Esta opción nace del corazón de cada joven, algunos de ellos ya han tenido pequeñas experiencias de servicio: misiones, oratorios, grupos juveniles, y han tenido la posibilidad del acompañamiento y guía en este proceso, lo que ha permitido madurar esta decisión.
El envío es parte de un camino, de un proceso donde están involucrados los jóvenes, las comunidades y las familias. “El voluntariado nos ayuda a entender que la vida cristiana se vive en clave de servicio, con lo que somos y lo que tenemos. ‘Si no servimos para qué sirve la vida’; Don Bosco confió en los propios jóvenes para que ellos fueran los evangelizadores de los jóvenes”. Expresó el padre Marcelo Farfán, Inspector de los Salesianos en el Ecuador, en la Eucaristía de envío celebrada en Cayambe.
El ser voluntario es una decisión que nace de cada uno, de la propia libertad. Christian cuenta que está dispuesto a ir a donde le envíen y sus expectativas cada vez son más grandes. Para Jorge, es una misión interesante, mientras que para Natalia es una experiencia que le va a servir para toda la vida. Así como ellos, estos 48 jóvenes enviados vivieron la emoción y la expectativa de saber a dónde irán: misiones andinas, misiones amazónicas, chicos y chicas de la calle.
“Voluntario es la persona que dice voy a pensar en los demás y lo hace desde el carisma salesiano, con alegría, cercanía y amabilidad con las personas que van a vivir. El desafío del voluntariado desde la lógica del evangelio de Jesús, nos invita a que toda la vida la pongamos en clave de servicio. Necesitamos jóvenes que se comprometan toda la vida, desde diferentes espacios: familiar, matrimonial, vida religiosa, etc”. Ésta es la invitación que el padre Marcelo Farfán hizo a los jóvenes voluntarios.
Agradecemos a la Comunidad de Cayambe, a sus familias y a las comunidades de las cuales vienen y a las cuáles se van.
Publicado el 30/08/2013
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