieron las invitaciones para tener conferencias por distintos sitios. Una de ellas fue una voz femenina, muy dulce. Yo pensé que sería una monja: —Padre, ¡qué lindo! ¿No podría Vd. venir a hablarnos a nosotros?

»Yo pensé que sería un colegio de monjas. Fijamos el día y la hora en que vendrían a recogerme. Llegó el momento y vino un matrimonio en un gran coche. Yo pensé que eran padres de familia del colegio. Vamos por el camino hablando de cosas intrascendentes, sin hacer alusión a dónde nos dirigíamos. Cuando paró el coche me quedé de piedra.

»En la puerta había un gran letrero que ponía: Logia Masónica del Valle de Nueva York.

»Lo primero que pensé: "Me han secuestrado. Me han visto en televisión y han dicho: ´Cura peligroso. Hay que cepillarlo´”. En mi casa nadie sabía dónde había ido. Solamente que había salido para una conferencia. Yo desaparezco y ya me pueden buscar por todo Nueva York, que no me encuentran. Con la rapidez del pensamiento en esos momentos, lo primero que se me ocurrió es salir corriendo. Pero no lo veía bien. Me quedé y me dije: "Sea lo que Dios quiera".

»Pues no pasó nada. Un gran salón lleno de señores muy correctos que al final me hicieron muchas preguntas. Pero ninguna hostil ni con mala idea. Y es que los masones americanos no tienen la agresividad anticatólica, que hemos conocido en España durante la república.»


6- Para salvarte en hebreo

»La traducción al hebreo la ha hecho un judío, converti- do al catolicismo en Palma de Mallorca, a quien mi libro le ayudó mucho a su conversión, y que lo utiliza en Israel para ayudar a los judíos que quieren convertirse.


7 - En la Guerra Civil con 14 años

» En el verano de 1936, durante nuestra guerra civil, asesinan a mi padre en Madrid. Tenía 46 años. Mi madre quedó viuda a los 36 años con ocho niños y arruinada: nos quitaron todo. Aunque yo sólo tenía 14 años, como era muy alto, varias veces estuve a punto de que me enviaran al frente para defender Madrid. Incluso, en una ocasión, de que me fusilaran.

»Un día se presenta en mi casa un señor, que no conocía- mos de nada, y le dice a mi madre:

—Su hijo Jorge corre peligro en Madrid. Si Vd. quiere yo lo paso a la zona nacional.

»Mi madre estuvo dudando de dejarme ir solo con 14 años, pero ante el peligro mayor que tenía en Madrid, me dejó marchar. Me fui a Valencia, allí me embarqué en un barco mercante francés a Marsella, y en tren a Hendaya. De allí pasé a Irún, y en tren, por Mérida y Sevilla llegué a Málaga a casa de unos primos.»


8 -Una vocación razonada

»Las razones en que fundamenté mi vocación son éstas:

La felicidad del hombre está en servir al prójimo.
Si yo me pongo al frente de la fábrica de mi padre podré dar trabajo a varios centenares de familias.
Pero si me hago jesuita ayudaré a salvar almas, lo cual es muchísimo mejor.
Lo más grande que puedo hacer en la vida es colaborar con Cristo a la salvación de las almas. [...]

»En los años sucesivos de mi marcha al noviciado, se fueron marchando religiosas cinco de mis hermanas, y el último mi hermano Jaime, que también es jesuita.

Somos siete hermanos religiosos. Sólo se casó la más pequeña, Carmina, que se quedó con mi madre.

(fuente: www.religionenlibertad.com)

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