El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck; el ministro de Turismo, Cultura y Deportes, Angel Rovira Bosch; el intendente local, Gerardo Bravo, y otras autoridades municipales estuieron en la celebración.
La celebración religiosa principal fue encabezada por el obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli, acompañado por el titular de la diócesis de Viedma, Esteban Laxague, y sacerdotes de unas 35 parroquias de la región.
Pese al intenso frío de la mañana, con una mínima de 12 grados bajo cero según registros de la comuna local, unas mil personas se congregaron a las 7 en una zona descampada conocida como "La cueva del pavo", donde un grupo de comunidades mapuches elevó una rogativa al sol en su lengua original, en homenaje a Ceferino.
A las 10, desde ese mismo sitio ubicado a unos 12 kilómetros del pueblo, partió la procesión encabezada por los obispos Bresanelli y Laxague, junto con otros sacerdotes de distintas diócesis y la participación de unos 10 mil caminantes.
La multitud confluyó, ya en horas del mediodía, en el gimnasio del Parque Ceferiniano, donde otras 12 mil personas aguardaban para la liturgia central que, bajo la consigna "Con Ceferino compartimos la alegría de la fe", estuvo caracterizada por el canto de los jóvenes.
Después de la eucaristía, allí mismo, se presentó el pianista Juan Namuncurá, sobrino bisnieto del beato, acompañado por el tenor Nahuel Carruqueo, para interpretar canciones en "mapudungum" (la lengua mapuche) y en español.
A la media tarde, tras descansar y reponer energías en algunos de los numerosos puestos de comida instalados en cercanías del parque, los miles de feligreses iniciaron la desconcentración y el retorno a sus lugares de origen.
El intendente destacó al respecto que "las medidas de prevención de la policía y la propia conducta prudente de la gente hicieron que el clima de fiesta no se viera alterado por ningún accidente".
"Para nosotros cada celebración de Ceferino es un verdadero desafío, porque el número de habitantes normales de Chimpay se multiplica por cinco y es comprensible que nos veamos superados, pero una vez más todo ha salido perfectamente" completó Bravo en diálogo con Télam.
El homenaje religioso y popular a Ceferino Namumcurá se realiza cada año en Chiguay, un pequeño pueblo recostado sobre el río Negro donde el beato nació el 26 de agosto de 1886.
En este mismo lugar, el 11 de noviembre de 2007, se realizó la solemne ceremonia de beatificación encabezada por el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarsicio Bertone, y el entonces cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, ahora papa Francisco.
(fuente. www.telam.com.ar)
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