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domingo, 25 de noviembre de 2007

La castidad: ideal de afectividad (y la sexualidad)

El "sexo libre" ¿¿??

En la década del 60 se puso muy en boga el tema de "sexo libre" (¡cómo se manosea el término "libertad"!) cuando la "revolución hippie" empezó a propagar varios mensajes contestatarios entre los que se encontraba la práctica irresponsable de la genitalidad humana. Hoy ese mensaje está más desbordado aún.

En estos tiempos que corren cada vez más vertiginosamente, los jóvenes son bombardeados con muchos mensajes de sexualidad y afectividad desordenados: la música, las televisión y sus "héroes" mediáticos, internet, la publicidad (gráfica, radial y televisiva). La televisión basura (Showmatch, Gran Hermano, programas chimenteros, entre otros) avanza vertiginosamente con su mensaje perverso y dañino para las familias; y es patético que muy pocos reconocen abiertamente consumir ese tipo de programas.

Encontramos muchos autoproclamados de "mentalidad abierta" quienes, sin reparo alguno, se manifiestan a favor de la relaciones sexuales casuales y degradan el significado del noviazgo. Pero, paradójicamente, estas mentas "abiertas" suelen condenar con severidad y/o ridiculizan hasta el hartazgo a aquellos que optan por la valentía de luchar y vivir por la castidad.

Entonces, muchos jóvenes caen en la redes de toda esa gente mediocre que desinforma y que nos quieren hacer creer que la castidad es algo retrógrado, una represión, una mutilación, como propio de "mentes estrechas" ¿?.

En estos últimos 50 años de la historia de la humanidad, la palabra "revolución" fue usada con mucha superficialidad para maquillar causas contrarias a la dignidad de las personas. Contrariamente a lo que nos venden, ser cristiano es ser verdaderamente revolucionarios. Jugarse por Cristo, por Nuestra Madre Iglesia es ir (lamentablemente) contra la corriente.

La sexualidad es algo muy bueno, porque viene de Dios: Él nos ha puesto la sexualidad para ser partícipes de su obra creadora. Pero bueno, el Demonio se encargó de distorsionar el noble sentido que tiene el sexo hasta convertirlo en un juguete, en un instrumento de humillación hacia uno mismo y a otros, en algo que nos aisla más y más.


¿Qué es la castidad?

Para poder vivir adecuadamente la sexualidad en sintonía con el mensaje de Jesús, es imprescindible cultivar la virtud de la castidad: con ella es que se puede valorar la grandeza de la sexualidad que Dios nos ha dado.

Muchos confunden a la castidad con la virginidad. Es un error. La castidad es algo mucho más amplio, es mucho más profundo. La castidad debe ser vivida en la soltería, en el matrimonio y en la vida consagrada... es decir, la castidad es para toda la vida.

La castidad es la virtud que te permite ser verdaderamente dueño de la propia sexualidad, dando una auténtica libertad en el plano sexual, alejándonos de la esclavitud de los instintos y de las pasiones.

La castidad es la fuerza interior que nos permite canalizar constructivamente las energías sexuales que tenemos todos. Es una actitud interior, es pureza de la mente y del corazón, es la capacidad de vivir la dimensión sexual en beneficio de las personas.

Un hombre, una mujer se humaniza cuando se hace dueño de si mismo. La castidad hace a la persona más humana. El autodominio hace al hombre más hombre, y a la mujer más mujer. Los animales siguen su instinto sin preocuparse de nada más... algunos pobres seres humanos proceden igual.

Obviamente que, dada nuestra debilidad, es difícil vivir la castidad en este loco (pero hermoso) mundo. Solo en Cristo, alimentados por los Sacramentos, es que se puede lograrlo.

Algunas frases que nos ayudan a vivir la castidad día a día

♣ "Yo soy un ser humano, me comporto como tal": La castidad es signo de sabiduría y sensatez, darse cuenta de que se está explotando al ser humano por uno de sus lados más débiles para vender productos. El joven que razona no cae en el consumismo sexual.

♣ "No sólo tengo hormonas, también tengo neuronas": La castidad es un modo para darse a respetar y para que nos valoren como personas, y no como objetos de placer. Es signo de autoestima, y su práctica la aumenta.

♣ "Valgo mucho. No soy juguete de nadie": Los muchachos que valen la pena, valoran más a las muchachas que se hacen respetar, y viceversa. De hecho, van a querer un(a) esposo(a) que se haya comportado con dignidad.

"Si me doy como persona, seré valorado(a) como persona. Si lo que ofrezco es carne, seré valorado(a) como carne". Los y las "fáciles" parecen ser preferidos, pero en realidad, los que saben pensar no quieren que el padre o la madre de sus hijos haya sido un(a) persona "fácil". Cada uno con su comportamiento, escoge el tipo de persona que quiere a su lado.

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