(Agencias/InfoCatólica) El presidente chileno, Sebastián Piñera, condenó el ataque: «Quisiera expresar nuestro más absoluto repudio y rechazo a este tipo de actos, porque al fin y al cabo significan no respetar el derecho de los demás», aseguró en el palacio de La Moneda.
«Hablé esta mañana con el arzobispo de Santiago para expresarle nuestra total solidaridad y ratificar el fin del compromiso de este Gobierno con la libertad religiosa, con la libertad de culto y también con la protección de la vida del que está por nacer», agregó el presidente chileno.
Además, Sebastián Piñera anunció que la intendencia de Santiago presentará querellas «para poder sancionar a los responsables de este cobarde atentado contra la Iglesia católica».
En tanto, el arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, también anunció en una conferencia de prensa que presentarán una querella aunque pidió el perdón cristiano para quienes provocaron los destrozos.
La organización «entiende» lo ocurrido
Por otra parte, Natalia Flores, secretaria ejecutiva del Observatorio de Género y Equidad, afirmó hoy a Radio Cooperativa que no avala los actos de violencia pero que entiende lo ocurrido.
«Si me preguntan si llego a entender que un grupo de manifestantes, que se ha sentido oprimido, discriminado, agredido y violentado por una institución, que en este caso es la institución católica (…) puedan llegar a manifestarse en la forma en que sucedió en la catedral ayer, yo lo entiendo», aseveró Flores.
Asimismo, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, apuntó hoy ante los periodistas que no es «una persona creyente», pero que sintió que «las personas que estaban en la iglesia en ese momento estaban siendo agredidas de una forma gratuita que no es aceptable».
Tohá se encontraba entre los asistentes a la misa que celebraba el arzobispo metropolitano de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, con motivo de la festividad de Santiago Apóstol.
Mons. Ezzati oficia una Misa de desagravio en la Catedral de Santiago de Chile
El arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, ofició ayer una Misa de desagravio en la Catedral de Santiago, que permaneció cerrada durante cinco días tras los destrozos generados por manifestantes que participaron de la marcha a favor del aborto la semana pasada. Durante la homilía, Mons. Ezzati recordó las palabras del cardenal Raul Silva Henríquez en el Te Deum de 1973, respecto a que «es necesario matar el odio antes que el odio mate el alma de Chile».
(La Tercera/InfoCatólica) El arzobispo además indicó que se ha reunido y seguirá haciéndolo con grupos a favor del aborto, pese a los actos de violencia registrados el jueves pasado.
«Siempre me he reunido con todos los que me han pedido dialogar. Lo que hemos dicho, tanto en la carta mía a los fieles, como lo que he dicho en la homilía soy el primero que lo quiere vivir, por consiguiente las puertas del obispo estarán siempre abiertas», dijo el prelado.
La ceremonia se desarrolló con la presencia de la portavoz del Gobierno, Cecilia Pérez, y el intendente Metropolitano, Juan Antonio Peribonio.
En tanto, durante la mañana el arzobispado presentó una querella contra quienes resulten responsables de los daños en la Catedral.
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