“Faltan pocos días para la beatificación del Cura Gaucho. Mi corazón se retoba por no poder participar de esa fiesta popular y eclesial. Un 14 de Septiembre también, hace cinco años, yo llegaba al Niger para continuar anunciando y testimoniando a Jesús en la primera evangelización. El próximo Sábado 14 estaré uniéndome a ustedes en mi aldea y con mi gente, celebrando la Eucaristía en esta tierra africana y festejando un apóstol latinoamericano. Les hablaré del Padre Brochero y de lo que él significa en mi vida sacerdotal y misionera”, expresó el Padre Bazzara.
El sacerdote cordobés nació y vivió hasta los 18 años en Mina Clavero. “La vida de Brochero aparece tímidamente en mi adolescencia participando de retiros espirituales. Aprendí rápido la oración por su beatificación y la recé fielmente durante muchos años. Con el tiempo, y en el seminario, la vida de este hombre de Dios fue ganando mi corazón y marcando mi religiosidad. Me impresionaba su fe sólida y su capacidad de inculturarse en medio de nuestra gente. Y en aquel tiempo, que sólo se hablaba de salvación de las almas, este cura misionero y profético se preocupaba de la vida íntegra de los serranos”, relató.
El Padre Carlos ejerció su sacerdocio en la ciudad de Córdoba y esto recordó al respecto: “Al inicio de mi ministerio sacerdotal, en la parroquia de Barrio Comercial, alguien me regaló una foto de Brochero que aparentemente él mismo cura se la habría dado a un pariente. Esa foto me acompañó cinco años en barrio Oña, seis años en Costa de Marfil y está ahora en la puerta de mi dormitorio aquí en el Niger. Pero no es un amuleto el que llevo, sino el recuerdo-incentivo de este gran misionero de Traslasierra”.
El Padre Bazzara indicó que “son dos los beatos que viven en el ´caracú de mi corazón`: José Gabriel Brochero y Carlos de Foucauld. El testimonio de estos santos es importante para mí porque nos aseguran que la propuesta de Jesús es posible; que se puede amar desinteresadamente y dar la vida por los demás. El Cura Gaucho fue ´gaucho` y ´santo` porque amó profundamente la gente del lugar, valorizándola, respetándola y caminando coco a codo con su pueblo. Siento que la ´Comunión de los santos` que rezamos en cada ´Credo` se encarna ahora concretamente en la vida de un santo que nos es tan cercano por ser santo, por ser argentino, por ser nuestro, porque se donó a nuestra gente de Traslasierra”.
Finalmente, dijo que “los santos ya no están ahora lejos físicamente de nuestra historia y geografía, sino wir están allí y casi los podemos tocar. Los santos te remueven las tripas del amor para mostrarte el único camino de la realización humana: amar a los hermanos y a Dios en sus corazones. Siento vivamente que los santos nos invitan además a buscar un corazón planetario, porque la naturaleza de la Iglesia es ser misionera. Por eso le pido a Brochero un espíritu misionero desde lo más profundo del corazón y una capacidad más grande y auténtica para amar a los pobres y evangelizar con medios pobres. ¡Feliz fiesta a todos!”.
(fuente: www.radiomaria.org.ar)
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