(ANS – Roma) – Acogiendo y relanzando el llamado a la oración y al ayuno por la paz hecho por el Papa Francisco, el Rector Mayor, Don Pascual Chávez, envió una carta donde exhorta a participar en la iniciativa a todos los miembros de la Familia Salesiana.
Recordando la devoción y la incondicional obediencia de Don Bosco al Santo Padre, Don Chávez invita a todos los miembros de la Familia Salesiana que están en Roma o sus alrededores a participar directamente en el momento de oración previsto en la Plaza de San Pedro en la noche del sábado 7 de septiembre.
A todos los demás el Rector Mayor sugiere participar con el mismo espíritu de comunión en las iniciativas promovidas por las iglesias locales.
Cada comunidad o realidad educativa está invitada también a animar un momento de reflexión y compartir entorno a la paz, que el Rector Mayor propone articular en tres fases: oración, educación y testimonio.
Mensaje a la Familia Salesiana en favor de la paz
Mis Queridos Hermanos y Hermanas de la Familia Salesiana. Un cordial saludo a todos vosotros, con el afecto que Don Bosco tenía por todos sus Hijos e Hijas
Il motivo de este mensaje a toda la Familia salesiana es el de fijar vuestra atención en lo que el Santo Padre nos ha comunicado con ocasión de la oración del Angelus del pasado domingo, 1 de septiembre. Él ha dirigido a la Iglesia y al mundo entero estas palabras:
Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que, con creciente angustia, se levanta en todas las partes de la tierra, en todos los pueblos, en cada corazón, en la única gran familia que es la humanidad: ¡el grito de la paz! Es el grito que dice con fuerza: queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, desgarrada por divisiones y conflictos, estalle la paz; ¡nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso, que tiene que ser promovido y tutelado".
Como veis es una llamada angustiosa que se refiere en primer lugar a la dolorosa situación de Siria, envuelta desde hace tiempo en una guerra civil, y en segundo lugar es una invitación a no olvidar los otros numerosos conflictos que atormentan a tantas regiones y poblaciones de los diversos continentes.
Para sensibilizar a la Iglesia y a todos los hombres de buena voluntad sobre este importante tema de la paz, el Papa Francisco ha concluido su apelación diciendo: “He decidido convocar para toda la Iglesia, el 7 de septiembre, una jornada de ayuno por la paz en Siria y en el mundo. De las 19 a las 24 nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia par implorar este don de Dios. La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz. Pido a todas las comunidades que organicen algún acto litúrgico según esta intención. Os espero el próximo sábado a las 19 en la Plaza de San Pedro”.
Queridos todos, animados por el mismo espíritu de nuestro Padre común, Don Bosco, os exhorto ardientemente a acoger este deseo del Santo Padre como un mandato que con convencimiento y amor debemos realizar. Todos nosotros creemos que la paz es un bien extraordinariamente necesario para el desarrollo y el progreso de la comunidad nacional e de la comunidad mundial. Ella se nutre del respeto de los derechos fundamentales que deben ser garantizados a los pueblos y a las personas y, al mismo tiempo, viene edificada por la observancia de los deberes igualmente importantes que nacen de estos mismos derechos.
Deseo por tanto invitar a todos los grupos de la Familia Salesiana a acoger concretamente la exhortación del Santo Padre haciendo del día 7 de Septiembre un día de oración, de reflexión y de ayuno para dar al mundo un testimonio de que creemos firmemente en el gran valor de la paz y para pedir este mismo don del “Príncipe de la Paz, Cristo Resucitado, vencedor de la muerte!
Concretamente, invito a todos aquellos que, en el ámbito de la región de Roma puedan estar materialmente presentes en la Plaza de San Pedro, a este gran momento de oración y de ayuno. A aquellos que viven en otros contextos, a participar activamente en las diversas iniciativas que ciertamente serán promovidas por cada una de las iglesia locales.
Toda comunidad y toda realidad educativa, en el límite de lo posible, procure animar tres momentos.
Un momento de oración por la paz, vivido sobre todo como adoración eucarística, preparada por un ayuno particular; alimentando la oración con textos bíblicos o textos tomados de documentos de la Iglesia sobre el tema de la paz.
Un momento de educación en la paz. En las escuelas, en los oratorios, en otros contextos educativos, ofrecer a los jóvenes un encuentro sobre el tema de la paz, proponiéndoles una reflexión a partir de las noticias de actualidad sobre el tema, presentado el valor del texto de la encíclica de Juan XXIII “Pacem in terris”, de otros documentos de la Iglesia y también de textos significativos de autores laicos.
Proponiéndonos ayudar a los jóvenes a madurar en el convencimiento de que la paz se construye sobre cuatro valores fundamentales: la verdad, la justicia, el amor y el perdón.
Un momento de testimonio sobre la paz. Es posible celebrar comunitariamente un momento de reconciliación comunitaria, invitando también a nuestros laicos y a los jóvenes, durante el cual pidamos perdón a Dios de nuestras divisiones y de nuestros conflictos, pequeños y grandes. Es posible también invitar a los laicos relacionados con nosotros a un encuentro de reflexión y de profundo discernimiento sobre el tema de la paz. Debe ser conocido por todos que la paz interesa a cada grupo y a cada comunidad de la Familia Salesiana.
Queridos, os lo agradezco. Sé que acogeréis mi invitación con generosidad y empeño. Estoy seguro de poder expresaros el agradecimiento del Santo Padre y el de nuestro amado Padre Don Bosco.
Un saludo a todos vosotros. María, Reina de la Paz y Auxilio de los Cristianos, acompañe vuestro camino.
Roma, 3 de Septiembre de 2013
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